Capítulo 17. Tzuyu Y El Broche De Esmeralda
Innumerables hijas e hijos de la nobleza esperaban en el salón del palacio imperial. Sorprendentemente, muchas se habían reunido para solicitar el puesto de doncella o doncel de compañía, a pesar de todas las muchachas que rehuían del asiento del Consorte.
El puesto de dama de compañía del Consorte no estaba directamente relacionado con el Emperador, pero implicaba el privilegio de estar al tanto de la mayoría de los asuntos del palacio imperial, además de ciertos beneficios aparte del título de doncella o doncel de la corte. Por eso, las hijas y los hijos de la nobleza que no podían heredar en su familia mostraban mucho más interés por el puesto.
También habían muchas mujeres u hombres que pensaban en el hecho de que el Emperador se había enamorado del Consorte, y que incluso lo trababa bien. Así que creían que si descubrían que le gustaba tanto al Emperador y echaban al Consorte antes de que naciera un bebé, se convertían en el Segundo Consorte. ¡Matarían a los demás, para que no sucediera lo mismo!
El hecho de que el Emperador no hubiera matado al Consorte, en contra de lo que todos esperaban, les infundía valor. Todas los reunidos eran hijas e hijos de familias nobles, por lo que no había ninguno que se quedara atrás en apariencia. Incluso entre ellos, había algunas vestidas con extravagancia, una muestra del estatus y la autoridad de sus respectivas familias.
Elysia era una de ellas. Sonrió levemente mientras miraba a las otras jóvenes.
'Soy la mejor, después de todo'.
No estaba equivocada. Ya sea por su aspecto, su vestimenta o su procedencia, era la persona más adecuada para convertirse en doncella de compañía.
'No van a elegir a una sola persona, así que... veamos. Me pregunto quién más será elegida'.
Elysia pensó mientras observaba su entorno, pero entonces sus ojos se detuvieron en un punto. Vio a alguien en un rincón de la sala que claramente estaba nerviosa. Se trataba de una joven que parecía algo rústica en comparación con los demás; llevaba un broche de esmeralda muy grande y pesado en el pecho. A Elysia se le escapó una carcajada ante el atuendo notablemente inadecuado de la joven.
Otra joven conocida de Elysia le susurró desde un lado.
-"He escuchado que es el hijo del Margrave Kaniche. Se llama Tzuyu, creo. Sus tierras están en un rincón muy remoto, pero me extraña que enviaran a su hija como candidata a doncella de compañía con esa vestimenta. Supongo que pensaron que poniéndole una gran joya quedaría bien. Pobre chica."
El tono de la joven que rebosaba burla, en contraste con sus simpáticas palabras, provocó la risa de Elysia. Nadie con sentido común elegiría a una doncella con ese aspecto como doncella de compañía. Después de todo, cualquiera podía apreciar la brillantez de las hijas procedentes de las mejores casas nobles, entre las que se encontraba ella misma. Tzuyu pareció darse cuenta de la forma en que la gente lo miraba. Bajó la cabeza aún más que antes.
-"Aun así, esto le será una buena experiencia, ¿No te parece? Volver a los lejanos bosques de donde vino después de echar un vistazo a Su Majestad el Consorte será suficiente para que sea el recuerdo más digno de su vida."
Mientras los dos ridiculizaban a Tzuyu, la voz de una asistente sonó en la sala.
-"¡Su Majestad el Consorte está llegando!"
El ruido en la sala cesó ante el anuncio. Las mujeres y hombres que habían estado esperando dentro se pusieron en fila y se inclinaron en señal de saludo cuando el Consorte entró por las puertas del salón.
-"Todos saludan a Su Majestad el Consorte."
Poco después de recibir el saludo de cientos de personas, el Consorte les pidió que acomodaran su postura.
-"Pueden levantarse."
Elysia miró al Consorte tras levantar la cabeza de acuerdo con la etiqueta imperial. La belleza del Consorte era una cosa, pero lo que hizo que Elysia lo observara detenidamente fue el aura que lo rodeaba. El Consorte parecía muy acostumbrado a este tipo de situaciones. El tipo de situación en la que él tomaba la iniciativa en medio de la atención de todos.
