Capítulo 13. La Esmeralda de Aled
Sintiendo que el ambiente de la sala era más gélido que el de las llanuras en pleno invierno, JiMin se esforzó por mantener erguidas sus piernas y su cuello, que se balanceaban.
'¡Siento que mi cuello se va a romper!'
El Emperador le había puesto tantos collares alrededor del cuello que no podía ni bajar la cabeza. ¿Y los brazos? Tratar de moverlos era como intentar levantar un saco de trigo. En todo caso, tuvo la suerte de que no hubiera coronas ni nada por el estilo entre los tesoros. Él se habría caído sobre su trasero si se le hubiera añadido algo como eso en la cabeza.
JiMin miró a YoonGi ante el peso cada vez más insoportable. Hasta ahora, las cosas iban como se habían practicado.
'¡Tengo que hacerlo bien hasta el final!'
Temía el castigo que le esperaba si no lo hacía.
'Si no, lo hará de nuevo...'
Él presionaba sus manos por toda JiMin, y sin duda él gemía a cada toque. Cada vez que YoonGi comenzaba a masajear a JiMin, no dejaba de amasar sus hombros, caderas, muslos, entre otras... hasta que JiMin se ponía lloroso. Después se sentía bien, pero ¿Por qué dolía tanto hasta el punto de querer confesar pecados inexistentes? ¿Acaso se trataba de una nueva forma de tortura?
'Y tampoco termina ahí'.
La cara de JiMin se enrojeció. En el momento en que estaba llorando, suplicando perdón y prometiendo esforzarse, lo que seguía era que YoonGi ll hostigaba con algo que no eran sus manos durante toda la noche. No paraba por mucho que él le suplicara. Cada vez que ocurría, JiMin volvía a darse cuenta de que YoonGi realmente era un tirano. Aunque, bueno, a él le gustaba.
Mientras JiMin se preparaba para lo siguiente, YoonGi le agarró la mano izquierda y lo acercó a sus labios, dándole un beso y luego diciendo,
-"Ya veo. Entonces, la próxima semana, después de conquistar el Reino de Tetin, debería traer la piedra preciosa que ellos consideran el orgullo de su nación. Por lo visto, aún está sin cortar y sin pulir, así que sólo hay que procesarla después de tomarla. Es un enorme peridoto llamado El Bosque de Tetin."
El embajador del Reino de Tetin también se derrumbó al escuchar la repentina declaración de guerra.
-"Lo traeré para hacer un anillo digno de estos hermosos dedos. ¿Te satisface?"
Con el corazón alegre, JiMin recitó la última línea que tanto había practicado.
-"Gracias, Su Majestad. Y se lo diré por si acaso..."
JiMin intentó desesperadamente recrear la sonrisa que había practicado.
-"Tengo diez dedos, y está de moda llevar tres anillos en un dedo."
En resumen, lo que quería decir era, 'Saquéalos bien'.
Cuando el caos comenzó a disminuir en la sala, la Esmeralda de Aled se desprendió de la pared en la que estaba clavada y cayó al suelo. Sin embargo, todo el mundo estaba demasiado distraído por lo que se estaba desarrollando ante ellos. Tanto es así que nadie escuchó el ruido que hizo al caer. Una vez terminado el evento, un asistente se acercó corriendo y llorando para recuperar la Esmeralda de Aled.
'¿Por qué demonios se tira algo tan valioso? No está rayado en ninguna parte, ¿Verdad?'
Con pensamientos de preocupación, el asistente recogió cuidadosamente la joya... sólo para dejar caer la mandíbula.
-"¿Se... rompió?"
-"¡Uwaah!"
Un lamento resonó en el palacio del Consorte. YoonGi se quedó perplejo ante los gritos de JiMin mientras le daba unas palmaditas en los hombros y le ordenaba
-"Deja de llorar."
Por su parte, su gesto pretendía consolarlo, pero JiMin se limitó a llorar aún más desconsoladamente ante su contacto.
-"¡Uwahaah!"
Ahora YoonGi estaba aún más desorientado viendo a JiMin con la cara enterrada en una mesa, con los hombros temblando por las lágrimas. Hasta ahora, sólo habían dos razones por las que alguien lloraba ante él; por miedo o por rabia. El método para detener su llanto era sencillo. Si los cortaba, el ruido cesaba. Como le gustaba la tranquilidad, YoonGi prefería ese método para mantener su entorno en silencio. Sin embargo, JiMin no tenía miedo, tampoco estaba furioso.... además, de todos modos no podía emplear el método habitual contra él.
