13. ¿Dónde están los problemas?
"Algún día todo tendrá sentido, así que por ahora, ríete ante la confusión, sonríe a través de las lagrimas y síguete recordando que todo pasa por una razón"
Entro al salón de química aún riendo. Sin embargo, mi sonrisa desaparece cuando me doy cuenta de que no tengo con quién sentarme. Al parecer no será con ninguno de los chicos ya que Thomas se sienta con Logan y Drake diviso una rubia casi al final de los asientos y no dudo en ir tras ella.
Choco mi mirada con la de Travis, el chico de la fiesta que me sonreía y mira el asiento vacío a su par. Una oleada de emoción me recorre el cuerpo y me acerco a él. Compartíamos solo dos clases juntos.
—Diva—me saluda cuando me ve acercarme.
—Travesti— lo saludo.
Eleva una ceja.
—¿Travesti? —pregunta en voz baja ya que la profesora se levanto de su escritorio para escribir unas formulas en la pizarra.
—Sí, ya sabes de Travis...Travesti —le explico mi estúpida comparación.
Rueda sus ojos algo molesto por mi apodo. Pero que se joda, nadie pide los apodos.
— Prefiero Travis, diva.
—Y yo Alex, Travestí, pero ya sabes. No todo es lo que esperamos —sonrío con inocencia
—¡Señorita Foster!—exclama la profesora dándose la vuelta; bueno, no hay que subestimarla tanto—. ¡Mi clase es más importante que su charla con su novio!
—No somos... Ahg, ¿Sabe qué? Olvídelo.
Me lanza una mirada que mata y sigue con su clase. Todo el mundo está en silencio, no creo que todos le presten atención pero hagan lo que hagan, lo hacen mudos. Rendida, comienzo a copiar las formulas mientras intento asimilarlas con lo que está diciendo pero es demasiado para mi cabeza.
Travis, hace que me desconcentre y desliza su cuaderno con algo escrito en una hoja limpia. Me inclino para poder leerlo mejor.
"¿Te parece una cita mañana?" pone. Claro y conciso. ¿Una cita? Está bien, pretenderé no haberme puesto nerviosa. Subo mi mirada y lo encuentro sonriendo. Con el bolígrafo que estaba usando para escribir estas formulas del demonio, le escribo abajo:
"Está bien, pero tengo una agenda ocupada. Te aviso si puedo"
Me hago a un lado para que pueda leerlo y niega con diversión. Iba a decirme algo, pero se ve interrumpido por la fuerte y potente voz que viene de los altavoces.
—Solicito a Foster y compañía en mi oficina ahora. ¡Alex tú también! —es una voz grave, sin dudas.
¿Por qué nunca pensé que mis acciones podrían tener consecuencias? ¿Por qué será que nunca lo pienso? Travis comienza a reírse de mí.
Le levanto el dedo del medio y me levanto de mi asiento, al igual que Thomas, Logan y mi hermano.
¿Qué querrá el querido director?
Camino hacia la puerta junto a Drake, Logan y Thomas, bajo la mirada de decepción de la profesora y la de todos los alumnos presentes. Es obvio que se imaginan porque estamos siendo llamados con el director. Miro de soslayo a la profesora.
¿Qué más esperaba?
Sin poder evitarlo, le saco la lengua al pasar y esta abre la boca con sorpresa. Nadie más me ha visto porque voy de espaldas a la clase. No dice nada, solo una mirada de desprecio, de esas que siempre recibo.
Repito, ¿qué más esperaba?
—¿Sera por lo de Britanny?—pregunta Logan cuando salimos del salón del clases y nos internamos en un pasillo completamente vacío.
—No, te parece —sueno sarcástica con una sonrisa.
Soy un dolor en el culo para todos, pero en Londres rara vez me metía en problemas en la escuela. Soy lo suficientemente inteligente como para esquivarlos. Estar en Los Ángeles, parece hacer que los problemas vengan a mi como si fuera un imán.
—Tranquila...—dice Thomas mirándome.
—Tú tranquilo—le respondo borde. ¿Y ahora que me pasaba? Este mira a Drake con confusión y mi hermano se alza de hombros. Seguro estarán preguntando por que nunca entenderán a las mujeres.
En el pasillo de la entrada a la oficina del director Whitman, nos encontramos a los demás, Sean, Luke y Shane. Para ser llamados por el director, no parecen nerviosos. Al contrario, estan relajados como si ser llamados por el director fuese algo que pasa todo el tiempo.
