(4) El Poder de las Aspirinas
♪♪ Caballa
...
Caballa
♪ ... ♪
Más caballa
...
Frié
♪ .... ♪
Friela más...
Volteala..
Regresala
Voltea y Regresa, Voltea y Regresa
Y ahora... ♪♪
- Haru...esa caballa ya esta carbonizada- escuchó que le decía una voz conocida
- ¿Eeh?-dijó el mencionado haciendo un aterrizaje forzado a la realidad
Miró hacia la parrilla y, efectivamente se encontro con un pedazo irregular y negro de lo que alguna vez fué su pescado favorito.
Como acto reflejo, tomo la jarra de agua que se encontraba junto a él y se la echo encima al pescado
Como era obvio la llama de la parrilla se hizo mayor, pues el chico le hecho encima el aceite para freir en vez del agua
¿¡¿A quién demonios se le había ocurrido el poner el aceite y el agua en dos recipiente iguales y tan creca el uno del otro?!?
Ooh... cierto
Se le había ocurrido a él mismo
- ¡¡TODO ES CULPA DE RIN!!- había gritado como un niño que da una excusa del porque el jarrón de porcelana ahora era añicos.
- ¿Yo qué?- le dijó la voz de antes que apenas y había podido reconocer
Detrás de él con gesto de diversión se encontraba el pelirrojo culpable de toda la comedia en que se había convertido la vida de Haruka
- ¿Desde cuándo estás ahí?
- Desde que escuché la melodiosa voz de la sirena cantandole a la sagrada caballa- le respondió con un extraño buen humor, aunque de cierta forma no mentía con lo de "melodiosa", tal vez no tuviera voz de ángel, pero para el pelirrojo el verlo y oírlo tarareando era como un regalo celestial
Claro que el que narra todo esto no tenía idea de la indirecta del pelirrojo y solo lo encontró como una broma
-Muy gracioso- le respondió tratando de ocultar esa sonrisa que trataba de escapar de su boca
-¿Te estás riendo?
El chico no respondío y como bien sabemos el que calla otorga.
- ¡Jah!- sonrió el pelirrojo- no sabía que fuera tan buen comediante
El chico se le acercó y paso un brazo por encima del hombro de Haru
-Hay que aprovechar pensaron ambos
- Oye, ¿Qué estas haciendo?- le preguntó el ojiazul cuando Rin se apegó aún más a él, no le molestaba pero...
Temía que si se acercaba más Rin sería capaz de oír perfectamente el latir desbocado de su corazón
- Haru...
- ¡Oh, no ya se dió cuenta!,¡¡ESTE ES ÉL FINAL, DEFINITIVAMENTE EL FINAL!!!
¡¡POSEIDÓN SI EXISISTES...AMPARAME!!!- pensó como último deseo
- ¿Tienes fiebre?- le preguntó el pelirrojo de repente
-¿Jah?
No había notado que su rostro se había tornado de un color rojizo brillante (comparable al cabello del más alto) y que se estaba encongiendo como si tratara de apartar a Rin, pero aferrandose ligeramente a la playera del pelirrojo.
Ahora Rin, lo miraba preocupado mientras le tocaba delicadamente la frente.
- ¿Haru? ,¿Estabas enfermo y aún así me invitaste a comer?-le preguntó confundido
- No, esto no es fiebre, es solo que...
- Nada de excusas, te conozco y se que por más enfermo que estes no diras ni pío- suspiró- Vamos, te llevo a tu cuarto, de todas formas tenías algo que decirme ¿no?
Rin era tan...horriblemente tierno que le daban ganas de golpearlo y después besarle las heridas
Todo de manera figurativa, obviamente
Mansamente y sin decir palabra alguna, Haru se dejó llevar hasta su habitación y le indicó en donde guardaba las aspirinas que alguna vez Makoto le había dejado "por si acaso, te vuelves a enfermar por aventarte a una piscina en primavera"
Una vez Rin le hubiera dado una pastilla, el pelinegro comenzó a sentirse algo adormilado.
- ¿ Y bien? , ¿Qué era lo que querias decirme? - le preguntó el pelirrojo
¡Cierto!
