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IV: El fin del mundo

Este capítulo fue escrito por Cranel18 si les gusta su forma de escribir pueden ir a su perfil y ver sus fics.
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En una esquina, alejado de todo el caos que había sido ocasionado las locuras de cierto drogadicto.
Cranel solo pudo mostrar una expresión llena de confución.

--¿Pero que mierda acabo de ver…?

Pronuncio con un tono estupefacto.
Tantas cosas habían pasado delante de sus ojos, que era difícil digerirlas sin causarle un dolor de cabeza.

Recapitulemos lo que había pasado en este loco día, y en la vida del joven Cranel.

X.  X.  X.

El chico que por alguna razón vestia el traje de la <Princesa de la Espada>, además de parecerse a ella, solo se encontraba jugando tranquilamente Pokémon.

Hasta que…

*Bomm*

La puerta de su habitacion(Cortina típica tercermundista, ya que no le alcanzaba para una puerta) fue destruida de un golpe por parte de un rubio llamado Sparda.

Sin ni siquiera decirle una palabra, lo tomó del cuello, para después abrir un portal interdimensional que lo sacaría rápidamente del tercermundo.

No pasó mucho tiempo hasta que apareció en lugar lleno de gente rara y drogadicta. Al parecer, el tercermundo lo perseguiria a donde sea que vaya.

Pronto, descubrio que esas personas habían secuestrado a múltiples personas, solo para mostrarles universos donde el protagonista era un mazapanero, una piedra, un traidor, y hasta un Dios.

¿Los dos primeros sucedieron? No importa.

Tuvo que contribuir en la recuperación de un drogadicto que se encontraba en estado comatoso. Y, cuando logro hacer que este se recuperará, solo recibió un : “¿Este wey quién es?” del paciente.

No fue del todo malo, al menos consegui un fajo de billetes. Esto servirá para comprarme una verdadera puerta.

Además, ni siquiera soy médico. Solo le inyecte una cosa rara que me encontre por ahí.

Parecia que todo iría completamente normal después de que Sparda les mostrará su universo a las personas secuestradas.

Pero no podía estar más equivocado...

--....

El turno de la Diosa llamada LSD había llegado.

Entonces, multiples cosas pasaron…

Desde actos lésbicos con una amante de las orejas puntiagudas. Hasta la aparición de monstruos parlantes y posteriormente, su decapitación.

Una guerra fue desatada en el set donde los universos se mostraban. El cuerpo decapitado de la rubia se encontraba siendo pisoteado por un drogadicto.

Pero después sucedió lo más random que había visto en su vida.

Escuchame, sucedió una escena.

En el set había un puente, que tenía un hueco.

¡STL con un hacha viene de un lado, y Revis viene de otro lado!

¡¡¡Y STL sale volando, y Revis sale volando!!!

¡¡¡Y se chocan en el aire, huevón¡¡¡ ¡¡¡EN EL AIRE, HUEVÓN!!!

Luego caen encima de un banco Y STL dice: “Yo no sabía que iba revivir, tuve fé”

¡¡¡¿QUÉ?!!!  ¡¡¡¿QUÉ?!!!

X.    X.    X. 

--Y eso fue lo que sucedió, Sparda…

--Si, pero… ¿Quién chingados te preguntó?

En una esquina alejado de el caos que ya había acabado, Sparda pregunto con desdén.

--Apresurate. Es tu turno de presentar el siguiente universo.

--Puff, pensé que aún me faltaba… Pero ya qué.

--Dale. Aunque recibes malas miradas por parte de ellos, estoy más que seguro que eso te gustaría.

--....

Cranel ignoro las palabras del rubio y se dirigió hacia el escenario, donde mostraria en una gran pantalla, una línea de tiempo diferente.

Donde un pequeño cambio en la historia, ocasionaría graves consecuencias para el mundo. Pero causaría una gran felicidad para aquel que vivía en la ignorancia… Al menos por solo 6 meses.

X.   X.   X.  

El set ya habia sido controlado. Las amenazas ya habían sido neutralizadas por los fuertes aventureros que se encontraban en esta sala.

--Buenas tardes, señores secuestrados. Es mi turno de jugar con ustedes.

El telón del escenario se abrió, la gran pantalla brillo dejando ver una figura debajo de ella.

--¿Eh? ¿Aiz-san?

--¡¿Aiz-san que haces ahí?!

--¿Aiz-tan se volvió una delincuente como esos raros dioses?

--Yo estoy aquí…

Multiples sonidos de confución se escucharon por la sala. En especial, la de un joven de cabello blanco, una elfa de vestido rosa, y una Diosa del engaño.

También, la voz monotona de una chica que estaba siendo confundida por la “mujer” que se encontraba debajo de la gran pantalla.

--Crei que mi apariencia ya habia sido explicada… Bueno, no importa, lo explicaré yo.

Cranel suspiro al notar las miradas confundidas de las personas. En especial la del chico protagonista de la historia.

--Ya veo, tu eres parte de esos Dioses, pero por alguna razon eres completamente igual a Aiz.

La voz de un hobbit hizo que la sala se callara.

--Correcto. Esta apariencia fue tomada por mi solo por hacer la broma, pero no pensé que vería tan atractiva en esto. El poder esta en el traje.

Cranel sonrió cuando notó que ya no tenía que explicar nada. El hobbit prosiguió.

--¿Usted es hombre o mujer? Para tomar la apariencia de una dama, usted debe ser una, ¿no? O, solo es alguien con un fetiche raro.

--Tachandome de fetichista… ¿Donde he visto esto yo antes?

En una esquina, Sparda, quien se estaba fumando un porro, estornudo fuertemente.

--Alguien está hablando de mi… Vaya, si que soy popular. Como se esperaba de mi.

Humildad nivel CR7.

--Bueno, dejandonos de rodeos, vayamos directo al grano. Este será un tipo de universo: “¿Que hubiese pasado si?”

--¿Que tipo de que “paso”?

--Uno donde Bell nunca fue a Orario.

Finn pregunto y el presentador respondió, para que después la pantalla empezara a transmitir imágenes.

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En el centro del mundo, existe una ciudad.

Dentro de ella, un <Calabozo> de interminables Pisos se encontraba debajo de esta.

Yo, junto con una espada y lleno de valentía, me aventuraria hasta los más inhóspitos lugares, consiguiendo fama y riqueza.

Así me volvería el aventurero más grande de todos los tiempos, y luego, me convertiria en el más grande héroe.

O, eso al menos era lo que pensaba…

--....

El sonido de una azada resonaba por el lugar. La brisa calida y fresca soplaba con tal delicadeza el césped de este pequeño pueblo.
--Un poco más y terminaré…

Las palabras de un chico interrumpía los rítmicos sonidos de la azada, la cual estaba siendo usada en laborales de agricultura.

--Listo. Esta todo listo.

El chico, quien se veía lleno de sudor y cubierto de tierra, había terminado su trabajo. Una sonrisa de satisfacción apareció en su manchado rostro.

--Fuah. Solo esperemos y estas zanahorias ya estarían listas para ser cosechadas.

El nombre del chico era Bell Cranel, quien justo ahora, era un granjero, o un agricultor, el prefería llamarse como la primera opción.
No es como si fueran diferentes para la cabeza de Bell.

Justo ahora, él chico había terminado de plantar sus primeros vegetales en esta vida que el había elegido. Ser un agricultor.

--Granjero…

Como sea, cualquiera esta bien, ¿verdad?

--No lo se… ¡Ah, nuevamente estoy hablando solo! Tengo que apresurme para ayudar con los animales del pueblo.

Bell salió de sus delirios al recordar que tenía que ayudar a las personas con sus animales, era un granjero despues de todo.

--....

Hace un tiempo su abuelo había fallecido por el ataque de un mosntruo. El ser más preciado para el lo había abandonado dejandolo solo en este lugar.

Entonces, una idea se le ocurrió, ir a Orario y convertirse en un aventurero. Él siempre tuvo el sueño de convertirse en uno, temía múltiples fantasías respecto a es profesión.

Y después de haberlo pensado bien, decidio quedarse en este lugar, cuidando del patrimonio de su abuelo.

Aunque haya anhelado ir a Orario, no quería separarse de el lugar que lo vio crecer, donde paso grandes momentos de su vida, él no lo dejaría ir tan fácil.

Además, no sabia si podía ser un buen aventurero, no tenía experiencia y no tenía cualidades. Incluso dudaba si un Dios lo quisiera en su Familia.

Llegó a estas conclusiones después haberlo pensando por mucho tiempo, no se dejó llevar por la situación cuando su abuelo murió, lo pensó fríamente, y tomó la decisión de quedarse.

Se convertiría en un agricultor para poder sobrevivir de eso. Tenia experiencia debido a que su abuelo le enseño varias cosas desde que era pequeño.

Vivir una vida como aventurero podría ser tentador, pero Bell había tomado ya su decisión. Haciendo que las cosas que estaban destinadas a suceder, dieran un vuelco completamente.

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--¡¿Ehhhh?! ¡Mi nieto nunca fue a Orario, esto es un—!

*Pop*

--Callate, estupido anciano.

Un sonido hueco hizo eco en la sala, para que luego se escuchara como un cuerpo caía al suelo.

--¡¡Abuelo—!!

--Callate.

--S-Si…

Bell grito cuando vio a su abuelo inconsciente el suelo, pero luego fue silenciado por la persona que se hacia llame su tía.

Bell junto con Zald levantaron al Dios anciano y lo colocaron sobre una butaca, para que este pueda descansar.

--B-Bell-kun es un granjero, entonces, eso significa que… ¡No se unió a mi!

Hestia se llevó las manos a la cabeza al ver que su primer dependiente la había dejado sola en Orario. Pero su escena paro cuando sintió como unos ojos llenos de furia se posaron sobre ella.

--Ya veo. La enana se quedó sola.

Loki río en voz baja para no llamar la atención de la mujer histérica al sonido.

--Bell Cranel nunca fue a Orario…

Finn llevó su pulgar derecho hacia sus labios, para luego pensar en las situaciones que Bell Cranel se había vuelto envuelto en la ciudad laberinto.

--Yo como un grajero…

Bell no pudo evitar sorprenderse que en otro mundo, él había tomado una desicion que le llevaría a vivir como un agricultor, y no como un aventurero.

Al Bell de ese mundo se le veia feliz por como lo estaba haciendo con su vida, así que Bell no le reprochó nada, ver como alguien era feliz, y mucho más si era él, hacia que su corazón salte de alegría.

--Ese es el tipo de vida que debías a ver tenido, Bell. No debiste dejarte llevar por los delirios de ese pervertido.

Alfia dijo seriamente, mientras observaba a Bell, quien no tardó en darse la vuelta y mirarla a los ojos.

--Bueno, la decisión ya está tomada, no es como si ya pudiera cambiarla, tampoco me arrepiento de haberla escogido.

Bell le respondio con una sonrisa a su tía, la cual intento decir algo más, pero fue detenida por Metería, quien había puesto su mano en su hombro, dando señal de que se retirara.

Alfia suspiro y se acomodo en su butaca, para luego mirar con desde la pantalla.

--Si. La decisión ya está tomada, y debido a esa situación, muchas cosas cambiaron, mucho sufrimiento fue acusado.

El presentador dijo mientras la pantalla se iluminaba, las personas prestaron atención, la diversión estaba a punto de comenzar.

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Silencio.

Todo lo que se escuchaba dentro de la agujero que se encontraba en la ciudad más importante del mundo, era simplemente nada.

Las paredes rojizas del <Piso 5> no daban señal de que algún criatura nacería para traer terror al mundo. En cambio, solo se mantuvieron tan dóciles y calladas que ni siquiera parecían estar vivas.

*Bomm* *Bomm* *Bomm*

Pronto, sonidos de grandes pisadas inundaron los pasillos. Estos sonaban con gran tanta frecuencia que daban a entender que la “cosa” que se encontraba en la oscuridad, venia a gran velocidad.

*Vuoooooooooooooooooo*

Un rugido, que helaria el cuerpo de aguerridos aventureros, resonó por el <Piso 5>.

Entonces, una gran bestia apareció entre la oscuridad del <Calabozo>.

Un gran cuerpo recubierto de pelaje rojizo, su parte media y baja correspondia al cuerpo de un humano, pero la parte superior era la de un toro.

Un monstruo qué es conocido cómo una de las bestias más peligrosas de los <Pisos Intermedios>.

Un Minotauro.

Una criatura que haría correr por su vida, a un joven aventurero despistado… Pero ese aventurero… No se encontraba.

*¡VUOOOOOOOOOOOO!*

El Minotauro rugio de dolor cuando sintió como era despedazado, no supo en que momento su cuerpo fue vuelto trozos. Y, en tan solo unos segundos, el cuerpo de ese temeroso monstruos fue convertido en cenizas.

Una espada plateada cortó el aire, haciendo que la hoja del arma sea limpiada de la asquerosa sangre del monstruo.

Una mujer observaba tranquilamente el cuerpo de la criatura, quien habia escapado de su <Familia>. Ella guardo su espada y se dirigió nuevamente hacía sus compañeros.

Aiz Wallenstein regresó después de haber terminado su encargo.

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Bell abrio los ojos en sorpresa al reconocer la escena que estaba siendo mostrada, era el momento de cuál había tenido su gran encuentro predestinado.

--...

Sus mejillas se calentaron cuando recordó la escena.

Él, cubierto de sangre apestosa, y ella, quién sólo lo miraba con preocupación. Para después preguntar: “¿Estas bien?”

Pero en ese momento, nada de eso había sucedido.

El chico no se encontraba en ninguna parte, no había señal de él. Se suponía qué estaría corriendo tan pateticamente de aquella cosa tan monstruosa. Pero el chico nunca apareció.

--Ya veo. Este es un tipo de universo donde Aiz-tan nunca salvó al mocoso de la enana, ¿verdad?

--Así es. Bell se quedó en el campo, así que nunca llegó a su tan esperado “encuentro predestinado”.

Loki río cuando su pregunta fue contestada por Cranel.

En cambió al aparente buen humor de Loki, dos jóvenes miraban la pantalla con miradas que expresaban tristeza.

--Bell…

Aiz dijo el nombre del chico. Un sentimiento de tristeza atacó a la chica. No sabía el porque. Pero al ver que no había tenido el encuentro con el muchacho, hizo que su corazón se estrujara.

--Aiz-san…

Bell se sentía completamente igual, no, se sentia aun peor.

Ese encuentro, que hizo que Bell se enamorara, y pueda tener su máxima razón para convertirse en un gran aventurero, nunca sucedió.

La desicion de quedarse en casa, había hecho que se haya perdido uno de los momentos más grandes en la corta vida de Bell.

Pero esa desicion no sólo traería esas consecuencias.

--...

Hestia, quien aún miraba la pantalla, se mordio el labio inferior al ver lo que había sucedido.

No había prestado atención a la expresión de su primer dependiente, su mente habia estado más concentrada en lo que acaba de ver.

Bell nunco tuvo su encuentro predestinado. Nunca consiguió su aquel anhelo que lo ayudaría a avanzar.