—No sé qué hago aquí —dice Sean a la defensiva cuando nos acercamos—. Yo no participe de su broma maléfica.
¿Broma maléfica?
—Sí, ya lo sabemos—responde Shane asqueado antes que pueda contestarle algo borde—. Eres el mejor amigo de Britanny.
El tatuado pone sus ojos en blanco.
—Dios, ¿qué hice para merecerlos? —murmura al entrar. Enarco una ceja en su dirección, pero no me presta atención. Vemos a Dorothy, la cual nos sonríe. No, mejor dicho, les sonríe para luego indicares que el director nos espera.
Luke abre la puerta de la oficina como si estuviera abriendo la de su habitación y entramos a la oficina que no conocía, pero se me hace que mis visitas serán frecuentes con mis siete nuevos amigos. También, demasiado frecuente si la gente se decide por molestarme.
Miro el lugar de cuatro paredes, a la derecha hay un gran ventanal, el cual permite que toda la luz matutina entre de lleno a su oficina, también le da una buena vista al campus de deporte. Hay un escritorio con una computadora y detrás de el, un señor canoso con gafas. A sus espaldas, hay una pared cubierta de estantes, llena de libros. Nunca me había gustado leer, a decir verdad. Hay dos sillones, algunas platas y cuadros, más que nada con diplomas y distinciones entregadas a la escuela. Este sube la mirada y nos indica que nos sentemos. Como si fuese algo diario, los chicos se acomodan en los sillones mientras que Luke y yo nos sentamos en las dos sillas que hay enfrente de su escritorio.
—Scott, yo no partícipe en su maldad—se anticipa Sean. Me quedo sorprendida al oír como lo ha llamado. Tutear directores es algo que nunca tuve la chance o confianza de hacer.
—Sí, lo sé, lo siento—se disculpa Whitman y hace un ademan con su mano para restarle importancia—. Ya me acostumbre a llamarlos a todos juntos.
—Ni que fuéramos tan malos, Whity—dice Cameron sonriendo.
El hombre enarca una ceja en dirección al moreno.
—¿Me permites que abra sus expedientes? —el director suena divertido. Me gusta—. Gracias a Dios este es su último año. Han recolectado tantos problemas a lo largo del año.
—Y la lista va sumando —sonríe Thomas con orgullo.
—Lamentablemente, sí—el director masajea su sien—. Bueno veo que han sumado una chica al clan de imbéciles.
¿Clan de imbéciles? Dios mío que se le va la lengua a este tipo. Lleva su mirada a mí con demasiado interés.
—Soy Alex Foster —digo sin salir de mi asombro.
Asiente.
—Sí, melliza de Drake y vicepresidenta del consejo estudiantil. La conozco.
—Por cierto, gracias por lo del otro día —digo aprovechando la situación—. Las votaciones iban a ser el lunes y eso...
Sonríe de una manera agradable.
—Sí, de hecho, no lo agradezcas. Solo hacia justicia.
¿Cómo es que consiguió el puesto de director? Antes de que pudiera contestarle algo, me veo interrumpida.
—Si se merecía...—empieza Sean.
—Te callas —le corta Luke.
—Ahora —dice Whitman ignorando la anterior escena—¿Qué es eso que hicieron en el pasillo?—suelta una carcajada.
Drake sonríe con orgullo.
—Una pequeña venganza....
—Uh, ¿Cómo la llamaban? ¿Venganza Foster? Hacía tiempo que no hacían una y las cosas se olvidan.
¿Qué? Momento, momento. De vuelta. ¿Por qué es tan buena onda? ¿No es que es el director?
Mi hermano asiente, concordando en el nombre.
—Bueno... Ya saben, si no hago nada, los padres de Britanny me van a hacer problemas. Así que, ya saben, van a limpiar el gimnasio mañana —ordena.
Los chicos y yo asentimos. Después de lo que hicimos, ese castigo era nada.
Media hora antes.
—Ya es hora —la voz algo distorsionada de Cameron me quita de mis pensamientos. Sostengo el walkie talkie mientras asiento aunque ninguno me pueda ver.
