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a contar,

—Pero señor Kim, eso es peligroso.

—No se preocupe señora Lee, no lo usaré mucho tiempo, es solo una pequeña broma.

—Bien, pero no dejes que el foco se caliente y asegúrate de que el aislante cubra bien los cables.

—Muchas gracias, ¿Cree que pueda estar listo antes de navidad?

—Por favor, sabes que sí, sino, no habrías venido conmigo. —Seokjin sonrió en grande ante las palabras de la única persona que sabía, era capaz de hacer una locura como la que le había pedido.

La señora Lee le sonrió de vuelta apremiando al pelinegro para que saliera de su tienda lo antes posible, pues se anunciaba una tormenta nevada en la próxima hora y según había oído, Seokjin debía volver al trabajo; además de que tenía el tiempo encima, era finales de noviembre, si quería terminar el par de suéteres recién encargados, debía darse prisa.

24 de Diciembre. 2035

"Feliz navidad.
Feliz navidad.
Feliz navidad.
Próspero año y felicidad."

Taehyung tarareaba suavemente al ritmo de la música en la radio, acomodando los últimos detalles de la pequeña y redonda mesa de madera donde más tarde, él y su amado novio celebrarían Nochebuena.

Al parecer al jefe de Seokjin sí que se le había hecho costumbre citar a sus trabajadores en vísperas navideñas, por lo que por segundo año consecutivo, Taehyung tuvo que terminar de adornar la casa él solo.

Los adornos rosas y platas creaban un ambiente cálido y delicado dentro de la casa, haciendo a Taehyung sonreír con cada pequeño detalle que concluía, ya estaba deseando ver la reacción de Seokjin ante los adornos de su color favorito.

El lechón ya se encontraba en el horno, el vino estaba enfriándose dentro del hielo y las velas en sus candelabros. Todo sería hermoso y perfecto como cada año desde que Taehyung conoció a Seokjin.

"I wanna wish you a merry christmas
I wanna wish you a merry christmas
I wanna wish you a merry christmas
From the bottom of my heart."

Unos últimos giros al delgado lazo rojo hicieron que el muérdago quedara bien sujeto sobre la puerta y que una enorme sonrisa cuadrada adornara los bonitos labios de Taehyung al imaginarse recibiendo a Seokjin en el umbral, con un enorme beso que probablemente terminaría con ellos en la cama y la cena un poco más fría de lo que debía estar.

Interrumpimos nuestra programación de villancicos para recordarles que deben tener cuidado mientras viajan en auto.

Taehyung escuchó distraidamente a la locutora mientras guardaba la escalerilla donde se había estado subiendo para colgar los adornos.

No olviden cambiar sus neumáticos y tomar todas las precauciones necesarias. Nuestro compañero, Jung Hoseok, se encuentra en la pendiente más peligrosa de este día. Hoseok estamos contigo.

La voz de un hombre se escuchó ligeramente distorsionada a través de la radio.

Así es mi querida Hyejin. Me encuentro en la pendiente de la carretera principal. Debo advertir que el frío aquí es increíble.

Taehyung frunció el ceño, preocupado y agudizando más su oído para prestar la suficiente atención a las palabras del reportero. Esa carretera era por donde Seokjin viajaba a diario para ir y volver del trabajo. Con paso rápido, el chico se acercó al aparato para subir el volumen.

La temperatura ha descendido mucho el día de hoy, el viento que nos azota es terrible y sobre todo, el suelo se encuentra congelado. A todos nuestros radioescuchas, les pedimos por favor tengan mucho cuidado, lleguen a salvo hasta sus casas.

Ahora el chico se encontraba parado a mitad del comedor, mirando con el ceño fruncido aquél aparato, sin embargo, sé relajó de inmediato al escuchar un nuevo villancico comenzar a sonar.

Estaba por irse a bañar, sacándose el delantal con figura de una galletita café por la cabeza, cuando la voz del chico se volvió a escuchar al otro lado de la línea.

