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un cuento...

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—¿Puedes creer que hace casi un año estábamos peleando en un bar y casi llamaron a la policía por nuestra culpa? —Seokjin se reía a carcajadas mientras Taehyung negaba y se cubría el rostro, avergonzado.

—Ya no me lo recuerdes, solo de pensar en que pude hablarle así a Jungkook hace que me sienta tan mal...

—Oh vamos Tae, él ya te perdonó. Ahora es divertido recordarlo. —El aludido sonrió mientras comía una cucharada de su crema de zanahoria —. Además... bueno, en ese entonces no lo sabía, pero gracias a eso conocí a un increíble chico que más tarde se convirtió en mi novio.

Taehyung suspiró antes de observar los hermosos ojos del hombre frente a él.

—Yo te conocí antes de eso —murmuró, sintiéndose cohibido de pronto.

—¿En serio?, ¡¿Cuándo?! —Seokjin intentó hacer memoria y recordar en qué otro momento había visto al castaño —. Imposible, estás jugando conmigo; es imposible que yo no te haya visto.

—Me viste, pero no me prestaste demasiada atención —Taehyung hizo memoria, recordando cómo se había quedado embobado ante la belleza del mayor.

—¿Y qué pensaste cuando me conociste? Apuesto a que solo podías pensar en lo guapo que me veía y lo mucho que deseabas pedir mi número para invitarme a salir. —Se regodeó el mayor, peinando su cabello negro hacia atrás, recibiendo una carcajada que se asemejaba más a un bufido por parte de su novio.

—De hecho, me caíste muy mal. —El rostro ofendido de Seokjin provocó que Taehyung se echara a reír estruendosamente, tirando un poco de su comida sobre la mesa.

—¡¿Cómo es eso posible?!

—Llegaste con un rostro tan serio que creí que eras diferente, luego comenzaste a decir cosas tan cursis sobre la navidad, que no pude quedarme más, así que le pagué a Kook y me fui, tenía ganas de tirarte la bebida en la cabeza...

Seokjin enmudeció de repente. Ahora que conocía un poco de la historia detrás de la aversión a esas fechas por parte del castaño, no tenía ganas de debatir sobre ello.

—Lo siento —se disculpó con un hilo de voz, observando su plato a medio terminar.

—No deberías, ahora me gustas incluso siendo un cursi amante de la navidad —dijo Taehyung con un tono animado, provocando en su novio una pequeña, pero sincera sonrisa.

Seokjin iba a responder, pero la puerta de entrada fue abierta de par en par sin siquiera un aviso previo, provocando que ambos se atragantar con su comida y miraran en aquella dirección con alarma.

—¿Cómo está mi pequeño y guapo Seokijnie?

—¿Mamá? ¿Cómo carajo entraste? ¿Qué haces aquí?

—Primero que nada, ese lenguaje Seokjin, yo no te enseñé a hablar así; segundo, ¿acaso no puedo venir a visitar a mi hijo?

La mujer apareció en la cocina con una enorme sonrisa en el rostro, la cual se desvaneció en cuanto sus ojos se encontraron con los de cierto castaño y su ropa manchada con crema de zanahoria.

—Oh... estás aquí —murmuró con muy mal disimulada decepción.

—Buenos días señora Kim —saludó Taehyung, poniéndose en pie de inmediato y haciendo una pronunciada reverencia.

Para el castaño pasó desapercibido el gesto de labios torcidos y cejas levantadas que la mujer le dedicó, pero Seokjin lo vio todo, poniendo cara de pocos amigos cruzándose de brazos.

—Claro que puedes venir, pero ésta es mi casa, así que te pediré que no vuelvas a entrar como si nada y me entregues la llave.

—Ay por favor Jinnie, ni que fuese a robar algo...

—Mamá...

—Ash —se quejó la mujer mientras rodaba los ojos y extendía un llavero bastante adornado y una solitaria llave en él —. Bien, pero no es como si fuese a interrumpir algo ¿O sí?

