Capítulo 7: La Torre
Lynn sr: Finalmente ¿Por qué seguimos haciendo que Leni haga los bocadillos?
Leni: No es mi culpa que la cebolla y la salsa de tomate no sepan bien.
Luna: A pesar de eso, Lori se lo comió todo.
Lola: Casi me ahogué con el olor.
Lori: ¡Son los asientos! Suenan mucho y ya tiene mal hedor, deberían limpiarlos.
Luna: Si claro.
La familia por alguna razón mira a Luan, esperando lo que debería ser predecible.
Luan: ¿Qué?
Lana: ¿no dirás nada?
Luan: ¿Decir qué? No prestaba atención.
Lisa: Interesante, esto no es propio de ti querida hermana.
Luan: ¿Podemos ir a la habitación?
Ella toma lo poco que trajo y se dirige a tomar las llaves para llegar primera.
Leni: Luan está muy rara.
Lori: Oye Lincoln, quizás aún sigue enojada o triste, o lo que sea que le pase, creo que deberías estar con ella.
Lincoln: Pero Lori, tu dijiste que...
Antes de terminar la frase la mayor se acerca a su oído para decirle.
Lori: Estaré cerca para protegerte hermanito, es hora de que yo te ayude.
Lincoln: Gracias.
El joven va tras su hermana que estaba a punto de tomar el ascensor, mientras la familia seguía sacando sus cosas, de todas maneras, sabían que habitación era puesto que la habían reservado. Lori por otra parte le pidió a Luna que se encargara de las cosas para poder vigilar a los dos.
Luan ya en el elevador ve que su hermano viene a toda velocidad para acompañarla, este cierra dejando a Lori afuera.
Lori: Bueno, que no se diga que no lo intente.
Dice yéndose a buscar sus cosas.
Lincoln: Luan, no estés así.
Luan: Escuché varias veces a Lori diciendo que te protegería... de mi... no soy un monstruo Lincoln... es solo que...
Lincoln: ¿Solo qué Luan? ¿te gusta vernos sufrir?
Luan: No, yo...
Lincoln: ¿Te gusta vernos como nos retorcemos de dolor?
Luan: ¡No!
Lincoln: ¡Entonces dime Luan! ¡que es!
Luan: ¡No lo sé!
Lincoln: ¿No lo sabes? ¡Nos has torturado de manera física y psicológica y ahora que estamos solos, nada puede salir de aquí! ¿¡y ahora me dices que no lo sabes!?
Luan: ¡No lo sé! ¡Tal vez en verdad esté loca!
Dice golpeando su cabeza contra la pared del elevador, dos segundos después el ascensor deja de subir y se atasca.
Lincoln: Genial, ahora estamos atrapados.
Luan: Lo lamento, esto es mi culpa.
Lincoln: No te culpes Luan, dudo que tu golpe haya dañado todo el ascensor... ¿Qué estoy diciendo? ¿Estás bien? Yo debería disculparme, no quise...
Luan: Tienes razón... estoy loca.
Lincoln: No digas eso, en serio perdón por presionarte así.
Luan: Lincoln, el problema no fue lo que dijiste fuera malo, el problema es que es verdad.
El albino mira con algo de culpa el piso.
Luan: No sé porque hago esto, no sé porque siempre hago bromas...
Lincoln: Bueno, no soy psicólogo o algo por el estilo, pero quizás pueda ayudarte, además ¿Qué más podríamos hacer? Estamos atrapados hasta quien sabe por cuánto tiempo.
Luan: Entonces ¿Cómo lo harás?
Lincoln: Creo que deberías recostarte mientras, y yo me siento.
Luan: No puedo recostarme, es muy angosto.
Lincoln: Entonces nos sentamos mirando al otro.
Los jóvenes se sientan frente a frente, pero no mirándose, por la incomodidad que aún se sentía.
Lincoln: Ok... ¿por qué?
Luan: Por qué... qué
Lincoln: ¿Por qué no me haces bromas Luan? Y... ¿por qué debería confiar en ti?
Luan: Yo... no lo sé, o más bien, no sé cómo explicarlo.
Lincoln: Trata de hacerlo por favor.
Luan: Esta bien. Es solo... que siento que te he hecho mucho más a ti que a las demás. Digo prácticamente hubo un día de las bromas solo para ti... creo que me siento mal... lo que no comprendo bien porque nunca me ha pasado...
Lincoln: Ese día que invitaste a Ronnie Ann... aun así te apuñalo la espalda y después pude salir con ella.
Luan: Sí, pero es que me siento tan culpable. No quiero hacerte más broma Lincoln.
Lincoln: Me es difícil de creer algo así.
Luan: Lo sé. Y lamento que sea así, de todas maneras, no esperaba que me disculparas por todo lo que he hecho.
Dice apenada mientras hace círculos con su dedo en el piso.
Luan: Pero esto es cierto, no te haré más bromas... Ya te lo había jurado.
Lincoln: ...Tienes una oportunidad... si haces algo... jamás hablaré contigo, estarás ida para mí.
Luan: No haré nada.
Pasaron diez minutos de silencio hasta que finalmente el ascensor comenzó a funcionar, solo faltaba un piso para llegar. Al ir a sus cuartos, ven que la familia ya había llegado con todo el equipaje.
Lola: Vaya que demoraron ustedes dos.
Luan: El ascensor se descompuso.
Lincoln: Es verdad.
Lori: Bueno, Leni y yo literalmente tuvimos que subir sus cosas, así que nos deben un favor.
Leni: No hay problema, las cosas de Luan no pesaban tanto.
Luan: Eso es porque no traje lo que solía traer en estos viajes.
Lincoln: ¿Hablas de tus...?
Luan: Mis objetos para bromear... incluyendo al señor cocos... ¿ahora me crees?
El joven, en vez de experimentar alivio, sentía miedo, tanto por él como por Luan, ella jamás dejaría sus cosas en casa, teniendo la gran oportunidad de hacer bromas o contar chistes a gente nueva y desconocida. Sentía que le estaba engañando, tal vez trajo algo específicamente para él, después de tanto era difícil creerle a la maestra del engaño. Por lo tanto, mintió.
Lincoln: Esta bien Luan, te creo.
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