--...

Hestia trago saliva al saber que es lo que eso significaba…

--Bell Cranel tomo la decision de no venir, así que no se encontró con Aiz… ¿Esto cambia en algo la situación? Creo que si…

Finn pregunto, mientras miraba a los jóvenes. Una que era consolada por una alta elfa. Y el otro que ahora se encontraba siendo animado por sus compañeros.

Pero había alguien que no lo estaba haciendo, Su Diosa.

Para Finn, quién sabía la actitud de la Diosa Hestia hacia Bell, era raro que ahora no este intentando apacarar al chico, o mostrando celos por la expresión del chico.

En cambio, ella solo miraba con una expresión preocupada la pantalla gigante.

Algo estaba pasando, y la Diosa del hogar lo sabía.

--Si, y lo cambia demasiado. Mejor dicho… Creo que cambia mundo…

Las sospechas de Finn fueron confirmadas. Algo si estaba pasando.

La pantalla volvió a brillar.

--Hay aún muchas cosas cuales explicar… ¿Pero que tal si vamos de frente a los cambio más importantes?

Nadie tuvo tiempo de responder. La pantalla ya había empezado a mostrar el universo.

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--¡Maldicion… !

Un grito se escucho en los callejones de la Ciudad Laberinto. Por el tono de voz, se reconocía que este provenía de una joven mujer.

Ella corria desesperadamente, tratando huir de aquel que la perseguía furiosamente.

Su rostro tenia unos cuantos rasguños, sus ropas estaban sucias y su cabello color castaño estaba despeinado.

Su cuerpo, que era el de una niña, estaba siendo exigido al máximo para escapar de la cosa que la acechaba.

La pequeña llamada Lili, tenia que buscar ayuda, encontrar aquella “Luz Blanca” que le daría una esperanza y una nueva vida.

Pero esa luz nunca llegó…

--¡Aglh… !

Lili cayó al frío piso. Sus piernas se habían enredado ocasionando el impacto en el suelo.

La tierra le dio la bienvenida manchandola de suciedad, y dandole un abrazo frio y solitario.

Lili intento nuevamente levantarse. Tenía que seguir corriendo.

--....

Pero aunque lo intentara, ella ya no podía hacerlo. Los gemidos de dolor que ella hacia, cada vez se volvían más bajos.

Acostada boca abajo en en el suelo, la pequeña captó algo más que solo roca y suciedad.

--... ¿Eh?

Lo sentía por todo su cuerpo, era viscoso, caliente y de un olor particular, el cual ella reconocía perfectamente…

Sangre, un gran charco de sangre se encontraba debajo de ella, el cual poco a poco se volvía más grande.

Entonces, un gran ardor estalló en la espalda de Lili.

--.... ¡¡¡Aghhhh!!!

La pequeña grito de dolor.

Un gran corte en su espalda era el responsable de todo el charco de sangre. Ella no lo sintió, no supo en que momento fue cortada.

--Estupida Hobbit, eso es lo que te mereces. Las ladronas cómo tu merecen ese destino.

La voz irritada de un hombre resonó detrás de Lili. La espada ensangrentada se encontraba en su mano derecha, la cual fue limpiada y regresada a su vaina.

El hombre solo le dio una mirada de asco total a la pequeña, para después irse lentamente del lugar.

--....

Lili intentaba hablar, pero las palabras no salía de su boca.

Duele. Tengo frio… ¿Estoy muriendo… ?

La joven pensó. La sangre era cada vez mayor. El Corte había sido muy profundo, el cuerpo de la chica no aguantaría.

Su cuerpo empezó a temblar. Su respiración se volvía cada vez más lenta. Su vista se nublada.

En ese frio callejon, la muerte se poso en ella.

En ese frío callejón, la hobbit recibio el triste abrazo de la tierra, la cual era la única que la acompañaba en sus último momentos.

Nadie vino por ella. Nadie la rescató. Nadie le proporciono un hogar y una sonrisa.

No hubo un Héroe para ella.

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El salon estaba en silencio.

¿Qué acaba de pasar… ?

La mayoría de los presentes pensaron eso.

Entre las personas más aturdidas, la protagonista de la escena que acababa de mostrarse, era la mas afectada.

Su mirada y las lágrimas era señal de su gran terror. Su cuerpo estaba temblando. Su garganta se había cerrado, no podía decir nada.

--¿Qué significa esto…?

La voz de un joven resonó en los oídos de las personas.

--Es una de las consecuencias por la decision que tomaste.

El presentador respondio.

Bell apretó los posamanos con fuerza, su cuerpo al igual que Lili, estaba temblando. Incluso, se podía observar lo mojada que estaba su rostro. El niño estaba llorando.

--Que alma tan triste y solitaria…

Freya, quién se había mantenido al margen, no pudo evitar sentir pena por la niña que tuvo una muerte tan miserable.

A sus ejecutivos no pareció importarles. Alfia y Zald solo se mantenian callados ante la situación. Al igual que los Metería.

Ellos no sabía mucho de la vida de Bell, así que deducieron que esa hobbit representaba importancia en la vida de Bell.

El hobbit llamado Finn, tenia una mirada sombría.

El supo el significado de la muerte de la chica que alguna vez había querido desposar.

--¿Esto es mi culpa… ?

Bell volvió a preguntar.

--No, no lo es. Asi que, ¿Por qué no seguimos?

Habia personas que aún deseaban hablar. Pero sus palabras fueron ahogadas por la incesante luz de la pantalla.

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--¡¡Rapido… !!

--¡¡Se acercar, Capitán!! ¡¿Que hacemos?!

--¡¡Chigusa está muy mal herida!!

Los fuertes gritos de personas llenaron el silencioso abismo llamado <Calabozo>.

Un grupo de personas corrían frenéticamente por los pasadizos rocosos de aquel sitio.

Sus rostros denotaban temor, el sudor recorría cada parte de su cuerpo. Sus cuerpos eran exigidos al máximo para escapar de aquella “cosa” que los perseguia, la muerte.

Múltiples rugidos provenían a sus espaldas. Multiples sonidos de patas pisando la tierra ha gran velocidad, hacian que sus corazónes se estrujaran.

Cada vez los sonidos eran más cercanos. Ellos estaban apunto de caer ante las garras de la “Madre” de todos los monstruos.

--¡¡Siguan avanzando!!

Un hombre con una gran hacha de batalla, grito fuertemente sus órdenes.

Este era el Capitán del grupo que se había adentrado a la <Mazmorra>. Tambien era el lider de la <Familia Takemikazuchi>.

--...

Hace tan solo unas horas habían llegado a los <Pisos Intermedios>. Con la reciente subida de nivel de una de sus compañeras de <Familia>, decidieron aventurarse a pisos mas bajos, con la esperanza de ganar más dinero para ayudar en el orfanato de dónde ellos provenían.

Habían recibido advertencias de su Dios, quien les dijo que no se exigan demasiado y tengan cuidado, ya que esos pisos eran el lugar donde la mayoría de Aventureros perdían la vida.

Pero hicieron caso omiso, y cayeron directo en la trampa del <Calabozo>. Habían entrado directamente a la boca del lobo, ellos podían la mandíbula llena de colmillos filosos, que al momento de cerrarse, acabarían con sus vidas.

Su compañera fue herida. Una hacha de piedra había impactado en su hombro izquierdo. La herida era profunda, si no era tratada, ella podría morir desangrada.

--¡¡Maldición… !!

Ouka grito ferozmente.

¡¡Si no salimos de aquí, seremos comida para ellos!!
¡Piensa! ¡Debe haber una salida de esta situación!

Aunque Ouka ponga todo de si en pensar en una posible solución a su problema, no encontraba ninguna.

--¡¡...!!

Un rugido se escucho peligrosamente cerca de el. Así que corrió lo más rápido que pudo para alejarse de ese sonido.

Tal vez si hubiera alguien a quien pasarle estos monstruos y condenarlos a la muerte, para que ellos puedan salir libres, el tomaría esa oportunidad. Después de todo, la vida de unos desconocidos era menos importante que las de su familia.

Pero desafortunadamente para él, nadie estaba en su lugar.

Entonces, el gran hombre decidió tomar una difícil decisión.

--¡Mikoto, toma a Chigusa y a los demás! ¡Yo me quedare a luchar!

--¡¿Qué esta diciendo, Ouka-dono?! ¡No lo abandonaremos!

La mujer del lejano Oriente, que vestía un Kimono de batalla color celeste, no quería seguir las órdenes de su líder.

--¡Tch! ¡Es una órden!

--¡Pero aún así… ! ¡Nosotros no lo abandonaremos! ¡¿Verdad, chicos?!

Mikoto se giro hasta sus demás compañeros que escapan con ellos. Pero… Ellos no estaban.

--Chicos…

La mujer del Lejano Oriente se detuvo en seco. Al igual que el gran hombre.

--..........

Todo el <Calabozo> paso de ser un incesante fuente de horripilantes sonidos, a ser tan callado cómo un bebe en un sueño profundo.

--.....

--......

Nadie se movió.

Podían sentir las mirada ansiosas de muerte por todas partes de la habitacion oscura. No había lugar donde ojos color rojo sangre no se encuentren.

La “mandíbula” del “lobo” fue cerrada, y sus muerte finalmente fue anunciada.

Solo un parpadeo.

En tan solo en un segundo, decenas de hachas de piedra se clavaron en la piel de Ouka.

El tiempo se volvió lento para Mikoto.

La imagen de su capitán cayendo lentamente al piso se reflejo en sus pupilas. La sangre que salió de las heridas de Ouka, salpicaron gran parte de su cuerpo.

--¡—!

Intento gritar, pero algo había parado sus alaridos. Un fuerte dolor en el cuello hizo que sus cuerdas vocales no produzcan un sonido que pueda entenderse.

El dolor agonizante y agudo hizó que su vista se nublara.
La sangre empezó a salir a borbotones de su boca.

Cuando pudo darse cuenta de que era lo que había causado el ataque en su cuello, fue demasiado tarde. A adición al Hellhound que tenía masticando su garganta, muchos más se le unieron.

--¡¡¡.....!!!

La pierna derecha fue atravesada por colmillos. Su torso fue quemado por los rayos de fuego de estos monstruos. Pronto, su cuerpo no soporto más, y cayó al suelo.

Era hora del festín del <Calabozo>.

Ella aún no están muerta. La mordida en el cuello del Hellhound no había sido suficiente como para que ella perdiera la vida en el acto. Una maldita suerte para la chica.

El cuerpo de Mikoto fue masticado y destrozado. La sangre salpicó y manchó los sucios pelajes de los monstruos.

Su estómago fue abierto. Cara, cuello, torso, brazos, piernas… Todo estaba siendo devorados por las criaturas.

Siendo devorada viva, la chica no pudo hacer nada para cambiar su destino. Lo único que pudo hacer es combulsionar debido al dolor infernal que estaba sintiendo.

No podía pensar en nada más que su propia muerte. Sus oídos no captaban cada sonido de desgarre de su cuerpo. No podía escuchar como su carne era arrancada para luego ser tragada.

Lo único que pudo escuchar… Fue el sonido de su vida llegando a su fin.

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--<Piso 12>, Bell en su primer viaje a los <Pisos Intermedios> se. encuentra con Mikoto y su equipo, estos les pasan los monstruos y logran escapar, pero al no estar él, los monstruos logran cumplir su cometido de asesinar a la <Familia Takemikazuchi>

La explicación de la situación fue dada a los presentes.

--Ya veo. Con que es así; entonces Bell era importante para la supervivencia de la chica y de la Hobbit.

Alfía habló mientras le tapaba los ojos al joven  Bell.

--S-Si, así es.

--Entiendo.

Alfía asintió, aunque parecía tranquila, estaba muy enojada, es por eso que el presentador tembló un poco.

--Mikoto-sama…

Haruhime estaba sollozando en voz baja por lo sucedido.

--Haruhime-dono, todo está bien, yo esto aquí.

Mikoto se había puesto de lado de la zorra, para luego darle un abrazo y hacer que se tranquilice.

--Pero usted…

--Tranquila, eso solo es un Universo ficticio, nada existe, así que no llores, ¿esta bien?

Haruhime abrazo con más fuerza a Mikoto, para después llorar en su pecho.

Mikoto no parecía tener problemas con lo que había visto en la pantalla, no era la primera vez que veía muerte. Del lugar donde venía, un país rodeado de pobreza y guerra, se acostumbraba a mirar cadaveres todos los días.

Pero aún así estaba un poco perturbada, a nadie le gusta tener que ver como mosntruos le quitaban sus propios órganos.

--Entonces, ¿que piesas, Finn?

--La situación se torna bastante mal.

--Si. Solo quería burlarme de la enana por que su hijo nunca llegó, además que nunca logró encontrarse con mi Aiz-tan, pero esto se esta volviendo un poco más serio.

--La <Familla Hestia> fue importante en la batalla contra Evilus, pero si sus miembros estan muriendo, ¿Cómo se desarrollaran los sucesos sin su presencia?

Finn observo al chico, quien estaba siendo consolado por su Familia, incluso la protagonista de la reciéntr historia intentaba calmarlo.

Era más que seguro que ese chico se estaba culpando por lo ocurrido, pero no era su culpa, el tomó una desicion, y eso tendría que respetarse hasta el fin de los tiempos.

La pantallá volvió a encenderse.

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La luna llena habia salido. Mostrando su esplendor, está anuncio la llegada de la noche en la Ciudad Laberinto.

--...

En una habitación, una mujer se encontraba mirando con una gran concentración al gigante que se mostraba en el cielo.

Su cabello rubio brillaba debido a la luz que emanaba la luz de la luna. Sus orejas de zorro se encontraban un poco agachadas mientras observaba con tanta pasión por su ventana de su habitación.

En sus manos que reposaban en su regazo, un libro se encontraba en ellas. Su portada color marrón desgastado decia que era un libro un poco descuidado.

En el centro del libro, unas palabras se encontraban:

<Dungeon Oratoria>

Ella había tomado ese libro para leerlo una vez más. Antes de que el ritual comience.

Había leído cada una de sus historias, al terminarlas, no pudo hacer nada más que mirar por su ventana, esperando que llegué su momento.

--Haruhime… Ya es hora.

Una voz llamo detrás de ella.

Haruhime giro su cabeza y reconocio a la persona. Aisha Belka fue la que dijo su nombre.

--Si..

--Apresurate.

Haruhime se levanto del piso de madera. Las tablas crujieron un poco. Pero esto no era nada importante.

Un pequeño sonido resonó en la habitación.

--¿...?

Haruhime volteo al lugar donde provino el ruido. Prontó, supo lo que lo había causado el sonido.

Aquel libro que tenía en su regazo, había caído al piso, fue descuidada, eso provoco que el libro haya caído.

Agachandose para levantarlo, ella se detuvo a solo unos centímetros de este.

--Gilgamesh…

Debido a la caída del libro, este se había abierto dejando ver su contenido. Las páginas reflejaron una historia en particular:

La Historia del héroe Gilgamesh.

