Extrovertido, risueño, sin preocupaciones, grandes ojos como los de Bambi, palabras básicas con las cuales podrían describirme, de hecho, muchos lo hacen. Pero lo que no saben, es lo que realmente oculta mi corazón, o al menos, una parte de él.

No he tenido una vida fácil, sobre todo con la familia, muchas veces me gustaría volver el tiempo atrás y arreglar bastantes cosas, pero lamentablemente, no se puede. Tal vez solo debamos resignarnos a eso.

Hace un tiempo, conocí a un chico que se llama Kim Namjoon, es algo mayor que yo, pero yo no soy ilegal, así que todo está bien por ahora.

Con el paso del tiempo nos hicimos amigos, se podría decir que los mejores, aunque, como suele suceder, uno se termina enamorando del otro, y eso fue justamente lo que sucedió, Namjoon se enamoró de mi.

Sin embargo, yo no podía corresponderle, tanto por sentimiento, como por miedo. Me explicaré.

«Para que cuando leas esto en un futuro muy lejano, Moni, puedas entender a mi corazón»

Mi situación sentimental no era la mejor, de hecho, tan enredada estaba, que me vine a la biblioteca de la preparatoria a pensar. Bueno, la cosa es que, en ese tiempo, yo estaba intentando olvidar a alguien, alguien que me hizo bastante daño al ilusionarme, y para darle más drama a la cosa, sólo conocía a esa persona por chat.

Y mi mente no se concentraba en nada más que no fuera ella, por lo que no me permitía corresponderle.

Y por miedo, bueno, eso es otra cosa, básicamente tenía miedo de que la mamá de Namjoon descubriera por segunda vez que le gusta un chico, sí, segunda vez. Y que pudiera hacerle daño o algo parecido, aunque lo dudo, pero todo en esta maldita vida es posible.

Temía por él, porque muy en el fondo, yo lo quería más de que lo imaginaba.

Mi mente era un verdadero lío de emociones, y yo sólo quería que todo desapareciera, quería volver a tener mis pensamientos claros. Porque ahora, eran una nube negra que rondaba mi cabeza, a punto de comenzar a llover en cualquier momento.

Los minutos pasaban y yo seguía pensando dentro de la biblioteca, hasta que vi a Yoongi entrar por la puerta y acercarse a mi con su aura despreocupada de siempre.

—Vaya, si que estás complicado, Jeon— me dijo —Sinceramente, nunca esperé verte en una biblioteca.

—Jódete, hyung, intento pensar. No vengo a estudiar.

—Ah, eso lo explica todo, ven, sígueme, y ya deja de rebanarte los sesos, que no conseguirás nada. Cuéntale lo que sucede al tío Yoongi...

Me reí, a veces, necesitas de un Yoongi como psicólogo. Lo seguí fuera de biblioteca y comenzamos a caminar por el extenso patio de nuestro instituto.

Le conté sobre mi situación sentimental, lo que Namjoon sentía por mi (aunque probablemente ya lo sabía, siempre se enteraba de todo, y yo nunca supe como lo hacía) el porqué yo no podía corresponderle, y todo lo demás que me atormentaba.

—Mira, lo que yo pienso, es que todo esto es una locura y reverenda estupidez, el que estés sufriendo por una tipa que ni siquiera conoces en persona, es idiota— vaya delicadeza para decir las cosas, amigo —Lo único que puedo decirte es que ya no pienses más en ella, si te habla sólo dile "ya no quiero hablar contigo" o "vete a la mierda" que sé yo, sólo no le hables. Y dale una oportunidad a Nam, es un buen chico, y sin mencionar que es lindo...y mayor.

—Pero hyung, le dije a Namjoon hyung que no quería corresponder, porque si lo hacía, yo sentía que sólo lo iba a estar usando, y eso es lo que menos quiero.

—Entonces, date un par de semanas, y no le hables a la tipa o me encargaré de que Jin te regañe.

Yo me asusté —¡¡Hey!! Eso no se vale, es trampa, sus regaños son de lo peor.

—Por eso mismo— maldito traidor, se estaba riendo. Bueno, yo igual terminé riendo.

«Hablar con Yoongi hyung me ayudó bastante, Moni. Nunca tuviste la oportunidad de platicar con él, habrían congeniado muy bien»

Mi día favorito es el día Miércoles, raro ¿no? Pero todo tiene su explicación. Un día Miércoles salí del salón de clases y me fui a esperar el transporte público, no tenía ganas de hablar con nadie, hasta que lo vi a él, a Nam, tal vez, sólo tal vez, sí quería hablar con alguien después de todo.

—Hola— me saludó.

—Hola— nunca sabía muy bien que decir cuando estaba cerca de él.

—¿Sucede algo?

Creo que mi profesión de disimular no está muy buena últimamente, o es que él me conoce demasiado. Espero que sea la segunda.

—Solo pienso.

—Si no molesta que pregunte ¿en qué piensas?

—En nosotros.

Me esperaba que él estuviera confundido, creo que fui muy directo.

—Mira, ¿verdad que yo tenía esa complicación amorosa y te dije que no podía corresponder porque si no te estaría usando y bla, bla, bla?— lo vi asentir, así que seguí hablando. —La cosa es que ya está solucionado, me tomó un par de meses, pero ya no siento nada por ella— le sonreí lo más sinceramente que puede.

—Quieres decir que....

—Sí ¿quieres que nos demos una oportunidad? será algo nuevo para mi, núnca he estado en una relación con un chico.

Antes de cubrirme con sus brazos, me dejó ver los hermosos hoyuelos que se formaban en sus mejillas cada vez que sonreía.

«Tú eras el sol, yo era la luna, y juntos formábamos un eclipse»

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