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Capítulo 8. Un Poco Extraño

JiMin se quedó recostado riendo, pero de repente escuchó una voz grave detrás de él.

-"¿Qué estás haciendo?"

-"¡Uaaagh!"

Como se movió sorprendido, salpicó agua que borró las palabras en la pared. JiMin miró hacia atrás y gritó

-"¡Su, Su Majestad! ¿¡Por qué has venido...!?"

-"¿En qué lugar del palacio imperial no puedo entrar?"

-"Ah, ya veo"

Al darse cuenta de que había hecho una pregunta tonta, JiMin extendió discretamente la mano hacia un lado para agarrar una toalla. Se había mirado a sí mismo antes de entrar en el baño. Dejando a un lado las marcas en su cuerpo, su frente, que había golpeado contra el suelo la noche anterior, tenía un bulto negro y azul.

'Qué vergüenza...'

Por alguna razón, sintió el doble de vergüenza al mirar al Emperador parado orgullosamente frente a él. Necesitaba algo con lo que cubrirse. Pero en el momento en que su mano estaba a punto de agarrar la toalla fuera de la bañera, la mano de YoonGi se movió más rápido. Le arrebató la toalla que JiMin pretendía agarrar y la arrojó lejos. Él vio cómo la toalla golpeó una maceta en la esquina del baño, volcándola.

-"Lo siento."

Él no sabía qué error había cometido, pero viendo la maceta rota, tuvo la sensación de necesitar pedir perdón, aunque para ello debiera atribuirse la culpa. YoonGi sacudió la cabeza ante su disculpa y dijo

-"Está bien. La próxima vez, no intentes cubrirte cuando estés delante de mí."

-"Lo entiendo. Pero en realidad no llevo conmigo nada peligroso. Las asistentes me revisaron antes de entrar."

Recordó la conversación que mantuvo con las asistentes antes de entrar en la habitación nupcial el día anterior. Él había preguntado.

-¿Por qué me ponen esta ropa tan reveladora? ¿No hay nada que cubra un poco?

Y a eso las asistentes respondieron, con elegancia.

-Nadie sabe lo que tienes si lo escondes

Desde ese momento, él supuso que al Emperador le preocupaba que escondiera algo en su atuendo.

JiMin se levantó de un salto de la bañera y levantó los brazos para demostrar su inocencia. Su parte íntima quedo al descubierto, pero a él no le importaban esas cosas. De todos modos, la noche anterior había mostrado todos sus rincones y grietas; ¿Qué sentido tenía esconderse ahora? YoonGi se mordió los labios cuando vio que JiMin se levantó, luego buscó a su alrededor. Vio una toalla grande, que pronto agarró y arrojó sobre JiMin.

-"He cambiado de opinión. Puedes taparte."

-"..."

Dice una cosa en un momento y otra al siguiente. Al parecer, había juzgado que él no ocultaba nada. Sin saber cuándo volvería a cambiar de opinión del Emperador, JiMin tomó rápidamente la gran toalla que le estaba dando y la envolvió alrededor de su cuerpo antes de mirarlo nuevamente. De repente, él extendió una mano. Pero cuando JiMin dio un paso atrás, sorprendido por el repentino movimiento, su mano se detuvo.

-"Sólo intento comprobar dónde te has hecho daño. He visto al médico de la corte esperando fuera, pero he pensado que lo mejor sería que yo mismo echase un vistazo primero"

Una vez dicho esto, el Emperador volvió a extender la mano. JiMin cerró los ojos al sentir el toque frío de sus dedos en la frente, una sensación que contrastaba con el calor que había sentido dentro de la bañera. Si el Emperador le apretaba la frente con su monstruosa fuerza, él se despediría de este mundo en ese mismo instante. Estaba lleno de tensión, pero su toque resultó inesperadamente cauteloso y suave.

-"Se ha hinchado más de lo que estaba por la mañana. El hematoma también ha empeorado". Musitó.

JiMin no lograba entender por qué el Emperador se interesaba por su frente.

'Oh, tal vez...'

Había visto a las asistentes sorprendidas mientras él entraba en el baño. Parecía que pensaban que la lesión de su frente también había sido causada por el Emperador. Bueno, eso lo explicaba todo. Quería echar un vistazo, ofendido por la falsa acusación. Después de todo, lo etiquetaron como un golpeador de donceles.

-"Entonces, me voy."

-"¿Qué?" los ojos de JiMin se agrandaron.

-"¿Qué pasa?"

-"No, me preguntaba si habías venido porque tenías algo que hacer..."

-"Ya lo hice". Su dedo presionó muy suavemente la frente de JiMin y terminó, "Lo único que queda es cortar en trozos."

