¿Que Es Eros?
Hola Pamela. Durante varios días en los que no sabía cómo continuar con la escritura intenté no escribirte, pero es un logro a medias. Es igual que nuestro intento de ser amigos, algunos días lo logró y otros días no. Soy la parte de mi que más te quiere y esa exposición se siente hasta en el simple hecho de saludarnos. De brindarnos, a veces, esos abrazos que sin decir una palabra lo dicen todo. Sin embargo noto que ya estamos en el final de todo, ya estamos encaminados a que solo seamos los padres de nuestros niños. Y creo, por más dolor que nos cause, que es, tal vez, lo más sano para todos.
Sé muy bien que es complicado todo lo que estás pasando y que no es fácil adaptarse a la situación que creamos. Saber eso me permite ayudarte porque sé que estas heridas que hice en tu cotidianidad siguen tan expuestas como el primer día; y si, parece que yo avanzó en un tren que no hace más que andar sin detenerse pero siempre miro hacia atrás y freno para ayudarte a seguir. Hoy la distancia es lo mejor que puedo brindarte y espero que entiendas que tanto aceptar tu frialdad como demostrar mi frío, es un gran acto de amor.
Me apoyo en cuatro intentos constantes pero como todo los intentos, a veces fallo. Intento no desaparecer y no sólo eso, sino además de sumar en tu día a día, eso es exactamente lo que hace un amigo. Intentó brindar apoyo y contención a los niños porque eso es ser un buen padre. Trató de escucharte y brindarte mis pensamientos más sanos, porque eso es lo que hace una buena persona. Trato de estar, a veces con los niños y a veces los cuatro porque eso hace un buen familiar.
Quiero ser una buena persona y por eso aquí estoy, en mi aquí y mi Ahora, sentado nuevamente sobre el escalón que divide el afuera y el adentro de mi Pupa, escribiendo para vos. No sin antes buscar en el cajón de los sueños rotos un poco de marihuana, no sin antes mirar el anillo. Enciendo este cigarro que es un poco diferente a los que fumo a cada rato, y entre bocanada y bocanada miro el cielo tormentoso, disfrutó de sentirme yo con mi lugar, yo en la naturaleza. Aprovecho estos minutos que tengo, que no son muchos por cierto, para escribirte.
Sé que lo que vas a leer va a ser algo muy fuerte, pero aunque busque y busque en mi cabeza, la mejor manera en la que te puedo enseñar está parte de mi es comenzando por Eros, para así dar lógica al resto de mis otras tres porciones de felicidad y puedas entender con más claridad mi decisión. Si quieres puedes dejar de leer a partir de aquí. Está bien quedarse con dudas, poder hipotetizar aquellas cosas que no sabemos nos permite quedarnos un poco más con las bellas interpretaciones que tenemos de las cosas. Pero si quieres conocer quién fui y adentrarte a cómo funcionó mi corazón a tu lado te tendrías que animar a leer lo que continúa. Comencemos
¿Qué es Eros?
En la mitología griega, Eros es el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor venerado también como un dios de la fertilidad. Sócrates dice que “Eros de acuerdo a la naturaleza de su padre, está al acecho de lo bello y de lo bueno; es valiente, audaz y activo, hábil cazador, siempre urdiendo alguna trama, aviso de sabiduría y rico en recursos"
Tanto como para Platón como para Aristóteles Eros es cuestionado como forma de relación con el otro que conduce a una vida virtuosa y que permite además pensar la vida en común. Y aquí me quedo con la historia de la filosofía. Soy bien aristotélico.
Entre nosotros dos, Eros era algo sumamente momentáneo, se presentó como un espíritu que nos abraza y nos suelta en cuanto la relación vaya creciendo, algo totalmente efímero. Cuando nos separamos por primera vez, con mi Eros en Pilar, rápidamente mi necesidad de apego (dependencia emocional) volvió a colocar a mi Eros en ti. Se sintió bien por un tiempo. Eros engendra el amor, es el rojo vivo de mis más profundas pasiones pero no logró despertar eso en vos. Y tú fuiste para él sólo la seguridad. Una seguridad que obviamente Pilar no me ofrecía.
