Génesis 40

16 Viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien, dijo a José: También yo soñé que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza.

17 En el canastillo más alto había de toda clase de manjares de pastelería para Faraón; y las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza.

18 Entonces respondió José, y dijo: Ésta es su interpretación: Los tres canastillos tres días son.

19 Al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre ti.

Salgo de la mansión después de despedirme de la hermana Alice y ya Darco me está esperando.

Pero no solo él también hay más autos tipo blindaje siete.

Parece que se pusieron de acuerdo con los escoltas de la hermana Alice.

Son demasiados hombres los que comienzan a rodeardome.

Eso hace que me sienta un poco incómoda.

Les sonrió como saludo a lo que ellos responden con un asentimiento de cabeza.

Camino hacia el auto y me subo.

-¿Por qué hay tantos escoltas? -le pregunto a Darco -¿Acaso no es un desperdicio de dinero?.

-no, -responde él -es por su seguridad.

-pero son muchos.

-si supiera que pueden ser más los que quieren matarla -habla de ello como si hablara de comida.

Decido que este es el final de la conversación así que no vuelvo a decir nada.

Me pongo los audífonos y comienzo a escuchar la biblia en audio.

Mientras la escucho siento una extraña sensación de vacío en mi.

Siento que salí de esta casa sin haber terminado lo que iba a hacer.

Se supone que me iba a ganar a Mibsan para Dios.

Horas después.

Me encuentro en mi habitación orando de pie, camino de un lado a otro mientras lo hago.

Luego de orar por mi vida, mi familia, las almas, el grupo de alabanza, el grupo de campo y otras cosas más, me dispongo a descansar.

Me acuesto con la intención de dormir, pero no lo logro.

En mi mente sigo pensando que soy una cobarde.

Pero vamos.

Yo siempre he sido una chica a la que nadie le puede tocar un pelo o decir nada, porque mi primo siempre me está protegiendo.

Pero ahora en esa casa, ese chico caprichoso me dice de todo.

Siempre anda buscando la forma de provocarme y lo único que quiere es que me vaya, incluso me gritó algo que es intolerable.

Creo que debería de ir a recursos humanos.

Pero tengo a mi primo que me defiende.

Aún así no soy capaz de ponerle quejas de eso.

Y ni hablar de la señorita Montreal que de no ser porque llegó Jak, me había ahogado en sopa.

Creo que lo mejor es no volver ahí.

Aunque para ser sinceros, lo correcto fue nunca entrar ahí.

Desde un principio no debí dejarme convencer por la hermana Alice.

Cierro los ojos y hago el mayor esfuerzo por dormir.

-¡¡Ayuda!! -escucho que gritan -¡¡Ayúdenme por favor!!.

Es una voz angustiante que grita con mucho dolor mientras se lamenta.

-¡¡Ayuda!! -sigue gritando -necesito que alguien me ayude a salir de aquí, yo ya no quiero vivir así.

Abro los ojos y camino en dirección de aquella voz.

Me encuentro en un lugar bastante horrible por así decirlo en donde solo se puede percibir pecado y maldad.

A medida que me acerco hacia donde se oye la voz veo muchos cadáveres de personas que desconozco.

Son tantos los muertos que ni siquiera tengo por donde caminar.

De repente veo que uno de esos cadáveres es el de mi abuela.

-¡¡Noooo!! -grito tapándome la boca con horror.

Su cadáver ya está descompuesto, pero aún así se logra a reconocer que es mi abuela.

Me aparto de ahí y comienzo a correr en dirección contraria.

-¡¡Ayuda!! -vuelvo a escuchar aquella voz.

Lo más terrible es que logro a reconocer quien es.

Es la voz de Mibsan.

Quisiera ir a ayudarlo, pero tengo miedo.

No quiero volver a ver todo eso.

Me tapo los oídos para no escucharlo gritar, pero su voz se oye más clara.

-Dios mío ayúdame a despertar -le pido.

Sé claramente que esto no puede ser verdad.

Tiene que ser un sueño o mejor aún una pesadilla, aunque se ve super real.

Mibsan sigue pidiendo ayuda.

-si tan sólo hubiera alguien -dice -alguien que me pudiera sacar de esta triste condición -se sigue lamentando.

Es ahí cuando no soporto más y decido ir.

Al fin y al cabo yo nací para esto.

Nací para ir por esas almas que necesitan de Dios.