Una historia que de niña aterrorizaba a Haruhime.

Un héroe que durante su aventura, se vio tentado por una prostituta. Esta había traído la perdición a innumerables hombres bendecidos por los dioses.

Gilgamesh, asesino a la prostituta por intentar traerla la desgracia. Manchando su espada de sangre sucia, Gilgamesh proclamó la muerte de la mujer ante los dioses.

La prostituta aún después de muerta, esta siguió maldiciendo por el resto de la eternidad.

“Las prostitutas son la perdición de los héroe” Ese fue el mensaje que ese cuento había dejado para Haruhime.

--....

La chica se levantó, las manos que se suponía que tenian que tener el libro, no lo habian hecho. El libro aún abierto quedó tirado en el suelo.

Haruhime solo dio un pequeño vistazo a su habitación y se fue del lugar. Dejando solo al libro siendo iluminado por la luz blanca de la luna.

--....

El ritual estaba listo.

El sacrificio estaba apunto de realizarse, la <Piedra Asesina> estaba lista y sujeta en su lugar, una espada color plateada.

Las amazonas rodearon el cuerpo encadenado de la Renard. Las más fuerte se encontraba pegadas al cuerpo de Aisha Belka, evitando que ella pudiera cometer alguna estupidez.

--¿Estas lista?

Una voz reconocida provino de frente de Haruhime. Samira había sido la responsable de hacer esa pregunta. En su mano, la espada plateada estaba lista para atravesar el cuerpo de la chica.

--...

Haruhime no respondió. En cambio, ella solo estaba mirando la luna.

--No importa sino estas lista, igualmente lo haremos.

Samira respondió con un tono molesto al silencio de Haruhime.

--....

Tan bello…Tan puro. Una luz blanca que ilumina y elimina cada impureza de cada cosa que toca, esa es la luna.

Haruhime pensó en sus último momentos.

Alguien como yo no es merecedora de sentir esa luz.

Su cuerpo tembló al escuchar el sonido de la espada desenfundandose.

Nadie vino por mi. Nadie llegó a rescatarme como en uno de esos cuentos heroicos…

Pero tampoco tenían porque hacerlo. Una prostituta como yo no merece ser salvada. Soy la perdición de aquellos llamados héroes.

Si, yo ya me habia rendido. Habia renunciado a mi vida hace tiempo. Perdi las esperanzas de que alguien venga a ayudarme cuando me acosté por primera vez con un hombre.

Me resigne a la muerte.

La vista de Haruhime se volvió borrosa.

Entonces, ¿Por qué? ¿Por qué estoy llorando? ¿Cuales son las razones de estas lágrimas?

Ah, yo lo sabía. Aunque sea una mínima parte de mi, quería ser rescatada, queria sentir el calor de esa persona. Queria sentir el calor de un héroe.

Aún cuando me resigne, seguía deseandolo, no importa cuando me negara, mi corazón siempre deseaba poder vivir ese sueño.

La espada fue acercada a su pecho.

Mi corazon late con fuerza. Mi cuerpo esta temblando. Mi respiración se estaba descontrolano.

Tengo miedo… ¿Nadie vendrá? No lo harán.

Yo quiero que venga.

Yo quiero que me de una sonrisa y me digan que todo estara bien.

Yo quiero una “luz blanca de la esperanza”.

Yo… Yo… Yo no quiero morir… Yo quiero un héroe.

El corazon del chica fue atravesado. Y pronto, todo se volvió oscuro.

__________________________

--Con la muerte de la <Familia Takemikazuchi> y la ausencia de Bell, no hubo nadie que pueda salvar a la chica, así que el ritual se completo.

La explicación término.

--Que pena, una alma con potencial fue destruido por esa mujer sin clase, si yo la hubiese visto antes, no hubiese dudado de arrebatarsela a Ishtar.

Freya volvió a hablar para referirse a las almas de los protagonistas de las historias.

--Pero aún así… ¿Puedes para esto? Haces que el alma de Bell se opaque cada vez más.

--No pude hacerlo,  al menos debo llegar hasta los 8k de palabras.

--¿”Palabras”?

--No me lo creerías si te lo dijiera.

Freya chaqueo la lengua, se rindio al intentar hacer que el tipo parara todo esto, bueno, al menos por ahora.

--...

Alejada en una esquina de la habitación, una Amazona veía con enojo la pantalla.

No había dicho una sola palabra desde que las historias había comenzado. Pero al ver una donde su preciada hermana menor estaba involucrada, no pudo evitar soltar lágrimas y maldecir.

--Estúpida zorra…

Aisha giro la cabeza hacia Haruhime, quien se encontraba durmiendo debido a todo el llanto que tuvo hace unos minutos.

Que afortunado, si ella hubiese visto eso, tal vez no lo resistiría, y se armario un alboroto.

En cambio a Haruhime, quien dormía plácidamente en los muslos de su compañera dela Lejano Oriente.

Mikoto y Bell parecían mucho más afectados, ninguno dijo ni una palabra, y solo atinaron a sollozar en voz baja.

--...

Hestia comprendio la situación.

Ver como los miembros de su Familia estaban desapareciendo, hizo que reflexione lo sucedido con Bell.

Hizo que comprenda que el problema no era que Bell no viniera a Orario, sino que nunca obtuvo su encuentro con Aiz.

Al no obtenerlo, su habilidad no apareceria y no podria tener todas la aventureras que tuvo, solos seria un persona normal con delirios de un harem.

Entonces, si Bell llegaba a la ciudad, se unia a ella y todo pasaba como tenía que pasar hasta el día de el encuentro.

¿Que pasaba si Bell se dormia? ¿Si tomaba otra ruta y se perdía? ¿Quizas salga temprano del Calabozo o no se aventure hasta el <Piso 5>?

La respuesta era obvia, todo sucederia completamente igual, no importaba si Bell no estaba o si estaba en Orario, si el no tenía ese encuentro todo hubiese acabado fatal.

Incluso existia la posibilidad de que Bell si tenga ese encuentro, pero con otra persona. Nada garantizaba que las cosas sigan su transcurso normal.

Había una infinidad de posibilidades, incluso podría tener el encuentro con Wallenloquesea-kun, pero una desicion errónea y puede que todo acabe para Bell.

Toda en esta vida son desiciones y probabilidades, parar a pensar que consecuencias sucederian al tomar una decisión cada vez que tengan que hacer algo importante, era algo que la humanidad siempre hacia.

La cabeza de Hestia era un lío, pensar tanto sobre probabilidades y decisiones solo harían que le duele la cabeza.

Giro su cabeza hacia su primer dependiente, quien estaba siendo consolado por su madre y tía, la cual la última le aterrada a Hestia.

Ella debería estar ahí, consolando, pero creyo que es mejor que Bell pase un poco más de tiempo con su verdadera familia.

Claro, si las cosas se descontrolaban, ella tendria que intervenir y sacar a esas mujeres, para luego estrujar al pobre Bell hasta que se calme, después de todo era su Diosa, siendo el ser más importante para él junto con su abuelo y Wallenloquesea-kun.

La pantalla volvió a transmitir imágenes.

__________________________

Una guerra había comenzado.

Los temblores azotaban cada parte de Orario.

Las personas corrían desesperadas en busca de un refugio ante la situación tan atroz.

Aunque no había sangre en las calles, no habia edificios quemándose o sonidos de espadas chocandonse, ellos corrieron.

Podían sentirlo, sabían perfectamente lo que estaba causando tales temblores que sacudian la ciudad entera. Una lucha entre facciones bajo tierra estaba sucediendo. Una lucha que pronto escalaria a la superficie.

El laberinto artificial, Knossos. Estaba siendo invadido.

Los planes de la Diosa Isthar se estaban llevando acabo. Había empezado la guerra que ella habia soñando tanto, por fin estaba sucediendo.

“La perra de la torre” por fin podría ser destruida, bajada de su trono y humillada ante su belleza y fuerza.

Usando a sus <Berberas> masacraria a cada niño de esa Diosa, y haría que su espíritu se rompa, haciendo que lo que le costó años, sea destruido en segundos.

Con la “mejora” que había conseguido recientemente, podría ponerle fin a la “Reina de Orario”.

Secuestrando a varios miembros de Freya, ella logró atraer a toda su facción hacia <Knossos>, para asi poder acabarlos con todo tipo de trampas y monstruos.

Ella no era tonta, sabía que aún con la “mejora” aún adquirida sería difícil ganarles, aún después de que Khali haya sido derrotada por Loki, así que se le complicaria demasiado.

--¡¡Ishtar-sama!!

Una voz hizo que la Diosa de la Belleza saliera de sus pensamientos.

Ella estaba sentanda en alguna parte lejos de todo lo que estaba sucediendo. En una habitación oscura, ella se encontraba sentada en un trono dorado con joyas incrustada.

--¿Lena? ¿Qué pasa?

La Diosa dijo el nombre de la chica que vino a buscarla, tal vez a darle un informe de la situación. Aunque uno muy bueno por la apariencia de la chica.

La amazona tenía su ojo izquierdo cerrado, suciedad y heridas se hallaban por todo su cuerpo, su ropa estaba rasgada, pero su rasgo más notable, era que su brazo derecho era inexistente, y su brazo izquierdo estaba doblado en una dirección imposible para el cuerpo humano.

A Ishtar no le importo esto, sabía que en una guerra con Freya la mayoría de sus “hijas” saldrían en un estado deplorable o quizás muertas.

--¡¡La mayoría del primer frente están muertas!!

--Ya veo. Dime cuantas bajas cálculas entre los miembros de Freya.

--... ¿Eh?

Ishtar respondió fríamente. A ella le importaba saber cuantas bajas logró en la batalla. Tales muertes de sus miembros deben haber sido por las peleas a muertes que tuvieron. ¿Cuanto logro debilitar a la fuerza de Freya?

--.... Ninguna.

--.... ¿Qué dijiste…?

--¡¡No hay ninguna que pueda contar!!

--¡¿Cómo eso es posible?! ¡¡Debiste haber visto ver alguno muerto!!

La Diosa perdió los estribos. Se levantó rápidamente del trono y se dirigió hasta la arapienta amazona.

--No pude… De hecho, no pude ver nada…

--¿Qué?

--Un rayo de luz… Eso fue lo que pasó.

La amazona empezó a temblar agresivamente.

--Solo ví un rayo de luz… y después de eso, todas las que estaban conmigo se encontraban despedazadas en el suelo… y yo sin mi brazo…

--.... ¿Cómo…?

La amazona a cayó sobre sus rodillas, para luego sollozar silenciosamente en el piso cubierto por su propia sangre.

--¡¡Maldición!!

Ishtar corrió hacia su trono, volvió a sentarse y tomó lo que tenía a la derecha, específicamente en una pequeña mesa, Ishtar tomo el objeto que reposaba en ese lugar.

Una bola de cristal. Algo que le había sido otorgado por el propio Thanatos.

Ese objeto estaba conectado con las estatuas que se encontraban por todo el laberinto, haciendo que esta pueda actuar como un reflector que trasmitía imágenes a tiempo real, mostrandole la situación actual.

--Imposible…

Al mirar lo que pasaba dentro del laberinto, no pudo evitar sudar y dejar salir unas palabras llenas de miedo.

X.    X.     X.   

¿Qué fue lo que pasó?

Era lo que se preguntaban las Amazonas agonizantes en el suelo del laberinto artificial.

Ellas habían seguido correctamente el plan que había sido trazado con suma diligencia.

Las puertas ya había sido abiertas, el gran ejercito de Freya las atravesaria directo hasta su muerte.

Pero eso no pasó…

No había ningún ejercito. No se encontraban las imnumerables personas que se esperaban. Las Amazonas estaban confundidas.

Lo único y último que pudieron ver… Fue una luz plateada.

Una luz que las atravesó en un tan solo un segundo, sin ni siquiera tiempo para reaccionar, sus cuerpos fueron despedazados.

El “Carro” de la Diosa había sido desatado.

La luz plateada avanzó a velocidades inimaginables por todo los pasillos, destrozando cualquier cosa que se interpusiera en su camino.

Las paredes del laberinto, las cuales fueron construidas por materiales extremadamente duros, fueron cortadas y despedazadas como si de simple mantequilla se tratara.

La “luz” no tenia limites, no conocia esa palabra. El era un guerrero que vivía y moría por sus ideales, por su amor hacia su Diosa.

¡No había nadie más rápido que él! ¡El no dejaría que nadie sea más rápido!

Su Diosa estaba enojada. En consecuencia, él tambien lo estaba, asi que asesinaria a la basura ocasionante del malestar de su ser más amado.

La “luz” se detuvo. El trabajo había sido completado en tan solo unos cuantos segundos.

La mayoría de Amazonas yacían muertas en el suelo. No fue necesario un ejército, solo un hombre que era igual a uno.

La “luz” se disipó, y en ella solo quedo un hombre.

Un hombre gato, sus dos manos sostenian una lanza plateada que apuntaba hacia el frente, justo a la direccion donde la Luz se había abierto paso.

El hombre gato gruño, para luego sacudirse el polvo y salir del lugar a paso lento.

Allen Fromell habia terminado su trabajo.

X.     X.     X 

--¡¿Qué demonios es este sujeto… !?

--¡¡Maldicion!! ¡¿Aun con su magia sellada y maldiciones no podemos hacerle nada?!

--¡¡Retrocedan… !!

Múltiples gritos resonaban a lo largo de los pasillos del laberinto.

En una habitacion bastante grande, un hombre se encontraba rodeado por una gran cantidad de Amazonas.

Todas ellas estaban armadas, listas para la lucha, listas para asesinar al enemigo que tenía de frente. Un particular brillo amarillo rodeaba los cuerpos de estas mujeres.

En sus hermosos rostros de amazonas, se podía observar varios tipos de expresiones: temor, ansiedad, tristeza, odio. Todo eso era dirigido a la persona que no encajaba en ese lugar.

Un hombre jabalí, un Boaz se encontraba en medio de la habitación, este recibió de lleno todo el instinto asesino de las Amazonas, pero él ni siquiera de inmutó.

En su mano derecha se encontraba una gran espada color negra, esta reposaba tranquilamente en su hombro derecho, lista para cortar a la mitad cualquier a cualquier cosa que s Ele acerque.

--Geh, geh. El <Rey> si que es una presa dificil.

Una horripilante voz provino de una de las Amazonas que se encontraban en la habitación.

--¡Aún con su <Estado> debilitado, magia sellada, y el impulso que tenemos de esa zorra, no podemos causarle gran daño!

La amazona llamada Samira gritó fuertemente sus observaciones hacia su capitán.

--¡No importa, seguiremos intentándolo! ¡Ataquen!

La amazona parecida a un sapo dijo fuertemente sus órdenes.

Pero antes que se movieran, un gran estruendo se escucho por toda la habitación, no, el sonido había sido escuchado por todo el laberinto artificial, además de una gran porción de Orario.

El sonido de un gran rayo impactando en la tierra hizo que el Boaz reaccione.

--Hedin término. Ya es hora.