El resultado de esta pequeña ruptura en el amor (pues mi Eros ya parecía no pertencerte) causo mi gran busqueda del tuyo, de tu deseo, de tu sexo en un intento de solucionar tanto la relación como mi culpabilidad. Fueron muchos intentos y fracasos que me llevaron a frustraciones inevitables. No encontrar en vos algo que de mi nace naturalmente me hacía carecer de autoestima. Intentaba por momentos no brindarte nada, pero tu no-reacción ante el hecho de igual manera seguía provocando frustración. Mi Eros enloquece en aquel momento, este espíritu que me posee con el fin de proyectar una vida bajo el amor y la vida plena junto a alguien arremetía contra, en aquel entonces, Pilar. Sin embargo ella desapareció de mi vida y su desaparición enlazó de Emmanuel las acciones de vivir de recuerdos, y de mi (David) de fantasear entre idealización y deseo; todo dentro de mi mundo imaginario. Todo esto que era tuyo, ya no te pertenecía y no solo no sabía cómo devolverlo sino además que parecía que no tenías interés en tener esa parte de mi. De igual modo lo intenté por mucho tiempo, eso también fue amor. Sin embargo, la fantasía abstracta de mi deseo por Pilar siguió intacta por un largo tiempo. En el tercer capítulo de "mitad y mitad" lo escribí así.
"... He admitido estar enamorado de usted sin ninguna intención de su parte, sin siquiera darse cuenta de lo sucedido. Pero en su realidad, nuestra historia había tomado una gran pausa, que en la mía; nunca existió. Si me ubico sobre una línea de tiempo para no perder el hilo de lo narrado, tengo que contarle como yo viví ese intervalo; porque en esa pausa conocí mi pequeña enfermedad. De la cual usted es causa hasta el día de hoy.
La esencia de un hotel que se estaba despidiendo de una grisácea temporada, nos cruzaba en sus pasillos. Para que en esos momentos cinéfilos, pudiésemos ponernos a bailar bajo el compás de la timidez, del silencio y de la indiferencia. Porque su presencia me dejaba ensimismado, o aterrorizado; y de usted también se apoderaba el temor al verme pasar. Nos reflejamos lo mismo. Despidiendo así, el final de un verano; sin siquiera decirnos adiós.
Sería triste que la historia terminé aquí, que este cuento haya llegado a su final, que mi enamoramiento se lo fumase el tiempo y que la vida continúe. Pero mis letras están condenadas a seguir confesando secretos, que siempre, tras el paredón de la vergüenza o en los hoyuelos de la timidez oculte.
Los días se suicidaban uno por uno, para dejar que los meses continúen caminando ese año ya sin rumbo, bajo la sombra de su ausencia; como la triste caminata de cualquier perro moribundo por la fría ciudad. La costumbre no ha corroído esta forma sin forma de quererla, sin obtener ninguna recompensa, sin nada para pedir; sin siquiera verla. Porque no era usted el problema de aquel cálculo de números áureos. Su realidad, en la cual nada de esto paso a como yo lo he vivido, es muy cierta también. Supongo que todo se encuentra amueblado de distinta manera que en la mía.
Por mi lado, mi pequeña enfermedad fue dada a luz, luego del día del enamoradizo error. Y se agiganta sobre mí, cuando deje de verla.
Cada vez que solía conectarse a la sociedad a través de internet, dentro mío había una lucha impotente entre dos bandos, una contradicción dentro del ser. Por un lado, las ganas de saber sobre usted, obligaban a mis dedos a escribir sobre mi tan fatigado teclado. Ganas, que ya empezaron de a poco a bailar en manos de Emmanuel, quien es mi yo más comportado, el que piensa antes de actuar, a veces, más de la cuenta. Del otro lado los pañuelos verdes y la lucha contra las miserias de la sociedad, abrían acobardado a este David tan espontáneo y extremista con el grito de la palabra "acoso". Y mis huellas digitales oprimían automáticamente la tecla " borrar". Porque conozco historias y nunca sería victimario de actitudes tan enfermizas. Así que, casi por costumbre, nada hice de lo que sentía. Para ambos dos, David y Emmanuel , quienes eran mis yo contrapuestos, todo se volvía siempre cuesta arriba. Y ninguna de estas dos partes de mi ser podía llegar a hacer algo real para demostrar lo que ya antes había confesado; amor.
