- ¿Y Edward? - preguntó Evie.

- Ha ido a casa de Bella a pedir la bendición de Charlie para que pueda casarse con ella - contestó Alice feliz.

Ni a Evie ni a Rosalie le agradaba Bella pero tenían que hacer su mayor esfuerzo por Edward.

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Evie decidió pasear y alejarse un poco de una histérica Alice que ya estaba planeando la boda.

- Hola.

Evangeline se dio la vuelta y maldijo a todo lo existente cuando vio a Jacob.

- Si buscas a Bella está en su casa con mi hermano.

- Te estaba buscando a ti - la miró fijamente.

- Oh, que afortunada soy - chasqueó la lengua sarcástica y se dio la vuelta comenzando a caminar.

- Evie...

- Evangeline, para ti, Evangeline - le corrigió.

- Está bien - sabía que no iba a ser fácil después de lo que había hecho - estos días no e podido dormir, ni comer, solo podía pensar en ti y en lo mal que me e portado contigo. Cuando sentí que morías, todo mi mundo se derrumbó al darme cuenta de lo imbécil que e sido.

Evie seguía sin mostrar ninguna emoción.

- Quise verte pero la rubia chupa...- paró al ver la mirada de Evie ( como la de Klaus ) - Rosalie no dejó que entrara a la casa y nadie me decía nada.

- Porque no te incumbe - dijo seria.

- ¿Como que no? Eres mi...

- Mira chaval - le interrumpió - te voy a dejar algo bien claro. Yo no soy nada tuyo, ¿entiendes eso o te lo deletreo? Si crees que voy a caer en tus brazos porque te has dado cuenta que soy "tu pareja destinada" es que ves demasiadas novelas.

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Evangeline llegó a casa y entró con cautela mirando hacia todos lados.

- Alice no está - dijo Jasper divertido.

Evie dio un saltito del susto y se dio la vuelta dándole un golpe en el brazo a su hermano.

- ¿Quieres que me de un infarto o qué? - frunció el ceño - ¿y donde está?

- Arreglándole el esmoquin a Charlie - dijo Edward apareciendo por la puerta - por cierto, a dicho que no te vas a escapar de ponerte en sus manos.

Evangeline hizo una mueca de fastidio y luego inspeccionó a su hermano.

- ¿Que pasa? - preguntó Edward.

- Oh, nada, estaba comprobando que Charlie no te hubiera disparado por querer casarte con su hija.

- Ja, ja, ja, muy graciosa.

Jasper sonrió.

- Por cierto, ¿A quién habéis invitado?

- Al clan Denali, aunque Irina no creo que venga - respondió Edward - todavía quiere venganza por la muerte de Laurent.

- Jacob y los demás hicieron bien - siguió Jasper - si no hubieran interferido, Bella estaría muerta.

Edward se tensó recordando que no había estado en ese momento con ella.

- Lo malo es que ellos también están invitados - dijo Rosalie bajando por las escaleras.

- Solo diré una cosa - miró a Edward - si me pones al lado del chucho, te haré tal hechizo que no podrás disfrutar de tu luna de miel, sabes a lo que me refiero, ¿no?

Edward tragó duro mientras Rosalie y Jasper reían.

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Llegó el día y Evie se deslizó a través de la puerta del cuarto de baño con una bata plateada y el pelo con suaves hondas cayendole por la espalda.

- Ya han regresado - dijo Evie.

A Bella le brillaron los ojos.

- ¡Mantenlo fuera de aquí!

- Tranquila, Alice, no creo que se cruce contigo hoy - le aseguró Evie - le da mucho valor a su vida. Mamá les ha puesto a terminar algunas cosas en la parte de atrás - rió - ¿necesitas ayuda? Puedo arreglarle el pelo.

A Bella se le descolgó la mandíbula, era bien sabido que ni Evie ni Rosalie no la soportaban y se le hacía extraño que fuera amable.

- Claro - dijo Alice - puedes empezar con las trenzas quiero que estén muy bien entretejidas. El velo está aquí, justo debajo.

Evie empezó a darle forma a su cabello.

- Vamos, sueltalo.

- ¿Qué?

- Puedo leerte la mente, Bella - comenzó Evie - pero no quiero, así que puedes decirme lo que estas pensando.

- Estás siendo amable.

- ¿Quieres que sea borde? - alzó una ceja.

- ¡No! Es que sé que ni a ti ni a Rosalie os caigo bien y...

- Mira Bella, es cierto eso - la miró a través del espejo - pero dentro de poco te vas a convertir en la mujer de Edward, lo que significa que serás una hermana más para nosotras, así que como dice mi papá, serás una Cullen y siempre estaremos para lo que necesites, ¿de acuerdo?

Bella sonrió y asintió.

- Bueno, esto ya está - terminó de hacer el recogido - ahora iré a ponerme el vestido.

Antes de irse vio como Alice le guiñaba el ojo.

Al entrar a su habitación, vio su vestido morado y se lo puso con cuidado de no mancharlo con el maquillaje.

Bajó y se encontró con Carlisle en el jardín hablando con los Denali.

- Hola hija - sonrió - mira, te presento a Carmen, Eleazar, Kate y Tanya.

- Hola - sonrió ella.

Ellos le devolvieron el saludo.

- Vaya, tienes el don de la magia - se sorprendió Eleazar.

Ella miró a su padre.

- Eleazar siempre descubre el don de los demás - respondió Carlisle.

- Tu poder es muy grande - siguió Eleazar.

- Eso es porque soy la bruja Original - contestó Evie.

Dejó a los cuatro con la boca abierta.

- ¡Evangeline! - se oyó a Alice.

Evie hizo una mueca.

- ¿Te estás escapando de Alice? - sonrió divertido Carlisle.

- No me has visto - le señaló y salió de allí como si fuera una ninja entre los invitados.

Mientras, Carlisle y los Denali reían de las caras de la gente al verla pasar entre ellos.

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Toda la ceremonia fue perfecta, sobre todo para los novios.

En el baile, Evie, Rosalie y Alice bailaron con Edward y Emmett y Jasper con Bella.

Evie quiso bailar con su padre.

- Se les ve muy feliz juntos, ¿verdad? - preguntó mirando a los novios.

- Te prometo que conseguirás esa felicidad, Evie.

- ¿Ya quieres casarme? - bromeó.

- Aunque me gustaría que fueras por un poco más de tiempo mi pequeña...si eso es lo que quieres, sabes que te apoyaré.

- Gracias papá, pero no tengo el pensamiento de casarme todavía.

- Decidas lo que decidas siempre estaremos contigo.

/////

- Hola Billy, hola Seth - los saludó Evie ignorando completamente a Jacob - Leah, ya se han ido los novios, ¿seguimos nosotras la fiesta donde la otra vez?

- Claro - asintió Leah - acompañame a por el coche.

Cuando las dos se dieron la vuelta y comenzaron a andar, oyeron las voces de Jacob y Seth.

- ¿Podemos ir con vosotras?

- ¡NO! - dijeron las dos a la vez sin pararse.

/////

- No te rindas, hijo - dijo Billy poniendo la mano en el hombro de Jacob - los ancestros la han elegido para ti y tienes que luchar por ella. Si le demuestras que la quieres de verdad y no porque ya no puedes estar con Bella, te perdonará, ya verás.

Jacob vio asentir a Seth y suspiró. Sabía que su padre tenía razón.

Iba a conseguir que lo perdonara, lucharía por Evie porque ella merecía la pena.