Taehyung tragó grueso mientras Seokjin se ponía a su lado, muy cerca de él y entrelazando sus meñiques sin que la mujer lo notara, en un mudo gesto de apoyo mutuo.

—Ahora mismo no, pero Taehyung es mi novio y debes entender que necesito privacidad.

La señora Kim rodó los ojos de nueva cuenta, caminando hacia ellos y jalando a su hijo por los hombros para separarlos con la excusa de darle un abrazo a su hijo.

—Como sea, solo venía a decirte que los Min nos han invitado a una comida, al parecer Yoongi ha formalizado su relación y quiere presentarnos a la afortunada.

—Bien, pásame los datos por mensaje, ahora si no te importa, estábamos a punto de ir al zoológico.

—¿Ah sí? —murmuró Taehyung, recibiendo un ligero pisotón de parte de su novio —Ah sí, sí, he conseguido entradas para ver un show de tigres en vivo.

—¿Tigres? ¿No es eso muy peligroso? Además, está prohibido hacer eso, ¿no es así?

Seokjin se separó de su madre antes de volver hasta la mesa para dejar las llaves recién entregadas y depositar los platos en el fregadero.

—Es un zoológico mamá, no el circo. ¿Tae? —El aludido reaccionó, corriendo hasta la entrada para tomar su abrigo y las llaves de su propia casa —. Después de ti, mamá.

—No he traído el auto, ¿Les importa si voy con ustedes?

—Sí que me importa, así que pasaré a dejarte en alguna estación de metro o autobús si quieres. Deseo tener una cita a solas con mi novio —respondió Seokjin con determinación antes de abrir la puerta y cederle el paso a su madre.

Taehyung no podía contener más la sonrisa en su rostro, ensanchándola hasta que le dolieron las mejillas. Ni siquiera el rostro de fastidio que la señora Kim había adoptado lograba bajarle el sonrojo ni calmar las estúpidas y emocionadas mariposas en su estómago.

🎄

—Creo que a mi madre le dará un infarto cuando no solo nos vea llegando juntos a la reunión, sino cuando vea que "la afortunada" es más bien otro de mis amigos.

—¿No lo sabe? —Seokjin negó mientras acomodaba la corbata de Taehyung, permitiendo que este arreglara su moño también —. ¿Por qué nunca le dijeron?

—Porque no es algo que le incumba, Yoongi me contó a mí porque somos muy buenos amigos.

—No sé si debería sentirme celoso de que sigas llevándote tan bien con tu ex. —Seokjin tomó las mejillas del castaño con ambas manos, provocando que abultara los labios de forma tierna.

—No debes, te quiero a ti y solo a ti. —Con delicadeza, el pelinegro depositó un suave beso sobre los belfos de su novio —. Además, Yoongi está muy enamorado también, no me sorprendería que se casaran en un par de años.

Taehyung sonrió en grande en cuanto sus mejillas fueron liberadas, aún sintiendo el placentero hormigueo que los labios del mayor dejaron sobre los suyos.

🎄

—Así que... tu ex y mi ex ¿eh?, ¿no es demasiado chico el mundo? —Seokijin lucía acalorado y algo incómodo con la reciente noticia.

—En mi defensa, hacía años que no veía a Namjoon, después de que una gran empresa lo reclutara como su contador personal y nosotros termináramos, jamás habíamos vuelto a tener contacto —se excusó Taehyung mientras bebía un poco de vino tinto y sonreía en dirección a la feliz pareja —. Tú dijiste que no había por qué estar celoso, ¿Qué es lo que pasó con esas palabras?

—¡No estoy celoso! —se defendió el mayor mientras sus orejas se tornaban rojas.

—Y yo amo el café cargado, claro.

Seokjin iba a replicar cuando su madre hizo acto de presencia a su costado.

—Veo que no estás sorprendido, he de suponer que sabías todo, ¿no es así?

—Sí —respondió Seokjin sin más.

