Todos bajaron del autobús y entraron a un invernadero.

Mientras el profesor hablaba sobre cascaras de huevo y raíces de zanahoria; Evangeline se fijó en las plantas y vio una un poco pachucha. Asegurándose que los estudiantes no miraran, acercó la mano y con un brillo tenue, la devolvió a su plenitud.

- Todavía sigo asombrándome con tus poderes - le susurró Rosalie.

La rubia todavía recordaba cuando su pequeña hermana había tocado un árbol y una rama empezó a crecer junto a una manzana roja.

La cara de todos fue épica, y lo único que dijo Evie fue que si cuidabas de la naturaleza, ella te recompensaba; y sonrió.

Evie dio un respingo del susto.

- Rose, ¿quieres que me dé un infartillo? - respondió con una mano en el pecho.

Rosalie sonrió; pero al escuchar la conversación de Edward y Bella puso mala cara. La humana seguía insistiendo en que le dijera como había llegado tan rápido a ella.

- No me gusta esa humana - dijo la vampira.

Bella volteó y miró a las Cullen; al verlas fruncir el ceño volvió a mirar al frente.

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Evangeline entró al hospital y llegó a la recepción.

- Hola Grace, ¿Podrías decir a papá que estoy aquí?

- Claro Evangeline - sonrió amable cogiendo el teléfono - ¿señor Cullen? Su hija quiere verle...bien, ahora se lo digo. Puedes pasar cielo.

Evie sonrió y fue al despacho; dio dos golpes y escuchó un adelante.

- Hola papá - dijo después de cerrar la puerta.

- Hija - se levantó de la silla - ¿Ocurre algo?

Ella lo miró nerviosa.

- ¿Evie?

Evangeline se sentó y Carlisle la siguió preocupado. Necesitaba saber que le pasaba a su pequeña.

- He visto algo en la mente de Bella.

- Evangeline...

- Lo sé, lo sé. No debería haberlo hecho, pero me preocupé al ver que como insistía a Edward que le explicara el como llegó a ella tan rápido ese día.

- ¿Qué viste?

- Al parecer un chico de la push, es amigo suyo y le contó sobre una leyenda de los Quillette que descienden de los lobos y sus enemigos los vampiros.

Carlisle se tensó.

- Ella sospecha, papá, sospecha lo que sois - se mordió el pulgar - no quiero que por su culpa tengáis problemas con los Vulturis.

Carlisle se levantó, se acercó a su hija y la abrazó.

- Pensé en modificarle la memoria, pero luego recordé que es peligroso hacerlo en una humana.

- No importa, pequeña. Estaremos bien, te lo prometo - le dio un beso en la cabeza - ¿quieres venir conmigo a ver a mis pacientes?

- ¡Si! - sonrió contenta; le cogió de la mano y se lo llevó hacia afuera consiguiendo hacer reír a su padre.

Admiraba como trataba a los pacientes y a pesar de ver la sangre, se controlaba a la perfección.

Lo idolatraba completamente.

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Mas tarde fueron a casa junto a Edward.

- Ya estamos aquí.

- ¿Qué a pasado? - preguntó Esme al ver sus caras.

Evangeline se sentó junto a Rosalie y la abrazó; ésta confusa se lo devolvió.

- Avisaron de otro ataque animal - dijo Carlisle; todos se tensaron - esta vez a sido un amigo de Charlie.

- Se están acercando - respondió Emmett.

Todos miraron a Evie preocupados.

- Oh, vamos, yo estaré bien. Mejor preocuparos por Bella; después de todo ya sabe lo que eres, ¿no, Edward?

Se levantó y subió a su cuarto dando un portazo demostrando lo molesta que estaba.