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jamás...

🎄

—Oye Tae...

—¿Mmm?

—Tae...

Eran las dos de la mañana en pleno verano, el calor era insoportable incluso con las ventanas abiertas y la fina sábana debajo de ellos.

Taehyung estaba dormido a un lado del pelinegro, murmurando con descuido al escuchar su nombre entre sueños.

—Tae... —apremió el mayor picando una de las costillas desnudas de su novio —. No puedo dormir.

—Pero yo sí. —Se quejó el castaño girando en su lugar para poder observar al mayor a los ojos —. ¿Qué pasa?

—Tengo calor.

—Yo también Seokjin.

—Vamos a por un clima.

—Son las... —Taehyung miró el reloj de su muñeca con manecillas que brillan en la ocuridad —, ¡Dos de la mañana!

Seokjin pegó un pequeño brinco en su lugar al escuchar la exclamación de Taehyung.

—Por favor.

—¿Y en dónde se supone que encontremos algo? Lo máximo que podríamos comprar sería un ventilador de mano en la tienda de abajo.

Seokjin se removió incómodo, frunciendo los labios con pesar.

—Mejor dime qué es lo que te pasa, llevas días raro y no es por el calor.

—Quiero que vivas conmigo —soltó atropelladamente por lo rápido de sus palabras.

Taehyung se levantó por fin de la almohada, sentándose recto y apoyando la espalda en la cabecera, igual que Seokjin.

—¿Eso es lo que no te deja dormir? —Observó a su novio asentir —. ¿Cuánto llevas pensando en esto? ¿Por eso no has dormido en la última semana? ¿Eso es lo que no te deja comer bien?

Seokjin volvió a asentir mientras abrazaba sus rodillas y se sonrojaba al sentirse expuesto y tonto.

—Amor, no hay nada que me haría más feliz que vivir contigo —dijo Taehyung con una sonrisa enorme y cuadrada, cerrando los ojos al ampliarla cada vez más.

Seokjin se abalanzó sobre él, besando sus labios, frente y mejillas en reiteradas ocasiones.

—Bien, en la mañana hablaremos de esto entonces —sentenció antes de acostarse por fin.

El estrés había abandonado su cuerpo en cuestión de segundos, llevaba al menos una semana pensando en aquella propuesta, valorando pros y contras, aunque no había encontrado nada malo por lo que debían posponer la mudanza, el problema era decirlo, pero ahora que estaba hecho, ya no había nada que lo mantuviera tenso y ansioso.

Taehyung bufó con diversión antes de acostarse a su lado, lo suficientemente lejos para no perturbar el colchón de aire entre ambos que impedía a sus pieles volverse pegajosas, estirando el brazo para colocar una mano sobre el hombro del mayor, en sustitución del abrazo de "cucharita" en el que solían dormir.

🎄

—Y dime Taehyung, ¿Ya no piensas volver a tu casa?

—¡Mamá!

—Lo siento, es solo que cada vez que vengo él está aquí, ya ni siquiera puedo pasar tiempo a solas con mi hijo.

—Mamá, basta. Taehyung...

—No, tiene razón... iré a mi casa por algunas cosas, ustedes deben tener mucho qué platicar —sentenció Taehyung con la poca paciencia que le quedaba, levantándose del comedor y tomando sus llaves —. Volveré antes de la cena.

Al cerrar la puerta detrás de él alcanzó a escuchar la aguda voz de la mujer.

—Já, y ni siquiera nos ayudará a cocinar.

Seguida del molesto regaño de su hijo.

Taehyung caminó hasta la parada del autobús con las manos dentro de los bolsos de su pantalón. Ya no había nada qué recoger de su casa, lo poco que tenía ya llevaba meses en casa de Jin y lo demás lo había tirado a la basura, de hecho, la casa ya se encontraba siendo revisada para volver a ser rentada pronto; así que tras un largo suspiro para destensar sus músculos, Taehyung abordó el autobús que iba hacia el centro, decidido a pasar un buen rato a solas.

🎄

—Supongo que solo puedo felicitarlos... —masculló la mujer con los labios fruncidos a modo de disgusto.

La noticia de que su hijo empezaría a vivir con su novio no la sorprendió, pero sin duda guardaba la esperanza de que este cambiara de opinión.

—Gracias, señora Kim —respondió Taehyung con los dedos de la mano entrelazados con los de Seokjin por debajo de la mesa.

—Por cierto, Jin... he estado hablando con la madre de Moonbyul y ella al igual que yo coincidimos en que si ustedes dos hubieran seguido con sus citas, nuestros nietos ahora serían los más hermosos de todo Corea —canturreó la mujer bebiendo un pequeño sorbo de su té.

Taehyung sintió su corazón dar un vuelco y Seokjin rodó los ojos con hastío, conteniendo las ganas de echar a su madre de la casa.

