12. A se lesiona y B lo cuida
—¡Ya les dije que sucedió! —Max se defendió de las miradas incrédulas mientras sostenía un filete congelado en su rostro magullado. —. ¿Cuántas veces lo tengo que repetir? ¡Shunichi estaba ahí conmigo! — lo instó a hablar.
—E-Eh... sí, es verdad, pero solo el agente fue quien golpeó durante el forcejeo. — el japonés vio a la intimidante familia de su amigo con ojos de ciervo.
Jessica era quien más decepcionada. Griffin limpió el sudor de su rostro, incapaz de presentarse ante el japonés debido a los moretones de Max; reconoció su nombre por ser él el amigo de su pareja y quien le enseñó origami. Asimismo, Ash jugaba con Michael en la sala del apartamento porque no le interesaba estar en medio de los gritos.
—¡Pelearte con el Policía de Tránsito! ¿En serio, Max? — la mujer masajeó sus sienes con sus dedos. —. ¡Ni siquiera tienes auto!
—¡Pero dejó que nuestro testigo huyera al permitir el paso a los vehículos en luz verde peatonal! — quitó el pedazo de carne helado de su ojo morado. —. Esos dos deben de trabajar juntos...
—Me sorprende que no esté en la cárcel —agregó Ash tras parar la oreja en la conversación. —. Asaltar a un agente de policía es un delito...
Michael asintió tras imitar al niño rubio.
—Shi, shi...
Griffin quiso mantener la calma. Su pareja tenía el carácter impulsivo y radical, había que tenerle paciencia.
—Al menos una multa no suena tan mal que estar encarcelado — sonrió tras peinar los cabellos abortados de su pareja. —. ¿Cuánto es?
De repente, Shunichi se puso angustiado y Jessica lo notó de inmediato.
Max quiso corresponderle el gesto pero los músculos faciales le traicionaron.
—D-Dos mil doscientos dólares...
Todos los presentes, hasta Michael, quedaron mudos del shock.
—¿Y la empresa lo pagará? — Griffin tanteó el terreno antes de explotar y continuó sonriendo.
Ahora Max tenía pavor de seguir hablando, por lo que Ibe habló por él:
—N-No...
Como si el suelo se partiera en dos y escaparan las llamas del infierno entre las grietas, Griffin emanó un aura temible, fulminando con la mirada a Max como si quisiese robarse su alma. Tras vivir en un ambiente menesteroso en Cape Cod, cada centavo se aprovechaba en cubrir con las necesidades básicas. Era ridículo que con esa gran cantidad de dinero sea desperdiciado en las arcas del gobierno.
—¿Será muy tarde enviarte a la cárcel para eximir de la multa?
Max tembló de pura zozobra. Griffin era más irascible y espeluznante que Jessica cuando se cabreaba.
Como dice el dicho que aplica para el joven: Del agua mansa líbreme Dios, que de la brava me libraré yo.
*
En la cena, cuando los invitados se fueron, Ash y Griffin comieron pastel de carne (de una hogaza partida a la mitad, y la parte más grande la tenía el niño) con verduras al vapor pero a Max no le emplataron la proteína.
¿Acaso estaban racionalizando los alimentos? Le pareció curioso que Ash no hiciera pucheros por la poca comida en su plato, al menos Michael eso hacía.
—¿Por qué yo no estoy comiendo lo mismo? —su corazón se rompió en mil fragmentos.
Su novio partió un gran pedazo de su comida y se lo llevó a la boca, masticando con lentitud para que Max lo viera.
—Hay que pagar la multa de algún modo —su voz estaba colmada de mansedumbre. —. Por ejemplo: empezaré a juntar dinero con respecto a lo que se gasta en tu comida...
No pudo evitar jadear de lo crueles que eran esas medidas. Prácticamente estaba empleando el castigo militar en él.
—¡P-Pero Griff! —somató la mesa con sus manos por la injusticia. —. ¡Yo no tuve la culpa! Ese agente estaba encubriendo al maldito. ¡Mira como me dejó la cara!
Ash veía la escena con inocente estupor.
—Te estoy cuidando para que no vuelvas a hacer otra imprudencia como esa, Max — cerró sus ojos y siguió comiendo. —. Es por tu bien...
En eso, Max se desilusionó pero Ash pegó una fuerte carcajada, moviendo sus piernas en alborozo debajo de la mesa.
—¡Te está llamando gordo! — dijo en tono burlesco.
—¿Q-Qué...? —ahora Max se veía más herido que antes.
Sin embargo, Griffin conservaba su temple en todo momento, no dejándose intimidar de la situación.
—Silencio, Aslan; de lo contrario serás el próximo con la dieta estricta.
El chico quedó con cara de póker y la tristeza de Max, al parecer, no iba a disminuir tan fácil.
El único que disfrutó de la cena fue Griffin.
*
Generalmente Max creó el hábito de leer un nuevo libro antes de dormir para Ash y Michael, cuando se quedaba de pijama, y su estante cada vez se llenaba de más colecciones. (porque Emma ya se lo sabe de memoria para estupefacción de todos). En esta ocasión, Ash se percató de una almohada y sábana extra en su cama.
—¿Griffin te echó su cuarto?
Según el punto de vista del niño, por la congoja y los golpes propiciados en su rostro, Max lucía más feo y patético, como si su hermano es el victimario de una violencia intrafamiliar.
—No — susurró con aflicción. —, pero como me trató hoy, de seguro no me querrá ver.
Ash ladeó su rostro. No entendía muy bien qué pasó, si en la cena Griffin actuó perfectamente normal.
—Exageras. —frunció el ceño.
—No, no lo hago... — encorvó su espalda en señal de derrota. —. Nunca se había enfadado conmigo.