'He escuchado que era un príncipe ilegítimo abandonado en el Reino de Navitán, pero...'
Si bien el Consorte podía haber recibido educación un mes antes de su boda, había algunas cosas que no podían adquirirse sin experiencia real... y una de esas cosas, era el aura. El Consorte exhibía un aire de indiferencia, algo que sólo podían lograr quienes estaban acostumbrados a este tipo de eventos desde una edad temprana. Ese rostro impasible del Consorte que parecía decir que no soportaría ninguna tontería...
'Él es formidable'.
Mientras pensaba que había menospreciado al Consorte bajo la suposición de que él se había limitado a fascinar al Emperador con su cara bonita y sus locuras, Elysia corrigió su postura. El Consorte caminaba en su dirección. Pronto la vería y se detendría. Cuando eso ocurriera, la saludaría... Pero en el momento en que los pensamientos de Elysia llegaron a ese punto, los ojos del Consorte cobraron vida de repente.
Siguió la dirección de la mirada del Consorte. ¿Qué era? ¿Qué era lo que le llamó la atención cuando hace un momento parecía indiferente a todo? Los pasos del Consorte se volvieron más rápidos y comenzó a caminar hacia el final de las filas de mujeres.
-"¿Cuál es tu nombre?"
La voz del Consorte sonaba un poco excitada.
-"Es Tzu-Tzuyu, Su Majestad."
'¿Tzuyu? ¿Esa tonta de antes?'
Elysia miró hacia atrás, sorprendida, y vio que los ojos del Consorte estaban fijos en el broche verde del pecho de Tzuyu. Elysia no fue la única que lo notó. Las candidatas a doncella de compañía recordaron lo ocurrido después de que el Consorte llegara al palacio imperial. El Emperador le había ofrecido todas las joyas de la familia imperial, pero al no considerarlas suficientes, él le dijo al Emperador que deseaba el tesoro del Reino de Tetin.
Todos las presentes se dieron cuenta de que, para llamar la atención del Consorte, necesitaban joyas. Además, grandes y de buena calidad.
Todos las personas del palacio de Tetin miraron al hombre que había entrado sin invitación.
El jardín detrás del palacio era elogiado como el lugar más bello de este reino, pero a nadie le importaba eso ahora mismo; todos estaban demasiado ocupados admirando el apuesto aspecto del hombre. El hombre de cabello y ojos negros había llegado sólo con una espada en la mano, ni siquiera llevaba armadura. Estaba parado en la entrada de la sala conectada al jardín trasero, con una mirada algo aburrida.
A decir verdad, aunque el hombre tuviera una apariencia mediocre, habría llamado la atención de todos. Porque la espada que llevaba en la mano seguía goteando sangre caliente.
-"¡Kha... agh!"
Bajo los pies del hombre estaba el caballero comandante del Reino de Tetin, que se agarraba el hombro y gemía de dolor. Por supuesto, este hombre era YoonGi.
YoonGi observó la sangre que goteaba de su espada antes de hablar con alguien que estaba al lado.
-"Tú, el de allí."
El asistente del Reino de Tetin respondió, con el rostro pálido
-"¡Si!"
-"Quítate la ropa."
Los rostros de todos se volvieron rígidos ante sus palabras. ¿Aquí? ¿Ahora mismo?
Al notar las miradas interrogantes y el extraño ambiente, YoonGi añadió a sus palabras con el ceño fruncido.
-"Me refiero a que te quites la ropa para poder limpiar la sangre."
En ese momento, el asistente se quitó rápidamente la prenda superior y se la entregó a YoonGi de forma extremadamente respetuosa. Éste la utilizó para limpiar su cuchilla de acero negro. La prenda se empapó excesivamente de sangre. Normalmente, esto no ocurriría al limpiar una espada, pero la cuchilla de YoonGi no era un artículo ordinario, después de todo.
Mientras tiraba la prenda empapada después de usarla, YoonGi se preguntó cuánta más sangre suya y la de un número incalculable de personas, seguía contenida en esta espada suya.
-"Emperador... tú... ¿Qué es...?"
Fue entonces cuando el caballero comandante de Tetin resolló, con la voz mezclada de dolor, a lo que YoonGi respondió pisando más fuerte al caballero comandante.
