Capítulo 35
- ¿Donde estará Alice? - preguntó Emmett acercándose a la puerta.
- Lleva mucho tiempo fuera - murmuró Rosalie.
- Nunca había tardado tanto - dijo Edward preocupado - Carlisle, ¿no crees que pueda ser algo preventivo? ¿Habrá tenido Alice tiempo de ver si han enviado a alguien por ella?
- Lo que me preocupa es que Evangeline tampoco aparece - dijo Carlisle.
Todos se miraron y una milésima de segundo después habían salido de la casa dejando a Seth con Renesmee.
- ¿Has captado ese efluvio? - gritó Esme.
- Seguid el rastro principal...estamos cerca de la frontera con los quileutes - ordenó Edward - manteneos juntos. Mirad si han girado al norte o al sur.
Carlisle y Edward disminuyeron el ritmo al oler el olor de lobo.
- ¿Sam?
El líder de la manada apareció entre los árboles caminando con celeridad hacia ellos en forma humana y Edward se puso pálido cuando leyó lo que Sam estaba pensando.
- Alice y Jasper vinieron hasta este lugar y pidieron permiso para cruzar nuestras tierras hasta el océano. Les concedí el permiso y los escolté, se metieron en el agua y no han regresado. Me dijo que debía esperar aquí a que vinierais a buscarla y entonces tendría que daros esta nota.
Carlisle la cogió y leyó.
- Alice a decidido dejarnos - susurró.
- ¿QUÉ? - gritó Rosalie.
- No tratéis de encontrarnos, no hay tiempo que perder. Recordad: Tanya, Siobhan, Amun, Alastair y todos los nómadas que podáis hallar. Nosotros buscaremos a Peter y Charlotte de camino. Sentimos muchísimo dejaros de esta manera, sin despedida ni explicaciones, pero es el único modo de hacerlo. Os queremos.
- Y esta nota es de Evie - Sam se la dio a Carlisle volviendo a sorprender a todos.
- ¿Ella también? - preguntó Rosalie consternada.
- Perdón, pero tengo que hacerlo. Confía en mí, papi - leyó para él mismo.
- ¿Qué dice? - preguntó Bella.
- Que confiemos en ella - contestó Carlisle.
- Jacob se fue con ella - dijo Sam - pero no dijeron donde se iban.
- ¿Que hacemos? - preguntó Esme.
- Confiar en ella - contestó Carlisle.
- Nuestra pequeña volverá - dijo Emmett intentando consolar a Rose que estaba triste - ella nos ama y no nos dejaría.
- Lo sé, pero ¿y si está en problemas?
- Sabe como defenderse - contestó Emmett mirándola.
- Y Jacob nunca dejaría que la pasara algo malo - intervino Sam.
- Alice nos ha dicho lo que tenemos que hacer - siguió Emmett - así que manos a la obra.
Los demás asintieron y fueron hacia la casa.
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Bella se dio cuenta que la hoja en la que escribió Alice era de un libro llamado El mercader de Venecia.
- Dame solo un minuto - dijo a Edward cuando llegaron a su casa.
Él asintió y fue a su cuarto.
Bella se dirigió a la estantería y sacó el libro abriéndolo por la página del libro.
Vio otra nota: Destruyelo. Y debajo un nombre y una dirección de Seattle.
Cuando volvió Edward, Bella ya había tirado el libro a las llamas.
- ¿Tú, porqué crees que se fueron?
- Cuando íbamos en el avión hacia Italia - susurró Bella - de camino para rescatarte...ella le mintió a Jasper de modo que no nos siguiera. Sabía que si él se enfrentaba a los Vulturis, moriría. Y Alice preferiría morir antes que ponerle en peligro y que muriera yo o tú. Y en cuánto a Evangeline... quizá tenga sus prioridades.
- No lo creo - replicó Edward - ninguno de los tres nos abandonaría si no fuera por algo muy importante.
- ¿Y se van justo cuánto más los necesitamos?
- Confío en mis hermanos, deberías hacer lo mismo, Bella y sería mejor que Rosalie no te escuche. Recuerda que Evie es su consentida y no le gusta que insinúen cosas de ella.
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Cuando llegaron a la residencia Cullen, todos estaban preparados para irse.
- ¿Nosotros hemos de quedarnos aquí? - preguntó Edward mirando a Carlisle.
- Alice dijo que debíamos mostrarle a Renesmee a todo el mundo, pero hemos de tener cuidado - contestó Carlisle - nosotros enviaremos aquí a quién sea que logremos encontrar. Edward, tú eres el que mejor sabrá sortear este particular camino de minas.
- Nos separaremos todos - siguió Emmett - Rose y yo iremos en busca de los nómadas.
- La familia de Tanya llegará aquí por la mañana y no tienen idea del motivo - dijo Carlisle - primero tendrás que persuadirlas para que no reaccionen del modo en el que lo hizo Irina, y les preguntarás si se quedarían para hacer de testigos. Todo empezará de nuevo cuando los otros vengan.
Carlisle puso la mano en el hombro de Edward durante un segundo y después le dio un beso en la frente a Bella. Esme los abrazó a los dos y Emmett les dio un puñetazo amistoso en el brazo. Rosalie forzó una sonrisa para los dos, le lanzó un beso con un soplo a Renesmee y a Seth le saludó con la mano.
- Buena suerte - les despidió Edward.
- Todos la necesitaremos - dijo Carlisle.
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- ¿Crees de verdad que podemos hacer que se detengan el tiempo necesario para que nos escuchen?
Edward vaciló y después se encogió de hombros.
- Si encontramos suficientes amigos para que nos apoyen, tal vez. No creo que Tanya tarde mucho en llegar; tendremos que estar preparados.
Cuando llegaron los Denali se asustaron al ver a Renesmee. Kate atacó a Edward pero Bella la agarró y la lanzó al suelo. Al final pudieron explicar que no era una niña inmortal y aceptaron ser testigos.
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- Lo más probable es que también quiera a tu compañera - dijo Eleazar - debe estar intrigado por un talento que a sido capaz de desafiarlo en su encarnación humana.
- Creo que los Vulturis han estado esperando esto, encontrar algún pretexto - cambió de tema Edward - no sabían qué forma adoptaría la excusa, pero el plan estaba en marcha para cuando se presentara la oportunidad. Por eso, Alice vio su decisión incluso antes de que Irina la provocase, sencillamente porque ya había sido tallada. Solo aguardaban algo que pudiera justificarla.
- Si los Vulturis están abusando de la confianza que todos los inmortales hemos puesto en ellos... - murmuró Carmen.
- ¿Acaso eso importa? - preguntó Eleazar - ¿quién nos creería? Aunque otros también se convencieran de que están explotando el poder que tienen, ¿qué diferencia marcaría eso?
- Nadie lograría enfrentarse a ellos y vencer - terminó Kate.
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- ¿Evangeline?
- Necesito vuestra ayuda hermanos.
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