—¿Y por qué nunca me lo dijiste? —le reprochó su madre con tono molesto.

—No era mi trabajo hacerlo público, alégrate por ellos ahora que lo sabes y omite tus comentarios si no vas a desearles nada bueno por favor.

La mujer frunció los labios, pero no dijo nada más, volviendo a perderse dentro de la casa para ir a hablar con la señora y el señor Min.

—Hola Taehyung.

—Hola Seokjin.

Dos voces diferentes hablaron a la par, provocando que ambos mencionados miraran en esa dirección al mismo tiempo y respondieran al unísono.

—¡Namjoon!

—¡Yoongi!

24 de Diciembre. 2029

—¿Sabes qué más recuerdo de nuestras primeras veces? —murmuró Taehyung mientras Seokjin lo abrazaba por los hombros, ambos observaban las estrellas, recostados sobre una manta en el techo de su casa, con un par de calentadores a gas rodeándolos.

—¿Mi hermosura? —Taehyung bufó con diversión.

—Aparte de eso, claro. Hablo de nuestro primer beso.

—Uhm... no sé, si no mal recuerdo, ese día hacía tanto frío que se me congelaban las ideas y tú usaste eso como excusa para besarme.

—¿Es una queja? —Taehyung lo miró de reojo, levantando una ceja con fingida molestia.

—Para nada, es solo que dudo mucho que la chica del parque nos creyera cuando nos encontró demasiado... ya sabes, acalorados detrás de ese pino.

—En mi defensa, he de decir que el viento de otoño es muy frío y te creo cuando me dices que podrías morir de hipotermia si no te abrazo. Estábamos demasiado alto en la montaña aquella vez y no había gente alrededor. —Taehyung frunció el ceño y chasqueó la lengua, llamando la atención de su novio —. Ahora que lo pienso, ella te había estado coqueteando todo el camino de subida, seguro se sintió celosa cuando vio que ya eras mío.

Seokjin se carcajeó antes de rodar sobre su costado, quedando así casi encima del castaño, que de inmediato adquirió un bonito tono rosado en sus mejillas.

—No tengo idea de nada, excepto de lo último —murmuró contra los suaves labios del menor, tentándolo a terminar con la distancia —, pero si de algo estoy seguro, es que sin duda soy todo tuyo.

Taehyung suspiró contra los acolchados y rosados labios de Seokjin, sintiéndolos fríos al rozarlos con los suyos.

Ambos se sumergieron en un lento y delicioso beso, el sabor de las fresas con chocolate que comían hace unos minutos se entremezclaba con el del whisky que seguían bebiendo, tan exquisito, cálido y delicado como la primera vez que Taehyung probó esos labios.

Porque si bien no había podido terminar con su relato, eso era justo lo que recordaba de aquél primer beso, el eterno y exquisito sabor de los labios de Seokjin, tan cálidos como el chocolate y embriagantes como el whisky.

🎄

—Esta es una de las mejores navidades y todo gracias a ti, mi osito de invierno.

—Siempre dices eso Seokjin.

—Es que siempre es cierto, haces de mis días algo maravilloso y digno de disfrutar.

Ambos se encontraban acostados en la cama a pesar de ser pasado de medio día, aún enredados entre las cobijas, con sus cuerpos siendo un enredo de piel, tela y las marcas del amor que se profesaron en lo más íntimo del hogar.

Taehyung sonrió, aceptando esas palabras al mismo tiempo que se permitía sentir el calor dentro de su pecho extenderse por todo su cuerpo.

"¿Será que puedo volver a ser feliz? ¿Esto es a lo que se refería el señor Lee? ¿Seokjin es mi milagro de navidad?" pensó mientras se acurrucaba contra el cuerpo de su amado novio, sintiendo el cariño, el deseo y la esperanza calentarle la existencia.

Y esa fue la primera navidad, después de doce largos años, en la que Taehyung se permitió ser feliz y sentir el "espíritu navideño" abrazarlo y calentarle el corazón una vez más.

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