-"¡Kuurgh!"
-"Aguantas bien para ser un caballero comandante tan inútil. Te alabaré por ello"
El sarcasmo se notaba en los labios de YoonGi. Cuando pisó aún más fuerte al caballero comandante, un grito incontenible resonó en la sala.
-"¡Gaargh!"
Los observadores giraron la cabeza cuando vieron a YoonGi golpear deliberadamente con su talón la herida del caballero comandante, pero no pudieron evitar los gritos que atravesaban sus oídos. Los terribles gritos terminaron junto con el sonido de un hombro rompiéndose. Al final, el caballero comandante de Tetin no pudo soportar el insoportable dolor y se desmayó.
Poco después de que cesaran sus gritos, el Rey de Tetin entró corriendo en la sala, sin aliento por el esfuerzo de correr. Llevaba en la mano una joya verde muy grande y hermosa. Era la joya llamada el Bosque de Tetin.
Innumerables formas de árboles estaban contenidas dentro de la joya verde. Estas formas no deberían ser más que patrones en una joya, pero los árboles se agitaban como si soplara un viento.
-"¡Aquí está!"
-"No creí que lo trajeras de verdad"
Dijo YoonGi, extendiendo la mano hacia el Rey con una risita, y el rey de Tetin le entregó la joya más importante del reino sin dudarlo.
-"¡Ya la tienes, así que quita los pies de encima de MinSuh de una vez! ¡Ahora! Has prometido perdonarle la vida a cambio de la joya."
-"¿MinSuh? ¿Ese es su nombre?"
YoonGi miró al caballero comandante que estaba inconsciente bajo sus pies, y luego le dio una fuerte patada. Con un "¡Urk!", el caballero comandante salió rodando.
-"¡MinSuh!"
El Rey de Tetin se apresuró a sostener al caballero comandante y gritó que llamaran a un médico. Mientras los asistentes se movían enérgicamente, YoonGi dirigió su mirada a la joya que tenía en la mano. Un bosque infinitamente extenso se agitaba tranquilamente en su mano. Sin duda, era el Bosque de Tetin. Justo cuando se sentía satisfecho al confirmar que la autenticidad de la joya, el Rey de Tetin gritó en señal de repudio.
-"¡Desgraciado salvaje! Irrumpir en el palacio de otro país sin motivo y robar su tesoro, ¿Así es como debe actuar el gobernante del imperio? ¿Cómo eres mejor que un ladrón?"
-"Sin motivos, dices"
YoonGi se burló de las palabras castigadoras del rey y continuó.
-"Skadia, en la cordillera interior de Javel."
-"..."
El rostro del rey palideció ante el nombre de la ciudad pronunciada por la boca de YoonGi.
-"He escuchado que has acumulado un gran ejército en ese lugar. Un ejército de élites, además. ¿Creíste que no lo sabría? ¿Pensaste que un ataque sorpresa con números tendría éxito? Sé que todas las armas de tus soldados están recubiertas con plata de Celcita, lo que significa que yo soy el único objetivo. Después de todo, soy el único que queda en el mundo que puede ser dañado por ese metal."
El rey apartó la mirada de los fulminantes ojos negros de YoonGi, que brillaron de color carmesí durante un fugaz instante. No era un color propio de un humano.
-"Levantar un ejército para atacar al Emperador en secreto. ¿No es esa una razón suficiente para arrasar esta tierra e incendiarla?"
Sus palabras hicieron que los que estaban en la sala retrocedieran vacilantes. No querían enfrentarse al Emperador en solitario. El gobernante del imperio había conseguido llegar hasta aquí solo sin sufrir un solo rasguño. Y luego, de un solo golpe, venció a su caballero comandante. Todos podían sentirlo por instinto; no debían desafiar al Emperador.
-"Pero descansa tranquilo, ya que no tengo intención de hacerlo hoy."
-"...¿Por qué?"
El rey preguntó con cautela.
-"Mi Consorte me espera. Debo apresurarme."
El Rey de Tetin se quedó sin palabras ante esta respuesta totalmente inesperada. Estaba tan aturdido que se preguntaba si el Emperador estaba bromeando. Sin embargo, el Emperador parecía serio.
