Serena: Acaso tu eres... Midori?

Mid: Si, vaya me reconociste enseguida, Serena

Comentó la bicolor, pues no se espero a que alguien la reconociera en su forma humana. Dejó que se sentara junto a ella y platicaron un poco, hasta que la albina tocó un tema que tensó a la chica.

Serena: Oye... Tu conoces a Meredith? -preguntó a la chica-.

Mid: Eh... Quien? -haciendose la confundida-

Serena: Nadie.. -bajaba leve la mirada-

Lo siento, no puedo decir nada a menos que ella lo pida.

Pensó Midori, lo que no sabía es que la albina podía leer la mente inconscientemente.

Serena: Tú, si la conoces. -miró a la bicolor seriamente-

Mid: Lo siento, no sé de quien me hablas, debo irme.

Rápidamente se levantó de su lugar saliendo de allí siendo seguida por Serena, enseguida entró en un callejón donde volvió a ser una sombra desapareciendo en la oscuridad.

Ante la desaparición de Midori, Serena sintió el vacío crecer en ella, pues pensaba que al menos encontró a alguien que la ayudara a saber sobre Meredith.

No tuvo más remedio que volver a la CreepyHouse, mientras caminaba escuchó algunos pasos detrás suyo. Pero al voltear no había nadie más que gente pasando de lado de la chica.

Suspiró pesadamente, llegando al bosque fue adentrándose y sentía que la vigilaban. Cada tanto volteaba sin encontrarse con nada ni nadie.

Tranquila Serena, solo es tu cabeza jugando te de mala gana.

Llegó al lago para tomar un pequeño respiro, en cuanto volvió a escuchar pisadas acercarse a ella, no dudó más y lanzó una cuchilla en dirección a los pasos. Hasta que escuchó un chillido de susto.

Kinary: O-oye! -gritó en susto saliendo de su "escondite"-

Serena: Uy.. Perdón Kinary, no sabia que eras tú  -sonreia de forma nerviosa- emh, que te trae por aquí?

Kinary: Solo quería informarle sobre el tema de las almas en el limbo, hay varias y me fijé a través del espejo que en ciertas zonas hay varios asesinatos que nadie logra ver ni la policía puede encontrar -comentaba a la albina- Ustedes hacen bien que nadie vea los..

Serena: Espera, como que asesinatos que nadie encuentra o mas bien ve? -preguntó confundida-

Kinary: Si, en callejones apartados de la multitud y otras cerca de aquí del bosque -decía ladeando la cabeza-

Serena: Ninguno de nosotros a hecho eso, acaso hay alguien más que ande matando?.

Ambas quedaron pensativas, que no lograron divisar a quien las estaba mirando. Aquella persona subió para estar entre las ramas así mirar mejor.

Incluso escuchaba todo lo que ambas chicas decían, sonrió de medio lado por lo que oía.

Luego de eso, cambió de forma a la de un cuervo empezando a volar a otra rama donde fue divisada por la albina.

Aquella no le dió mucha importancia, a lo que aquel cuervo fue volando hacia otro lado en dirección a la cabaña de la chica mitad sombra.

—【ß】—

En la cabaña de Midori, se encontraban Meredith, Mitsuki y Scott. La niña, movía sus delitos creando entre sus manos poco a poco lo que sería una corona de flores pero con espinas.

Meredith: jmh nada mal, tal vez deberías intentar una corona de espinas y solo espinas. -mirando lo que hacía la pequeña infante-.

Mitsuki: Y puede servir como un arma? -preguntó viendo a la albina quien asintió- pero... me puedo dañar las manos.

Meredith: No es necesario usar las manos para agarrar las armas

Mitsuki: Ah no? Entonce... Como?

Meredith: puede ser de esta forma -dijo a lo que de la mano derecha de esta, salió un humo blanquecino con ligeros cristales, apuntó hacia un cuchillo que estaba en el campo de visión de ella desde la cocina. Aquella arma blanca se fue acercando siendo rodeado del mismo humo que estaba en la mano de esta hasta tomarlo- Lo ves?, puedes atraer a ti lo que esté a tu alcance de tu campo de visión

Mitsuki, asombrada, lo intentó y logró al menos atraer un poco el cuchillo que estaba en las manos de la albina. Suspiró sin rendirse, volvió a intentarlo hasta que lo logró.

Una sonrisa de felicidad por el logro que hizo, al igual que un brillo estaba presente en los ojitos de esta. De nuevo, una calidez en el pecho de la albina se hizo presente.

A pesar de que tenga una fria expresión, sentía aquella calidez dentro de ella al ver a la niña feliz, pues ella no pudo tener eso.

Un pequeño estruendo la sacó de sus pensamientos, giró un poco la cabeza viendo que era Midori levantándose del suelo.

Meredith: a que se debe la prisa?

Midori: esto... Me encontré con Serena -comentó sin rodeos-

Aquellas palabras tensaron a Meredith, sus manos les empezó a temblar un poco.

Midori: pero no te preocupes, la perdí entrando en las sombras así que estas a salvo hasta que tu decidas

Meredith se fue calmando de a poco, a lo que únicamente se dedicó es en ayudar a la pequeña peli-ceniza. Aún no se sentía lista a pesar de las ansias de verla, a todos.