Namjoon, el comandante de los caballeros imperiales, sentía que algo andaba mal. Había llegado a la oficina del Emperador temprano, sólo para darse cuenta de que YoonGi no estaba en ninguna parte. Nunca, ni una sola vez, el Emperador había llegado a su propia oficina más tarde que Namjoon. Namjoon estaba desconcertado por este suceso sin precedentes, cuando YoonGi entró en la oficina Sin embargo, de alguna manera, el Emperador parecía diferente a lo habitual. Se suponía que debía estar de mal humor por haberse enfrentado a los intrusos durante la noche, pero en el rostro de YoonGi no se apreciaban tales signos de disgusto.

Namjoon le preguntó con cautela.

-"¿Cómo fue la noche anterior, Su Majestad?"

Hubieron cuatro asesinos. Hacía tiempo que no entraban en el palacio imperial. Además, atacaron en la noche de bodas como si hubieran estado esperando.

-"Un poco... extraño."

Namjoon asintió ante la respuesta de YoonGi. Al investigar, se reveló que los cuatro asesinos no tenían ninguna relación entre sí. ¿Cuatro asesinos enviados por cuatro entidades diferentes? Nunca había ocurrido algo como eso.

-"Lo entiendo. Debe haber sido la primera vez que experimentas algo parecido."

-"Me pareció mucho más pequeño de lo que pensaba."

-"¿En serio?"

¿El asesino era pequeño? A Namjoon no le parecían pequeños los cuerpos que flotaban en el estanque.

-"Y más suave de lo que imaginaba."

-"¿Perdón?"

La cara de Namjoon se volvió confusa al escuchar la palabra 'suave'. ¿Qué demonios? ¿De qué suavidad estaba hablando? ¿Acaso atravesó el vientre del asesino con tanta facilidad?

YoonGi aborrecía el contacto con los demás. Se trataba de algo inevitable, teniendo en cuenta cómo había crecido. Hasta el punto de que era reacio a que incluso Namjoon, un súbdito fiel durante mucho tiempo, estuviera a su lado, excepto cuando resultaba absolutamente necesario. Sin embargo, ¿Tocó a un asesino? ¿Y se sintió suave? Los asesinos eran hombres de mediana edad, así que ¿Cómo podía estar suave?

Una imagen peligrosa comenzó a formarse gradualmente en la mente de Namjoon mientras YoonGi seguía hablando.

-"Y también, aún más bonito en la noche."

-"Su Majestad, lo siento pero, ¿De quién está hablando...?" preguntó Namjoon con cautela.

-"El Consorte, por supuesto. ¿De quién creías que estaba hablando hace un momento?"

-"Los asesinos."

-"¿Estás loco?"

'No era de extrañar que sintiera que algo no andaba bien', pensó Namjoon. Pero cuando Namjoon estaba a punto de suspirar de alivio, se detuvo al darse cuenta de algo importante. '¿Espera? ¿Qué dijo el Emperador ahora? ¿El Consorte es pequeño y bonito?'

Mientras Namjoon se quedaba boquiabierto como un pez, el Emperador se sentó en su escritorio y comenzó a firmar varios documentos, pero de repente dejó de mover las manos y se levantó. Luego se dirigió hacia la puerta.

-"¿Su Majestad? ¿A dónde va?"

-"A ver a alguien."

Namjoon no preguntó a quién. YoonGi salió, y pasó mucho tiempo antes de que regresara. En cuanto entró en la oficina nuevamente, Namjoon percibió el sutil aroma de las rosas junto con el olor de la sangre. Preguntó,

-"¿Dónde has estado, Su Majestad?"

-"Me reuní con el Consorte y luego me acordé del asesino de ayer, así que lo descuarticé un poco."

-"¿Por qué se te ocurrió descuartizar al asesino después de reunirte con Su Majestad el Consorte?"

Ante su pregunta, YoonGi lanzó a Namjoon algo que tenía en la mano. Namjoon atrapó instintivamente el objeto, y sus ojos se agrandaron al verlo. Se trataba de un pequeño grabado en metal con trozos de sangre y carne.

-"Esto es..."

-"He abierto el cuerpo y lo he encontrado dentro. También conoces la marca que lleva, ¿no?"

-"Esta es la marca de los zelotes del reino sagrado, ¿No?"

-"Así es."

Los ojos de YoonGi irradiaban una fría intención asesina. El asesino que había dirigido el ataque de anoche había apuntado al consorte, no a él. ¿Por qué?

-"Tendré que averiguar por qué demonios el reino sagrado envió a un asesino detrás del consorte y no detrás de mí."

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