Lamento mucho tener que interrumpir de nuevo, ha ocurrido un accidente justo frente a nuestros ojos. Las autoridades han sido notificadas y justo ahora empiezan las labores para evitar otro desastre. Por favor, si por alguna razón debía pasar por aquí, evite la ruta. Un hombre ha sido arrollado, el auto tiene placas...

Taehyung dejó de escuchar claramente, revolviendo su cabello con frustración al buscar su teléfono con la vista.

Aquella carretera era sumamente peligrosa en cualquier época del año, eso todos lo sabían y aún así, el castaño no entendía por qué Seokjin insistía con ahorrarse el pasaje que lo llevaba de un extremo a otro del lugar, prefiriendo atravesarlo caminando.

Una vez halló el aparato, marcó con prisa su único contacto destacado, empezando a desesperarse cuando el sonido de llamada se prolongaba por no ser respondida. Él no quería ser pesimista, pero realmente no creía que pudiese haber otra persona tan testaruda para recorrer ese camino a pie.

—Mierda Kim, más te vale responder el maldito teléfono o voy a enojarme —exclamó entre dientes, intentando mantener sus nervios a raya.

Llamó una, dos, cinco veces, colgando únicamente cuando la respuesta automática le hablaba.

Podía sentir sus ojos picar, su corazón acelerado y su respiración hacerse pesada con cada "bip" que resonaba al otro lado de la línea.

Iba a llamar una vez más cuando el sonido de unas pisadas y el tintineo metálico de lo que parecían ser llaves se escucharon al otro lado de la puerta.

—Tú... estúpido, necio y testarudo. ¿Tan difícil es responder para decir que estás por llegar? —Taehyung se acercó a la puerta rápidamente, girando el pomo con una brusquedad innecesaria.

Abrió la boca para reclamar, pero la imagen al otro lado lo detuvo abruptamente.

—Taehyung... Buenas tardes. —Saludó el hombre vestido de policía, y cabello rubio.

—J-jimin... Oficial Park. ¿Qué hace aquí? —Al fondo de la casa se escuchaba la radio, el reportero seguía detallando el accidente y las sirenas de las ambulancias se escuchaban también, generando un tétrico ambiente.

El hombre herido está siendo trasladado y ha sido reconocido. Hyejin, volvemos contigo.

Taehyung, debes acompañarme.

—¿Pasó algo? —Taehyung sintió la presión en su pecho que solo la angustia podía generar. Tenía que preguntar, aún si lo suponía, debía escucharlo o no lo creería.

—Seokjin tuvo un accidente en la carretera. Por favor acompáñame al hospital.

El castaño pudo sentir cómo la fuerza de sus piernas se evaporaba por unos segundos, el mundo a su alrededor giró con brusquedad y las náuseas le subieron por la garganta cuando sus presentimientos y suposiciones se hicieron reales.

Con prisa tomó la chaqueta que colgaba en el perchero junto a la puerta, casi rompiendo un jarrón al tomar sus llaves.

No le importó cerrar la puerta con seguro, ni siquiera le importó llevar unos pants viejos y desgastados, él solo podía pensar en su amado y la persona que había provocado aquello. Se sentía furioso y con un doloroso hueco en el corazón que hacía años no sentía.

El oficial y él no emitían sonido alguno, Jimin evitaba hablar porque no había nada que pudiera decir y Taehyung solo intentaba no soltarse a llorar mientras agradecía no estar siendo interrogado, porque no podía prometer no ser grosero.

Oficial Park. Oficial Park. Aquí Lee. Nos informan que el hombre de la primera ambulancia ha fallecido, por favor presentese de inmediato al hospital.La voz de un hombre salió desde la radio del oficial, que manejaba con la vista clavada al frente.

Taehyung se tensó de inmediato. "¿Fallecido? Seokjin no puede estar muerto. No... debe ser un error, debe ser otra persona, sí, seguro era alguien más." Intentó tranquilizarse.

