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Capítulo IV

1941
10 y 11 años

A Jungkook nunca se le dio bien socializar, de hecho, si socializar fuese un deporte, sin duda alguna lo odiaría. Estar rodeado de personas, o en este caso; niños, no le era tan atractivo y menos cuando todos le resultaban de cierta forma irritantes.

"¿Así pensará mamá cada vez que me comporto como uno de ellos?"

Se cuestionó a sí mismo, al bajar de aquel autobús y verse rodeado de tantos niños de distintas edades correr por doquier. Taehyung, que a su lado se posicionaba, sonrió con entusiasmo y ajustó su mochila en su espalda.

—Esto es increíble, Kookie.

—N-no me agrada. —puchereó sin despegar la mirada del tumulto de niños. Taehyung miró de inmediato a su amigo.

—¿Por qué no? ¡Es un buen lugar para pasar las mejores vacaciones, Kookie! —Taehyung canturreó, casi que saltando en su lugar.

—No lo sé, esto es nuevo para mí. ¿Así de irritantes nos vemos? —cuestionó señalando a los niños, Taehyung lo reprendió a la seña y le bajó el brazo, posando frente a él.

—¡Si, Eso lo hace más divertido para nosotros! —su sonrisa cayó cuando Jungkook bajó la mirada, bastante dudoso. Suspiró y lo tomo de los hombros— Venga Kook, no te dejaré solo. Si lo deseas, te daré mis dulces si quitas esa cara de pasa arrugada. Prometo no dejarte solo y tomar siempre de tu mano.

El más bajo alzó la mirada bastante interesado.

—¿Lo prometes por la garra?

—¡Hasta por la pezuña! —ambos entrelazan sus dedos y una sonrisa tímida surgió de los labios de Jeon, Kim lo halagó y como prometió le agarró la mano y juntos caminaron traspasando a las personas.

Tantos niños, tantas caras nuevas y con sus uniformes tan distintos al suyo, lo cual pudo detectar de inmediato que eran de otra escuela y otro campamento. Cada uno usaba su respectivo uniforme de excursión, con la diferencia de que sus pañuelos e insignias eran distintas. Taehyung y Jungkook eran los amarillos junto a su grupo de cien niños de su misma edad, mientras lo más grandes también tenían su propio color pese a ser de la misma escuela pero con la misma insignia de identificación.

Cuando llegaron los guías de cada grupo, los ordenaron por edades, quedando Jungkook al lado de otro niño de su edad y al lado de ese niño: Taehyung. Se sintió tímido de repente, bastante ajeno a todos de nuevo. Miró de nueva cuenta a su al rededor, con la idea en mente de una aceptación cruel; él no haría amigos aquí, no se veía a sí mismo charlando o jugando con estos niños. Se encogió y trató de buscar a Taehyung con la mirada, quien bastante animado charlaba con otro niño a su lado derecho.

Jungkook bajó la mirada.

¿Por qué no podría ser igual a Taehyung?

Él era tan libre, tan divertido y con tanta energía que contagia a cualquiera, más con esa sonrisa tan divina y lo platicador que podría llegar a hacer. Taehyung sabía hacer amigos, ¿por qué él no podría?

¿Qué haría cuando Taehyung se fuera de su lado?

De solo pensarlo su cuerpo se estremece en disgusto.

Se resignaba.

—Muy bien niños, bienvenidos a su tercera excursión anual. Este año vamos a cambiar un poco nuestras actividades. —uno de los guías que llevaba el mismo pañuelo amarillo, comienza a hablar y dar los horarios de sus actividades.—Como saben, todos vamos a acampar, esta vez escogeremos grupos de diez, con ese grupo harán absolutamente todo, serán la mano derecha del otro. Lo primero que van a realizar hoy es una actividad en el lago, aprenderán a pescar, con ello se ganarán una insignia—señala un pequeño botón donde un pez estaba bordado—, ¿es linda no? Los grupos los voy a escoger al alzar. Iré mencionando uno, dos, tres, cuatro y así hasta el diez, los uno darán un paso hacia adelante, los dos un paso detrás, tres paso detrás de dos y así con toda la fila entera. —indicó y enseguida comenzó a formar.

