CAPÍTULO 53
Sentía frio.
¿Era posible sentir la oscuridad?
Pues si así era, ella la sentía y la repudiaba.
Hubo un tiempo en el que la oscuridad no le había causado temores ni ansiedades, un tiempo en el que aún mantenía la protección y la inocencia que su familia cuidaba con esmero.
Un tiempo que duró menos de lo que ella hubiese querido.
La oscuridad la consumía, pese a ser consciente de que ya no era ella. Aun podía ver a aquella boba joven que pasaba sus días en una tranquila residencia. Estudiando, bailando, leyendo, riendo y soñando. Soñando con un futuro que nunca habría llegado a sus manos.
Una ilusa jovencita en la que alguien había confiado plenamente, y a quien había decepcionado. A quien había abandonado.
En un tiempo ella había sido fuerte, mas no había tardado en quebrarse ante la prerrogativa. Ante la encrucijada que su vida enfrento.
¿Porque ella no había podido hacerlo?
No había sido la primera, ni tampoco sería la última que tuviera que cumplir dicho mandato.
Lo intento, lo había intentado. Si, ella lo había intentado, pero no había podido lograrlo. No había logrado vencer sus miedos, el terror que la consumía. No pudo ser valiente, por ella.
Se encerró, tanto física como mentalmente, no era más que una muñeca vacía en sus momentos tranquilos.
Cuando no pudo resistir más aquel terror que la recorría, había huido como una cobarde...
Si solo fuera aquello, si solo hubiese huido.
Si solo hubiese huido cuando escucho aquella voz por primera vez, cuando aquella mirada la insto a temer.
Si solo no hubiese fingido ser alguien más, alguien que estaba por encima de sí.
Si hubiese hecho algo diferente, una sola acción, una sola palabra. Si solo hubiese hecho algo no sentiría sus manos así, manchadas. No revivirá aquella escena en sus sueños, no vería la pena y el horror reflejados en aquel dulce rostro que antes la adoraba.
No habría visto un vacío en sí misma.
Abrió los ojos dándole la bienvenida a un nuevo día.
Apenas eran las cinco de la mañana, no podría dormir más aún si así lo quisiera. Desde aquel día no había dormido más de cuatro horas. Dormía con la esperanza de no revivir noche tras noche las escenas que la atormentaban, ansiaba no rememorar en cada sueño sus pecados más grandes. Había días en los que lograba dicho fin, e incluso semanas. Más cuando pensaba que todo se había ido, la oscuridad volvía para atraparla, para atormentarla, para instigarla con fantasmas de su pasado que ella preferiría borrar. Mas sus deseos egoístas no podían prevalecer por sobre la verdad. Todo aquello era verdad, todo aquello había existido y perecido en sus manos. Todo aquello era lo que había perdido.
No era tiempo de pensar en ello, nunca seria tiempo de pensar en ello. Pues nunca volvería al inicio, ella ya no era esa Prudence.
Nunca volvería a ser aquella Prudence, nunca volvería a ser aquella jovial dama a la que cuidaban e idolatraban.
El pasado era el pasado, solo un recuerdo de lo que pudo ser y no fue.
Ahora debía afrontar las adversidades que trasgredían su vida actual.
Entre ellas el porqué de aquella mirada.
Tal vez solo fueran ideas suyas, tal vez solo fuera producto de su imaginación o de sus ansias de ser útil, de volver a ser necesaria para alguien. En especial para ella, aquella persona que le había dado una cálida bienvenida cuando intentaba recuperar un poco su confianza en la vida.
La persona que le demostró que vivir tenía sentido.
Su única amiga.
La tarde anterior había estado dichosa. No, no solo la tarde anterior, llevaba unos días envuelta en aquella felicidad. Por más que intentara disimular, Regina nunca sería capaz de esconder la alegría que inundaba en su mirada.
Era feliz.
Por fin, era nuevamente feliz.
Ser la persona que presenciaba aquello, la colmaba de paz y esperanza. Esperaba que un futuro prometedor eclipsara la vida de su querida amiga.
Federick. Siempre habían sido compañeros respecto al afecto que ambos le profesaban a la misma persona, discutían de vez en cuando, aunque jamás era algo demasiado serio. En pocas palabras, se podría inferir que con el paso de los años ambos se habían hecho amigos.