-"Sólo espero que él esté satisfecho con esto."
Al escuchar sus palabras, el Rey de Tetin recordó lo que sabía del rumoreado Consorte. Por lo que había oído, le encantaban las gemas, por lo que el Emperador le había ofrecido todas las joyas del Imperio. Sin embargo, parecía que el hombre no podía conformarse sólo con las joyas del Imperio. El rostro del Rey se ensombreció. Ya resultaba bastante difícil lidiar con aquel tirano loco, pero ahora había un maníaco que lo tenía a su merced.
-"No pongas esa cara. Ahora que tengo esto, no tengo más asuntos con Tetin. Ya he enviado mis tropas a Javel, así que tenga la amabilidad de enterrar a sus hombres después. Olvidaré el asunto de Skadia con esto. Y también..."
YoonGi se acercó al rey de Tetin para susurrarle al oído.
-"Mantendré en secreto que ese caballero comandante de cabello y ojos disfrazados, es tu hijo de sangre. Teniendo en cuenta esto, creo que no deberías tener ninguna queja"."
-"¡!"
-"No estarás preguntando cómo lo supe, ¿Verdad?"
Los ojos de YoonGi volvieron a parpadear de color carmesí. El Rey de Tetin inclinó la cabeza, no en señal de sumisión sino de gratitud, y YoonGi murmuró antes de apartarse,
-"Un padre se preocupa por su hijo, eso es."
No era un sentimiento que pudiera entender, ni podría entenderlo en los días venideros.
YoonGi inmediatamente se movió para volver al Imperio, seguro de que JiMin le esperaba. Sin embargo, la primera en darle la bienvenida fue una persona inesperada.
-"Ha pasado mucho tiempo, Su Majestad. Que el Imperio prospere siempre en paz."
-"¿Irene?"
No se alegró especialmente de verla, pero que no podía ignorarla.
-"¡Es realmente peor de lo que he escuchado!"
Irene aplastó el periódico que tenía en las manos con un apretón. Observando su ira, el santo se rió interiormente.
'Puede que sea un personaje creado por mí, pero qué carácter tan malvado...'
Recordó qué clase de persona era Irene.
Como hija única del Conde Levnen, un destacado erudito del Imperio, Irene era una persona tranquila y pulcra. Una dama de buena reputación con excelentes logros académicos y buena relación con sus compañeros.
'Pero tiene un grave delirio con YoonGi'.
Además, estaba enamorada de YoonGi desde su breve encuentro cuando eran jóvenes. En su juventud, YoonGi recibió ayuda de Irene, por lo que se había mostrado más generoso con ella que con los demás. Sin embargo, Irene confundió su indulgencia con amor, creyéndose la única y verdadera pareja predestinada para YoonGi. Estaba convencida de que ella, como amiga de la infancia, era la persona que comprendía plenamente a YoonGi y que sería su compañera de vida.
'¿Y ahora que piensa? ¿Algo sobre cómo YoonGi se daría cuenta de lo mucho que ella lo amaba sólo después de conocer a todo tipo de mujeres y hombres?'
Aunque él había escrito este personaje, viéndola en persona, le parecía que su personalidad era desagradable. Una antagonista tan típica y poco sofisticada.
'¿Y qué? ¿Perdonar que se enganche con quien sea? Oh, cómo la compadezco, al no conocer el encanto de un hombre virgen'.
'Supongo que debería estar aliviado de que tenga una mente simple'
Gracias a eso, sería fácil jugar con su estado de ánimo y prepararse para futuros acontecimientos.
Agarrando el periódico arrugado de las manos de Irene, el santo le dio uno nuevo antes de señalar una determinada columna, diciendo:
-"Vaya, Mi Dama, mire aquí. Aquí dice que los joyeros de la capital están disfrutando de un gran auge debido a que las jóvenes compran joyas para ganar en la elección de la doncella de compañía. Usted también se unirá a ellas, ¿No es así? Entonces, necesitarás una joya digna para atraer los ojos del Consorte. Aunque seas amiga de la infancia de Su Majestad el Emperador, las damas de compañía serán elegidas por Su Majestad el Consorte, así que..."