Sí, Jungkook sentía un pequeño revoltijo en su estómago, producto de una ansiedad pequeña al exponerse con desconocidos en caso de no quedar en el mismo grupo que Taehyung. Se le veía tan feliz, riendo junto a ese niño a su lado que apenas conocía. A veces envidiaba como Taehyung era un imán para hacer amigos tan rápido, supone que su capacidad se desarrolló al ser tan expuesto desde pequeño al interactuar con tantas personas que iban a los eventos en la mansión Kim. Jungkook siempre se cohibe de llamar la atención, hacer nuevas amistades no era lo suyo y tampoco supo como es que es amigo de Taehyung ahora mismo.

Mordió su labio, jugando con sus manos de nueva cuenta, acto inconsciente que lo mantiene bastante rígido en su lugar. Puede escuchar los números indicados de cada uno, queriendo ser el igual de Taehyung para no llorar ahí mismo al sentirse tan solo y pequeño.

Era el más maduro de ambos, aún así tenía miedo de enfrentarse a personas nuevas.

Siempre lo estaría.

Dependía tanto de Taehyung.

Más él mismo no tenía en cuenta esto.

—Cuatro.—Jungkook entre abrió los labios, cayendo en cuenta de la situación. Alzó la mirada viendo su fila, la misma donde estaba Taehyung aún riendo, al cual le tocó el seis. ¿Entonces no estarían juntos?

Miró a Taehyung de nuevo, el cual le devolvió la mirada y le sonrió de aquella forma cuadraba.

Su corazón dio un vuelco.

Dolió.

Pero fue un dolor tan lindo.

—¿Qué número eres, Kookie? —"Kookie.."

—C-cuatro.

—Oh—su mirada decayó—¡Pero no te preocupes! Venga, estaré al pendiente de ti en cada momento, no hace falta poner esa cara tan fea, vas a asustar a cualquiera. —Jungkook suelta una risita y Taehyung aplaude contento por eso—¡Ves! Todo estará bien, no me voy a separar de ti. Solo ten en cuenta que no podremos hacer las actividades juntos, pero no dejaré de mirarte.

"Él no dejará de verme.."

Jungkook era competitivo, esto lo hizo a notar hace un año cuando una niña trató de impresionar a Taehyung con su forma ágil de correr. La niña era rápida, Taehyung quedó impresionado por ella y eso llamó la atención de Jungkook.

¿Por qué las personas tratan de llamar la atención de otros haciendo cosas que no les agrada?

A Jungkook no le gusta llamar la atención, pero llamar la de Taehyung se sentía de una forma abrazadora, era extraño de explicar hasta para él.

Cuando ganó la carrera con esa niña, Taehyung lo había felicitado tanto y no lo dejó de elogiar en lo que restaba del día.

Se sintió bien.

Desde ahí Jungkook empezó a ser competitivo. Llamar la atención de los demás por su gran capacidad al hacer todo tan perfecto y en orden; lo odiaba, pero cuando ganaba el afecto de Taehyung todo lo demás pasaba a segundo plano.

¿Por qué lo hacía? ¿Por qué quería llamar su atención?

Porque le gustaba ver aquella sonrisa cuadrada solo para él.

En efecto, un pequeño egoísta.

Cuando atrapó al pez, sonrió tan victorioso que le fue inevitable no alzarlo contento y con orgullo. En seguida se giró gritando eufórico el nombre de su mejor amigo que a unos metros de él estaba.

—¡Tete, lo he atrapad..!

Oh.

Vaya.

Su cabeza se ladeó y sus brazos se bajaron con lentitud al tenerlos alzados con el pez en sus manos, casi que rendido.