—Mamá, deja de hacer eso, dudo mucho que a Byul le guste lo que su madre y tú hacen; por otra parte, entiende que detesto que hagas eso, Taehyung es mi novio, vivimos juntos y a menos que muera repentinamente, estaré a su lado por muchos años más.

—Jinnie, yo no quería...

—Claro que no querías, pero lo hiciste, así que como hagas un comentario más de ese estilo, tendré que pedirte que te vayas —dijo el pelinegro con los dientes apretados —, y cuando veas a la madre de Byul, puedes decirle o no que está mal lo que hace, dudo mucho que su hija permita que se expresen así frente a ella y Yongsun.

La mujer cerró la boca con fuerza, formando una línea recta con sus labios. Taehyung sentía ganas de llorar y al mismo tiempo de reírse en su cara, pero se contuvo de hacer cualquiera de las dos, comiendo sin siquiera levantar la vista de su plato; con un hermoso sentimiento cálido extendiéndose por su pecho a medida que el pulgar del mayor acariciaba el dorso de su mano con cariño.

🎄

—Mamá me dijo que en la iglesia a la que va están pidiendo donativos para estas fechas, ¿Te parece si les damos los adornos del año pasado? Me gustaría poner algo diferente —dijo Seokjin de forma descuidada, intentando restarle importancia, pero extremadamente atento a la reacción que pudiera tener el castaño.

Por eso no pasó desapercibido para él el leve encogimiento de hombros ni la tensión que se formó en la nuca del menor, haciéndolo sentir ligeramente culpable.

—Está bien, ¿Como qué te gustaría? —La sonrisa que Taehyung le dedicó luego de aceptar fue la confirmación que necesitaba, haciéndole saber que no había problema con tocar el tema.

24 de Diciembre. 2032

—¿En serio Jin?

—¡Sí! ¡Me encanta!

—Pero llevemos los blancos también.

—De acuerdo.

La pareja volvió a casa con el maletero lleno de cajas y adornos nuevos.

—No puedo creer que haya accedido a hacer esto —murmuró Taehyung mientras veía a Jin colocar la estrella en la punta del pino.

—Lo haces porque me amas y yo te amo por hacerlo —respondió el mayor mientras bajaba de la escalera, besando la punta de la helada nariz contraria.

—Pero el amarillo es tan...

—No te atrevas Kim Taehyung. —El aludido respingó por lo bajo, pero se contuvo de decir lo que pensaba —. Además, el blanco le da un buen contraste, no es como si fuera todo del mismo color.

—De acuerdo, vayamos adentro que me estoy congelando el culo.

—Yo te lo caliento. —Taehyung soltó una carcajada mientras sentía la traviesa mano de su amado novio acariciarle el trasero con firmeza.

Esa noche fue casi como cualquier otra, con la diferencia de que esta vez, Taehyung se atrevió a comprar algo para Seokjin. Un par de horribles y calientitos calcetines a rayas, con el rojo y verde resaltando.

—Pero yo no te compré nada... —se quejó Jin con lágrimas de alegría en los ojos y los calcetines fuertemente agarrados contra su pecho.

—No importa, es solo que comienza a asustarme lo helados que se te ponen los pies por la noche y odio la sensación de tenerlos contra mi espalda o abdomen.

Seokjin sonrió con fingida inocencia mientras ponía ojos de cachorro y segundos después, un puchero.

—No es para que te pongas triste, amor —dijo Taehyung mientras besaba los abultados labios —. Estoy encantado de poder mantenerte calientito, pero una ayuda no está mal.

Seokjin asintió mientras ambos caminaban hacia el sofá, tomando asiento frente a las galletas de jengibre recién salidas del horno, el chocolate caliente y el bowl repleto de palomitas. La lista de nuevas películas aguardaba y ambos se acomodaron en el sofá, Seokjin luciendo sus nuevos calcetines, a juego con su pijama nueva en color verde, con una máscara del "Grinch" colgando a su espalda en forma de gorro; mientras que Taehyung portaba una en color azul, con un pequeño canguro de peluche a juego.

—¿Te gustaría hacer un intercambio de regalos el próximo año? Podemos invitar a Namjoon, Yoongi, Moonbyul y Solar —propuso el mayor de forma distraída, mientras pasaban los créditos iniciales de la película.

—No estaría mal, creo que me siento listo para compartir la navidad con más personas, pero los regalos deben ser algo significativo.

Seokjin asintió sin decir una sola palabra más, pero su corazón latía desbocado, producto de la adrenalina y la alegría que ese pequeño intercambio de palabras le había provocado.

"Haré que tus navidades vuelvan a ser especiales, alegres e inolvidables mi amor." Prometió, acurrucándose al lado de su amado novio.

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