"Te digo que dejes de llorar"
Volvió a hablar YoonGi con autoridad, y JiMin levantó la cabeza. Se limpió las lágrimas y el moqueo con la manga del vestido, luego respondió con voz ronca.
-"Hicc... ¿No lloraría también Su Majestad... en mi lugar?"
-"¿Hay necesidad de llorar tanto por una joya?"
Preguntó YoonGi, perplejo.
-"¡Porque no es sólo una joya! Dices eso porque no lo hiciste tú, ¿No?"
Le gritó JiMin, abriendo el libro que tenía en sus manos. El título del libro era, 'Las 100 mejores joyas imperiales'. Había abierto la primera página del primer capítulo. En ella había una hermosa ilustración de una joya junto con su nombre.
-"La Esmeralda de Aled, el mayor tesoro del imperio"
El dedo de JiMin señalaba una frase un poco más abajo de la ilustración.
-"A aquellos que piensen en tratar a la Esmeralda de Aled sin cuidado, recuerden lo que hay en su interior."
YoonGi rechinó los dientes al leer la frase.
'Quien haya escrito esto... haré que le den una paliza hasta el infierno mañana... no, esta misma noche'.
Su mirada se dirigió a la Esmeralda de Aled que estaba sobre la mesa. El mayor tesoro del imperio estaba agrietado como un cristal roto.
-"Sin embargo, creo que mi lanzamiento lo afectó más."
El rostro de JiMin se alivió ligeramente ante las palabras de YoonGi. Pero en el momento en que puso la Esmeralda de Aled en su temblorosa mano, sus rodillas volvieron a flaquear.
-"Esto, esto no puede ser..."
-"¿Qué pasa?"
-"¿Su Majestad no puede sentirla? ¡Se ha vuelto más ligera! ¡Tan ligero que realmente se lo llevará el viento!"
YoonGi volvió a agarrar el anillo ante su arrebato. '¿Qué tiene de diferente?' Lanzó el anillo hacia arriba, pero no pudo sentir la diferencia de peso.
-"No puedo decir qué ha cambiado."
-"¿De verdad no puedes notarlo?"
Cuando se dio cuenta de que YoonGi no estaba bromeando, JiMin comenzó a ponerse mortalmente pálido. Entró en su habitación y buscó en la estantería.
-"Definitivamente estaba escrito en un libro."
Durante las prácticas para su casamiento, había recibido un libro sobre joyas para que se informara sobre ellas. Pronto, JiMin encontró el libro titulado 'Las 100 mejores gemas imperiales' y comenzó a leerlo. No tardó en encontrar la parte que buscaba.
-"...Se sabe que la Esmeralda de Aled es un regalo del Rey de los elfos. Pero piensen en ello. Durante su fundación, el imperio se construyó en el lugar donde se encontraba el más frondoso bosque de los elfos. Los elfos preferían romper el cuello de un humano que romper la rama de un árbol, así que, ¿Cómo podrían sentir buena voluntad hacia el gobernante del imperio? Entonces, ¿Por qué el Rey de los elfos le hizo un regalo? Al revisar los registros de la época, se dice que el Rey de los elfos arrojó la Esmeralda de Aled al Emperador desde una distancia muy lejana. En mi opinión, la ingenuidad del Emperador fundador le hizo suponer, que el Rey de los elfos le lanzó un regalo. Y no hace mucho, mientras descifraba los registros restantes de los elfos, que ahora han abandonado este continente, he descubierto lo que parece ser el diario del rey elfo. El contenido es el siguiente:
Año 0000, 00 del 00. El clima está despejado.
Hoy, un macho humano vino al bosque. Parecía demasiado horrible como para matarlo, así que lo dejé en paz.
Año 0000, 00 del 00. El clima está lluvioso.
Hoy también, el horrible humano vino al bosque. Grita que me busca, pero ¿Qué soy, su perro? ¿Crees que acudiré la cola cuando me llamen? ¿Quién diablos es para decirme lo que tengo que hacer?
Año 0000, 00 del 00. El clima está nevando.