—Griff solo está molesto contigo nada más — el chico parpadeó rápidamente. —. Cuando está realmente enojado, no se pone así.
—¿Uh? —parpadeó, sin poder imaginarselo.
En eso, Ash se sienta en el colchón, cabizbajo.
—Maldice y golpea sin importarle nada... —tragó saliva nerviosamente. —, así lo hacían con mi papá... — habló con los ojitos bien abiertos.
De inmediato, Max cambió drásticamente su expresión, persistir en las preguntas era encaminarse en terreno peligroso, sería hacerlo recordar sus desamparos en Cape Cod, una posible estresante reexperimentación. Además, para que Griffin haya perdido los estribos en aquella época, debió ser una situación muy seria.
Entonces, se hincó a su lado y sobó sus tensos hombros del niño.
— Hablaré con él y resolveremos este malentendido. — sonrió para hacerle sentirse bien.
—¿Acaso hubo uno en primer lugar? —levantó una ceja tras suspirar para relajarse. —. La cagaste, viejo.
—Ya... Déjame — Max sintió un poco de pesadez en su estómago porque el menor tenía razón. —. De todos modos iré hablar con él después de abarcar el primer capítulo de... ¿Hombrecitos?
El niño asintió al estar conforme con la elección literaria de esa noche.
—Ok... Suerte —se acostó pero sin apagar su lámpara. —. Si te prohíbe dormir con él, puedes irte al sofá. Yo no seré un traicionero con Griff en permitirte estar aquí... — sonrió con travesura.
—Gracias —hizo un mohín. —. Me consuelas...
Al rato de leer las primeras páginas, Ash se quedó dormido y Max se aseguró que estuviera bien cubierto con sus sábanas. Al buscar a Griffin, no lo encontró en la cocina dónde usualmente estaría mientras él se ocupaba del niño. Todavía los platos estaban sin lavar y la mesa no se había levantado.
Por lo mismo, empezó a chequear alrededor del apartamento, sin tardarse mucho en verlo en su habitación compartida, acostado y dándole la espalda.
Una imagen desoladora en todos los sentidos.
Al aproximarse, Max se sentó en el filo de la cama y palpó su espalda.
—Griffin, quisiera hablar contigo — El susodicho ni se inmutó. —, ¿o estás cansado? — de nuevo, sin respuesta. —. Iré a terminar los quehaceres.
En un movimiento rápido, se levantó pero la mano de su pareja lo sostuvo de su muñeca.
—No te vayas — permitió que viera su rostro conflictivo. —, quédate.
Max contempló la fragilidad de sus facciones.
—Griff...
Entonces, obedeció. Al estar cerca de él, rápidamente sintió cómo le contorneó con sus dedos sus heridas y se quejó sutilmente.
—Tengo que curarte —la tonalidad de su voz era suave —, aún te duelen...
Max resopló y sonrió de forma despreocupada.
—Si comparamos con las que tuve durante la guerra, esto no es nada.
Griffin hizo un gesto que su pareja no pudo descifrar.
—Perdón... por lo de hoy. Mi comportamiento no fue el mejor.
Max exhaló con fuerza. Nuevamente su novio contrapone su bienestar coml si su sentimientos no valieran.
—Hablas como si yo no hubiera hecho nada malo — bufó para sí mismo y lo obligó a que se vieran a los ojos tras tomar su mejilla. —, no me recompenses por mis malos actos, Griff. También necesito que me regañes de vez en cuando.
Entonces, más confiado y reflexivo, Griffin pronunció sin vacilar:
—Eres un idiota... — sonrió cálidamente y disfrutó el toque de su mano en su piel. —. Despilfarrando el dinero que no tenemos...
—Eso, insúltame con amor —quedó pensativo al contemplar esas ligeras arrugas que curvaban la sonrisa de su amado. —, tengo un poco de ahorros por una comisión, podré pagar la multa para no desajustarnos.
En un momento de silencio, Griffin respiró pausado, buscando una respuesta anticipada en la mirada de Max.
—No nos quedaremos pobres, ¿verdad? —dijo con el sonido de un susurro.
El corazón de Max le dolió. Esa pregunta está más ligada a una aflicción propio en la vida de su pareja. Un mecanismo de defensa en no tener que soportar la escasez, en defender su dinero a toda costa para alimentar a su hermanito y a él. No tuvo las oportunidades de estudios superiores y tomaba los empleos que podía. En parte entendía los motivos de la dificultad para él en soltar el efectivo.
—No, por supuesto que no... —Así, lo abrazó protectoramente. —. Si lo hacemos, entonces trabajaremos duro para salir de esa.
Así, Griffin suspiró con fuerza y escondió su rostro en el hombro de Max.
Se sentía seguro cuando estaba con Max. ¿Esa dependencia es buena? Quizá... Debía dejar que respirara un poco de él.
N/A: Griffin le falta manejar mucho su pasado. Aunque no lo parezca, él aún sale a relucir sus temores de manera indirecta, a pesar de que ya está alejada de esa vida, tiene a Max como un soporte emocional fuerte, pero muy profundamente su mente sigue en Cape Cod. Él ha resuelto los problemas a su manera, y aunando lo que pasó en la guerra, con su familia o con el abuso de Ash... Le es difícil de procesar todavía.
Seguiremos con Griffin en estos siguientes capítulos, preparados porque lo que se viene se complica más.
¡Estoy agradecida por el cariño que le dan a esa historia ❤️❤️❤️✨! Aún me falta escribir el último capítulo de la misma y siento que todavía no lo puedo dejar ir 💔 he pospuesto a escribirlo por esa razón, pero después me verán estresada por no tener nada para el 31 de octubre akakskskd. 🙈🙈
¡Nos vemos mañana! ❤️✨
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