Los pensamientos del preocupado castaño fueron interrumpidos por una nueva voz femenina que salía de la radio instalada en la patrulla.

Atención a todas las unidades, eviten la avenida principal si se dirigen al hospital, hay un bloqueo causado por otro accidente leve."

Jimin se tensó en su lugar, agarrando con fuerza el volante. Esa avenida era el camino más rápido hasta el hospital. Si estaba bloqueada, las ambulancias debían estar atoradas. Se desvió levemente, tomando un camino alterno al acostumbrado para llegar al lugar.

Al llegar, Tehyung descendió rápidamente de la patrulla, las palmas de sus manos sudaban y no podía mantenerse quieto, azotando la punta de sus dedos contra el mostrador en cuanto llegó a pedir informes.

—Enfermera, busco a Kim Seokjin.

—¿Parentesco?

—Soy su... esposo —mintió, a sabiendas de las complicaciones que tendría si declaraba ser algo más informal como un "novio". La enfermera tras el escritorio miró brevemente al nervioso hombre que esperaba recibir la información.

—Claro... —Taehyung sintió la desesperación ahogarlo cuando vio a la chica teclear sin prisa. —No tenemos a ningún Kim Seokjin en el sistema.

—Debe ser un error, por favor revise de nuevo.

—No hay error. Le aconsejo vaya a otro hospital o espere un momento aquí. Hay traslados que aún no llegan.

Jimin tomó a Taehyung del hombro, indicando de manera silenciosa que eso era lo que debían hacer.

—¿Estabas preparando la cena? —Jimin intentó distraer a su amigo.

—Sí. —Respondió cortante, agitando el pie para distraerse.

—No dejaste nada en la estufa. ¿Verdad?

Eso sí que distrajo al castaño, que rápidamente sacó su teléfono para llamar a alguien.

—Namjoon. ¿Está Yoongi ahí? Uh... de acuerdo, pero no quemes mi casa por favor. Dejé algo en el horno y olvidé apagarlo. Jin y yo no llegaremos a casa hoy... Sí, debes girar la última perilla de la estufa... Así es... Gracias. No, no te preocupes, todo en orden. Sé que no tienes nada preparado. Así que consideren esta cena mi regalo de bodas... lo sé, lo siento... Seokjin dijo que quería darles sábanas, pero lo mío es mejor... Sí, los visitaremos pronto. Disfruten la comida.

—Cierto... no fuiste a la boda de Namjoon. —Dijo Jimin al ver al hombre colgar la llamada.

—Sí, la madre de Seokjin organizó algo por su cumpleaños y nos habría matado si no íbamos. —Taehyung agachó la mirada, pensando en cómo le diría a esa señora que tanto lo odiaba, que su hijo estaba en el hospital.

—¿Por qué no les dijiste en dónde estás?

—No quiero que se preocupen. —Respondió en un susurro, deseando no tener que darles malas noticias después.

Taehyung se quedó serio de repente. Su semblante era triste y sin ánimo. Por lo que Jimin prefirió no decir nada más.

El tiempo pasó de manera lenta y tortuosa, el castaño había comenzado a caminar de un lado a otro, volteando cada tanto hacia la entrada de emergencias.

Solo habían pasado cinco minutos, pero él sentía que habían sido cincuenta. A lo lejos escuchó ambulancias, estaban cada vez más cerca. El caos comenzó en el hospital, enfermeras y médicos comenzaban a correr.

—Hombre de treinta y ocho años, accidente de auto, fractura expuesta de tibia y peroné con hemorragia atendida en el lugar. Laceración de quince centímetros sobre la ceja derecha. Pérdida vital de sangre. Se hizo RCP en la ambulancia. —Taehyung se quedó quieto mientras veía entrar a los paramédicos empujando de manera apresurada una camilla.

