una...
24 de Diciembre. 2026
—Siempre trabajando, ¿No es así señor Kim?
—Señor Lee, ya le dije que solo me diga Taehyung por favor, el señor Kim era mi padre.
—Pero usted también se apellida Kim. — Taehyung negó con una pequeña sonrisa nostálgica en el rostro antes de sacar un sobre con las cuentas de aquella tienda en la mano—. Muchas gracias, chico.
—Es mi trabajo.
—Toma, preparé algo para ti. —El hombre de avanzada edad sacó de debajo del mostrador una bolsa de regalo bastante grande—. No acepto negativas, consideralo tu bono navideño.
—Muchas gracias señor Lee. —Él hizo un gesto con la mano como restándole importancia, pero una enorme sonrisa adornó su rostro, plagándolo con más arrugas de las que ya tenía.
Taehyung salió del local con la bolsa en mano, el corazón encogido dolorosamente y la nariz doliendo por su arduo intento en contener las lágrimas.
Subió a su auto y cerró la puerta, recargando la frente sobre el volante para intentar calmar su respiración antes de abrir la bolsa, encontrando un termo y un par de panqués de vainilla y chocolate.
Un sollozo escapó de sus labios en cuanto el lugar se inundó del delicioso aroma a chocolate y los recuerdos invadieron su mente, todos teniendo como protagonistas a él y su padre bebiendo de aquél espeso, caliente y dulce líquido mientras leían algún cuento o jugaban con su nuevo obsequio.
Con manos temblorosas y lágrimas aún resbalando por sus mejillas, tomó el termo entre sus manos, sirviendo un poco del chocolate que el señor Lee había empacado para él, sacando también uno de los panqueques, descubriendo así una nota escrita a mano en el fondo de la bolsa.
"Feliz navidad Taehyung-ie, sé que no es lo que esperas que te digan en esta fecha, pero mi esposa y yo en serio queremos que seas feliz y estas fechas sean un poco más llevaderas para ti; así que por favor inténtalo. Ella preparó este pequeño regalo, pero lamento decir que el termo no va incluido, así que si no es mucho pedir, ¿Podrías regresarlo en cuanto lo desocupes? Por favor. De lo contrario perderé los pocos cabellos que me quedan."
Taehyung sonrió enormemente, agradecido desde el fondo de su corazón por conocer a tan buenas personas.
"Pasalo bien Tae, deseo que a partir de ahora tengas más momentos de sonrisas y felicidad que de tristeza, ese es mi deseo de navidad para ti. Dicen que en Navidad, los deseos son más fáciles de cumplir, en especial aquellos que no son para beneficio propio, así que creeré fielmente en ello."
Una pequeña sonrisa acompañó al chico durante el resto del día, incluso mientras entregaba el resto de papeles a sus demás clientes.
—Luces bien mientras sonríes, deberías hacerlo más seguido, así es más fácil creer que somos de la misma edad— le dijo Jimin mientras bebía un poco de café en compañía de Taehyung. La estación de policías era bastante tranquila a esas horas.
El aludido se sonrojó, pero asintió y ensanchó la mueca.
—Nos vemos pronto, oficial Park.
—Por favor, si me llamas así, parece que te daré malas noticias, que esté de servicio no quiere decir que debas ser tan formal; así que pásala bien Tae. —El aludido agradeció con una ligera reverencia antes de salir por la puerta principal. Su siguiente cliente era un chico bastante agradable que tenía su propio bar en una bonita avenida del centro.
🎄
—Taehyung... no sé si deba darte más de ese licor, creeme que me lo agradecerás.
—Jungkook, sabes que casi no bebo, este es mi regalo de navidad para ti.
—Precisamente porque no bebes es que debo negarme. —Taehyung bufó, pero no insistió—. ¿Qué te parece un poco de té? No hay muchos clientes hoy, puedo beber contigo.
—No gracias, tu novia no tarda en llegar, así que mejor me voy. Pásala bien Jungkook.
—Feliz... —se interrumpió ante la mueca de disgusto que le dirigió el castaño—. Buenas noches Taehyung.
Salió por la puerta, esquivando por un pelo a un nuevo cliente que entraba en ese momento.
—Lo siento. —Se disculpó, haciéndose a un lado para dejarlo pasar, recibiendo una mirada seria y un seco asentimiento como respuesta.
El hombre olía a tabaco, whisky y cedro, una combinación tan extraña como exquisita, igual que la vestimenta elegante que portaba. Taehyung subió a su auto sin darle más vueltas al asunto, esperando poder mantener su buen humor hasta el final de las vacaciones.
24 de Diciembre. 2027
—¿Esto se hará una costumbre? Porque es extraño tenerte dos años seguidos aquí y que te quedes más de cinco minutos charlando de algo que no sea trabajo.
—No sabía que mi presencia te molestaba tanto Jungkook. ¿Tampoco te agrado Chou?
—Yo no dije nada. Jungkook, por favor, él viene a visitarte y tú le dices esas cosas, ¿Por qué no eres un poco más amable?
—¡Solo es una duda! Él nunca viene y habla conmigo. ¿Acaso te gusta mi novia? —Taehyung casi se ahogó con su bebida preparada.
—Sabes que no. —Reclamó con semblante serio, provocando una risa en la pareja.
—Lo sé, me gusta molestarte. Vamos no te enojes, te regalaré otro de esos solo por eso. —Taehyung asintió, extendiendo su vaso para recibir otro mojito de fresas.
La campanilla de la entrada resonó en el semi vacío lugar, llamando la atención de todos los presentes, que rápidamente volvieron a sus asuntos.
El recién llegado lucía extremadamente serio, tan ensimismado que siquiera notó la curiosa mirada del castaño puesta sobre él, escudriñando su bonito saco color crema y lo brillantes que se veían sus gruesos labios.
—Dile a Kook que me fuí a casa a por un abrigo más grande, ¿quieres? —La voz femenina detrás de Taehyung interrumpió el hilo de sus pensamientos, provocando que agitara la cabeza antes de mirarla.
—Sí, con cuidado Tzuyu. —Ella salió tras darle una breve sonrisa al castaño.
—¿Y mi novia?
—Dijo que se aburrió de ti y fue a buscar a alguien más interesante —se burló Taehyung antes de recibir su bebida y una mueca de desaprobación por parte del chico tras la barra—. Ya, ya, solo fue por un abrigo más grande.
Jungkook asintió antes de poner su atención sobre el recién llegado.
—Buenas noches señor Kim, ¿Qué le serviremos hoy?
—El especial navideño por favor, con whisky.
—Claro que sí. ¿Está teniendo una buena navidad?
—La mejor de todas. —Taehyung pudo ver la bonita sonrisa del hombre a su lado, quedando embobado durante un momento.
—Siempre dice eso, señor Kim. —El recién llegado sonrió en grande.
—Es que siempre es la mejor navidad. —Taehyung frunció el ceño ante tan cursis palabras, rodando los ojos con exasperación y dando un largo trago a su bebida para poder terminarla.
—Hasta luego Jungkook —murmuró antes de dejar el dinero sobre la barra y salir del pequeño bar con paso firme.
Jungkook suspiró, ya ni siquiera podía sentirse ofendido por lo cortante que el chico podía llegar a ser, así que tomó el dinero, sonrió y miró al nuevo cliente y su inigualable sonrisa amable.
—¿Hay algo más que pueda hacer por usted?
—No por el momento, gracias.
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