¿Quién era ella?

《 "Si alguien me hubiese explicado lo que significaba verlo ahí con ella, tal vez no hubiese ocasionado lo que sucedió horas más tardes. Era tonto, claramente fue tonto, ¿pero qué niño inocente puede ocultar sus emociones y sentimientos que no tiene claro y que al tiempo se desarrollan?

No me justifico, me culpo por no descubrir todo a tiempo." 》

La saliva pasó por su garganta con una dificultad tan rasposa y tortuosa. Lo evitable no existía, ahí lo estaba sintiendo a flor de piel, chocando en su cien y provocando un ligero dolor de cabeza que fue recorriendo hasta su estómago, el cual rugió en un amargo desagradable que logra arquear su garganta ante una ansiedad insana.

¿Qué era lo que sentía?

Él sonreía, ella sonreía mientras era ayudaba por él a pescar un pez bastante grande, el doble al suyo que era tan pequeño.

Pero era su logro..

Y Taehyung no lo pudo ver.

Debían pescarlo en grupo, Taehyung hacia su parte junto a la niña, a su compañera mientras el resto descargaban la red en baldes y otros lanzaban la red al lago para seguir pescando.

Eran un verdadero grupo.

Taehyung se veía cómodo ahí.

Apretó sus puños y con un manotazo lanzó el pescado al suelo, comenzando a caminar en zancadas fuertes lejos del lago.

¿Qué era este sentimiento abrumador que cala su pecho y abarca gran parte de su estómago y corazón?

Las punzadas de dagas picando en su garganta ante un impulso imprudente de tomar a Taehyung de la mano y llevarlo lejos para pescar juntos.

Sus pequeños ojos picaron. Taehyung reía junto a ella, junto al grupo que celebraban el haber cumplido con su actividad y haberse ganado una insignia. ¿Qué le costaba a Taehyung verlo?

Prometió no dejar de mirarlo.

No lo cumplió.

—Kookie, mira mi insignia. —Taehyung se acercó a verlo una vez Jungkook le pasó por un lado con el ceño fruncido y sus labios siendo acorralados por sus dientes con el intento de no soltar lágrimas confusas.

¿Por qué va a llorar?

Esto se sentía extraño para él. Tan nuevo y tan ajeno para Taehyung.

El mayor por su parte arruga su rostro, bastante desconcertado por el desinteres de su mejor amigo.

—¡Kook! ¿Jugamos? Tenemos tiempo libre. ¿Si atrapaste un pez?

Jungkook no respondió, simplemente desapareció del campo de visión de Taehyung.

Si Taehyung consideraba su amistad y su única presencia, iba a perseguirlo.

Pero no lo hizo.

《 "Era entendible mi poco conocimiento a los celos, porque sí, ese día conocí los celos y lo que te hace hacer una emoción con letras tan cortas. ¿Cómo por qué llegábamos a esos extremos en sentir celos al no recibir la atención de ese amigo con el que solo fueron dos y ya?

O sentir celos por un nuevo amor.

A veces la inocencia de un niño logra que las emociones malas y sentimientos extremos abarquen cada tensión del cuerpo. Era lógico, no había vuelta atrás cuando lo sentías.

¿Qué hubiese pensando ese Jungkook si hubiese reconocido que eran celos tontos?

Nunca hubiese hecho ese pequeño berrinche cuando él muy entusiasmado me enseñó su insignia, hubiésemos jugado junto a su equipo que no me agradaba por el mero hecho de que me robaban su atención.

Solo era un niño.

Un niño que necesitaba un poco de afecto y protección en su vida."》

Aquella tarde solo supo esconderse en uno de los matorrales cerca del lago, bastante oculto sentado en una gran roca, mientras entre hipos miraba el atardecer de un cielo que bailaba con el naranja, amarillo y carmín, en un trío de sincronización, en una abrazadora brisa que despeina su cabello castaño.

