- ¡Si, Alice, ya estamos listas para la fiesta! - rodó los ojos - mira, ya están aquí.

- Edward - lo llamó Alice viéndolo llegar junto a Bella - necesito tu consejo; ¿deberíamos poner melodías conocidas o educar los paladares de los invitados con la buena música?

- No te salgas de las conocidas.

Evangeline los dejó y subió a su habitación. Se sentó en la cama y cerró los ojos para concentrarse en lo que estaba pasando en New Orleans.

Una chica de la cosecha salió de la tumba pero era el alma de Esther la que estaba en ese cuerpo.

Un brujo llamado Vincent poseído por el alma de Finn y otro brujo con el alma de Kol.

Y una chica que al parecer era su hermana mayor Freya, que no estaba muerta como les hizo creer a todos, si no que se la dio a su hermana Dhalia.

Evangeline abrió los ojos asustada; no podía creerlo. Si habían vuelto, no era para nada bueno.

Lo primero que hizo fue mandarle las imágenes a Elijah para que estuvieran alerta. Saber que en realidad, Esther les había mentido sobre la "muerte" de Freya no le sorprendía.

Pero estaba preocupada, tenía el presentimiento de que iba a pasar algo malo y todo sería en New Orleans. Decidió bajar las escaleras y vio a Bella acercarse a Alice.

- ¿Qué pasa, Alice? ¿Qué has visto? - preguntó Bella.

Alice siguió con los ojos clavados a lo lejos captando la atención de Edward. Éste se volvió y desapareció en las sombras de debajo de la escalera.

El timbre sonó en ese momento y la expresión de Alice cambió a una mueca de disgusto.

- ¿Quién ha invitado al chucho?

- Culpable - admitió Bella.

- ¿En serio? - dijo Evie con fastidio - ¿Por qué lo invitas? A veces no sé si eres o te haces. Siempre estropeándolo todo - se dio media vuelta y se fue a la cocina.

Estaba sentada en la encimera pensando en lo que había descubierto cuando alguien se puso frente a ella.

- ¿Qué pasa, Evie? He sentido tu preocupación desde el otro lado de la casa - la miró Jasper.

Evie puso los dedos índice y corazón en la sien de su hermano y le hizo ver lo que estaba pasando con su familia.

- Por favor, no te enfades - le rogó al ver su cara.

- Estás en peligro, ¿y no se te ocurre decirlo?

- No quería preocuparos, y ya hay bastantes problemas con Bella.

Los dos vieron como Jacob bloqueaba el paso a Alice y Bella apoyando la mano contra la pared.

Jasper se materializó hasta allí con expresión aterradora.

Jacob retiró el brazo con lentitud.

Jasper se interpuso entre ellos y los licántropos se aprestaron a la lucha.

- Eh - se puso al lado de su hermano - vosotros tres estáis en casa de mis padres, y vais a comportaros - dijo entredientes.

- Y si no qué - la retó Jacob.

- No me desafies - siseó apretando los puños - si no te comportas voy a tener que sacarte de aquí como el perro que eres. Vamos, dame una sola razón para usar mi magia.

Los dos se mataban con la mirada.

- Está bien, Evie. En realidad tiene razón - dijo Alice pensativa.

- ¿Qué has visto?

- La decisión está tomada.

- ¿Nos vamos a Seattle? - preguntó Evie.

- No.

- Vienen hacia aquí.

- Si.

- Vienen hacia Forks - susurró Bella.

- Sí.

- ¿Con qué fin?

- Uno de ellos lleva tu blusa roja.

Evie rodó los ojos.

Genial, mas problemas.