El santo se detuvo en ese punto y miró a Irene, sólo para verlo con una cara llena de determinación. "No. No recurriré a ese método", afirmó Irene.
-"Pero entonces Su Majestad no se interesará por ti."
-"No necesito ser elegida por el Consorte porque soy..."
Irene apretó los puños antes de continuar.
-"Voy a pedírselo a Su Majestad el Emperador directamente. ¡Debo llegar al palacio imperial y reunirme con Su Majestad!"
El santo se quedó pensativo mientras observaba a Irene.
'Veamos... Puede que el argumento original haya cambiado un poco, pero los grandes acontecimientos están sucediendo como deberían. Según mi trama...'
Una sonrisa fugaz apareció en los labios del santo.
'Pronto, la bestia fantasma despertada por la presencia de YoonGi aparecerá en el palacio imperial'.
Y, como había escrito, atacaría a 'JiMin'.
'Ese es el momento de la oportunidad'.
YoonGi miró a Irene. También pudo observar a Namjoon parado detrás de ella con una expresión preocupada. En realidad, habría sido difícil que Namjoon detuviera a Irene, él tampoco tenía motivos para hacerlo. Después de todo, para los demás, Irene podía considerarse prácticamente como la única 'amiga de la infancia del Emperador'.
No eran nada de eso, pero como no podía explicar su relación a los demás, YoonGi se limitó a dejar que Irene hablara como quisiera, y su silencio hizo que el público asumiera la autenticidad de sus palabras. Gracias a ello, ella siempre fue bien recibida dentro del imperio. Aunque Namjoon le había preguntado ocasionalmente si debía tomar medidas contra ella o no, se limitó a decirle que la dejara en paz.
-"¿Qué ocurre? No he recibido noticias de tu llegada"
Dijo el Emperador.
-"No es necesario un motivo particular para reunirnos Su Majestad y yo."
Normalmente habría seguido conversando, pero por alguna razón hoy estaba irritado. YoonGi se preguntó por qué se sentía de esa manera, pero luego se dio cuenta al mirar el Bosque de Tetin en su mano; estaba ansioso por reunirse con JiMin y no quería demorarse.
-"En cualquier caso, hablaremos más tarde. Antes debo encontrarme con el Consorte."
Irene se quedó boquiabierta ante sus palabras.
-"Por Dios, Su Majestad. ¿Son ciertos los rumores que circulan por ahí? Espera. Más bien, ¿Es ese El Bosque de Tetin el que tienes en la mano? ¡Cielos, Su Majestad! ¡¿Realmente lo has traído?!"
-"¿Qué te parece si te haces a un lado?"
'JiMin debe estarse muriendo por verme. Me pregunto qué dirá cuando le lleve El Bosque de Tetin. En cualquier caso, no hay duda de que él llevaría a cabo correctamente el acto del villano hechiza al Emperador. En primer lugar, le dije que tenía que acercarse corriendo.'
Después de eso, JiMin debía darle un profundo beso en público ignorando la etiqueta imperial y entonar palabras de seducción apasionada. Aunque podía predecir que JiMin entraría en su abrazo sólo para refunfuñar pidiéndole que le 'tapara la boca al insoportable Aled con un calcetín'. Apenas pudo reprimir su sonrisa al pensar que él haría lo que le había pedido. Después de todo, JiMin lo recibiría con los brazos abiertos.
'¿Qué debo pedirle?'
Se preguntó. Traer el Bosque de Tetin era la primera petición que le hacía JiMin, aunque fuera por Aled. Es cierto que Aled se había despertado por culpa de las instrucciones que le había dado a JiMin antes, pero en definitiva él había sido el que más se ha esforzado, ¿No? Un favor por un favor. 'No existe algo como un almuerzo gratis'.
Con felices pensamientos sobre qué pedirle a JiMin, YoonGi se dirigió hacia el palacio del Consorte... o, al menos, así debió ser. En el momento en que intentó dar un paso, los pies de Irene también se movieron; cuando él sacó el pie derecho, Irene respondió con el izquierdo, y cuando sacó el izquierdo, Irene contraatacó con el derecho.
En otras palabras, Irene bloqueaba completamente el camino de YoonGi. Sus intentos de moverse se vieron frustrados en tres ocasiones, y YoonGi terminó por preguntarle en voz baja.