El personal de salud comenzó a moverse, frases a medias llegaron hasta sus oídos: "paro cardiaco", "quirófano", "médico de guardia", "falta de personal". Había dejado de prestar atención, su vista se enfocaba sobre el cuerpo inconsciente en la camilla.

No había duda, era él. Pudo reconocerlo aún si estaba cubierto de sangre, con un apretado vendaje cubriendo gran parte de su rostro y un chico subido en sus piernas mientras apretaba su pecho, intentando mantenerlo con vida.

—¡SEOKJIN! ¡NO POR FAVOR! ¡NO MUERAS...! —Taehyung comenzó a correr detrás de la camilla, sacándose de encima con un manotazo a todos los que intentaban detenerlo.

—¡Taehyung! Para. No hay nada que puedas hacer. Deja que ellos hagan su trabajo. —Jimin sujetaba con mucho esfuerzo a su amigo, que intentaba correr detrás de la camilla para alcanzarla.

Taehyung se dejó caer derrotado, permitiendo que Jimin lo abrazara.

Antes de que las puertas que conducían a los quirófanos se cerraran, lo último que pudo ver fue el largo abrigo café de su amado, sus pantalones de vestir cortados hasta los muslos y la sangre manchando todo.

Jimin no tenía idea de cuánto tiempo habían pasado abrazados sobre el suelo, pero cuando se levantaron, una de sus piernas se encontraba entumecida y rígida.

Taehyung caminó lentamente hasta los asientos de espera, sin embargo no pudo permanecer mucho ahí, la angustia no se lo permitía, comenzando a caminar de un lado a otro tantas veces, que parecía querer hacer una zanja en el corredor. El rubio no quiso decir nada, dejándolo liberar su estrés de aquella manera.

Después de un tiempo, Taehyung no sabía cuánto, las puertas de aquella sala de la tortura se abrieron por fin, dejando ver a un enfermero con semblante derrotado, desanimado y cansado. Tras él, el castaño pudo vislumbrar al resto del personal médico caminar lentamente, tirando las batas desechables al contenedor de basura y ahí donde todo debía ser azúl, había grandes y húmedos machones de sangre, roja y brillante.

Los vio salir caminando como en cámara lenta, con la mirada gacha, rehuyendo a sus ojos.

—¿Familiares del señor Kim? —Preguntó el último médico que salió por la puerta.

—Soy yo... —Susurró Taehyung. Quedándose estático en su lugar, viendo al hombre acercarse.

—¿Señor...?

—Kim.

—Señor Kim. Lo siento mucho... —Taehyung jamás había tenido que atravesar una situación igual, pero sabía que nada bueno podía suceder tras aquellas palabras.

Todo fue difuso luego de eso.

"Paro cardiaco... Pulmón perforado... Sin remedio... Lamentamos... Familia... Muerto... Muerto... MUERTO... MUERTO... MUERTO..."

Taehyung no supo quién lo llevó a casa. Tampoco supo quién firmó los papeles de la morgue. Ni quién lo acompañó durante la primera semana después de eso.

Simplemente Taehyung no supo cómo pudo seguir viviendo, él solo se sentó en la cama, observando la nieve caer tras el cristal como si el cielo también llorara la reciente pérdida o como si se disculpara por haberle arrebatado lo único que le quedaba.

"¿Qué es esto?" Se preguntaba sin siquiera darse cuenta, con una taza de té ya más que frío entre sus manos por el paso del tiempo. "¿Por qué de nuevo? ¿Acaso no merezco ser feliz?"

Taehyung se sentía en una pesadilla sin fin, preguntándose si se podía tener tanta mala suerte como él o era algún tipo de karma acumulado, pero de lo que sí estaba casi seguro y a juzgar por todo lo que estaba pasando, era de que él no estaba destinado a disfrutar de aquellas fechas. 

-_-_-_-_-_-_-

Ayer no tuve tiempo de actualizar!!! Lo siento.

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