Antes de eso ella jamás había tenido ninguno.
Nunca había tenido una amiga, solo compañeras. Nunca un amigo, solo caballeros amigos de su padre. Solo sirvientes, sirvientes que le prestarían ayuda, pero que nunca le servirían por verdadero afecto.
En esta vida tenía todo lo que no había tenido en la otra, pero a la vez había perdido algo muy valioso. Todas las decisiones conllevaban un precio, y ella había pagado uno bastante alto por sus objeciones.
Ella podía sufrir. Pero no Regina.
Ella era una pecadora, pero aun si eso era cierto, ¿Por qué Regina había tenido aquella mirada? ¿Por qué sus vivaces ojos se habían encontrado sin vida?
Se negaba a creer que eso fuera cierto. Mas no podía negar que lo había visto, fue por tan solo unos instantes.
Más aquello era algo en lo que no había podido dejar de pensar de manera constante.
¿Qué era lo que había provocado aquello? ¿Qué le traía dolor? ¿Cuál era la causa de la pesadez que caía sobre ella?
Porque cada vez que parecía que por fin podía ser feliz, algo caía dispuesto a comprobar que erraba nuevamente.
Es que ella era aquello, un ser que solo le traía desgracias a los que estaban cerca de ella.
Todo parecía indicar que Prudence Brown no había cambiado tanto como había creído.
Tal vez era como aquella persona había dicho, ella estaba maldita.
Todo aquel que estuviera a su lado no sería feliz. Pues ella corroía aquella felicidad, hasta hacerla desvanecerse. De manera tal, que el solo recuerdo de haberla poseído por un tiempo efímero te perseguiría en la desgracia.
Haciendote mas miserable...
...
— Te levantas temprano querida — dijo Lady Rinstoner al ver a su sobrina ingresar al comedor. — Te vez algo decaída, debiste descansar mal. La temporada esta justo encima de nosotros, no deberías de sobre esforzarte.
— Estoy bien tía Charlotte, es solo que tal y como lo dices la temporada me pone algo nerviosa e incómoda —contestó sentándose.
— Puedo entender tus sentimientos — dijo esta apaciblemente — pero no hay nada por lo que temer, ya fuiste un éxito no hay motivo alguno para que aquello no vuelva a repetirse.
— Agradezco tus amables palabras tía.
— Encontraremos a algún caballero maravilloso, y digno de ti querida — siguió diciendo mientras comía con una delicadeza y gracia que había sido envidiada por muchas damas desde su debut hace ya más de dos décadas.
— Hermana, no es necesario de que te cases. Puedes vivir conmigo felizmente el resto de tus días — objeto Edwards recordando a aquel dichoso caballero que los había visitado recientemente.
No le había resultado desagradable, aunque tampoco podía decir mucho en el aspecto contrario.
No era como el vizconde de Tompred y eso era una cualidad que el apreciaba mucho en aquellas personas que estuviesen relacionadas, aunque sea mínimamente con su amada hermana.
Su rango y apariencia tampoco estaban tan mal.
Harry Cavender, duque de Saint Albans.
Había escuchado de él más de lo que le gustaría admitir. Aunque nada de lo que sabía era algo a lo que le pudiese dar un alto grado de confiabilidad. Para el los rumores eran solo eso rumores, especulaciones, historias difundidas una y otra vez que en algún punto diferían de sobremanera de la realidad.
Por ahora, lo único que sabía con certeza era la información que toda la sociedad conocía.
Era el hijo mayor de Arnold Cavender el antiguo duque de Saint Albans y Leonore Bourne, perteneciente a una antigua familia de condes con un prestigio avasallador
En pocas palabras, la pureza de su linaje era algo indiscutible para cualquiera. La antigua pareja de duques habían sido de los pocos favorecidos con encontrar a su persona destinada dentro de su misma posición social y económica. Había sido un matrimonio inmejorable de muchas maneras.
Arnold Cavender había sido un amigo de su padre. Lo había sabido por una conversación que les había escuchado mantener a su padre y a su tía Charlotte un año antes de su deceso.
Había escuchado cosas buenas y cosas preocupantes respecto a él.
Parecía tener el mismo tipo de visón que su padre poseía para el mundo de los negocios, más su situación sentimental parecía ser algo que debería de causarle preocupación.