Se arrepentía, ante el hecho de ignorar a su mejor amigo y de pronto hacerlo sentir mal. Jungkook no solía ser así, de hecho, nunca fue del tipo que hacia menos el esfuerzo de Taehyung pese a que se sintiera triste o de mal humor. Siempre comprendió todo a la perfección si se trababa de Taehyung.

¿Por qué ahora cambia?

¿Por qué se siente amenazado por aquellos niños que jugaban con Taehyung ahora mismo?

Como si se lo quisieran quitar.

Como si lo quisieran arrebatar de sus manos.

Sorbe su nariz ocultando su rostro entre sus piernas, abrazando las mismas con sus manos.

Creo que fue mala idea venir de nuevo.

A veces la soledad suele ser triste para aquellos que lo tienen todo, ya que viven en un mundo de fantasía donde lo irreal se vuelve real para ellos. Es tan falso, las personas son falsas, todo a su al rededor es falso, y en privado, cuando la noche cae, se sienten tan solos y vacíos.

Pero para aquellos que no tienen nada, o no pretenden pedir nada más que solo ser normales, la soledad suele ser la mejor compañía. Se alegran con su sola presencia, se sienten cómodos de solo vivir de la soledad de cuatro paredes y un libro en sus manos, o de la mera existencia de una hoja y un lápiz en mano, donde el desahogo interno se vuelve poesía en letras cursivas. Donde las lágrimas se vuelven tinta y el sello se vuelve labios rojos llenos de amor y calidez.

Para Jungkook ninguna de las dos lo identificaba.

No se sentía solo, no estaba solo, pero ahora quería tomar una hoja en blanco y dibujar lo que piensa y siente.

Solo eso.

Pero solo siente mezclas de amargura en su estómago y el arrepentimiento calando con fuerza su ser.

Basta, ya no quería sentirse así.

—Kookie, ¿por qué lloras?

—T-tae.. —con una agilidad de sus pequeñas manos en su rostro, seca las lágrimas, pero se puede notar el camino de lo salado ya seco en sus mejillas.

—¿Por qué lloras? ¿Hice algo mal?

"Jamás."

—No lloro.

—Tus ojos están rojos. Dime, ¿te hice algo malo? —la seriedad y la madurez con la que hablaba pese a tener solo once años, hizo que Jungkook soltara un sollozo. Taehyung se preocupó, arqueando sus cejas en una angustia notable. —¿Es porque te dejé solo?—siente su presencia a su lado, sus muslos chocando con los suyos y su perfil siendo perforado por los ojos de Taehyung.

—No me miraste..

Siempre te miro, Kookie..

—Mientes. Hoy me dejaste solo.

—Estuve cerca de ti. Te dije que no podríamos hacer las actividades juntos pero estaría cerca.

—Atrapé un pez—ignoró lo anteriormente dicho por Taehyung—,era pequeño pero quería enseñartelo porque lo atrapé de enseguida y yo solo.

—Kookie..

—¿Ya no me quieres? —aquellos grandes ojos miran a los rasgados de Taehyung, aguados y rojizos, con su labio inferior temblando como cuan niño pequeño al perderse en tanta oscuridad.

—Claro que te quiero, ¿por qué dices eso?—su ceño se frunce y se acerca más a Jungkook, queriendo rodearlo con sus brazos.

—Pero te veías feliz con ellos.

Y Taehyung lo entendió todo.

—¿Estás celoso? —preguntó con una gracia llena de cariño, con una sonrisa brillante de dientes creciendo en el hueco de sus encías ausentes de un diente. Sus ojos miraban con un brillo enternecido a los de Jungkook, que vergonzoso miraba al suelo.

—No sé qué significa eso.

—¿Qué sientes?

Jungkook lo pensó.

Regocijo en su estómago, punzones en su pecho, anhelo, envidia, tristeza.