Cuando los momentos de felicidad se caracterizan en lo que es medianamente publicó en su vida, no pude evitar mis ganas fugaces de pertenecer a esas festividades. Por mas padecimiento que provoque en mí, tenía que poder alimentar este amor, que ya comenzaba a punzar en mi pecho de manera dolorosa; sobre este abstracto corazón. Quería guardar en mi memoria y también entre mis párrafos, lo que usted me provocaba. Y logre convertir en oportuno solo un momento para mis letras. Porque al mismo tiempo que mi boca se encontraba llamando a gritos al silencio, mis letras comenzaban a gritar mis sentimientos y abrigar tan desolada nueva forma de ser.
Ya no sé si denominarlo suerte o destino, pero llegó a mi, como noticia divina, la posibilidad de volverla a ver. Otra lechuza que no llega a destino, otra carta que casi muere en el olvido, a la cual solo cambiaría el título, por "Tiempo de brillar". Porque el estandarte que llevaba en su remera, no era más que una sentencia a ese día tan espectacular.
Un callejón de lujo
¡¡Felicitaciones!! Veo tantas caras sonrientes aguardando tu salida, aunque puedo decir que esperaba mucha más gente. En parte me siento mal por hacer esto, pero si de esta forma no molesto, y mi presencia no se vuelve incómoda; estoy en todo mi derecho de poder estar aquí. Sentado sobre el paredón de este cementerio tan particular para nuestra ciudad. Intentando entre los Álamos, poder obtener la mejor vista, y a la vez, que me oculten un poco de la visión periférica que puedas tener.
Mi primera lata de cerveza ya esta por la mitad y este humo de a poco se va apoderando de mi cordura. El sol esta pleno, pero se ve un poco preocupado, porque sabe al igual que yo, que cuando bajes por esa rampa, no quedará brillo alguno que opaque toda tu luminiscencia, todo tu resplandor; todo lo que eres en este momento.
Como la primera lata no pudo con mis sobrias ansias de verte, la segunda ya se empieza a destapar. Pero quedo intacta por unos minutos en mi mano, que esta tiesa de verte cruzar esa puerta. Tan realizada y con una sonrisa de oreja a oreja. Llegaste a tus sueños, alcanzaste tu gloria, ¡eres feliz!.
Las ganas de pararme y aplaudir me impulsan a hacerlo, contagio oportuno del público, que casi me gana en esta lucha interior. Pero estoy estático, como cada vez que la veo.
Pudo gozar de ver como disfrutas del momento, y cómo la gente te mira con orgullo, de la misma manera que lo hago yo. Quiero estar presente en cada abrazo que te dan, no te mentiría, sería un sueño. Pero a mi modo, a mi forma de ver las cosas; lo estoy.
Vuelvo a repetir. ¡Felicitaciones! Llegaste a recibirte y aunque no haya abrazo entre nosotros, siempre voy a recordar este momento tan fortuito para vos, y de manera extraña, también para mí.
Muchas gracias por no verme, y por seguir siendo tan espontánea.
Una problemática de este amor hacia usted, era que lo que yo daba sin más, nacía de mi más profundo deseo; pero este amor simplemente atormentaba mi ser. La ración que palpaba Emmanuel al comprender que esta forma de querer no partía de pertenencias y mucho menos desde usted, se volvía concreto ante la aceptación de David. ¡Cómo iba a ser de otra manera! Se crea una utopía que ni uno, ni el otro, podían llegar a aceptar como tal. No era fácil querer sin pedir nada, es un amor muy puro para quienes nos auto corrompemos día a día.
Pensé que el tiempo tenía buenas intenciones para que usted se gané mi olvido. Pero no; seguía ojeando mis días, en un diario de su belleza. Una parte de mi; David, no estaba para nada de acuerdo con que ese sea el fin, tan solo disfrutando en tercera persona de su espontaneidad; que tanto consideraba como perfección. Pero del otro lado de esta pared forjada en el alma, se encontraba mi lado más sensible, quien siempre era estricto contra David, que no podía dejar que se comportara de manera natural, no podía permitir que la idiotez de éste, también arrastre la sensibilidad ni la introversión propia de esta mitad del ser; en un intento en vano. Emmanuel, quien era sabiduría e introversión, estaba al tanto que este amor no parte de lo físico, que era uno de esos pocos casos de romanticismo, donde una parte quiere, sin recibir nada a cambio. Pero a la vez, tenía la necesidad de ser, de alguna manera, un nosotros.