--¡¿Qué mierda estas hablando!?

--¡¡No se distraigan, ataquen!!

Las Amazonas saltaron directamente hacia el capitán de la <Familia Freya>. Sus armas fueron apuntadas directamente hacia su rostro. Espadas, lanzas, hachas, cuchillas, todo estaba apuntó de penetrar la piel de el gran hombre.

Un relámpago estalló en la habitación. No fue una magia, no fue producto de esta <Espada Mágica>. Fue solo el sonido estruendoso cuando la espada del Boaz finalmente fue usada.

--... ¿Qué…?

--¿En que momento… ?

Las Amazonas que dudaron en saltar hacia el hombre, tal vez solo por un instinto, o solo puro miedo, observaron lo que habia sucedido.

La espada que anteriormente se encontraba en su hombro, ahora reposaba en el piso destruido. No pudieron verlo, fue como un rayo cegador, tan rapido que dudaron si realmente había pasado, o solo fue una mera alucinación.

Pero el sonido seco de sus compañeras cayendo al suelo, hizo que supieran que todos era real.

La sangre que salpico cuando los cuerpos tocaron el piso, salpicó gran parte del cuerpo del Boz, cubriendo su piel oxida a un rojo oscuro.

--......

--.....

Las Amazonas restantes no dijieron nada. Sus compañeras de familia estaban dispersas porta la habitación, ellas están esparcidas de distintas maneras, la mitad de una por allá, y la otra por otro lado.

Los órganos e intestinos que había escapado de sus lugares, reposaban al lado de sus antiguos hogares.

Pronto el olor putrido llenó el lugar. El temor se apoderó sobre las Amazonas restantes.

Y para aún más peso en sus corazónes, el Boaz habló:

--Hacerla enojar es un pecado. Faltarle es respeto es un pecado. Freya-sama quiere sus vidas.

Aunque las palabras del hombre fueran bastante leves, sus palabras no correspondian a su expresión.

Su rostro se se desformó en una expresión de furia total. Sus dientes rechinaron entre si, vapor salía de su boca. Sus musculos se tensaron, cada vez se volvían más grandes e imponentes.

Sus ojos brillaron en arduo rojo sangre, se estaba volviendo una bestia.

--Desaparescan. No vuelvan a manchar el patio de Freya-sama.

Un rugido resonó en la habitación, y pronto, solo gritos de dolor incesante y destrucción se escuche en ese lugar, seguido de temblores por todo el lugar.

__________________________

--Buen trabajo.

Freya dijo en un tono alegre. Felicitando a sus muchacho por tan espléndido trabajo, la Diosa sonrió. Incluso en ese Universo habíal logrado deshacerse de esa perra sin clase.

Sus dependientes solo asistieron con la cabeza, ellos también de hallaban felices, ver como sus “yo” de otro mundo habían hecho respetar a su gran divinidad, hizo que se sintieran orgullosos.
__________________________

Una humillación estrepitosamente.

La <Familia Freya> logró tomar posesión de tomó el lugar. Las Amazonas restante fueron masacradas brutalmente por los invasores.

A excepción de una.

--¡Haaa! ¡Maldicion!

Corriendo a la máxima velocidad que sus piernas podian, aquella Amazona sobreviviente intentaba escapar del infierno que se había desatado en ese lugar.

Monstruos y miembros de Evilus habían atacado a la <Familia Freya> después de la masacre de las Amazonas, dándole tiempo para poder salir de la situación tan complicada en la que se encontraba.

El brillo amarillo que rodeaba su cuerpo le daban la fuerza para salir con vida de ese lugar.

Aisha Belka, ese era su nombre. Ella tenía que salir con vida a como de lugar.

--.....

Cada paso que daba era un paso que daba era un infierno para ella.

Estaba llena de heridas, uno de sus ojos había sido destruido. La mayor parte de sus ropa de bailarina estaba rasgada, su cuerpo color trigo se encontraba cubierto por sangre seca.

No podía correr mucho, no, ni siquiera podía correr, una de sus piernas estaba rota, igualmente que uno de sus brazos. Estaba cojeando, su pierna rota solo estaba siendo arrastrada por el piso dejando un camino de sangre.

No podía pensar debido al dolor que sentia, el mismo dolor que la mantenía despierta y evitaba que cayera inconsciente.

--....

No sabía dónde estaba. Ella solo seguía un camino al azar, esperando a que su suerte pueda ayudarla en algo, ni siquiera podia era bien por donde iba, así que se apoyaba en los muros del laberinto.

Vive. Vive. Vive. Vive.

Podia escuchar esas palabras dentro de su adolorida cabeza. Una voz suave que le suplicaba que pase lo que pase, sobreviva a la situación.

Sino hubiese sido por esa voz, ella se hubiese rendido hace tiempo, dejandose matar por el Elfo Oscuro que le ocasionó esas heridas.

Vive. Vive. Vive. Vive.

Nuevamente esa cálida y dulce voz resonaron su cabeza.

Por mucho que le doliera, a Aisha no le desagradaba, porque podia sentir a la dueña de esa suave voz dentro de ella. Suplicandole que viva, aún cuando ella no lo merecía, aún cuándo ella la dejó morir.

Podía sentir a su amiga tocándole el corazón, guiándola por el camino correcto, para que pueda escapar de sus temores y de su tristeza.

Vive. Vive. Vive. Vive.

Ella viviría. Cumpliria la petición de esa tonta zorra, que aún después de muerta no dejaba de ser una molestia.

Vive. Vive. Vive. Vive.

Podía sentir que con solos esas palabras todo el dolor de su cuerpo desaparecía, que la fuerza regresaba a su cuerpo. Para poder vivir y guardar el recuedo de su amiga, ella decidió oponerse al destino y sobrevivir.

--¡...!

Entonces ella pudo verlo. Una salida a tan solo unos 20 metros de ella. Una de las tantas puertas que habían sido abiertas para dejar pasar a la <Familia Freya> aún se encontraba despejada.

La Amazona le sonrió a la suerte, así que avanzó lo más rápido que pudo. Ella le ganó al destino.

O eso fue lo que pensó.

Algo rompio el aire, provocando un fuerte silbido.

Y pronto, el sonido de carne siendo penetrada hizo eco en el pasillo.

--¡¡Gwaaa!!

Aisha gritó cuando sintió que algo la perforaba. El dolor ardiente provino de uno de sus piernas, justamente la que no estaba rota.

Aisha cayó al suelo. Nuevamente el dolor infernal se apoderó de ella, al punto de ni siquiera poder gritar por eso.

--¿Queriendo escapar?

--¿Quién te hizo pensar que podrías hacerlo?

--¿Quien te hizo pensar que te dejaríamos?

--¿Por qué creias eso?

Multiples voces provinieron detrás de Aisha. Todas sonaban iguales, parecia que si solo un hombre hubiese hablado.

Aisha ignoro completamente a los sujetos, el dolor hacia que no se pudiera concentrar en ellos.

--¿La matamos?

--Si, matemosla.

--Ella es una de las causante de que Freya-sama este enojada.

--Asesinemosla.

A paso lento, los sujetos identificados como Hobbits, se acercaron a Aisha, quien aún se retorcia en el suelo.

--...

Vive. Vive. Vive. Vive.

Nuevamente…

Vive. Vive. Vive. Vive.

Otra vez…

Vive. Vive. Vive. Vive.

Por décima vez ella escucho esas palabras. Pero a diferencia de las anteriores, estas ya no eran dichas por la suave y dulce voz que provenía de su corazón, sino eran de ella.

Vive. Vive. Vive. Vive.

Ella repitió esas palabras innumerables veces en su cabeza. El brillo que rodeaba su cuerpo había desparecido. Sintió como algo le había sido arrancado de su pecho.

Ferozmente ella apreto los dientes, giro su cuerpo boca abajo y dirigió la mirada hacia la entrada. Sus ojos cansados observaron la puerta que se encontraba a unos metros de ella.

Un brillo dorado se encontraba atravesando la salida, mostrando que era de día, que el sol le estaba dando la señal de avance, ella empezó a arrastrarse.

--¿Gusano?

--Si, como un gusano.

--Aplastemosla igual que uno.

--Arrastrandose por su vida. Patetico.

Las voces completamente iguales perforaron los oídos de Aisha, seguidos de sonidos de pasos perfectamente coordinados.

Aisha se arrastro hacia la salida. Usando su brazo que no estaba roto y sus piernas adoloridas y rotas, ella se arrastro como un gusano.

Nuevamente las palabras que habia escuchado tantas veces, volvieron a sonar en su cabeza, como una melodía que le daba la fuerza para continuar.

Su arrastre dejó un camino de sangre, sudor y lágrimas. El dolor era insoportable, pero le agradecía que lo sintiera, ya que sabía que aún podía mantenerse despierta.

Entonces, los pasos de los Hobbits se escucharon más cercanos, parecían como si bajaran la velocidad y luego se apresuraban a proposito. Ellos se estaban diviertendo con su sufrimiento.

En un momento así, Aisha pensó sobre lo que le sucedía, y porque todo había sucedido así.

Merezco todo esto.

Aisha siguió arrastrandose mientras pensaba.

Sabía que esto podría llegar a pasar. Sabía que alguien vendría y me juzgaria por mis pecados.

Desde el momento que había dejado morir a su amiga, su destino ya había sido dictado.

Pero aún así…

Ella se arrastro más rapido, exigiendo cada parte de su cuerpo.

Ella me los esta pidiendo…

Recordando las suaves palabras que evitaron que se rinda en el campo de batalla, Aisha siguió avanzando.

¡Asi que por favor… llega!

La vista de la Amazona emepezaba a teñirse en oscuridad.

Solo eso pido. ¡Dejame cumplir con su deseo!

La conciencia de la mujer empezó a vacilar.

¡Dejame llegar y recordarla para siempre! Se que merezco esto, pero aún así… Tego que vivir.

La luz dorada que atravesaba la puerta, hizo que la oscuridad en los ojos de Aisha desapareciera.

Pronto, entre la puerta, los ojos de Aisha reconocieron una silueta.

Un kimono rojo con detalles de flores, un cabello largo dorado, y unas curiosas orejas de zorro. Una linda sonrisa adornaba el rostro de la joven que se encontraba parada en la salida.

Viniste por mi… Aún después de todo por lo que pasaste. Realmente eres una tonta zorra.

Las lágrimas de Aisha limpiaron sus mejillas. Una sonrisa apareció en su rostro, la expresión más hermosa fue dirigida hacia la persona más importante para ella.

Sintiendo como el dolor desaparecía, ella avanzo hacia esa luz, el mundo se tiño en colores para ella.

Las preocupaciones y el miedo la habían abandonado, el sonido de los pasos de sus perseguidores perdio importancia para ella.

Este momento solo era de ellas dos. No había nada que importe más que la propia persona que se encontraba frente suya.

Entonces Aisha estiró su mano. Los mas que pudo, ignorando todo, ella solo queria tocar a su querida amiga.

Su mano temblaba, pensó que la rechazaría por todo lo que había sucedido, pero sintió una calides en su palma. Haruhime habia tomado su mano.

Tan cálido, tan suave y dulce, ese tocar era igual a de un Ángel. Ya no había nada de que arrepentirse.

Aisha movio ligeramente las comisuras de sus labios. Estaba lista para decir sus últimas palabras. Un agradecimiento, pero esto no sucedido. En cambio, un sonido horrible hizo eco en el laberinto.

El sonido de una maza aplastando una cabeza, destrozando un cráneo y el ruido a carne siendo machacada, sonó en vez de unas palabras de agradecimiento.

--...

Nadie dijo nada. Los Hobbits dejaron el cuerpo inerte de la amazonas y se retiraron, la fuerza de la <Familia Loki> también había llegado al lugar, tal vez atraído por el sonido de la lucha. De todas maneras, tendrian que encargarse de ellos.

La luz del solo reflejo la mano estirada de Aisha, la cual había logrando salir del laberinto, demostrando que ella encontró y pudo tocar a esa “Luz Dorada”.

__________________________

--La <Familia Freya> tuvo una estrépitosa victoria sobre la Dioses Ishtar, esta luego fue enviada al cielo cuando intento escapar.

--La <Familia Loki> llegó tiempo después y tuvieron un breve enfrentamiento. las cosas se calmaron rápidamente. En constancia a esto, Freya y Loki unieron fuerzas para poder destruir a Evilus.

Freya sonrio al escuchar la explicación.

--Así que no te bastó con mandar a Ishtar al cielo, ¿eh? Así que fuiste también por todo Evilus.

--Decidieron meterse conmigo, así que no me iba ha mantener al margen de esto. ¿Tienes un problema con eso, Loki?

--Ninguno, Freya~

Las miradas de las Diosas se encontraron, y la chispa de rivalidad que tenían se avivó un poco más.

--Ya veo, así que la <Familia Freya> se nos unió en la lucha contra Evilus… Eso cambia las cosas bastante.

Finn dijo mientras acariciaba su barbilla con su pulgar derecho.

--Si, tenerlos probablemente hubiese ayudado bastante con las investigaciones y el asalto a Knossos. Son una gran fuerza a tener en cuenta.

La elfa de cabello verde, quien hasta hace poco se encontraba consolando a Aiz por las cosas sucedidas con su “encuentro predestinado”,  dio sus observaciones a Finn.

--Tienes razón, Riveria. Solo queda ver como esa decisión afecto el futuro.

Finn respondió, mientras observaba nuevamente al chico que seguía culpandose por sus actos.

Eres demasiado amable, Bell Cranel. Eso esta jugando en tu contra.

Finn pensó eso y volvió a mirar la pantalla.

--....

La amazona Aisha se encontraba mirando la pantalla con desdén.

--Con que así se como acaba, bueno, era algo más que obvio.

La amazona chaqueo la lengua. Se sentía un poco perturbada, aun cuando tenía mucha experiencia temas relacionados a la muerte, ver tu muerte no es algo satisfactorio.

--....

Aisha giro su cabeza hacia la Renard que aun dormía en los muslos de si querida amiga.

--Hacerme arrastrarme como un miserable gusano, realmente eres una estúpida zorra.

Aunque esas palabras parezcan unas de molestia total, su tono no concordaba, una feliz y suave. Incluso aun cuando ella se vio en un estado tan patético, estaba contenta.

Aunque su orgullo haya sido pisoteado por esos hobbits de la Familia Freya, no le importó, ya que pudo conseguir el perdón de su querída hermana pequeña.

Nada más importaba par ella.

--....

Nuevamente Bell se encontraba en un estado deporable.

Nuevamente alguien murió por mi culpa. Aisha murió por no poder salvar a Haruhime-san.

Bell seguía culpandose, pero ¿estaba bien eso? ¿Realmente el tenía la culpa por todo lo que les sucedió a sus compañeros? La respuesta era más que clara: NO.

Entonces, ¿Su “yo” de otro mundo era el que tenía la culpa? Despues de todo, el fue el de la decisión. Él tuvo la oportunidad de salvarlos a todos, pero no lo hizó.

¿Él era el culpable de todo? Obviamente Bell también sabía la respuesta para eso, era un claro NO.