—Siento punzadas en mi estomago y mi pecho arde.

Taehyung calmó su mirada y soltó una pequeña risa baja, negando cabizbajo, hasta que las risas pequeñas se volvieron carcajadas. Jungkook lo miró anonadado, bastante indignado, ofendido y molesto.

—¿P-por qué te ríes? ¡No es gracioso!

—¡Estás celoso! Por eso me río. —para de reír, para sonreír medianamente y acercarse más a Jungkook, quien en su puesto solo siguió frunciendo el ceño sin prestarle atención al bombeo rápido de su corazón.

—¡No es cierto!

—¿Cómo estás tan seguro, Kookie?

—Oh.. no lo sé.  ¡Pero no es cierto!

—¡Venga! Es normal que te sientas así. —Taehyung vuelve su rostro serio y toma las manos de Jungkook, las cuales frías estaban y se apuñaron un poco en no querer recibir el contacto de su mejor amigo.—Siempre serás mi único mejor amigo, Kookie. Puedo llegar a conocer muchos niños y niñas, como también lo harás tú, pero créeme cuando te digo que eres el único cara de simio que quiero como mejor amigo.

Sus grandes ojos se iluminaron, sin quitar la mirada de encima de los rasgados de Taehyung, que bastante sincero se notaba y le regalaba de esas pocas miradas que le daba.

Esa mirada que Jungkook no sabía describir ni descifrar.

Pero era una mirada hermosa.

Llena de un algo más.

—¿En serio? ¿No me estás mintiendo? Sabes que si mientes te va a crecer la nariz como pinocho y me voy a reír mucho cuando te vea la nariz más grande de lo que ya la tienes.

Taehyung sonrió rodando los ojos.

—¡Ya! ¡Es genética! Pero no miento, jamás te mentiría a ti.

Eso era más que suficiente.

—Entonces te perdono. —Se descruza de brazos.

—¿¡Qué!? —Taehyung abre sus labios indignado— ¿Y por qué? ¡No hice nada malo!

—¡Claro que sí! ¡Y no se discute! —niega varias veces con la cabeza y con sus ojos cerrados.

—¿Pero por qué?

—Por hacerme sentir celos.

Taehyung estalló en risas.

—¡Ya! ¡Estúpido!

—Ya, ya—deja de reír y toma la mano de Jungkook. —Vamos a pescar.

—¿Solo nosotros?

—Solo nosotros, Kookie.

《 "Y mientras pescabamos, mis ojos no se podían despegar de su rostro iluminado por el naranja del cielo, admirandolo en silencio y disfrutando de su cercanía tan simple y pequeña, pero que hacia revolcar mi sistema en miles de sensaciones extrañas que se instalan en mi estomago como fuegos artificiales. Éramos solo dos niños en busca de un propósito en la vida, inconscientes de una guerra enfermiza y encantados de tenernos como un apoyo.

Ahí comprendí que cuando estás con la persona correcta, eres feliz hasta en los momentos más simples. Los lujos no son nada cuando la compañía lo es todo.

Y los celos son parte de lo que sientes respecto a la persona correcta. Es inevitable no sentirlo, es complicado sacar el malestar en tu pecho, es difícil de aceptar, pero una vez que lo aceptas, ya no hay vuelta atrás, ya no puedes retroceder de tu naturaleza enamorada, fogosa ante el deseo y anhelo de tener solo para ti a tu persona correcta. Es nuestro instinto, es lo que nos hace más humanos, lo que nos hace sentir más vivos.

Por primera vez a mis diez años, sentí en microsegundos lo que fue perder la atención de Kim Taehyung y compararlo con lo más devastador en la tierra. ¿Exagero? Sí, pero al estar descubriendo el amor; te ciega y te vuelve más vulnerable, más protector y más tonto.

Yo era tonto. Fui un tonto enamorado que no sabia que poco a poco lo estaba." 》

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