El humano dejó una carta. Hice que un elfo que conoce el lenguaje humano la leyera en voz alta, y se trataba de que el humano había construido un castillo en una parte de mi bosque. Y me dice 'llevémonos bien como vecinos'. ¡Hijo de perra! ¡Fuera de mi propiedad!
Pienso pedirle que se vaya de una manera extremadamente violenta y brutal. Parece que mis herramientas probarán la sangre después de tanto tiempo. Jejejeje.
Año 0000, 00 del 00. El clima está...
Maldita sea. Es jodidamente fuerte para ser un apestoso humano.
Año 0000, 00 del 00. ¿Qué importa el tiempo en este momento?
Tengo la intención de lanzárselo al bastardo humano. Sí, eso. Lo que todos tememos. Lo que nuestros ancestros sellaron en su interior. Cielos, no puedo, pensar en otra solución. La cosa que escapará al romperse el sello seguirá de por vida al que lo rompa. Te toca sufrir, humano.
El último registro fue escrito dos días antes de que el Emperador recibiera un regalo del Rey de los elfos. A juzgar por esto, la Esmeralda de Aled es una joya que contiene algo que incluso el Rey de los elfos temía, y por ende, es más una maldición que un regalo..."
Mientras leía el libro, JiMin sintió una premonición. Ese 'algo' que estaba contenido en la Esmeralda de Aled, se había liberado con seguridad, y el que había roto su sello era sin duda él mismo.
Con un portazo, se abrió la puerta de la oficina del Emperador. Namjoon saludó a YoonGi al entrar.
-"Ah, Su Majestad. ¿Se ha calmado un poco Su Majestad el Consorte?"
-"No. Estaba llorando hasta el punto de faltarle la respiración, así que sólo vine después de noquearlo."
-"..."
-"Ya basta con eso. ¿Cuál es el estado de sus movimientos?"
La expresión de Namjoon se endureció ante el cambio de tema.
-"Es según lo que habíamos previsto. Parece que los eventos de hoy fueron más allá de sus expectativas, se reunieron con bastante prisa. Gracias a eso, también resultó sencillo rastrearlos. Aquí está la lista de los que se reunieron hoy. Deben haber sido muchos los dispuestos a participar para que alquilen apresuradamente el salón de banquetes del mayor hotel de la capital."
-"Entonces, echaré un vistazo."
YoonGi recibió el papel que le pasó Namjoon. En el papel había una amplia lista de nombres.
Todos ellos estaban en contra de YoonGi.
-"Bien, ¿Cuál es la noticia?"
-"Lo que todos sabemos. Los nobles reunidos cuestionaron el estado actual del imperio y hablaron de cómo el loco Emperador estaba encaprichado con el loco Consorte. Dijeron que al parecer se había juntado dos locos, y que el Consorte era bastante guapo, incluso alguien dijo que ojalá tuviera 10 años menos para salir con él... Su Majestad, ¿Está usted bien? Parece que el apoyabrazos de su silla se ha roto."
-"Estoy bien. ¿Quién es el bastardo que dijo que ojalá tuviera 10 años menos?"
-"Se le conoce como el Vizconde Devua."
Namjoon vio la tormenta asesina que se desató en los ojos de YoonGi. Parece que el mundo se despidirá mañana del vizconde.
-"En cualquier caso, cerca del final de su reunión, su principal tema de discusión estaba relacionado con la doncella o doncel de compañía de Su Majestad el Consorte."
Elegir a la doncella o doncel de compañía del Consorte. Esta era la segunda cosa que JiMin tenía que hacer como Consorte. Lógicamente, él no tenía ninguna joven doncella o un doncel cercano al que elegir como parte de su séquito. Por ello, debía elegir una o uno de entre la nobleza del imperio a través de un examen. Era evidente que los miembros de la facción que se oponía al Emperador se mezclarían durante la elección de la doncella o doncel de compañía que comenzaría la próxima semana.
-"Todo tipo de gente vendrá a entrometerse", murmuró el Emperador.
-"Ciertamente. Sin embargo, como Su Majestad predijo, en lugar de venir con la intención de matar al Consorte de inmediato, parece que su plan es aprovecharse de su estado de ánimo mientras extraen información relacionada con Su Majestad el Emperador."
-"Ya veo"
YoonGi soltó un leve suspiro de alivio viendo que los opositores se movían como él esperaba.
-"Parece que sus gritos resonarán en palacio la próxima semana."
Los labios de YoonGi se curvaron en una sonrisa.
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