Él no sabia que lo pasaria, su “yo” de otro Universo tono la desicion que para el le pareció mejor.

El chico quería vivir una vida tranquila alejado de todo tipo de monstruos,¿Podía ser culpado por eso? Por supuesto que no.

Bell no podía contar las veces que había estado cerca de la muerte, todo el dolor que tuvo que pasar para llegar hasta donde está.

No sabía que le deparará el futuro, quizás en una siguiente misión quede nuevamente al borde de la muerte, o esta vez no pueda escapar y su vida llegue a su fin.

¿Podias culpar a un chico que solo quizo vivir alejado de todo dolor sufrimiento? No podías hacerlo, aún cuando esa decisión le costó la vida a seres importante.

Pero él no lo sabia, para ese Bell no son más que simples desconocidos que nunca vería en su vida, personas con las que nunca interactuaria.

¿Pero entonces, de quien era la culpa? Obviamente era de nadie. Pero Bell, siendo la persona que es, seguía culpandose por las muertes de sus amigos.

Después de todo, Bell Cranel era un auténtico Idiota.

__________________________

El <Calabozo> se lamento.

Dejando salir un llanto desgarrador,  la “Madre” lloro por la destrucción causada en su “cuerpo”.

El grito llegó a oídos de las criaturas y humanos que se encontraban dentro del <Calabozo>.

El daño causado por una inmensas explosiones,  aturdio las mentes de aquellos que habían emprendido una caza contra una reconocida asesina.

Las explosiones habían provenido debajo de ellos, unos pisos que eran conocidos como la <Capital del Agua>.

--¡¿Qué mierda fue eso?!

--¡No lo se! ¡Pero tengo la sensación de que no es algo bueno!

--¿Debemos retirarnos o seguir adelante con la caza de esa elfa? Después de todo, aún nos lleva un nivel por encima.

--¡Boris dijo que aún cuando ella sea más fuerte, con nuestra mayoría de números podríamos ganar!

Multiples voces de aventureros resonaron por los callejones del Laberinto. Las piedras que caian del techo se sincronizaban con su hablar.

--Hablando de Boris. ¿Donde demonios está? ¡Se supone que el dirigiría esta mision!

--No tengo idea. Simplemente desaparecio de nuestra vista.

--¡Tch, ese idiota cobarde, y aún así se hace llamar líder de Rivira!

Las voces de los aventureros dejaron salir tonos de enojo y decepción ante su líder, quien había “escapado” la escuchar las explosiones y el llanto del <Calabozo>.

Pero tampoco es como si pudieran culparlo, ellos también lo sentían, como buenos aventureros, ellos tenía esa especie de “sexto sentido” que les hacia saber que algo no estaba bien.

Muchos años de enfrentarse a la muerte directamente a la cara hacia que esas personas podrian tener ese tipo de instinto. Pero aún así ellos tenían algo más poderoso que ese miedo.

Su ambición y codicia.

La recompensa era muy grande, tan alta que arriesgar tu vida valía completamente la pena. Si lo conseguias, podrias retirarte de esta vida por un tiempo y disfrutar de todos los placeres que la humanidad podría ofrecerles… o eso era de lo que ellos creían.

De todas maneras, la ambición y la codicia de los aventureros era lo que los impulsaban a adentrarse a la boca del lobo cada día.

--¡...!

Algo corto el aire. Un vientl frío resopló en las nucas de los presentes, una sensación de que algo los estaba observando se apoderó de sus cabezas.

Por alguna razón sus cuerpos no paraban de temblar, tal vez sea por la sangre que de alguna forma había acabo manchando sus rostro. O tal vez sea por la cabeza de uno de sus miembros rodando por el suelo.

Ni siquiera supieron en que momento había sucedido, sus sentidos mejorados por el <Falna> no pudieron captar el momento en que la habitación donde se encontraban se convertido en una carniceria.

Las trampas habían sido puestas. Las explosiones dieron resultados. La <Calamidad> había sido despertada.

El Asesino Perfecto había nacido, su “Madre” le dio la orden, y como buen hijo la cumpliría, cortaría y haría desaparecer a la molestia que hizo sufrir a “Madre”.

Sigiloso y rápido. Su velocidad era tal que provocaba silbidos del aire al pasar. No había nadie que lo detuviera.

Cada vez que pasaba, una muerte sucedía. Elfos, enanos, hombres bestia, humanos, todos caían igualmente, sus garras no conocían la discriminación, hombres, mujeres, niños incluso, todo caería ante el asesino perfecto.

Las cabezas rodaban, las extremidades se separaban en un grito, las bocas soltaban sonidos de muerte. Los ojos se salían de sus órbitas y sus órganos de su anfitrion.

Gritos patético simplemente fueron silenciados con sus “manos”. Su armadura reflejaba las “luces” que le eran lanzandas, para luego explotar y destrozar al causante de ese ataque.

Los ríos se tiñeron en rojo, las paredes estaban pintadas en sangre y carne, como si artista se tratara, el hizo su obra de arte.

Un lugar, solo quedaba un lugar donde “El” aun no había estado. Cuando llegó, trepó sigilosamente las paredes y observo la situación antes de atacar.


Había tres personas en la habitación, no, solo dos, una de ellas era una especie de serpiente gigante, está estaba arrojada en una lado de la habitación.

Las otras dos personas eran un Catman y una Elfa.

Al parecer el Catman estaba muerto, tirado en el suelo boca arriba una espada de madera le atravesaba el pecho, justo donde se supone que va el corazón, su expresión patética y burlesca se quedó grabada en el rostro del hombre.

El monstruo giro su cabeza hacia la elfa y la observo.

Arrodilladada observando a la nada la vio. Sus ojos no dejaban ver nada de sentimientos. Tan vacío y triste, sin ningun brillo en ellos. Parecía los ojos de una persona muerta.

Tal vez el monstruo habria pensado eso, pero el pecho de la mujer, bajando y subiendo lentamente, daba señal de que aún respiraba y que solo estaba en algun estado de Shock, como si algo hubiera hecho que paralizara de repente.

Una presa fácil sin duda. Aún en ese estado, el asesino no tendría piedad de su victima.

Preparándose, el monstruo alistó su garras y salto hacia adelante. El corte hizo eco en la sala y pronto todo se lleno de sangre.

X.     X.     X.  

Justicia.

Una palabra que en los tiempos antiguos era cuestionada por su significado.

Una palabra que dio una luz de esperanza en un tiempo oscuro lleno de maldad.

Una palabra que definía a una <Familia> entera. Una <Familia> de héroes.

<Familia Astrea>, la “Facción de la Justicia” como solía ser llamada por los aventureros o Dioses amantes de diversión, fue una familia que se enfrentó cara a cara la maldad hace muchos años atrás.

Se enfrentaban a todo tipo de peligro para salvar a los inocentes y justos. Llevando todo tipo de Justicia hacia los malhechores.

Llevándo la espada y las alas de la justicia, se volvieron la luz de Orario, trayendo paz por muchos años debido a su esfuerzo.

Una Familia muy querida, una Facción que había sido exterminada hace ya mucho tiempo.

Ahora, el ultimo retazo de su existencía se encontraba arrodillada entrando en pánico por la situación que sucedió actualmente.

Ella fue llevaba a una trampa. Se habia dejado llevar por el odio y la venganza, su juicio había sido nublado, lo que le importaba era asesinar a la escoria que fue responsable que las muertes de sus compañeras.

Pero nuevamente nada salía como ella deseaba.

El Lamento resonó por todo el <Calabozo>.

Ella cayó de rodillas, las lágrimas rápidamente salieron de sus ojos. Su respiracion se descontrolo, su corazón latía muy rápido, pensaba que se le saldría del pecho.

Entró en la desesperación, sus brazos abrazaron fuertemente su propio cuerpo, no paraba de temblar.

Caería pronto en la locura. El nombre de su Capitana era pronunciado por ella tantas veces que su garganta podria desgarrarse.

El Catman no dijo nada, estaba muerta. Hace tan solo un momento había estado riendo jactandose de su gran plan y de como sería el fin de ella.

Ella le clavo su espada de madera en el pecho, justo cuando el estaba distraido por su locura. Ella lo asesino y pronto llego a la situacion actual.

Podía escucharlo, como ya había nacido y estaba masacrando a todos los aventureros que se encontraban persiguiendola. Sin nisiquiera tener piesa de alguno de ellos.

Podía escuchar los gritos de ayuda, alguien que suplicaba que vengan por el y puedan salvarlo de esta Calamidad. Pero nadie respondió, pronto la voz se callo y un silencio sepulcral se acentuaba en la habitación.

Y nuevamente, otra voz grito auxilio, y nuevamente fue silenciada.

Gritos de personas anhelando un héroe que pueda acabar con su sufrimiento resonaban cada vez más por todo el lugar, para luego ser silenciadas por las garras de aquel asesino.

“¿Qué es lo que sucedía? ¿Por qué nadie respondía sus llamados? ¿Por qué no había un héroe que pueda salvarlos de este terrible villano?”

Esos eran los últimos pensamientos de los aventureros antes de ser convertidos en carne picada.

En este lugar no había un héroe. No había nadie que podría salvarlo. Solo había alguien perteneciente a una familia ya extinta, siendo sombra de aquella elfa que vivió hace 5 años.

Ella no era un héroe, tampoco una justiciera, solo era una asesina que se dejó llevar por el odio y la venganza, ocasiono la muerte de muchas personas, buenas o malas, no importaba, ella no era un Dios para juzgar a muerte, solo fue una elfa que jugó a ser uno.

¿Habria algo que ella podría hacer? No podía hacer nada más que arrodillarse y rendirse ante el desastre.

Una patética vista que no era digna de una raza tan noble como la élfica.

--....

Encontes lo sintió. Como el aire de la habitación se volvió completamente frío. Como si la muerte misma había hecho su aparición, su cuerpo se paralizó ante el causante de su mayor trauma.

Podía escuchar su respiracion, podría sentir como la observa listo para atacar a la presa que tenía en frente.

Pronto escucho las extremidades del monstruo llamado Juggernaut crujiendo. Estaba listo para asesinarla.

--¡¡¡<Tempest>!!!

--¡¡Lo logramos, Borís!!

--¡¡Asi es, incluso con esos gritos y ese llanto loco logramos encontrarla!! ¡Hahahaha!

Una multitud de hombres había entrado en la habitación. Todos de distintas razas, un grupo especializado en combate y lleno de armas hizo que el Juggernaut parara todo su ataque.

Por fortuna para el Juggernaut, nadie de ellos se habían percatado de la presencia de la bestia asesina.

--¡¡Vayanse de aquí!!

--¡Ni hablar! ¡Nos tomó mucho tiempo rastrearte! ¡Ademas debemos aprovechar este momento!

--¡No lo entiendes, moriran si se quedan aquí! ¡Larguense!

--¿Oh? ¿Acaso nos matarás? Podremos ser un nivel menor que tú, pero somos muchos, lograremos capturarte.

--¡Ah, ya casi puedo sentir la recompensa de en mis manos! ¡Hahahaha!

Ryuu grito con todas sus fuerzas adviertendo a los aventureros, pero ninguno le hacia caso, todos la veían como un simple objeto que les daría mucho dinero.

Pensaban que sus gritos solo eran amenazas sin fundamento, solo les intentaba causar miedo para que ella pueda escapar. Pero eso no pasaría, esos codiciosos aventureros estaban dispuestos a hacer lo que sea por el dinero.

*Clank*

Un sonido metálico captó la atención de los presentes.

--¿Qué fue eso?

Borís pregunto incrédulo, giro su cabeza al lugar de donde provino el sonido. Justo detrás de él, una hacha de batallas se encontraba en el suelo. Al parecer se le había caído a alguien, pero ese “alguien” no se hallaba en ningún lado.

--¡¿Qué demonios?!

--¡¿Dondé esta ese estúpido enano?!

--¡Oye, no es momento para jugar bromas!

Pronto los aventureros observaron todo su alrededor en busca de el aventurero faltante. Pero no se encontraba en la habitación.

En constancia a lo sucedió, Ryuu sujeto fuertemente su cabeza, ello supo lo que pasaría justo en este momento.

--¿...?

Sonido de agua cayendo hizo eco por la habitación, pronto fue reconocido como gotas, estas caían al piso rítmicamente, haciendo sonar una canción de muerte.

Instintivamente, los presentes giraron sus cabezas hacia el sonido tan raro. Un charco fue lo que encontraron, su color rojo oscuro combinado con la tierra del suelo le daba un color bastante extraño.

Sus cuerpos empezaron a temblar, y una extraña alarma empezó a sonar en sus cabezas.

--....

El <Calabozo> permaneció en silencio solo unos cuantos segundos. Nadie movía ni siquiera una articulación de su cuerpo, las gotas seguían cayendo, haciendo que el charco sea mucho más grande y que el olor se propagara.

Y en un descuido, ellos alzaron la mirada hacia el causante de su temor, cometiendo el error de mostrarse ante la Calamidad.

--....

Un cuerpo esquelético, dos brazos que parecían espadas, parecía una especie de monstruo calavera, en su parte trasera, una cola se hallaba balanciandose en el aire.

Se encontraba boca abajo, sus grandes piernas se encontraban ferozmente sujetas a la pared, ejercian una fuerza capaz de poder sostenerlo, y posiblemente, matar a un aventurero.

--...

En su mandíbula, múltiples colmillos tan filosos como dagas se encontraban apilados dentro de ella, y en su interior, el cuerpo de un enano siendo masticado.

La mandíbula se cerró con fuerza, la mitad del cuerpo del enano cayó en seco al suelo de la habitación, lo que quedaba de él se regó por distintas partes del lugar.

Y con ese sonido, el ritmo acabo y la canción término, para solo dejar el coro de unos insesantes gritos de muerte.

--¡¿Qué es eso?!

--¡¡Tomen sus armas—!!

El sonidos de embestidas llenaron los oidos de los aventureros, en el momento que se prepararon para luchar, dos de ellos ahora se encontraban sin sus cabezas.

--Ahh… ¡¡Ahhhhhh—!!

--¡¡M-Maldicion—!!

Nuevamente eran silenciados, el coro de la muerte empezó a sonar directamente en los oídos de la elfa que había intentado advertirles sobre el horror que se encontraba en esta habitación.

Una explosión captó su atención, se había usado una espada mágica contra la criatura, pero como ella bien sabía, nada de esa serviría.

El humo se disipó, y antes de que sus ojos puedan captar algo, el olor a carne quemada entró a su nariz.

El hombre que se encontraba quemado, con los párpados tostados, y que sus ojos lloraban sangre, fue aplatado por la gran cola del monstruo.

Y sin descansar un poco, la Calamidad se dirigió nuevamente hacia sus víctimas, ya 5 de ellas fueron asesinadas, solo quedaban 8.

--Otra vez…

La elfa pronunció esas tristes palabras llenas de desesperación.
Nuevamente estaba sucediendo, ella miraba por segunda vez el asesinato por ese monstruo tan temible. Tan veloz y sigiloso, sus cortes eran simplemente tan perfectos que acababan con la vida en instante.

