Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

41. Recordando malos momentos.



Había tenido una noche perros, no dormí nada en lo absoluto y tenía sueño, pero la opresión que tenía en el pecho y el nudo de espinas que se encontraba en mi garganta, eran más grandes que cualquier otra cosa en mi sistema.

Jordan no había aparecido en la noche, tampoco había llegado temprano por la mañana y eso en cierta manera, me preocupaba. ¿Dónde estaba? ¿Estaría bien?

Me darían de alta en unos minutos y ya estaba completamente vestida, con unos leggins de gamuza negros y una camisa de mangas largas de color azul cielo, más mis siempre fieles Vans. Rachel se había encargado de buscar mi ropa en mi departamento y también había trenzado mi cabello hacia atrás. Connor estaba acostado junto a mí y lo agradecía, necesitaba a mi mejor amigo.

Mi ánimo estaba por el suelo y ciertamente, me sentía fatal, tenía unas inmensas ganas de llorar que apenas y podía controlar. Inhalé profundo varias veces, concentrándome en alejar la pesadez y el dolor en mi cuerpo.

—¿Quieres quedarte conmigo? —pregunta Connor acariciando mi brazo—. Sabes que no es problema.

—No quiero molestar, Conn —le sonrío y él hace una mueca triste.

—Entonces, te quedarás conmigo —salta Rachel con una enorme sonrisa, estaba a punto de negarme, pero ella me interrumpió—. Y no aceptaré un no por respuesta, y tampoco es una molestia. Por lo general James nunca está en casa y tenemos mucho espacio —me corta antes de que siquiera logré hablar.

Les había comentado a ellos la situación con Jordan, pero solo a Rachel le había dicho el nombre de aquella chica y me dijo que no podía hablar sobre eso. La entendí perfectamente, ella me quería, pero su amistad con Jordan era inquebrantable.

La puerta se abre con rapidez y observo al doctor entrar seguido de Joel.

—Buenos días —saluda con una sonrisa—. Bueno, Bailee. Ya puedes irte a casa, solo te recomiendo guardar mucho reposo y no esforzarte tanto. Nada de peso y de movimientos bruscos, te receté todos los analgésicos necesarios —asiento—. Si te duele mucho o siente constantes pulsadas, puedes ponerte algo de hielo. Creo que eso es todo, que te mejores.

—Gracias por todo, doctor —le sonrío y él me corresponde para luego salir de la habitación.

—Bueno, cuñadita... La gran casa te espera —dice Joel con una sonrisa y yo me apresuro a negar—. Bailee, no puedes volver a tu departamento.

—Lo sé, no iré ahí... Pero tampoco quiero ir a la gran casa —suspiro bajando la mirada—. Me quedaré con Rachel...

—Bailee...

—Joel, tu hermano necesita tiempo para aclarar su mente, ¿verdad? —asiente—. Bueno, pues yo necesito lo mismo.

Él sabía lo ocurrido anoche y no había puesto mala cara, al contrario, se portó muy comprensivo. Como todo un hermano mayor, cosa que Matt no pudo imitar.

—No llegó a casa anoche —murmura poniéndose de pie frente a mí—. No creo que llegues a verlo...

—Por favor, Joel —suplico con los ojos cerrados, negándome a llorar.

—Está bien —me sonríe y aprieta mi hombro con cariño—, pero yo las llevaré.

Asiento y le sonrío cuando me ayuda a caminar hacia la salida, Rachel es la que se va conmigo en la camioneta, pues Connor debía ir a trabajar. Mi amigo se encargaría de hablar con nuestros jefes, ya que me pidió que no me preocupara por aquello.

—Ya vendrá —Rachel aprieta mi mano con suavidad—. Es demasiado terco y orgulloso, ya verás cómo luego te está buscando como loco —ríe y yo muerdo mi labio inferior—. Jordan no puede vivir sin ti, Bailee. De eso no me cabe duda.

[...]

Rachel se había tomado eso de tenerme en su casa por todo lo alto, incluso acondicionó una habitación para mí y cito: «Necesitas estar cómoda, por eso hice esto. ¡No te quejes y ve a dormir!».

Sus palabras, no las mías.

Pero no había podido cerrar los ojos y mucho menos dormir, me estaba asfixiando y mi cuerpo no colaboraba con ese hecho. Me dolían las costillas y mi labio inferior ardía como los mil demonios, sin contar el moretón en mi mejilla y la marca violácea alrededor de mi cuello.

Mi teléfono estaba desbloqueado sobre mis manos, la fotografía en dónde estamos Jordan y yo sé marca en la pantalla, logrando que me sintiera extraña. Cómo si lo necesitara cerca para por respirar con normalidad y no estaba lejos de ser así.

Casi todos los días nos veíamos, a excepción de cuando debía acompañar a sus hermanos a hacer un encargo o simplemente debía reunirse con alguien y eso duraba más de la cuenta.

La puerta se abre y observo a Rachel entrar con una sonrisa.

—Sabía que estabas despierta —ríe y le sonrió un poco—. Te traje pastel, lo hice ayer y creo que está buenísimo... Claro, la única que lo probé fui yo —sacude su cabello y deja el pequeño plato en la mesita de noche, sus manos se pasean por sus jeans y sus ojos se conectan con los míos—. Alguien vino a verte.

—¿Quién...? —la pregunta muere en mi boca cuando el rubio entra a la habitación en completo silencio. Su ceño está fruncido y cuando sus ojos azules caen sobre mí, un destello de culpabilidad cruza su mirada.