Según los rumores no era el tipo de caballero que fuera receptivo a entablar algún tipo de compromiso.
En pocas palabras, tenía la fama de un libertino.
Lo que había visto aquella tarde difería un poco de la imagen que había preconcebido de aquel caballero. ¿Quién era en realidad el duque de Saint Albans? ¿Quién era Harry Cavender?
No se habría interesado en el, si no fuera por la relación que guardaba con su hermana.
Ni siquiera sabía cómo había sucedido aquello.
Mas solo podía observar y entender al verdadero duque de Saint Albans, pues quisiese o no, su amada hermana parecía feliz cerca de él. Y le gustase o no, la felicidad de su hermana siempre seria su prioridad, su mayor sueño.
— Sabemos que amas mucho a tu hermana Edwards, pero ella merece encontrar el amor. Estoy segura que algún día lo entenderás — respondió Lady Rinstoner riéndose y mirando con dulzura al niño — no te preocupes por nada, tu tía Charlotte se encargara de ayudarte a ti también cuando llegue el momento.
— E...eso no es necesa...
— No seas tímido, tu tía te ayudara, déjalo todo en mis confiables manos. — sentencio con una seriedad, que sus palabras fueron completamente irrefutables. Si alguien era capaz de sentenciar algo de aquella manera, esa era Charlotte.
— Lo siento Edwards parece que tienes un futuro bastante divertido esperado por ti — comento con una sonrisa comprensiva Regina.
— Lo espero con ansias — respondió con gesto resignado, pues él era consciente de que su tía se tomaba su papel como cupido con una seriedad celestial.
— Volviendo al tema anterior, lo eh estado pensando bastante y creo que sería bueno para nosotros dar una fiesta — empezó a hablar Lady Rinstoner — sé que puede que no estés de acuerdo Regina. Comprendo que la idea no sea una de tus favoritas, pero creo que puede tener muchas ventajas para ti, ha habido algunos rumores...
— De acuerdo.
— ¿Qué? — fue lo que dijo Lady Rinstoner de repente por la rápida y favorable respuesta que había recibido por parte de su sobrina, mucho antes de que ella pudiese tener tiempo de detallar la exhaustiva lista de puntos favorables que poseía aquella idea.
— ¿Estas segura? — pregunto Edwards mirándola con incredulidad.
— Si — contesto riendo suavemente, aunque en su mirada se veía decisión y firmeza — aunque sé que es algo difícil de creer. Sé que aunque dar una fiesta es algo complejo y sin duda alguna será estresante e implicara mucho trabajo de parte nuestra. Comprendo que es algo necesario para mi regreso a la sociedad.
Si bien mi nombre, y mis circunstancias anteriores me favorecerán a la hora de reunirme con la sociedad de manera más amplia, lo mejor para ello sería dar pie a un evento de gran magnitud celebrado por nuestra familia. En especial ahora que eh sido vista de manera informal en la fiesta campestre que celebro la duquesa viuda de Sint Albans. La sociedad estará a la expectativa y los cotilleos respecto a mí sin duda alguna se verán incrementados, para evitar malos rumores lo mejor sería desviar su atención a un tema más propicio para nosotros.
— Veo que has pensado en ello arduamente, me alegra que sea así, y seas comprensiva con la situación.
— La agradecida con esto soy yo tía, sin duda alguna tus esfuerzos serán muy apreciados y bien recibidos. — contesto con una sonrisa misteriosa. Sus palabras eran ciertas, más aquel no era su único motivo para dar aquella fiesta, todo de alguna forma había empezado en una velada, sería justo que también terminase en una.
Después de todo, el destino debía seguir su curso.
Ya era el momento de que las manecillas del reloj volviesen a funcionar pues llevaban demasiado tiempo esperando...
Hola a todos mil gracias por sus buenos deseos para mi yo desesperada y agobiada por los exámenes, hubieron algunos incidentes pero poder contar con vuestro apoyo siempre me animo de sobremanera. Mil gracias por todo, mis notas saldrán en un par de días, pero tengo confianza de que todo saldrá bien para mí.
Gracias por su apoyo los y las amo muchísimo.😍😍
Besos espero que disfruten del capítulo.💕💕
Posdata: Estoy preparando varios capítulos para subirlos el mismo día mas no quería dejarlos esperando más recien pude escribir ayer por la noche así que esperenlos 😍💕
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