Noche
Ya eran las diez de la noche cuándo los alumnos, los profesores y los invitados empezaron a cenar. Los futuristas que ya se habían presentado estaban charlando y conversando con sus familias, cosa que Janet no hacía. Ella estaba más bien hablando por WhatsApp con alguien.
-¿Es normal que no hable en las reuniones familiares?- preguntó Arthur preocupado.
-Lo raro es que venga a las reuniones familiares-respondió Louis, desde su lugar junto a Percy y a Audrey.
-Debe estar hablando con sus amigas y su hermano- dijo Melissa, quién era la que más sabía del tema en la mesa de los leones.
Janet no parecía estar escuchando aquella conversación, también tenía auriculares en las orejas.
-Director ¿podemos ver fotos de los chicos de la tercera generación de niños?- le preguntó Hannah.
-Sí a ellos les parece bien...-dijo el director.
-Ahí busco, tengo una carpeta con imágenes de cada uno- dijo una voz de mujer y se escucharon ruidos de teclas.
-Salma y Tessie-dijo la misma voz.
-Eran muy parecidas- dijo Molly mirando a sus nietas con cariño.
-Gracias abu Molly- le sonrió Salma.
No era necesario que la chica diga quien era, porque era bastante igualita a como era en la actualidad. Janet había empezado a prestar atención y vió con horror a su versión de catorce años.
-Así que esa esa era la antigua Jan- dijo una voz masculina con sorpresa.
-Saquen esa foto- demandó la chica con una mirada seria.
Pero en el fondo estaba nostalgica, esa era la Janet inocente e incrédula, que no conocía el precio de la fama y que justificaba el que sus padres no le presten atención.
-La pequeña Nia después de su adopción junto a Nova- dijo la voz femenina.
-Y Nova-dijo la voz.
Sofía sonrió con ternura al ver a las que serían sus futuras hijas, si que se veían hermosas.
-Vin, sos igual-dijo su padre mirando la imagen.
-¿Por qué la mayoría de ustedes están como en unos premios o modelando?-preguntó Andrómeda.
-Porque la mayoría de nosotros somos modelos desde la infancia-dijo Ondine con un suspiro.
Muchos hicieron muecas de horror al imaginarse ser famosos desde su nacimiento, y Ron y Hermione empezaban a atender un poco más a su hija.
-Ondine, sos igual a tu madre- le dijo Anatares con una sonrisa tierna al ver la mini versión de una de sus mejores amigas.
-Me lo dicen mucuo, tía-dijo la rubia con una sonrisa.
-Lou, te veías hermoso-dijo una voz femenina con ternura.
El rubio veela se sonrojó y muchos rieron.
-Nissa si que es igual a Bella de niña- dijo Petunia viendo a la pequeña que mostraba la pantalla.
-Hablando de los que no cambiaron- dijo Hera con una sonrisa divertida.
-Mini Sasha-dijo Rodolphus con una sonrisa.
-Mi cuñada es la mejor-dijo Melissa con una sonrisa lanzandole un beso a la pelirroja.
-Lo sé- sonrió orgullosa la pelirroja.
-Juno-dijo con una pequeña sonrisa Rikky viendo a su futura hija.
-Eso viene a ser todo de los que ya nos presentamos, asique cada uno de los ya presentados guiará a sus familias a las habitaciones que les corresponden-dijo Janet y todos se empezaron a mover.
El aula perteneciente a los Weasley Granger...
Era un aula muy espaciosa que en una placa ponía "Weasley Granger". Había tres camas, una para cada uno. Ron y Hermione se miraron incómodos, querían hablar pero no sabían si era lo más adecuado para su hija. Al ver a Janet sumergida en ese aparato, los dos se sentaron en la cama de Hermione.
-¿Qué opinas de nuestro futuro juntos, Herms?- le preguntó Ron.
-Que tía Cissy tenía razón. Que a pesar de que niegues algo con palabras, el corazón sabe lo que quiere-dijo la castaña con una sonrisa-. Pero me preocupa Janet. Es nuestra futura hija y está tan... en la suya.
-Me pregunto cuanto habrá sufrido para que se vaya tan lejos a los catorce años ¿tan malos padres fuimos con ella?-preguntó Ron.
Janet mientras tanto no tenía nada de música, aplicó el viejo truco de los auriculares sin nada para escuchar conversaciones.
En el aula Black Zabin
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