Corro con todas mis fuerzas hacia ahí sin mirar ninguno de esos cadáveres.

Finalmente llegó a una gran piscina.

Pero está en vez de estar llena de agua.

Está llena de sangre.

Ahí también hay cadáveres.

Pero en medio de todo eso está Mibsan es cual lucha por salir aunque parece que se está hundiendo.

Aún así estira su mano y trata de salir de ahí.

Pero por más que se esfuerza no puede hacerlo.

Eso me vuelve a la realidad.

Él quizás si quiere conocer a Dios, pero hay algo que le impide y aunque me dice que me vaya, él me necesita.

No pierdo tiempo y extiendo mi mano para ayudarlo.

Lo tomo a pesar de toda la sangre que hay y me aferro con todas mis fuerzas para intentar sacarlo.

De repente veo que a mí lado aparece otro cadáver más.

Ese cadáver soy yo.

Eso quiere decir que si lo ayudo....

Que si lo ayudo...

¿Yo sería la siguiente víctima?.

Me quedo mirándome a mi misma muerta y sin darme cuenta solté la mano de Mibsan.

Si eso es así, ya no lo pienso ayudar.

Primero debo estar yo antes que los otros.

Apenas lo dejo ir, mi cadáver desaparece.

Veo la piscina y veo como poco a poco él se va terminando de hundir.

Por último veo como su mano que está hacia arriba, también se esta perdiendo en aquella sangre.

Siento una opresión en mi pecho al ver que esa alma se está perdiendo y yo lo estoy permitiendo.

«Definitivamente soy una cobarde».

«Una completa cobarde».

No puedo más.

No puedo soportarlo.

Vuelvo a tomar esa mano y con todas mis fuerzas la jalo y lo logré a sacar de ahí.

Pero todo pasó tan rápido.

Cuando me di cuenta Mibsan ya estaba arriba y se veía totalmente renovado lleno de vida.

Pero yo...

Yo...

Yo ahora me encontraba en aquella piscina y también me estaba hundiendo.

Ahora soy yo la que le está pidiendo ayuda a él.

Veo que él no duda en hacerlo y efectivamente me saca.

Pero cuando lo hace el aparece muerto, con un disparo en su corazón.

Lo más terrible de todo es que yo tenía un arma en mi mano.

Eso me daba a entender que yo...

Yo lo había matado.

Quedo sentada en la cama super asustada con esa horrible pesadilla.

Prendo la lámpara y me miró a mí misma.

Miró mis manos y afortunadamente no tengo nada.

Pero creo saber la interpretación de ese sueño o al menos un poco.

Aunque no entiendo porque en el sueño había tanta sangre.

Pero lo que si entiendo es que si ayudo a Mibsan corro el riesgo de morir, pero lo más terrible es el riesgo de llegar perderme de los caminos de Dios.

Lo más es que si eso pasa Mibsan me ayudará.

En el sueño él se ve totalmente restaurado.

Pero si me ayuda eso le costará la vida.

Me mandó las manos a la cabeza.

«Solo fue una terrible pesadilla».

«No tengo porqué ponerle cuidado a eso».

«Tal vez soñé así porque me acosté pensando en él».

«Si, tal vez sea eso».

Pero esa pesadilla era tan real.

Aún recuerdo el rostro de algunos muertos.

Lo más aterrador fue ver ahí a mí abuela.

Apago la lámpara y me vuelvo a acostar.

-Dios mío, ¿Que es lo que pasa?.

Pienso en llamar a mi pastor y contarle el sueño.

Pero al final optó por guardarlo en mi corazón.

-guardeme Dios.

Al final no pude dormir más, así que me arrodille a orar.

Después de terminar de orar a pesar de estar tan confusa, decidí tomar una decisión.

No soy una cobarde, así que a pesar de que en aquella pesadilla tuve mucho miedo y terminé en aquella piscina llena de sangre.

Aún así lo voy a ayudar, no dejare que esa alma se pierda.

Aunque temo por mi propia alma, me queda la esperanza de que si por casualidad algo llegará a pasar, él me iría a ayudar.

Por ahora solo tengo que hacer lo que me han aconsejado.

Debo guardar mi corazón.

Horas después.

Me encuentro desayunando super bien para no ir a robar a mi paciente como ayer.

Mientras desayuno me dedico a responder los mensajes de mi mejor y única amiga que por ratos suele ser intensa.