Una advertencia para ambos dos y a la vez una diligencia, era no lastimar a nadie más fuera de ellos. Estaban en mutuo acuerdo cuando suspiraban internamente que no querían causar daño alguno con esta problemática manera de querer, y la única persona que padecía realmente toda esta lucha interior, era mi única ex esposa. Aunque costara mucho desasirse de este gran aferro, a lo que era el amor palpable en mi vida, al amor representado en hogar, tenia que hacerlo.
De todas las mujeres que me presentó la vida, Pamela fue la más realista. No era un rebosar de alegría, pero tenía su gracia. Así como las quejas a veces subtitulan su estupenda forma de ser; su fidelidad, su integridad y su benevolencia subrayan su espíritu. Fue la mujer de mis sueños durante muchos años. Pero tarde me di cuenta de la verdad; ella, sin importar que yo hiciera, me amaba. Y yo, sin importar lo que usted hiciera; también. Es un alma frágil y comprensiva, aunque las cuentas siempre corran a su favor. Me enseñó que el amor no era más que intentar la felicidad del ser amado. Al buscar la felicidad del prójimo, se lo utiliza como espejo y la felicidad propia emerge de ello. Pero también pensaba que había una delgada línea, entre el amor y la obsesión. Su forma de expresar Amor, fue siempre mediante la educación; por lo menos hacia mí. Pero también demostraba amar haciendo y sabiendo siempre que es lo correcto. Pero yo, soy irreparable y por mas que lo intenté, mi viaje era muy solitario para que ella pudiera seguir siendo mi compañera sin sufrir ademanes.
Contra tres inviernos y tres veranos, el bisturí del olvido desafío a todo lo que de usted recordaba, pero no obtuvo cometido alguno. Porque no había soluciones entre mis manos. No sé si era el brillo del sol que desmaquillaba mi ventana del rímel de la noche, para volver a pintar la mañana con los óleos de la belleza que la envuelve mis recuerdos, y así anunciar como única verdad, que otro día iba a comenzar bajo el velo de su ausencia; lo que hacía de mi despertar, un laberinto entre su sonrisa. O si era la rutinaria facultad de dejar cocinado mis días en la parrilla de lo laboral, o en la sartén de mi formación psicológica, lo que hacía en mí, una necesidad rutinaria de usted. No encontraba labios que pudieran crispar de mí un sólo sentimiento, ni manos donde pudiera salvaguardar la desnudez de mi alma, como me podía amparar, tan solo en los recuerdos de su mirada.
Muchas preguntas sin respuestas, siempre representan un viaje hacia una crisis. Donde las palabras no alcanzan para remediar un extraño dolor en el subconsciente, llamado esperanza. Ya sin leer los periódicos de usted. Y solo alimentando este amor con las migas de mí memoria, llegó al fin a mi celular, lo que pensé que para usted era un punto final en mí vida."
Es un tanto exagerado lo que escribí y reposa mucho en la falta de romanticismo que me encontraba hace cuatro años atrás. Sé que fue un poco fuerte empezar así. Pero lo que pasa con Eros (una felicidad imaginaria, felicidad real pero no plena) va a conducirnos en cómo voy a intentar ser feliz de ahora en más. Es necesario arrancar así.
El Eros en Pilar lo mate en "mitad y mitad", no obstante, mi intento de felicidad abstracta (Eros) no muere; sólo se proyecta en otra persona, dando lugar a Natalia. Estamos en el final de la historia de Eros sobre Pilar, pero hoy te puedo decir que si bien viví un Eros sobre Natalia hoy asumo que sólo fue una réplica de mi Eros sobre Pilar. Las similitudes de ambas en cuanto a belleza aparente me lo permitía, sin embargo, nunca obtuve un sentimiento real por ella, tan solo intenté satisfacer la necesidad de un Eros que me quedo inconcluso.
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