¿Ella podía hacer algo…? ¿Podia salvar a esas personas?

Lo siento….

Su pensamiento respondió las preguntas.

El trauma era tan fuerte que le impedir moverse, no había nadie que pueda darle fuerzas en este momento, estaba sola rodeada de muerte y de la cosa que asesino a su Familia.

Lo siento… Lo siento… Lo siento… ¡Alise!

La elfa se recriminó, disculpandose con las victimas por lo sucedio, era su culpa, todo esto había pasado porque ella se dejó llevar nuevamente por la venganza e intento matar a Jura.

Pero esto solo llevó a más muerte de personas que no tenían nada que ver con la situación. Aventureros inocentes quedaron atrapados en su estupidez.

Los gritos siguieron llegando a sus oídos, sabía que pronto se acabaría y le tocaría a ella. Finalmente su vida acabaria, su sufrimiento terminara, y lo que tuvo que suceder hace 5 años sería completado.

Esa vez en un callejón, se desmayo, pensó que moriría, no reprochó eso, sabia que el pecado que había cometido merecía la muerte, sabía que abandonar su justicia y sustituirla por el oído era una justificación para no vivir más.

Ella no merecía ser salvada…

“¿Estas bien?”

Unas dulces palabras resonaron en su cabeza. Una voz reconocida hizo que su cuerpo se tranquilizara un poco.

Esa vez en el callejón, aunque ella no lo merecía, alguien vino por ella.

“Come”

Su salvador la llevo a un bar, donde la dueña de el lugar, una enana bastante grande le dio un plato de comida para solo decir: “Come”.

Ella lo recordó, la sonrisa de esa amable mujer que pudo curar sus males. Que pudo sacarla de el hoyo donde se encontraba.

Entonces ese día en específico paso por su memoria…

--¡¡Boris, ayudame…!!

--¡¡Whuaaaa!!!

Solo quedaba dos presas. Una elfa y un sujeto con un parche.

Así que se dirigió sobre el hombre.

La muerte se le aproximaba, el hombre trago saliva y corrió a maxima velocidad, huyendo del lugar, esperaba que pueda librarse de esto.

Pero fue en vano, la criatura se colocó delante de el con una de sus garras sobre su cabeza. El hombre supo que era el fin.

Dejó salir un patetico grito de ayuda. Las garras bajaron y destrozaron por la mitad a la sujeto.

O eso fue lo que los dos creían.

--¡-----!

Una espada de madera se encontraba deteniendo las garras. Dos finas manos sostenían ambos extremos de la espada para ejercer la fuerza maxima.

--¡¡Corre!! ¡¡Rapido… !!

La elfa grito con todas sus fuerzas. El mensaje llego a los oídos de Borís, y sin dudarlo huyó del lugar. Pero antes de salir del lugar dijo unas palabras:

--¡Traere ayuda! ¡No mueras, <Tempest>!

Una presa se escapo. El monstruo estaba furioso.

¿Por qué? ¿Por qué justo ahora te levantas? ¿Cuando solo quedaba una persona?

Parecía como si el Juggernaut preguntará esas cosas.

--No hay razón alguna…

La elfa respondió, no es como si supiera que el monstruo había preguntado algo, simplemente esas palabras salieron de su boca.

En un quebrar, la espada de madera fue destruida.

Velozmente la elfa salió del contacto con el monstruo y se puso en una distancia segura.

--....

El Juggernaut observo a la mujer, hace solo unos segundos ella estaba entrando en la desesperación, pero ahora se encontraba enfrentandolo.

Él lo comprendió, tal vez hubiese seguido a esa presa, pero la que tenía aqui, justo al frente de el, merecía prioridad.

No lo se. No lo comprendo. Mi cuerpo se movió solo. Antes de saber la razón ya me encontraba deteniendo el ataque de esa cosa…

Ryuu apretó los dientes. Sus puños igualmente fueron cerrados con fuerza, su tan conocida arma había sido partida en 2 por las garras de ese monstruo.

¿Por qué lo hice? ¿Por qué justo ahora?

Las preguntas no dejaban de pasar por la cabeza de la elfa, tantas incógnitas hacían que le duela la cabeza, o tal vez solo era por la situación estresante que pasaba ahora.

“Gracias a todo lo que hicieron, ahora Orario puede mantenerse en paz”

En un balcón esas palabras fueron dichas a la elfa. Unas palabras que habían tocado la fibra más sensible de la mujer. Las palabras que para ella fueron su salvación.

--....

--....

Fue tarde, ella lo compredio en un lapso de tiempo tardado. Ya no podía hacer nada por los cadáveres que ahora adornaban la sala.

Su inmadurez y temor había causado la muerte de aquellas personas. ¿Qué dirían sus antiguas compañeras si la vieran en esta situación? Obviamente, la regañarIan por tal actitud.

--...

El Juggernaut observo a la mujer en busca de movimientos sospechosos, pero no encontró nada raro. La mujer estaba en un estado pensativo.

Era momento de actuar, mientras más rápido acabe con ella, más rápido podrá ir por la presa que huyó hace tan solo unos momentos.

El aire hizo un silbido. El viento se corto, el monstruo vio la oportunidad y la uso, colocando sus temibles garras al frente, se preparó para desmembrar a Ryuu.

*Clank*

--¡¡....!!

Un sonido metálico resonó por la habitación.

Una gran hacha de batalla se encontraba deteniendo el avance de las garras.

El monstruo supo de inmediato lo que había pasado. La elfa nunca había bajado la guardia. Solo había estado esperando el momento justo para poder detener el ataque.

Ryuu había logrado darse cuenta del ataque del Juggernaut, rápidamente tomó el hacha de batalla del enano que habia muerto primero y bloqueo el ataque con la mayor fuerza posible.

Sabía que si no lo hacia a tiempo, su vida terminaria en un parpadeo. La velocidad de esa cosa era demasiado aterradora.

El choque provocó un pequeño temblor en la habitación, el suelo donde pisaba Ryuu habia sufrido daños debido al impacto.

¡...!

Ryuu retrocedió rápidamente y se alejo lo más que pudo, colocándose nuevamente en una arma cercana.

El hacha entre sus manos cayó destrozada al piso, el impacto fue demasiado para incluso para una arma tan grande como el hacha.

Ryuu sabía la razón. Eran esas temibles garras con las que había nacido el Juggernaut, armas letales que sirven para matar de un solo golpe.

El máximo regalo que su “Madre” pudo darle por su nacimiento, las armas definitivas, superiores a cualquier espada, cuchillo, hacha, lanza, ninguna de ellas podría compararse con la fuerza de su regalo.

Cualquier arma que chocara contra ella sufriría el destinó de ser destrozada en el acto.

--....

--....

Los enemigos volvieron a examinarse entre sí. Se observaron fijamente unos segundos, para luego desaparecer de sus posiciones.

Nuevamente el aire fue cortado, la velocidad con la que se habían lanzado uno al otro fue tanta que pareció un destello de luz.

--¡....!

Cualquier arma que chocara contra las garras del Juggernaut serían destrozadas, una cosa tan desafortunada que haría llorar hasta a los más duros herreros.

Pero para desgracia de el monstruo, Ryuu no tenía solo un arma, tenía decenas de ellas, todas se encontraban regadas por cada parte de la habitación. Estas les pertenecian a las personas que él había asesinado antes.

Otra vez un sonido metálico hizo eco en sala. Las garras nuevamente fueron detenidas, esta vez por dos espadas gemelas, las cuales no duraron mucho, ya que se destruyeron en tan solo segundos después del impacto.

Y por tercera vez Ryuu retrocedió.

--Maldición… Esto no durará mucho.

Ryuu dijo en un tono molesto. Sabía que si seguía con la misma táctica solo acabaria muerta en poco tiempo.

¿Pero que tenía que hacer?

Es un dolor de cabeza.

Esas garras eran su máxima prioridad, sino las atajaba ella sería cortada por la mitad.

Si intentaba golpear otra parte de su cuerpo, era posible que la velocidad de la criatura la asesinara. No habia opciones, todo se remontaba a esas armas.

No había tiempo para pensar, nuevamente el aire dio un silbido, esta vez el monstruo estaba listo para acabar de una vez por todas.

Nuevamente un sonido metálico, una gran espada detuvo el avanze de las garras, segundos después el arma se desmoronó, pero esta vez Ryuu no tuvo tiempo de espacar.

La cola del monstruo se movió a una velocidad increible hacia Ryuu.

--¡¡...!!

No hubo tiempo de escapar, el golpe impacto de lleno y provocó sonidos de ruptura, la sangre voló y pedazos de carne cayeron al piso. El cuerpo de Ryuu impacto en una pared cercana.

El monstruo giro su cabeza hacia el cuerpo de la mujer. Sabía que esto no era el fin, sabía que ese golpe no había matado. Los ojos del Juggernaut denotaron rabia hacia esa elfa inteligente.

Pero aún así, algo de emoción brillaba en esos ojos.

--...

Ryuu se levantó del impacto, su espalda estaba adolorida, habia recibido el golpe de lleno, pero no era nada grave.

Pero su apariencia era un desastre, su cuerpo estaba repleto de sangre, carne, huesos picados y órganos.

Usando sus manos, revisó si había recibido alguna herida en su torso. Nada más que unos simples rasguños se encontraban en ese lugar.

Funciono…

Ryuu no fue capaz de esquivar ese ataque, pero si de bloquearlo, pero esta vez no fue una espada, sino el cuerpo de uno de lo Aventureros que se encontraba arrojado por el lugar.

Ella lo usó como escudo, la armadura y su cuerpo bien entrenado sirvieron muy bien para protegerla. Y aunque le haya salvado la vida, era algo de que no le gustaría volver a hacer.

Lo siento…

Ryuu se disculpó mentalmente con el cadáver. Una elfa noble como ella no debería hacer algo tan deshonroso. Pero hace tiempo que ella perdió su “nobleza”

Nuevamente aquellos contrincantes se miraron a los ojos.

La elfa captó directamente la mirada de aquella cosa que fue la causante de la muerte de su Familia, ¿Qué se supone que haga ahora? Ella no lo sabía.

Vengarlas sería una opción razonable, pero su venganza ya había causado tantas muertes de seres inocentes que ella no quería volver a hacerlo.

¿Escapar… ?

Tal vez tenia una oportunidad, si corriera con todas sus fuerzas podría lograr escapar de esa cosa, ¿cierto?

Pero ¿Y si no lo lograba? Ella moriria. El monstruo quedaría libre, buscaría a la última presa, tal vez encontraría a más inocentes y los terminaria matando.

¿Qué se supone que haría?

“Por todo lo que hiciste”

Nuevamente las palabras de su preciada amiga llegaron a su memoria. Las palabras con la que ella pudo empezar una nueva vida en un lindo y pintoresco bar, sonaron en su cabeza:

“Gracias por todo lo que hiciste, Ryuu”

Ella no era un héroe como de los cuentos de hadas que solía leer cuando era pequeña.

Solo era una elfa que asesino a mucha gente por una venganza.

Pero aún así…

“Gracias, Ryuu”

Tomando un arma de el suelo, la elfa dio el primer paso para la batalla final. Solo uno de ellos saldría con vida de este lugar.

Entonces, por primera vez en mucho tiempo, la elfa fue a una Aventura.

--¡¡¡Ouaaaaaaaaa!!!

Un grito de guerra proveniente de la elfa, hizo que las paredes de la habitación temblaran.

El Juggernaut sintió un pequeño escalofrío momentáneo, para luego empezar a luchar con la elfa a muerte.

Las armas chocaron, una fue destruida, pero pronto esta fue cambiada a una velocidad aterradora por otra.

Las armas tan rápidas como relámpagos iluminaban la habitación por las chispas que sucedían en su chocar.

La velocidad del Juggernaut fue desatada, subiendose en las paredes buscó un punto ciego para matar a la elfa, pero no lo encontro, solo ocasionó que la elfa usará su misma táctica, lo que se convirtió en una ventaja para ella.

--¡¡....!!!

Debido a su cuerpo más pequeño y aerodinámico, su velocidad aumentaba cada vez que saltaba sobre las paredes y usaba estas de impulso.

Usando su ventaja, la chica salto como un conejo por las paredes, cada vez más rápido, las armas chocaban y eran rápidamente remplazadas.

El Juggernaut no se quedó atras, sabía que esto era una mala situación para él, así que exprimio cada gota de fuerza de sus piernas y salto por cada pared, haciendo que se encuentre con Ryuu en el aire.

Ambos saltaban entre pared y pared para luego chocar entre sí, para luego volver a saltar y volver a impactar.

En la habitación las paredes temblaban, el suelo estaba siendo removido, y dos luces plateadas chocaban entre sí en la sala.

La fuerza de Ryuu aumentaba cada vez más, haciendo que incluso el Juggernaut retrocediera un poco.

<Mind Load> y <Aero Mana> eran las causantes de su tan repentino aumento de poder, pero estas habilidades consumían <Mente>, si está se acababa era el fin de la ventaja de Ryuu, y si eso pasaba, su muerte estaba asegurada.

Pero eso a Ryuu no le importo, ella seguia atacando con todas sus fuerzas al monstruo, superando sus límites cada vez más, la elfa golpeaba con más precisión, haciendo que sus armas puedan durar un poco más.

Arriesgando su vida en el intento de derrotar al Juggernaut, para salvar a las personas que posiblemente serían víctimas de esta cosa, ella siguió golpeando.

Yo no soy un héroe, mucho menos ya una justiciera.

Ella ya no era nada de eso. Pero aún así no le impediría salvar a las personas.

Lo había entendido, lastimosamente un poco tarde.

“Justiciero”, “ Héroe”, “Villano”, no importa lo que seas en esta vida. Si tienes la fuerza necesaria para salvar a alguien, hazlo.

No necesitas ser un héroe para detener las lágrimas de un niño. Salvarlo de su sufrimiento no requiere de títulos especiales.

Si puedes parar las lágrimas de alguien y dibujar una sonrisa en su rostro, entonces solo eso importa, ¡nada más es importante!

*Swicht*

Un corte logró alcanzar a Ryuu. Su rostro fue alcanzado, la mejilla izquierda fue cortada verticalmente hasta el ojo de la elfa.

En esa batalla de velocidad Ryuu fue la primera en recibir un daño, ahora se encontraba en desventaja, habia perdido la vista de su ojo izquierdo.

Pero no se detuvo, los golpes se hicieron más rapidos, pero menso precisos. Nuevamente las armas fueron destruidas con solo un toque.

En un movimiento desesperado, Ryuu se alejo lo más rápido para évaluar la situación.

-Solo 8…

Ese era el número de armas que quedaban, contando las suyas que le quedaban en la cadera, llegó a la conclusión que está batalla estaba apunto de acabar.

El Juggernaut observo a la mujer, supo que este era el fin. Así que preparó, el pequeño sentimiento de emoción ante esta batalla pronto desapareceria.

--Kaguya… Permiteme usarlas hasta el final.