Linda:hola Gracia. (Hace un día).

Linda:responde!!. (Hace un día).

Linda:¿Por qué no me respondes?🧐, ¿Que estás haciendo?. (Hace un día).

Linda:dime la verdad 😥, se sincera conmigo ¿Ya no quieres ser mi amiga?. (Hace un día).

Linda:si es así, solo tienes que decirlo, lo entenderé 😞😭. (Hace un día).

Río al ver lo dramática que es mi amiga.

Es la única que tengo pero es como si fueran muchas porque llena mi bandeja de mensajes.

Le envío unas caritas riendo y sigo leyendo más mensajes.

Linda:donde llegue a ser así, iré a verte y te obligaré a firmar un contrato en donde quede totalmente prohibido terminar con nuestra amistad 😡. (Hace un día).

Linda: hola, he vuelto 🤗. (Hoy).

Linda:ya sé porque no me respondes, estás súper ocupada con mi hermanito 😂😂😂. (Hoy)

Linda: me imagino que la han de estar pasando de maravilla, tanto que ni siquiera tienes tiempo para responder los mensajes. (Hoy).

Linda: felicidades 🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳. (Hoy).

Linda: ¿Para cuando la boda?. (Hoy).

Río al leer eso pero inmediatamente me pongo seria.

Linda:¿Tienes la conchudez de ponerte a leer los mensajes y no responder?. (Recién).

Linda:sino me respondes, le escribiré a Mibsan y le diré que tú lo amas y te quieres declarar 😁.

Inmediatamente comienzo a escribir.

Yo:yaaaa, suficiente, deja de molestar.

Linda:😂😂😂😂.

Linda:de haber sabido que esa era la clave lo había hecho hace rato, veo que mi hermano es tu talón de Aquiles.

No le respondí más y bloqueé el teléfono.

Cuando Linda se lo propone es igual de cansona o peor que sus hermanos.

Subo a mi habitación y me cepillo los dientes antes de irme.

Me doy una última mirada en el espejo y nuevamente recuerdo aquel sueño.

Siento un escalofrío recorrer mi piel.

Eso fue tan parecido a una película de terror o peor que eso.

Salgo del baño, me echo un poco de loción, reviso mi atuendo y salgo de la habitación.

-Dios mío -comienzo a orar mientras me dirijo hacia la salida. -ahora que voy a salir de aquí yo te pido que por favor seas guardándome, enviando millares de ángeles que acampen alrededor de mi vida, amén y amén.

Mi teléfono comienza a timbrar.

Me detengo en la mitad de las escaleras y tomo la llamada.

Es un número desconocido.

-hola -contesto.

-hola -me saluda una voz masculina -¿Hablo con Gracia?.

-si habla con ella, ¿Por qué? -Pregunto un poco desconfiada.

-yo soy tu tío -responde.

-¿Cual tío?.

Inmediatamente pienso en esas personas que se dedican a extorsionar y se hacen pasar por los seres queridos.

-soy Tare -responde -he estado tratando de comunicarme contigo, busque a Jak pero me ha desconocido por completo.

Eso es típico de mi primo, desconoce a la familia por parte de mi abuela.

Ahora que lo recuerdo si hay en mi familia un tío con ese nombre, solo que es un tío lejano.

No sabía que todavía estuviera vivo.

-dime algo de mi familia -lo pruebo para saber si es él.

-tu madre fue la niña más adorable que pudo existir.

El solo hecho que hable de mi madre me hace estremecer el corazón.

-¿Sabes que pasó con ella después? -me atrevo a preguntar.

-por supuesto que lo sé -responde triste -pero no voy a hablar de eso por teléfono.

-nos podríamos reunir -me atrevo a decir.

-por supuesto -contesta -pero solo los dos, si tú primo se entera me mataría.

Río con lo último.

-mi primo no sé atrevería a tanto.

Él suspira.

-no sabes todo lo que puede llegar a hacer un hombre con tal de tener más poder.

Sus palabras me hacen dudar un poco.

Pero las descarto de inmediato.

No puedo.

No tengo derecho a desconfiar de la persona que se ha hecho cargo de mi todo este tiempo.

-lo siento, pero le prohibido que hable así de mi primo.

-si tan sólo supieras la verdad -habla con tristeza -en estos momentos estoy comprando el tiquete para volver a viajar a mi Corea amada, si deseas puedes venir a hablar antes de que me vaya.