Haru lo había invitado (obligado) a ir a su casa a comer para darle la "grata" noticia de que no iría precisamente solo a su pequeño viaje a Australia, y que ya no podía hacer nada porque los boletos ya estaban comprados y apartados
Todo para ver la bonita cara deconcertada que iba a poner Rin al enterarse que lo acompañaria
Iba a ser tan divertido...
Hasta que se puso a pensar bien la situación...
Rin
En su casa
Toda desordenada
Trajes de baño regados por su habitación
La cocina con caballa enlatada
Y la sala llena de bocetos sin terminar del rostro de cierto chico con dientes de tiburón y cabellos rojizos
En otras palabras un caos total
¡¿Por qué diablos no había aceptado cuando Makoto se había ofrecido a ayudarle a limpiar?!
¡¡Por quedarte más tiempo en la ducha, Haru!! - le gritaba su conciencia
Y por ese desordén es que se encontraba ahí
Era por eso que, como si se hubiera convertido en Levi Ackerman, se puso a hacer limpieza en donde sea que alcanzase su trapo con diseño de pecesitos.
Es por eso que guardo todos esos dibujos en los que figuraba el rostro de Rin en una caja debajo de su cama, junto a sus revistas de cascadas.
Es por eso que en su armario se encontraban amontonados y hechos bola, sus "muy diferentes" trajes de baño
Por eso era que el bote de la cocina estaba a rebosar de latas de caballa vacías
Y era precisamente por eso que se le había ido el tiempo cantando un rito improvisado que se le había ocurrido en el momento mientras azaba la caballa.
Y en ese mismo instante su propio plan de lanzarle las noticias a Rin como balde de agua helada, le pareció bastante cruel
Matsuoka...destruyendo sus planes otra vez
- ¿Decirte?...pues, es curioso, podrías decirse que más bien era para Avisarte de algo- respondió maldiciendo mentalmente el tener que dar tantos rodeos para hablar
- Ah...de acuerdo ¿Y qué es eso que debes "Avisarme"?- la voz del chico sonaba algo decepcionada.
¡¡Su imaginación en ocasiones era tan grande!!, era obvio que Haru no lo había invitado para decirle lo que en su mente pasaba como una película romántica
-Como siempre, Rin, soñando despierto- le reprochaba de nuevo su conciencia
Haru dió un suspiro que más bien sono a un bostezo
Y tal vez invadido por el sueño, o porque de plano esa aspirina tenía una droga de sinceridad, se decidio a hablarle directamente a Rin
- Conseguí boletos para irme a Australia el mismo día y el mismo vuelo que tú
- ¿¡Qué?!
- Pero...no creas que es para fastudiarte... o al menos no del todo para eso- sus palabras salían pausadas y sin pizca de vergüenza, los efectos del sueño, señores :v - Es porque quiero estar contigo, Rin , quiero pasar esos tres días junto a tí. Solo tú y yo, solos
Conforme iba habalando, el.pelirrojo iba adquiriendo el mismo tono que sus cabellos
¿¡Qué clase de droga eran esas aspirinas?!
Debían de ser una muy fuerte para que Haruka Nanase, el chico hidrofílico y apático del que estaba enamorado dijera ese tipo de cosas que solo hacían que Rin se derritiera de
vergüenza
- ¡¡Mejor descansa!!- dijó apresuradamente y dando un respingo- Ma--mañana hablaremos, ¿si ,Haru?
No tenía demasiadas opciones, si dejaba que Haru siguiera hablando y diciendo todas esas bellas palabras, el autocontrol del Matsuoka se rompería en mil pedazos, además de que si esa supuesta aspirina resultaba ser una droga (la cosa más segura) era muy posible que el pelinegro solo estuviera diciendo puras sandeces
Sip, mejor escapar de ahí
Se disponía a salir corriendo cuando sintió un agarre en su camiseta, y al voltearse vio que Haru sujetaba la sujetaba con fuerza
Estaba dormido, pero aún así sujetaba fuertemente el borde de su playera, jalandola ligeramente
Al final Rin no se fué de ahí en toda la noche...
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