Travers
Nia Elisabeth Travers
"Los apellidos como el mío marcan de por vida, soy hija del mismo Travers que fue mortifago. Y de Alecto Carrow"
[Interpretada por Michelle Tachtemberg]
Narra Nia
—Creo que le toca al dúo dinámico—dijo Druella señalandome a mi y a Nova.
—Bien—dije y empecé a jugar piedra papel o tijera a tres con Nova a ver quién se presentaba.
Y gané yo, asi que me tocaba a mi. Suspiré con cansancio. Esperando que los prejuicios caigan sobre mi, me apellido Travers ¿que puedo esperar? ¿Que me reciban con abrazos y cariño? No, eso lo aprendí ni bien puse un pie en Hogwarts. Eramos Nova y yo contra el mundo hasta que conocimos a nuestros amigos.
Me subí al escenario y me saqué la molesta capa, dejando ver mi hermosa persona. Había ido a la fiesta de Valeria porque me habían invitado cortesmente, pero había sido solo por educación. Sabía que la mayoría de los futuristas no confiaban en mi. Hace poco que me había teñido unos mechones de rubio y llevaba una remera blanca con una pollera negra puesta y en los pies unas botas de tacón.
—Hola—saludé con frialdad a toda esa gente que a la mayoría solo los conocía por los libros de historia.
—¿Por qué eres tan fría, cariño? Pareces muy joven—se preocupó Sofía.
Y ella era el ser de luz, que nos había adoptado a Nova y a mi.
—Soy Nia Elisabeth Travers—dije como respuesta a su pregunta.
—¿El idiota de Travers tuvo una hija?—preguntó Severus con sorpresa.
—Así es, Severus—dije con seriedad, él tampoco confiaba en mi.
Solo Sofía y su familia nos dieron la protección y un techo. El resto solo me aceptaba como amiga de sus hijas y como la hija adoptada de Sofía, pero la confianza no estaba.
—Les sorprende a muchos que el señor Travers haya tenido una hija ¿no es así?—reí con amargura—. Es que no fui hecha con amor, la mayoría de los mortifagos tuvieron hijos solo para crear otra generación de ellos.
<<muchos se unieron a organizaciones clandestinas de ellos tras la captura de los que habían escapado en el 2007, pero yo no. No lo haría después de que me hayan arruinado la vida>>
—¿A qué te referís?—me preguntó el señor Potter, con desconfianza.
—Crecí en la mansión Lestrange en dónde cuando tenía tan solo tres años todo lo que conocía cambió—dije llorando, ya sin poder contener las lágrimas que caían—. Me mandaron a un orfanato mágico al igual que a todos los hijos del resto. Allí me trataban muy mal, tanto los otros niños como los que me tenían que cuidar. A quién había considerado una hermana mayor, Alyssa Lestrange, me dió la espalda. Todos lo hicieron. Solo quedamos mi mejor amiga y yo.
<<Todo cambió cuando apareció mi ángel, quién nos adoptó a mi mejor amiga y a mi>>dije mirando con cariño a Sofia.
—¿Yo?—preguntó señalandose a si misma y yo asentí—, es un honor ser tu madre.
—Teníamos cinco años cuándo ella y su esposo nos adoptaron, ya tenían dos hijas más y nos adaptamos rápidamente a nuestro nuevo hogar. Sus hijas eran mucho más grandes que nosotras, en ese momento una tenía nueve y la otra ocho—dije con una sonrisa—. La abuela Bella nos recibió con los brazos abiertos al igual que la familia de Rodolphus.
<<El resto solo nos aceptó, pero después de casi diez años siguen sin confiar en nosotros>>terminé mi relato.
Muchos me veían con una mirada que era una mezcla entre pena y horror.
—No tengo problema en que maten a mi padre en la batalla de Hogwarts, me gustaría ser hija biológica de Sofía y que mi mejor amiga sea mi hermana biológica—declaré con seriedad mirando a mi madre.
—Así será, cariño. Te prometo que tendré dos hijas en el 2003 y a una le pondré Nia Elisabeth—dijo mamá abrazandome con fuerza.
—Gracias mamá—dije, y una vez que bajó del escenario continue—. Tengo 15 años y voy a empezar mi quinto año en Slytherin.
Toda la casa estalló en aplausos y vitores, pude ver la sonrisa orgullosa de mi madre, la abuela Bella y Rodolphus.
—Mi madre nombró como mis padrinos a Bella y a Rodolphus, son los mejores—dije guiñiandoles un ojo.
—Gracias hija/Sofía—dijeron ambos a la vez.
—¿Con quién se casó Sofi?—preguntó Blaise, a lo que yo negué.
—Lo siento, tío Blaise. Pero yo no lo voy a decir, eso lo diran mis hermanas—dije con una sonrisa haciendo que se decepcione—, me gustaban todas las materias y soy modelo en mi tiempo libre y vacaciones.
—¿Podés hacer un patronus?—me preguntó Luke.
—Así es, Luke. Y adapta la forma de un carpincho—dije encogiendome de hombros.
—¿De que querés trabajar? ¿O vas a ser modelo?—me preguntó Molly amablemente.
Sabía que ella intentaba quererme y lo hacía en cierto nivel, pero mi padre había matado a sus hermanos.
—Modelo, con la herencia Travers tengo suficiente como para hacerlo solo por hobbie—me encogí de hombros.
—¿Algún recuerdo?—me preguntó mi padrino.
Una Nia mucho más pequeña está junto a otra niña muy nerviosas, las había llamado la señora del orfanato y les había dicho que se pongan presentables.
Eso significaba que alguna pareja venía a adoptar a alguien. Las niñas se pusieron un vestido cada una, uno de los pocos que las niñas del orfanato no les habían sacado, y se pusieron en la formación.
Era una pareja que reconocieron de inmediato: Sofía Snape y ****** *****. Eran famosos héroes de guerra.
—No las van a adoptar nunca, y menos ellos. No se ni para qué siguen formándose—les dijo una chica unos cuantos años mayor que ellas.
—¿Y a vos? Debés llevar media vida acá, si sos tan importante y especial y mucho mejor que nosotras decime porqué no te adoptaron—dijo Nia arrastrando las palabras como una digna Slytherin.
Pero para su mala suerte pasaba justo la pareja y la escucharon. Se detuvieron junto a ellas, para sorpresa de todos.
—Hola—la saludó la mujer con una pequeña sonrisa.
—Hola señora Snape—la saludó la pequeña niña con una reverencia.
—¿Cómo te llamas?—le preguntó, lo que logró que muchos suelten risas burlonas.
—Soy Nia Travers y ella es mi mejor amiga Nova Selwin—dijo Nia mostrando todo el coraje que llevaba.
Al ver que las risas no paraban, Sofía miró mal a todo el resto.
—¿Cómo se burlan de dos niñas pequeñas? ¿Cómo se atreven?—siseo sacando su lado Slytherin, y después miró a la mujer que estaba disimulando la risa, pero que al recibir la mirada de la otra se tensó—. Adoptaremos a las dos, y no crea que esto se va a quedar así.
Cambia la escena y se ve a la pareja llevando a ambas niñas fuera del orfanato. Afuera del auto las esperaban otras dos niñas: una de pelo lila, piel morena y ojos grises y otra castaña de ojos marrones.
—Hola—saludó la mayor—, soy Amy y ella es Nessie. A partir de ahora vamos a ser hermanas.
Se acaba el recuerdo
Vi que muchos tenían lágrimas en los ojos.
—Y por eso nunca sería mortifaga, mi apellido arruinó mi vida—concluí y me fui a sentar con mi madre.
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