-"¿Qué crees que estás haciendo?"
Incapaz de ocultar su exasperación, YoonGi habló con una voz que hostil, pero Irene parecía completamente indiferente a ello mientras sonreía alegremente.
-"Oh, ese es el Emperador que conozco. Siempre tuviste esa mirada cuando eras joven."
Las demás personas que se encontraban alrededor sudaban ante el aire peligroso de YoonGi. Viendo que Irene permanecía despreocupada frente a YoonGi, murmuraron entre ellos, '¿Será porque son amigos después de todo?', y otras cosas relacionadas. Sin embargo, no era porque fueran amigos. Su paciencia se basaba simplemente en el hecho de que él compartía la sangre de Irene e Irene también la suya... aunque ella no lo supiera. YoonGi apenas consiguió frenar su hirviente frustración mientras habló.
-"Irene. Di todo lo que quieres decir, así como por qué has venido, aquí y ahora."
No quería expresar su irritación por segunda vez, así que pensaba escuchar su explicación y decirle a Namjoon que tratara el asunto por su cuenta. Su grado de tolerancia hacia Irene no se debía al cariño, sino únicamente al Conde Levnen, que se había esforzado por devolverle su humanidad en el pasado.
Cuando YoonGi terminó de hablar, Irene sonrió al responder, sabiendo que la escucharía.
-"Quiero reunirme con Su Majestad el Consorte."
Y a eso, YoonGi respondió también con una sonrisa.
-"Sácala."
Tzuyu observó su entorno. Resultaba fácil perderse en el amplio palacio del Consorte, pero ella fijaba en su memoria el camino que estaba recorriendo. Después de todo, era el camino hacia la habitación del Consorte.
Cuando llegó, la asistente que estaba fuera la reconoció y anunció su llegada. Tzuyu se aferró con fuerza al objeto que llevaba en los brazos y esperó a que la llamaran desde el interior. Poco después, escuchó el sonido de una puerta que abriéndose.
-"¡Tzuyu!"
-"¡Su Majestad!"
Esperaba que una asistente abriera la puerta, pero en su lugar salió el Consorte.
-"No sabes cuánto te he esperado desde la mañana. Entra. Oh, el resto de ustedes puede regresar ahora. Quiero un tiempo para nosotros solos."
-"Pero Su Majestad..."
-"¿No lo dejé claro el otro día? No perturben mi tiempo con Tzuyu."
Las asistentes se vieron obligadas a retirarse al escuchar el tono de voz del Consorte, más duro que nunca. Cuando las asistentes estaban a punto de marcharse, una de ellas vio la gran bolsa que llevaba Tzuyu en los brazos.
-"Dama Tzuyu, todo lo que se lleve a la habitación de Su Majestad debe inspeccionarse."
Pero en ese momento, mientras la asistente extendía la mano para agarrar la bolsa, una voz aguda irrumpió.
-"¡No!"
-"¿Su Majestad?"
-"Es algo que le pedí especialmente que trajera. Todas ustedes, retírense rápidamente."
-"Sin embargo..."
-"¡Rápido, he dicho!"
Viendo que el Consorte gritaba con la cara enrojecida, todos las asistentes se apresuraron a marcharse. Sin embargo, mientras las asistentes se marchaban, sus ojos se detuvieron brevemente en la bolsa de Tzuyu. Parecía contener algo bastante grande y pesado. Tzuyu lo abrazaba con fuerza como si fuera lo más preciado del mundo.
'¿Qué contiene?', se preguntaban.
Se decía que esta doncella de compañía del campo había llamado la atención del Consorte gracias a que llevaba una gran joya durante la elección. Siendo ese el caso, ¿Podría ser que la bolsa contuviera...?
'Pobrecita. ¿Le ordenó Su Majestad que trajera el resto de sus joyas?'
Al llegar a ese punto de pensamiento, todo cobró sentido para los asistentes. ¿Cómo pudo una chica sencilla de los campos conseguir convertirse en dama de compañía? La respuesta estaba en el soborno. Esa bolsa seguramente contenía todas las joyas que tenía esa joven.
'¡Qué villano, qué villano!'
Y así siguieron amontonándose los malentendidos.
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