Según lo que planeamos anoche, la cosa seria así: Logan, es encargado de grabar y tomar fotos, y hacer que se viralice, Drake distrae a Britanny y la acerca hacia el medio del pasillo, Thomas tiene que dar la orden y yo atacare junto con Cameron, Shane y Luke. Luke y yo tiramos la pintura verde, Shane el maíz junto con el arroz y Cameron las plumas. Luego Drake se acerca y pone el elemento sorpresa, harina.
Sean no quiso participar porque "Es amigo de Britanny" pero no me interesa lo que el piense, lo haremos igual. Intento convencernos de que no, pero mira como le hemos escuchado. Con mi pistola de pintura recargada, espero a la señal de Thom, escondida tras una hilera de casilleros. Varios se me notan y fruncen el ceño, pero nadie pregunta nada. Aunque saben en sus pequeños subconscientes de que este no será un día normal.
—Ya, Drake. No demores —Thomas da la orden.
—Entendido —dice mi mellizo y me muevo para ver cómo iba todo. Veo como se acerca a Britanny. Al cabo de un minuto de charla, había conseguido que se quede en el centro del pasillo.
—Drake, aléjate—le ordena Thom.
Drake se aleja sonriéndole, mientras Britanny le devolvía la coquetamente. ¿Qué cree que estará haciendo mi hermano?
—Alex, Cameron y Shane, ¡ahora! —exclama. Me emociono y sin dudarlo, salgo de mi escondite. De reojo, noto como los demás también.
Al primer chorro de pintura, se sorprende y exclamo una palabrota. Todo la escuela se da vuelta para ver que sucedía y Logan filma todo. YouTube, acá vamos.
Mi enemiga cierra los ojos y deja que le tiráramos todo. No comprendo porque no salió corriendo. Cuando termino completamente verde, Shane le lanza arroz y maíz que le quedo incrustado por todas partes, chilla mucho más en esa parte. Luego vino Cameron con las plumas que conseguimos en una colchonería. Bueno, que Cameron robo de una colchonería. Larga historia.
Terminamos.
Casi.
—¡AHG!—grita Britanny furiosa—. ¡Están mal de la cabeza!
Y como polvillo de hadas, harina cayó por los cielos. Quedo blanca y verde. Hubo un momento de silencio, claro. ¿Britanny Nelson ridiculizada? Pero al verla así, soy la primera en largar una sonora carcajada, seguida de toda la escuela.
Drake se acerca a mí y alza su mano, choco los cinco con él. Hacer bromas seguido no suena nada mal.
Me sorprende que nos quite tiempo de clases cuando los chicos se ponen a charlar de temas triviales, donde yo participo pero poco. Hablan del equipo de futbol americano, los ojos de Luke se brillan de emoción, su tema favorito de conversación además de los libros. Le observo hablar sobre el próximo partido y las tácticas que están practicando con su entrenador. Ver como sus ojos esmeraldas se encienden y su sonrisa, es genial.
El timbre suena y eso parece despertar al director, el cual deja de apoyarse en el respaldo de su silla y relajarse y se levanta.
—Bueno, Alex—dice en forma de despedida—. Bienvenida al clan.
Me rio cuando revuelve mi cabello, en cualquier otra situación, me hubiese molestado pero ahora no. Le estoy muy agradecida al señor, como dice el dicho, no se muerde la mano del que te da de comer.
Al salir de la oficina del director, le envío un mensaje a Travis. Solo quiero refregarle lo bien que me fue.
Alex: Hey, Travesti. Adivina quien tiene que limpiar el gimnasio mañana.
Travis: ¿Mañana? Mañana es nuestra cita, Diva.
Uf.
Alex: Podemos pasarla para hoy????
Travis: Supongo que sí
El receso dura solamente un par de minutos, lo necesario para ir hasta tu taquilla, sacar tus libros y volver a clase. Una vez que me detengo en mi casillero, abro con mi combinación y saco mi libro de literatura.
Cuando me giro para ir, veo a Luke, con el mismo libro que sostengo yo. Caminamos juntos a clase. Me pregunta si había hecho la tarea para hoy, le respondo con un muy esperado "no", se ríe y me dice que tampoco la hizo.
Llegamos al salón y aunque tenía ganas de sentarme con Travis, termino con Luke en una de las filas del final. La profesora entra y todos guardamos silencio. Por suerte, no pide tarea, pero igualmente da otra. Nos la ponemos hacer mientras ella teclea algo en su ordenador.