¿Por qué?

—Yo... Los dejaré solos —dice Rachel con cierto grado de incomodidad en su tono de voz—. Cómete todo el pastel, no has comido nada en todo el día —me señala y solo soy capaz de asentir. La castaña hace su camino hacia la puerta, pero se detiene justa al lado de Jordan—. Lo arruinas y te descuartizo vivo.

Eso último se lo dice en voz extremadamente baja, pero aun así logro escucharla y aún y cuando me parece divertido, no puedo siquiera sonreír. La puerta se cierra y estamos mi novio y yo completamente solos, pero se puede sentir la tensión en el ambiente. Bloqueo mi teléfono y bajo la mirada, no teniendo las fuerzas para mirarlo, cosa que no debería sentir, pues fue él quien se marchó.

La cama se hunde frente a mí y sé que se ha sentado, pero sigo con la cabeza agacha, sin saber que hacer realmente.

—Clara era mi novia, hace más de siete años —dice, sorprendiéndome y desconcertándome demasiado. Lo miro a través de mis pestañas, sin levantar mucho la cabeza—. Tenía dieciocho y ella era todo lo contrario a mí, en cierto modo, pues su padre era socio del mío —sus manos se entrelazan en su regazo, su pecho se eleva cuando toma una profunda respiración—. Pero, aun así, era muy diferente a mí, era más sociable y más amigable —sonríe con nostalgia, y un pinchazo de algo que no sé reconocer, aborda mi estómago—. Me enamoré de ella al instante, fue casi imposible no hacerlo —comienzo a jugar con mis dedos al escuchar su comentario.

—¿Por qué no estás con ella? —mi voz es un susurro inestable que delata mi temor y necesidad de escuchar la respuesta.

—Porque que está muerta —mi corazón se detiene un segundo—. Porque yo la maté.

—¿Qué? —¿Qué él que? Mi ceño se frunce levemente, sin comprender en absoluto sus palabras.

—En ese entonces, yo era un estúpido —cierra los ojos mientras suspira—. Todo para mí era alcohol y las carreras, ya que papá aún no me dejaba estar a cargo de nada —niega con rapidez—. Lo único que me mantenía cuerdo, en cierto modo, era ella. Pero como siempre, mi vida es una mierda. Fred es el único hijo de Mario Forest y eso lo convertía en el hijo de puta más engreído de esta mierda de planeta. Una noche llegó al lote de Jonathan y quiso competir, quería ganarme como siempre lo había anhelado. Y yo como el imbécil que soy y como estaba tan ebrio, acepté —escucho atenta todo lo que dice, pero algo dentro de mí se marchita cada vez que se refiere a sí mismo con esas duras y grotescas palabras—. Clara insistió en ir conmigo, al principio me negué, pero estaba demasiado borracho como para hablar y ella solo subió al auto. Nos pusimos en posición y la carrera comenzó igual, pisé el acelerador con todas mis fuerzas, en intento de ganarle al grandísimo imbécil de Fred, pero todo se fue a la mierda —sus ojos se cerraron con fuerza, sus manos subieron hasta enredarse en su cabello—. Estaba ebrio, sí, pero vi perfectamente por el retrovisor cuando Fred chocó la defensa trasera de mi auto con el suyo y segundos después perdí el control. El auto se desvío y chocamos contra un árbol... La borrachera se me bajó de golpe y luego de eso... Lo único que viene a mi mente son leves fragmentos de lo que ocurrió —mi corazón está palpitando demasiado rápido y mis ojos están completamente empañados—. Clara murió al instante, y... no pude hacer nada... —negó y su rostro se elevó hacia mí, sus ojos estaban nublados y rojizos. Una lágrima descendía de manera silenciosa por su mejilla y mi corazón solo se estrujaba al verlo así—. Dos semanas después... estaba fuera de control, no iba a casa solo me la pasaba ebrio y drogado —eso último me paraliza el cuerpo entero—. Me encontré con Fred y él no dejaba de hablar de esa mierda y no me pude controlar... Lo golpeé hasta quedarme sin fuerza, estrellé su cabeza contra el pavimento incontables veces. Lo dejé en coma por dos años, por una contusión cerebral —un jadeo escapó de mis labios inconscientemente y las lágrimas ya eran cascadas sobre mis mejillas—. Por eso está detrás de mí, porque quiere joderme la vida, así como yo se la jodí a él.

Estoy anonadada, sorprendida, confundida y muy, muy desconcertada. Pero, aun así, no puedo verlo como el malo de la película.

—No fue tu culpa —murmuro, una risa carente de humor escapa de sus labios, haciéndome fruncir el ceño—. No fue tu culpa. ¿Es que no lo ves?

—¿Ver qué? —me mira incrédulo—. Maté a una de las personas que amaba y... aunque el muy maldito se merecía su buena paliza, no debía terminar en una cama de hospital por dos malditos años —sisea con los dientes apretados—. Él viene detrás de mí, y te garantizo que yo acabaré con él... Pero eso no quita el hecho de que le haga daño a las personas a mi alrededor. Lucharé contra él, Bailee. Pero no puedo permitir que dañe a mi familia.




Ay, mi querido Jordan, ven acá que te quiero abrazar.

¿Quién más quiere consolar a Jordan?

Todos los que me sigan en Instagram y quieran "Una bestia bajo la tormenta" en físico, hagan una historia etiquetándome a mí y a Nova Casa Editorial, los estaré reposteando. ❤️

¡Voten, comenten y compartan mucho!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro