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Así con el pasar de los meses, cierta albina de ojos rojizos, despertaba en mitad de la noche con el mismo sueño.

Siempre en el mismo campo de Lirios celestes cristalinos, el mismo bosque Nevado, mismas montañas y la misma cueva de cristales.

Solo que veía cada vez más cerca a aquella chica que estaba oculta bajo la capucha. Cada día la curiosidad crecía en ella y la iba carcomiendo.

-「」-

-Estoy ansiosa de verte, estoy cerca, querida.

Y así, cada noche, mismas palabras que confundían y ansiaban a la albina de ojos rojizos.

-「」-

Siempre esas mismas palabras que ya Serena no podia dormir caso, por un lado sentía nervios y miedo, por otro tenia una alegría y unas ansias de saber de quien se trataba.

Los llantos de su pequeña la sacó de sus pensamientos, se levantó de la cama y se acercó a verla. La cargó con cuidado sintiendo algo en la espalda de la niña.

Sentó a Sira sobre su cama y le quito un poco la ropita que traía. Se sorprendió por unas marcas que tenía en la espalda que con cuidado tocó con sus dedos.

Se supone que aún no debería... O si?

Se preguntó en la cabeza, volvió a ponerle bien la repita a la pequeña, con cuidado la cargó y fue calmandola para que dejara de llorar.

-°•°•°•°-

En estos últimos meses que pasó, Mitsuki había mejorado bastante en su manejo de defensa con sus poderes. Incluso aprendió a pelear cuerpo a cuerpo, eso fue gracias a Midori.

En este momento Meredith se encontraba sobre la rama de un árbol congelandolo poco a poco para sentirse cómoda. En sus manos creaba pequeños copos de nieve, suspiró haciendo que de su boca saliera un ligero humo junto con leves cristales.

Meredith: Será que el soplido helado tendrá algún beneficio?.

Se preguntó ella misma, a lo que decidió probar, miró arriba suyo viendo otra rama que aún no ha sido congelada. Dió un soplido no muy fuerte y la rama se fue rodeando de escarchas.

Midori: Hey, chica fría, te necesitan aquí.

Ante aquel llamado, bajó de la rama entrando en la cabaña. Mitsuki enseguida se escondió detrás mío, arqueé una ceja confundida.

Miré al frente viendo al niño rubio a lo que ya entendía del por qué la niña estaba asustada. Cargó a la peli-ceniza.

Meredith: tranquila niña, Ben no daña a nadie.

Ben: es lo que intentaba decirle, pero no paraba de lanzarme espinas de sus manos..

Miró hacia la pared viendo las espinas encajadas en esta, chasqueó la lengua sentando en el sofá a la pequeña.

Mitsuki: Lo lamento.. - bajó la mirada- solo reaccioné..

Ben: No importa, soy un fantasma así que estoy bien

Con una leve sonrisa, ambos niños se pusieron a jugar un poco, Meredith fue al laboratorio de Scott para ver como iba con lo que le pidió.

—〔〕—

Meredith, salía del lugar al no encontrar al chico, pues había una nota que decía que había salido a por algunas cosas que necesitaba.

Mitsuki: Mery Mery, hice esto para ti -dijo acercándose con una corona de Lirios de Hielo-

Meredith: Lirios de Hielo? Hace tiempo no los veía -poniendose de cuclillas viendo la corona-

La pequeña asintió, hizo levitar aquella corona de Lirios hasta la cabeza de la oji-celeste. Gustosa aceptó la corona, quería sonreírle pero no lograba.

Ella misma se sentía incompleta, algo le impedía sacar sus sentimientos. Sabía el por qué, pero no se atrevía... No aún.

Mitsuki: te gusta?

Meredith: es lindo, gracias pequeña -revolvió un poco el cabello de la pequeña-

Mitsuki, sonriente fue de nuevo junto al niño fantasma, ambos ya se llevaban bastante bien. Movió un poco sus dedos que salieron un humo cristalino y encima de los niños empezó a caer nieve.

Ben: he?! Nieve! -sonreía ampliamente-

Mitsuki: es real? Nunca vi Nieve -poniendo sus manos dejando que aquellos pequeños copos caigan en las palmas-

Meredith: pues ahora puedes apreciar Nieve de verdad

Ambos voltearon viendo como la albina movía sus dedos, allí supieron por qué caía Nieve dentro de la casa.

Meredith desapareció la pequeña nevada que causó en el living, sugirió ir al fondo de la pequeña cabaña para que disfruten jugar más.

Gustosos aceptaron y fueron allí, Meredith empezó a hacer caer Nieve solamente en esa parte y crear una pequeña pista de hielo.

A pesar de su Fría expresión, dentro de ella crecía más aquella sensación de calidez y paz.

Una Cálida Paz, en una Fría Personalidad.

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