Ryuu tomó sus armas de cintura y pido permiso antes de llevarlas a la destrucción. Nadie habló, solo el sonido de su respiracion agitada y de su corazon latiendo llenaron sus oídos.
Un paso, dos pasos, tres pasos y con eso el final de la batalla fue dictaminada.

--¡¡¡AAHHHHHHHHH!!!

El piso donde estaba Ryuu fue destruido, el Juggernaut desaparecio y por enésima vez en el enfrentamiento, las cm armas chocaron.

El sonido metálico fue lo único que se escuchaba en la habitación. Un arma se rompia y era cambiada, un solo error le costaria la vida.

La danza mortal entre la elfa y el Juggernaut empezó, los sonidos metálicos se sincronizaban con el sonido de la carne y sangre siendo cortados de Ryuu.

Entonces, ¿Asi es como acaba?

Ryuu lo supo. Ella estaba pérdida, su velocidad no era tanta, cada vez que chocaba armas, sangre y carne volaba de ella, pronto ya no habría más que cortar.

¿Acabara así… ? No.. Aún no.

Ryuu se negó a rendirse aún.

--¡¡Aún no… !!

La elfa grito con todas sus fuerzas, entonces el Juggernaut notó algo.

El poder magico se reunia alrededor de la elfa, eso solo indicaba una cosa: <Magia>.

Al notar esto, el Juggernaut supo que su victoria era ahora clara.

Ryuu jugó su última carta, la que le daría la victoria en esta contienda mortal. Entonces, ella aumentó los ataques y comentó a cantar:

--«En el cielo de ahora un bosque distante»

En el cielo de ahora un Bosque distante una Diosa observaba las estrellas con anhelo.

--«Estrellas infinitas dispersas en el interminable cielo nocturno»

Estrellas infinitas era lo que observaba una mesera mientras esperaba a su querida amiga. Recordandole, que una de las más brillantes, era como cierta elfa obstinada.

--«Responde a mi insensata voz, dame ahora la protección divina del fuego estelar»

Bolas de luces de hermosos colores se formaron sobre la cabeza de la elfa.

--«Dale la misericordia de la luz a quien te abandono. Ven,  viento errante, el viajero errante. Cruza el cielo y corre por el desierto, corre más rápido que cualquier otra cosa»

La velocidad del canto fue tal, que incluso aturdio un poco al Juggernaut, pero no por mucho, ya que sabía que su victoria se acercaba.

--«Imbuye la luz del polvo de estrellas y destruye a mi enemigo»

Y cuando el hechizo estaba apuntó de ser completado, un error fue cometido por Ryuu, su guardia había sido descuidada. Y sin pensalo dos veces… El Juggernaut atacó.

Nuevamente un silbido sonó el la habitación, pero esta vez vino acompañado de el sonido de carne siendo penetrada.

Las dos grandes cuchillas del Juggernaut atravesaron el estómago de Ryuu, atravesaron la carne y órganos, provocando grandes emorragias internas y una gran pérdida de sangre.

Era hora de terminar el trabajo… Pero por alguna razón no podía hacerlo. Sus cuchillas no salian del estomago para cortarla a la mitad. ¡No se estaban moviendo aún cuando este las intentaba mover con todas sus fuerzas!

--....

Un sentido primitivo asalto al Juggernaut, todos sus sentidos gritaban alerta. Pronto se dio cuenta, las bolas luz que flotaban sobre su cabeza, no habían desaparecido.

Giro su cabeza hacia la elfa, lo que vio lo aterrorizo inmediatamente, ella estaba sonriendo. Con la boca expulsando sangre, con un ojo cerrado, ella estaba sonriendo victoriosamente.

Las manos de la elfa sostenían la parte trasera de sus garras, usando todas fuerzas para que él no pueda escapar.

Lu supo en un instante, todo fue una trampa, todo fue planeado por la elfa para que esta pueda capturarlo. Así no pueda escapar de lo que se venía.

Las esferas de luces brillaron intensamente, no había manera de poder esquivarlas, solo podria bloquearlas, pero su caparazón no podía ser usado, el Juggernaut estaba siendo inmovilizado.

Esta era la victoria de Ryuu.

Lentamente sus labios empezaron a moverse, lista para decir sus últimas palabras.

El Juggernaut desesperadamente intento safarse, pero nada sirvió, ya que las palabras de Ryuu fueron dichas.

--Gracias, chicas… Gracias, Mia mamá… Gracias, Syr.

Su cuerpo brillo al igual que las esferas, todo el poder magico reunido se compacto, y al no decir la última frase del canto, un <Ignis Fatuo> se desató.

La habitación se iluminó, los pisos temblaron, las paredes fueron consumidas.

Una gran bola de poder magico absorbió la habitación, las armas desaparecieron, los cuerpos fueron reducidos a solo cenizas.

El Juggernaut no pudo reflejar el ataque y fue convertido en solo polvo, igualmente que la elfa que había desatado este desastre magico.

En el cielo de un bosque distante, una Diosa cayo de rodillas al notar la desaparición de la bendición de uno de sus miembros más importantes.

En el interminable cielo nocturno, una estrella brillante apareció, iluminando a la mesera que esperaba a su compañera, una luz tan hermosa y elegante, una luz que representa la Justicia.

__________________________

--Impresionante.

Una voz gruesa y sería, llamó la atención de los presentes, quienes giraron parazón ver al dueño de esas palabras.

--Nunca he visto a esa bestia, pero para luchar de tal manera, realmente es impresionante.

El dueño de la voz era Ottar, quien habia estado callado la mayor parte del tiempo, finalmente abrió la boca para decir unas palabras de elogio.

--Si. Es admirable, enfrentarse a tal oponente superior a ti, y logar ganarle, aún tuvo que dar su vida, es merecedora de elogios.

Hedin, quien también se había mantenido al margen, habló para felicitar a la elfa que luchó con su valentia y coraje.

--Me alegra que exista un compatriota elfo así. La mayoría solo se escuda en la magia y la arqueria, todo por ese sentimiento arraigado de no ser manchados por la asquerosa sangre de monstruos.

La mayoría de elfos del lugar asistieron de acuerdo a lo dicho por Hedin, aunque también un poco avergonzado debido a las palabras de el elfo, ya que ellos eran ese tipo de personas que se escudaban detrás de sus compañeros.

--Que hermosa vista…

Freya dijo en voz baja, lo suficiente como para no ser captada por las personas alrededor no pudieran escucharlo.

Freya había observado el alma de Ryuu en esa pelea, su brillo y belleza había opacado a cualquier alma que se encontraba en este lugares.

Pero el alma de Ryuu era lo que menos le importo a Freya. Lo que la cautivo completamente fue manera de luchar, sus sentimientos, su coraje y valentía.

Ella era una Diosa de la Guerra después de todo, sabía completamente de esas cosas.

Pero lo que más le impacto, fue que sus palabras hicieron que ella se levante, que pueda seguir luchando y que pueda seguir con su justicia.

Aquella valentía por salvar a los demás, por lograr lo imposible ante esa bestia desconocida, era algo que los humanos llamarían “Justicia”, y que los Dioses llamaría Héroe.

Freya observo a la elfa, quien era abordada por sus compañeras entre lágrimas de tristeza y felicidad. Viendo esa escena, la Diosa sonrio y decidió dejar que la elfa siga con su pequeña celebracion.

--....

La mayoría del salon estaba en silencio, algunos se quedaron pensando sobre la batalla que vieron, sobre aquel mosntruo desconocido.

Otros lloraban por la valentía y muerte de elfa, que aún que haya ganado, tuvo que sacrificarse para hacerlo.

Incluso los miembros de la <Familia Zeus> y la <Familia Hera> no pudieron evitar dar sus respetos ante la elfa.

--El Juggernaut, parece ser una criatura muy formidable, ¿No lo crees, Finn?

La alta elfa Riveria, pregunto a su capitán.

--Sus condiciones de aparición son bastante difíciles, incluso en todos los Pisos que hemos bajado, no hemos logrado hacer tanto daño como para que esa cosa apareciera.

--Eso nos vuele afortunados, esa cosa ya era tan fuerte como un nivel 4 a finales, imagina uno que saliera varios Pisos más abajo. Sería una locura.

El <Calabozo> mando a esa cosa para asesinar a quienes habían logrado hacerle daño, ese monstruo actuó como un sistema inmunológico, asesinando a las “bacterias” que dañaban al “cuerpo”

Si el daño se hiciera más Pisos abajos, entonces las “bacterias” serían mucho más fuertes, así que el “cuerpo principal” tendría que enviar a un sistema inmunológico más fuerte. Era un poco de sentido común.

--El mosntruo que diezmo a la <Familia Astrea>, con un poder de destrucción bastante grande. ¿Y aún así no teníamos registro de esto?

Finn se preguntó mientras se acariciaba la barbilla.

--Debe ser obra de Ouranos, este tal vez puso una órden para que toda la información sea silenciada.

--Tienes razón, Loki. Es lo más lógico. Si hubieran hecho público al Juggernaut, los aventureros hubiesen entrado en panico debido a sus condiciones de salida.

Finn supo lo que anciano Dios quizo hacer con mantener el silencio sobre esta bestia.

La mayoria de aventureros ya no quisiera ir a la mazmorra, los equipos de recolección de materiales, como son los de la herrería o alquimia, tendrían miedo de hacerle daño a la mazmorra.

Aunque las cosas posiblemente se calmarlan, ocasionarian un desastre por bastante tiempo, así que ocultar la existencia del Juggernaut.

--¡Impresionante, Ryuu! Aunque hayas muerto, realmente diste una buena pelea.

Alise, la compañera de Ryuu la felicito por tan espléndido trabajo. Aunque no parecía realmente afectada por su muerte, aun así la abrazo con todas sus fuerzas.

Sus demas compañeras y su Diosas también la felicitaron, además de lamentar su muerte, pero era algo de menos.

Incluso Ryuu no parecía especialmente dolida por su muerte, lo único que sentía es un sentimiento de orgullo, y uno de pérdida.

Algo faltaba en ese lugar, por supuesto, ese era el chico de cabello blanco, con el cuál había tenido una gran aventura en los <Pisos Profundos>.

En ese mundo ella no lo conoció, así que tuvo que valerse por si misma para poder ganar y superar su trauma hacia esa cosa.

Pero aún así, se sentía vacío en su pecho, como si le hubiesen arrebatado algo preciado e importante.

--Bell…

La elfa susurro el nombre del chico, quien nuevamente estaba con la mirada sombría, pero esta vez un poco más calmado.

--...

Cuando escucho el nombre de la Calamidad, el cuerpo de Bell instintivamente había comenzado a temblar.

Un dolor fantasmal apareció en su brazo derecho, incluso llegó a pensar por un momento que su brazo no estaba en su lugar.

El responsable de muchas horas sin dormir, quien había hecho que Bell tenga que tener varias sesiones de lectura junto con Haruhime. El responsable de las pesadillas y que su brazo se hallara enyesado por mucho tiempo.

Ese monstruo había sido destruido por Ryuu.

Fue una batalla tan espléndida par él. Tal belleza hizo que olvidará todo el lío en su cabeza, y que pueda disfrutar de tan maravillosa vista.

Aún cuando ella tuvo que usar su vida para llevarse al Juggernaut, Bell no se lamento, ya que pensaba que era una falta de respeto manchar tal batalla con lagrimas y sudor.

Pero aún así, era triste, se suponía que tenía que él estar ahí y v vivir una aterradora y al vez fantástica aventura, que los uniria aún más y que su relación pueda avanzar.

Igualmente que la elfa, Bell sintió un gran vacío en su pecho. Uno tan grande como cuando supo que no tuvo ese encuentro con su mayor amor.

La pantalla nuevamente trasmitio las imágenes.

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El infierno ya había comenzado.

Los temblores en Orario eran cada vez más fuerte, estos no se comparaban a lo que habían sentido hace poco tiempo cuando la <Familia Freya> tuvo un encuentro con otra facción.

Eran mucho peor. Los cimientos de las casas eran removidas con facilidad, haciendo que las estructuras cayeran y aplastaran a cualquiera que se encuentre cerca.

Pero los temblores no eran lo peor, sino una especie de planta carnívora que acechaba por todos los lugares. Estos devoraban hasta a la más mínima señal de vida.

Mosntruos tipo planta, parecidas a serpientes, su piel era tan que dura que las armas de los Aventureros no podían hacerle ningún rasguño.

--¡¡Rapido!! ¡¡Siguan las instrucciones de la <Familia Ganesha>!!

Varias aventureros se encontraban ayudando a evacuar a los civiles. Su trabajo era sacarlos de todo peligro, ellos habían fallado en luchar contra esos monstruos, asi que solo eso les quedaba.

--¡¡¡....!!!

Nuevamente un temblor azotó la ciudad, pero esta vez era el más fuerte hasta ahora. Las personas perdieron el equilibrio, algunas fueron aplastadas por las casas, otras debido a su descuido fueron devoradas por las plantas.

Esto había ocurrido de repente, nadie se esperaba que esto sucediera en esta fría y solitaria noche.

Las Familias más fuertes no habían hecho su aparición en la escena, no sabían dónde estaban, es como si se hubieran esfumado, eso era lo que pensaba los ciudadanos.

Pero alguien con al menos un poco de experiencia en batalla, sabía que algo grande estaba sucediendo bajo sus pies, algo tan malo que había sido requerido de la mayor fuerza de Orario.

X.  X.   X. 

Finn perdió la partida.

Los 5 tableros de ajedrez que se encontraban frente suyo, los campos de batalla que estaban dirigiendo, se estaban desmoronando.

Aún conta la fuerza reunida, no podían ganar, mucho menos después de que el verdadero plan de Enyo fue rebelado.

Los Espíritus solo eran una distracción para ocultar a la verdadera bestia. Habia sido completamente engañado, ya no podía idear un plan en estos momentos.

Habia perdido contacto con varios de sus principales miembros, siendo estos: Aiz, Lefiya y Bete.

--....

Su pulgar dolía tanto que su brazo se había sufrido un entumecimiento, esto solo le confirmaba que algo malo estaba apuntó de suceder.

Si movía todas las tropas hacia el verdadero plan de Enyo, entonces los Espíritus quedarían libres, los cuales terminarían su Canto y calcinarian todo Orario.

Si seguían con los Espíritus y ignoraba al monstruo, quien era prácticamente una bomba, estallaría y los asesinaria a todos los presentes.

Podía ser que la bomba no destruya completamente a Orario, pero eso solo sería temporal, ya que la explosión sería tal, que posiblemente una entrada al Calabozo sea creada, y los monstruos salgan a montones sumiendo al mundo en otra “Era Oscura”.

Ambas opciones llevaban a la destrucción y a sus posibles muertes. No había nada para que este pueda ganar esta lucha.

No podía ganarle al Dios que había pasado más de una década planeando esto, simplemente era imposible, incluso alguien como él sabía esto.

¿Habia alguna posibilidad? ¿Solo tal vez habia alguna ficha en su tablero que na havía usado?