Luke es muy divertido, pasa más de la mitad del tiempo haciéndome cosquillas, bromeando y cosas así. Lo mismo hice yo y en eso, me di cuenta de que es una persona con quien puedes pasarte horas charlando y nunca te aburrirás. La clase esta casi por terminar cuando la profesora decide interrumpir nuestra charla al levantarse de su asiento.
—Niños —¿No cree que estamos algo viejos para que nos llame "niños"?—. Tengo que poner las notas del semestre, así que, para eso van a hacer un trabajo en parejas.
¡Sí! Con suerte me toca alguien inteligente que me ayude y obtengo un diez. Amo los trabajo en pareja. Comienzo a examinar el salón, en busca del más genio, al cual pueda pagarle algo para que se haga todo...
—Va a ser con la persona que tienen al lado —termina.
Miro a mi lado extrañada. Luke. Si, Luke Mcqueen. Sujeto no inteligente. Él me mira y también se asusta. Era como si nos hubiésemos olvidado la media hora de charla que mantuvimos.
Comienzo a alarmarme y alzo mi mano, captando la atención de la profesora, la cual me da la palabra.
— ¿No puede ser otra persona?
—No —me responde la profesora cortante, y cortando también todo lazo de amabilidad que existió antes de mí pregunta.
Bufo y me dejo caer en mi asiento rendida.
—El trabajo es demasiado fácil, casi imposible reprobar —dice. Claro, eso lo cuentan todos—. Tienen que elegir un libro, uno que los dos hayan leído, y van a hacer un informe de diez mil palabras. Quiero todo incluido, desde la trama, emociones que sintieron, quiero que analicen las escenas más importantes.
Sigue hablando pero dejo de oírla. Abro mis ojos como platos ¿¡DIEZ MIL DIJO?! Miro a Luke horrorizada, no parece estar tan mal como yo.
—¿Cuándo lo hacemos?—pregunta relajado mientras juega con su bolígrafo.
—Mh, hoy tengo reunión del consejo estudiantil —musito recordando lo clara que había sido Hanna con el "No puedes faltar"
—Hoy tengo entrenamiento, pero salgo a las cuatro—me avisa—. ¿A qué hora sales tú?
— A las tres y media—contesto recordando.
—Perfecto, lo hacemos en las gradas cuando salga de entrenar, espérame ahí —dice y no puedo entender como no está horrorizado, leer un libro y escribir diez mil palabras sobre el.
Asiento, algo desorientada. Pero de repente, recuerdo la cita con Travis. Suspiro y lo veo al otro lado del salón, me sorprendo al ver que le había tocado con Penny. No sabía que Penny compartía esta clase con nosotros, será que soy despistada. Qué suerte, a la rubia le encanta leer. Seguro ella hace todo el trabajo.
Le envió un mensaje sabiendo que no puedo levantarme.
Alex: ¿A qué hora me pasas a buscar?
Al acto, contesta, dejando de prestarle atención a Penny. Arreglo con él que me busque a las cinco, justo a la salida de la escuela cosa que termine de arreglar con Luke y me encuentre con él. Mi jornada en esta escuela se ha extendido un par de horas, joder.
El día de hoy parece ser eterno.
—Perfecto —le sonrío a Luke—. Nos vemos ahí.
Me guiña un ojo y justo el timbre suena. Rápidamente, salgo de clases y comienzo a caminar por los pastillos infestados por estudiantes. Camino hacia mi casillero, cuando Hanna se pone junto a mi frente, impidiéndome el paso.
—¿Vienes a la reunión? —pregunta sonriente—. Ehm, si claro que vienés eres la vicepresidenta. Hoy hablaremos del Baile de Otoño.
¿Baile de qué? Odio esas cosas.
—Uhm, si iré —murmuro.
—Genial —sonríe y se va así de rápido como vino. Presiento que de ahora en más estaré en la mira de Hanna.
Llego de nuevo a mi casillero y me pongo a organizarlo un poco una vez que lo abro, está hecho un lio. Tatareo una canción que Sean me había pegado luego de ponerla tantas veces, cuando alguien toca suavemente mi espalda con dos toques cerca de mi hombro.
—Disculpa... No encuentro mi casillero, ¿Me puedes ayudar? —una voz inglesa, la cual al oírla me hace sentir en casa. Esa voz. Dios mío como olvidarla. Me giro, encontrándome con la persona que probablemente más extrañaba.
Tanto tiempo.
***
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