"Te deseo que todo esté proceso te haga saber del valor que tienes. Que forje un carácter que sea saludable para vos (por sobre todo) y los tuyos. Que aprendas del amor y del dolor que trae consigo, algo grande. Pero mi mayor deseo es que aprendas a amarte."

Se que parece que no lo intente, que nunca estuve convencido de que lo nuestro no pareciera tener un final, todo indicaba de que esa idea que éramos algo sempiterno ya no me lograba convencer; pero no es cierto.

Lo intente hasta el final, hasta en ese portazo en la cara, también en esos cinco mensajes que envié enojado, lo intente aún ya estando viviendo en el bosque, lo intento aún aquí, sobre estos besos robados y te puedo decir incluso que aún en este libro hay un intento de ser lo que éramos.

Debo curarme y por eso es que debo escribir con sangre estos párrafos claros y oscuros. Creo que es así como lo voy a lograr hacer por mi cuenta, porque para esto, está vez, no cuento contigo. Aún así y como ya te lo he dicho tu cuenta conmigo para lo que necesites. Así sea abrazos, dinero, un oído o espacio.

Esta historia quizás no sea una de las mejores historias de amor, aunque sí una completamente real: ya sin máscaras ni disfraces, sin dibujos ni garabatos, sin vos y, quiera o no, sin mi; sin mi viejo yo. Esto que relato lo escribo con el alma a cambio de poder perdonarme, de no castigarme más y así, de una buena vez por todas aceptar quien soy; reconociendo a quien fui e ilusionado con quién seré.

Al final, mi único amigo literal tenía razón y cuánta por cierto. Herman Hesse dijo "Cuando estás por nacer hay un mundo por destruir" y hoy debo destruir uno. Él era como yo, nada más que a principios de los años 1900. Yo que he leído sus obras, puedo decirte que leer un libro de él es leer una parte de mi.

Prometo esta noche comenzar a contar una historia que hable de vos y hablé de mi. Para poder disfrutar un poco más de lo nuestro, de quienes fuimos al entrar y quiénes seremos al irnos de una relación (a mi consideración) hermosa. Pero aprovecharé también la punta de este lápiz para hacer alguna que otra confesión dentro de esto y así puedas conocerme en totalidad y con una plena sinceridad. Puede que haya momentos que me odies, pues yo también lo hago, pero siempre recuerda mis palabras; " yo no bese ni toque labios que no sean los tuyos, yo te fui moralmente fiel". Está historia no va a hablar en totalidad de nosotros ¿cómo explicarlo? si estas páginas serían una obra de teatro el papel principal se lo lleva David, Emanuel y Frankenstein. No porque tú no merezcas un papel principal en mi novela, te mereces el cielo; sino más porque necesito que me entiendas y por favor solo jusgame, tu que si puedes hacerlo, una vez terminado el libro .
   Si habláramos de nuestra historia de amor se podría resumir a tan solo tres canciones "¿Que carajo es el amor?" "¿ De dónde vengo?" Y " La doctora dos", no hay mejor manera de resumir nuestros primeros seis años juntos. También se podría explicar como una locura, un cambio rotundo a nuestras vidas, giros locos y divertidos; que Mar del plata que Buenos Aires, Pero aún así te seguí, siempre te seguí por amor. Y luego de eso nos encontramos juntos, con dos hijos y grandes ganas de crear y crecer. Había logrado mi familia y tú la tuya. Fuimos felices, construimos aquello que otros ni se atreverían a soñar, aunque sin casa propia o sin auto ¡Que va! ¡A quien mierda le importan esas cosas! Si fuimos felices en cada abrazo, en cada beso, al hacer el amor solo por gusto o por reconciliación. Porque vayamos a dónde vayamos, estemos en una plaza, alquilemos un cuadrado o una casa con grandes habitaciones, siempre formamos un hogar. Fuimos felices y eso no lo podemos negar, ni nadie que nos conozca, ni nadie que nos haya deseado el mal. Fuimos felices entre carcajadas y gritos, entre los veranos de nuestro vivir e inviernos de nuestro sentir porque nos teníamos el uno al otro.

Dejo en tus manos mi corazón, que a tan solo días de dejarte muere por dormir con vos. Sigue siendo el mismo corazón el que encuentra en el baño de tu casa las ganas de verte entrar al bañarme, el que al irse y despedirse hasta el otro día sueña con que le pidas que se quede; aunque sea solo una noche.

   A continuación escribiré las páginas que me sean necesarias para sanar en este libro de papel y lápiz, de puño y letras, de moral y ética, de corazón y cabeza, de pasado, presente y futuro; a fin de que imagines lo que imagino vivir, de que sepas lo que vivo y de que entiendas lo que he vivido. Para que puedas por fin luego de 12 años juntos comprender no sólo quién soy y por qué soy quién soy, sino que además puedas intentar comprender mi decisión.
   Así que sin más. Voy a tomarme el atrevimiento de abrir un libro al que puedas acceder cuando quieras y necesites. Por favor siéntate, prepara unos pañuelos y bienvenida a mi cabeza.