Finn miro fijamente el tablero, buscando si había algo que olvido por completo, buscando una pequeña “Luz Blanca de la Esperanza” que le permitiría voltear esta situación.

Pero no encontró nada. Sus esperanzas fueron completamente despedazadas.

El Fin ya había sido anunciado con un rugido de una bestia.

X.    X.    X.

La batalla ya había terminado con el rugido de un Dragón. Él ya había despertado listo para cumplir su misión, su cuerpo se sobrecargo por toda la magia que tenía dentro, era una bomba que pondría fin a la “Era de los Dioses”.

Los Aventureros que ahora la rodeaban, se hallaban tomándose la cabeza en desesperación. Sabían que este era el fin para ellos, y el principio del sufrimiento para el mundo.

Entonces, todo el lugar se ilumino en una gran luz blanca.

Los Espíritus también terminaron su Cántico. El tiempo se volvio lento para los presentes. Pudieron ver como debajo de ellos unas grietas se formaban, de donde un gran destello de luz se filtraba.

Pronto las grietas pasaron a ser grandes agujeros, para luego consumir todo el <Piso> donde se encontraban los Aventureros.

No se escucho nada más que una gran explosión.

Algunos no tuvieron tiempo de gritar, otros ni siquiera se habian dado cuenta de la situación actual, muchos intentaron escapar, pero todos fueron engullidos por la gran luz.

Orario dio su último temblor.

La ciudad se ilumino, la noche fría y solitaria había pasado a ser opacada por el gran destello que salió de debajo de ellos.

La luz deshizo cada cimiento de la Ciudad Laberinto. Las murallas fueron consumidas. Los puestos de los comerciantes fueron reducidos a polvo.

Los habitantes que no habían logrado escapar sufrieron al igual que los Aventureros, una muerte rápida e indolora, siendo al menos este, el último regalo del Dios de la muerte.

No hubo gritos, solo hubo un gran destello de consumió todo y volvió la noche en día, haciendo que esta tragedia pueda ser vista desde bastante lejos, dando señal que ya todo había acabado para ellos.

Pronto, acompañando a la “Gran Luz”, múltiples pilares se elevaron hacia el cielo, dando un gran espectáculo de luces que asombraria a cualquiera. Lastimosamente, no había nadie que pudiera observar tal bella obra de arte.

Entonces un sonido de ruptura masiva resonó por toda la ciudad, la única estructura que pudo aguantar la explosión, cedió.

La gran Torre Babel, la mayor atracción de la ciudad, una gran construcción hecha por los Dioses, fue destruida.

El monumento que servía como tapa para el <Calabozo> fue vuelto polvo después de poco tiempo de su caída. Dejando así, nuevamente, una salida para los monstruos.

La Gran Luz llegó hasta cielo, consumió las nubes, y luego de segundos, este desapareció.

Nuevamente, todos se volvió oscuro. Lo unico que daba un poco de luz, era la luna y las estrellas en ese interminable cielo.

La poca luz de la noche ilumino Orario, o al menos donde deberia estar esa ciudad tan conocida por todo el mundo.

Nada. En ese lugar no había nada mas que oscuridad.

Las grandes murallas habían desaparecido. Las casas, el gremio, los bares, las tiendas, los monumentos, todo había desaparecido.

Lo único que se hallaba en ese lugar, era un gigantesco agujero, tan oscuro que no podías saber hasta donde llegaba,  si tenía un límite o no.

Cada rayo de luz que entraba en ese lugar, solo era engullido para no salir más. En ese lugar no había nada, solo simple oscuridad.

Toda la vida en ese lugar fue destruida, toda la esperanza fue despedazada. El mundo ya había entrado en un infierno apocalíptico, y solo se enterian de esto debido al propio aviso del <Calabozo>.

*NHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA*

“Ella” no se lamento aun cuando gran parte de su “cuerpo” fue destruido. En cambio, ella rio, finalmente fue liberada de su terrible prisión.

Finalmente fue libre, esa tapa se había ido, ese repugnante Dios que la mantenía tranquila con sus plegarias desapareció, y al saber todo eso, “Ella” solo rio.

La risa siniestra, llena de alegría y satisfacción, azotó cada rincón del mundo, anunciando así el Apocalipsis, y el comienzo de una nueva “Edad Oscura”

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--Orario no pudo ganar. Este fue el fin de la lucha en esa ciudad. La falta de personas importantes hizo imposible que la victoria llegará a sus manos.

La explicación fue dada, y todos la habían escuchado con atención.

--Aún cuando veía venir esto, sigue siendo impactante.

Finn dijo sin ganas, para luego recostarse en su silla.

--Ese es el Fin de ese mundo, ¿verdad?

Loki pregunto con un tono serio, al parecer había dejado las bburlas para otro momento.

--Aún queda un poco, tal vez un poco de esperanza.

El presentador dijo eso, para luego encender la pantalla.

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Ser granjero es algo cansado…

El trabajo de granjero era uno de los más difíciles trabajos que podían existir en este mundo.

Saber arar la tierra, tener conocimiento en agricultura, resistencia para las grandes sesiones de recolección y plantación.

Tener conocimiento en que epocas plantar y en que otras no, saber predecir el clima, todos eso era muy difícil.

Solo falta un poco más…

Pero para Bell, quien toda su vida habia vivido en este trabajo, no era algo que le moleste demasiado. Solo que esta vez estaba un poco cansado debido a que no había dormido mucho últimamente.

Las sesiones de lectura que tenía por la noche, era algo que le encantaba, cada noche tomaba unos de los libros que tenía y los leía hasta acabarselos.

No falta mencionar, que todos estos eran libros de héroes de antaño, sus biografías y sus historias de aventurera y heroísmo.
Aunque Bell ya había leido esos libros más de 1000 veces, cada vez que se sumergia en ellos, parecía como si fuera la primera vez.

Además, había recibido algunos libros nuevos hace unos meses atrás, cuando un extraño Dios con sombrero lo vino a visitar.

No sabía exactamente porque, pero parecía que cuando el Dios lo observo, sintió como si estuviera decepcionado de algo. Bell no le tomó importancia a eso, aunque parecía que el Dios estaba siendo grosero, este merecía aun así respeto por ser una divinidad.

El Dios había pasado varios días en ese lugar, Bell había escuchado que el había sido mandado a buscarlo por alguien, aunque el Dios no quiso decírselo.

Durante la estadía del Dios, Bell había recibido constantemente acoso por parte de este, pidiéndole que lo deje llevar a Orario para que vea las maravillas de este lugar.

Bell se vio tentado por un momento, abandonar todo e ir a la ciudad con la que alguna vez soño no estaba tan mal, pero término rechazandolo.

Pronto el Dios se rindió, y se fue del lugar con un rostro insatisfecho, no sin antes darle un pequeño regalo debido a su amabilidad de aceptarlo.

Eran unos simples libros con historias heroicas que Bell ya había leido, y otras que no. Al parecer los libros venian de un lugar llamado Lejano Oriente, donde tenían historias bastante interesantes.

Bell pensó que el Dios nunca se iría, y al parecer tuvo razón, ya que la divinidad no se fue porque el lo quizo asi, sino por que una hermosa mujer vino en su búsqueda, para luego llevárselo a rastras del lugar.

--....

Bell suspiro al recordar aquella escena que pasó hace tiempo. Aunque había sido visita de alguien, aun así se sentía bastante incómodo cada vez que el Dios se metía en su cama para contarle historias sobre Orario.

¡Solo un poco más… !

Debido a sus sesiones de lectura, había descuidado un poco del campo, así que tuvo que quedarse despierto mientras cosechaba los vegetales que plantó hace tiempo atrás.

Bell tomó la parte superior del vegetal que sobresalia de la tierra, para luego jalar con fuerza.

--¡Listo, por fin puedo descansar!

Bell salto de alegria cuando el último vegetal fue cosechado.

Con sus ropas sucias, su rostro manchado por la tierra, y con una zanahoria en la mano, Bell se dispuso a darse un baño antes de ir a dormir.

La cosecha habia terminado, la época de zanahorias finalmente podría comenzar. Bell podría ganar buen dinero y sobrevivir un tiempo más.

La sonrisa de Bell no se borraba para nada, aunque ser granjero era difícil, tenias sus momentos de felicidad, ver como tus plantaciones que criaste con cariño y esfuerzo crecen y dan sus frutos, es algo que alegraria a cualquiera.

--...

Aunque Bell estaba solo en este lugar, no tenía problemas con eso, casi siempre tenia contactó con otros aldeanos que vivían en su pueblo.

No tenía una vida difícil, todo era tranquilo en este lugar. No había nada que pueda arriesgar su vida, paso sus dias siendo feliz plantando zanahorias todos los días.

Pero aún así, con esta vida tranquila, se preguntaba que tipo de vida hubiese tenido si iba a esa gran ciudad soñada, Orario.

“¿Qué tipo de Aventuras hubiese tenido? ¿Hubiese cumplido su sueño de tener un encuentro con el sexo opuesto en ese lugar? Al menos, ¿hubiese servido como Aventurero en primer lugar?”

Bell se hacia ese tipo de preguntas cada día.

A veces incluso soñaba de como hubiese sido su vida en aquel lugar: lleno de riquezas y con muchas mujeres a su alrededor, siendo el héroe más grande que el mundo haya visto.

Pero solo eran delirios de un niño de 14 años, algo normal para alguien de edad que se la paso leyendo toda su vida historias heroicas.

--...

Tampoco es como si se arrepintiera de sus desicion, le gustaba estar aquí. Además el creaba cosas, un Aventurero las destruía, no pensaba que realmente pueda encajar en esa vida.

Su vida como un gran granjero de Zanahorias aun había comenzado, tenía un gran camino por delante. Su vida llena de felicidad están garantizada, al menos hasta ahora.

--¡¡¡....!!!!

El suelo tembló. La fuerza fue tal que había hecho que Bell se derrumbara al suelo.

La canasta llena de zanahorias que cargaba en su espalda, se safo y todo el producto cayó al suelo.

¡¿Qué está pasando… ?!

Bell intentó levantarse , pero la fuerza del movimiento no lo dejaba, pero aún si no se rindió.

Solo fueron unos segundos, todo paso tan rápido, el movimiento telúrico que azotó el mundo, se detuvo.

Bell logro pararse con éxito.

--¡Ah, las zanahorias!

Ignorando lo que acaba de pasar, Bell tomó la canasta y nuevamente recolectó sus vegetales.

Pero algo lo detuvo, sus manos que estaban a punto de tomar una zanahoria se paralizaron.

--... ¿Qué es eso…?

Desde un lejano lugar, un gran pilar de luz ilumino todo el lugar donde Bell se encontraba. La intensidad del brillo fue tal, que pareció que se hizo de día en un momento.

El cuerpo de Bell por alguna razón empezó a temblar. Aunque a simple vista el espectáculo podría parecer bello desde donde se encontraba en chico, por razones que el chico desconocia, este tenía un mal presentimiento.

--Esa luz…

Una luz tan blanca como su cabello, tan pura y tan brillante como su alma. Esa brillo no le daba buena espina.

Entoces, después de unos segundos, todo volvió a la normalidad.

¿Qué es lo que sucedio… ?

Bell no dejo de pensar en eso, mientras aun miraba la dirección de donde provino esa luz.

Por esos lugares solo había varios pueblos, y las importante de las ciudad del mundo.

Orario, la Ciudad Laberinto.

--¿Sucedio algo… ?

Aunque ya todo había pasado, el cuerpo de Bell no dejó temblar, un miedo irracional estaba creciendo en él.

--...

Bell ignoro lo que estaba sintiendo y se dedicó a recolectar las zanahorias, hasta que nuevamente las cosas perdieron su sentido por lo que estaba apunto de suceder.

*NHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA*

La canasta cayó de sus manos, sus rodillas cedieron y cayó hacia la tierra llena de vegetales.

Su cuerpo empezo a temblar como nunca antes lo había hecho. Su corazón se empezó a descontrolar, parecía como si hubiese corrido una maratón.

Las lágrimas de juntaron con el sudor frío que recorría su rostro. Ni siquiera sabía porque estaba llorando, su cuerpo simplemente lo hizo.

Esa risa siniestra hizo que Bell tuviera todo tipo de pensamiento terroríficos.

Gente devorada, siendo desmembrada, sangre por todas partes y llantos de dolor agonizante. Niños, mujeres, hombres, todos siendo asesinados frente a sus ojos.

Bell estaba teniendo alucinaciones de muerte. Como si se le estuviera mostrando el futuro de la humanidad, Bell no lo soporto más y arrojó todo lo que tenía en su estómago.

Pronto las alucinaciones acabaron, y Bell pudo recuperar un poco de su cordura. Su boca sabía mal, así que tomó una zanahoria y la mordió para quitarse un poco el sabor agrio.

Aun no para de temblar. La mayor parte de su cuerpo aun seguia con el miedo arraigado.

¡¿Qué fue eso?! ¡¿Qué fue esa risa?! ¡¡¿Qué está pasando?!

Las preguntas no dejaban de llegar a la cabeza de Bell, haciendo que un pequeño dolor punzante apareciera.

--...

Bell se levantó del suelo y se dirigió a su pequeño cabaña, que por fortuna no había sufrido daños por el temblor. Se limpio las lagrimas y se lavo el rostro.


No sabía que fue eso, o que lo causó, o incluso porque reaccionó así ante lo sucedido. Las múltiples preguntas no lo dejarían dormir esa noche, así que nuevamente recolectó las zanahorias y se sentó en un pequeño sofá.

--....

El Apocalipsis ya había comenzado, no importa donde vaya, no importa donde este o que vida tenga, el destino de Bell siempre será el mismo.

No importa que camino tome, o que decisión elija, el siempre se volverá en vuelto en algún tipo de problema.

Bell Cranel siempre tendría que tomar la espada, y volverse la “Luz Blanca de la Esperanza”

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--Y así es como termina.

El salón se encontro en silencio.

--.... ¿Nadie dirá algo?

La mayoría de personas que había observado el Universo se encontraba pensativa, otras solo mantenía la cabeza agachada en signo de tristeza.

--Aún cuando me demore haciendo esto…

Finn se hallaba mordiendo su pulgar izquierdo mientras comprendía un poco de lo que había visto.

La Diosa Loki, quien fue la más entusiasta de ver este Universo, se encontraba con una expresion molesta, mientras susurrando algo de matar a un Dios de la locura.

--...

Bell estaba siendo consolado por su tía y su madre, su <Familia> también intentaba ir con él, pero no podían debido a la intensa mirada de Alfía.

Parecia como si nadie quisiera hablar sobre el tema. Las personas que vieron sus muertes en la pantallas también estaban siendo consoladas, espero y eso no les cause algún tipo de problema.

--Bueno si eso pasa, que el siguiente Dios se encargue…

El presentador huyó del lugar. Ya no habia nada que hacer, su trabajo había terminado.

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Total de palabras: 19 177.

Él próximo cap será escrito por...

hikaru-fukawara

Nos vemos en 5000 años :3

El que no deje su estrellita es gay.

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