(12) Mora Azul y Cereza
No se lo pensaron mucho al decidir el lugar donde comerían, el viaje en avión había sido cansado, tanto mental como físicamente, así que no hubo mucha discusión antes de entrar al primer restaurante medianamente barato que se le hubo cruzado por enfrente.
- No hay caballa- se quejó Haru apenas terminar de revisar el menú
- ¿Acaso es lo único que comes?
Rin acababa de ganar la apuesta contra si mismo, estaba seguro de que Haru reclamaría por su tan amado pescado y en momentos como esos, esa actitud solo lograba enternecerlo, la cara del pelinegro parecía querer armar un puchero, pero no lo lograba del todo así que eso solo hacía que sus mofletes se inflaran dándole ganas al pelirrojo de apachurrarlos. Sin embargo, Rin no diría nada de eso en voz alta, ¿Que tan avergonzado se vería si le dijera al chico de su vida que se veía adorable?. Mejor ahorrarse la vergüenza y ordenar la comida de una buena vez.
- Tengo ganas de algo dulce*- comentó el pelirrojo saltándose a la sección de postres
- ¿Dulce?
-Si, ¿Hay algún problema?- pregunto sin enfado
-N-no, solo que... olvídalo
Claro que Haru no iba a decir las cosas que pasaron por su cabeza cuando Rin dijo "dulce", recapitular todas las recetas dulces que pocas veces preparaba sería muy útil, lo haría una vez regresarán y, con suerte, un día de esos invitar al chico a su casa con la excusa de que "había preparado dulce demás".
Devolvió su vista al menú-sin-caballa y se fijó en la sección de postres, volteando discretamente a ver la expresión de Rin, quien parecía muy concentrado
Que Lindo
- Me quedó con la gelatina de cereza- sentenció el pelirrojo- parece lo más saludable y barato
Excusas y más excusas, Rin solo quería dos cosas: No acumular grasa y no dejar que Haru viera como se la desvivia para comer el pay de limón que le hubiera gustado ordenar
- En ese caso... Yo quiero la de mora azul- se decidió dando una última vista a la carta
- ¿Y eso?, No sabía que te gustaba
Un dato nuevo de Haru, ese día estaba siendo realmente productivo.
Nueva habilidad desbloqueada :v
- No lo he probado
Adiós a la nueva habilidad, lo único que Rin descubrió es un dato que ya sabía, Haru se rige por una rutina, incluso con las comidas, casi no prueba nada más que caballa, tal vez le correspondía a él mostrarle un nuevo horizonte culinario.
- ¿Entonces por qué la vas a pedir?, podría acabar decepcionandote- dijó el pelirrojo a la vez que observaba que el mesero que los atendería estaba cada vez más cerca
- Quiero probarlo...s-se parece a lo que tú pediste- dijó con cierto tartamudeo, parecía costarle- además es barato y tú dijiste que...
- Okey, okey- lo interrumpió el pelirrojo con una sonrisa imborrable plasmada en toda su expresión
Demonios,Haru.
Ser tan adorable debería ser ilegal
-¿Están listos para ordenar?- el mesero los sorprendió a ambos que parecían algo perdidos en su burbuja
Una vez hubieran pedido sus respectivas gelatinas y ganándose una mirada de "estos son un par de raritos" por parte del mesero, ambos se quedaron callados durante minutos, Rin tratando de encontrar alguna cosa con que iniciar una conversación normal y Haru simplemente existiendo e imaginándose el como sería la gelatina, obviamente no sabría a caballa y eso lo decepcionaba un poquito.
No esperaron mucho antes de que sus postres llegarán y los ojos de Haruka casi despidieran brillitos, esa cosa era demasiado bonita como para comérsela.
- Tienen...¿Brillantina?- exclamó Rin examinando el la gelatina de cerca
Efectivamente parecía brillantina, o por lo menos brillitos atrapados en media gelatina, eso de seguro era normal para su estética, pero a Rin le causaba cierta incertidumbre el saber si eso era natural o siquiera saludable, no por nada siempre tenía cuidado con lo que comía (excepto si hablamos de carne), un buen nadador tiene nociones básicas de nutrición.
Todo buen nadador... excepto tal vez Haruka Nanase, quien en vez de perder el tiempo en analizar la composición molecular de su comida ya estaba comiendo, casi con temor a deformar demasiado la forma floral del postre.
- Esto... Sabe dulce- dijo Haru después de las primeras probadas
- Obviamente- dijo Rin todavía mirando disimuladamente los brillos de su gelatina- ¿Que te esperabas? ¿Que supiera a picante?
- Más bien, algo amargo, dicen que la mora es amarga, así que si se hace gelatina yo pensaba que la amargura de la mora se quedaba amargada en sabor de lo que se supone es la mora azul amarga
Rin fijó su mirada desconcertada en la del pelinegro y Haruka no entendía muy bien si el el corazón se le aceleraba por la vergüenza o por ver una faceta que solo hacía ver al pelirrojo con la cara de inocencia que recordaba de aquel niño que alguna vez fue.
Nada de lo que pasaba tenía sentido, solo era una conversación sin sentido acerca de lo que esperaba de la mora.
¡No podía evitarlo!, decir un montón de sandeces delante de Rin se había convertido en su ritual de regulación hormonal...
¿Pero que demonios estaba pensando en tan solo dos segundos?
- Eso sonó a un trabalenguas, Haru- dijo el chico con cara de no haber entendido nada-
El pelinegro solo apartó la mirada del chico, sin fuerzas para pensar en algún comentario que lo librara de esta, ya después estaría preguntándole a Makoto como hacer las cosas menos inconvenientes.
Siguió comiendo como si nada, deseando que todo lo anterior se borrara por alguna obra magistral, pero Rin no dejaba de verlo y eso era mortal.
Cuando quien te gusta te mira el cuerpo reacciona con una felicidad irracional que inunda cada poro de tu cuerpo y te deja unas ganas de abalanzarte sobre esa persona, pero el cerebro también procesa la posibilidad de peligro, el temor a que sea de todo menos lo que fantaseamos.
Haru nunca fue bueno con el lenguaje social, pero podía presumir de conocer bien los de gestos particulares de ciertas personas, por ejemplo, cunado Makoto se ponía nervioso empezaba a tartamudear para luego decir todo lo que pensaba de golpe y a la velocidad de la luz.
Rin no tenía las tendencias tan marcadas como su amigo de la infancia. Hubo un tiempo (cuando eran niños) en el que creyó empezar a captar algunas cosas de Rin; ahora las cosas eran distintas pero en ciertos momentos Haru sentía que Rin era tan abierto como un libro, que podía saber cómo se sentía y como hacer que volviera a sonreír despreocupado.
Esa mirada que Rin dirigía sobre él solo le podía hacer pensar algo a Haru:
Rin reclamaba atención
- Di "Ah"- le dijo el pelirrojo con una cuchara frente a su boca y la cara coloreada de vergüenza
Más por la sorpresa que por la ordén la boca de Haru se abrió, dejando que el chico le metiera la...gelatina en su boca.
Esta era considerablemente más dulce que la suya, pero era de esperarse, la cereza por si sola ya era dulce y ese momento le daba aún más dulzura, pues las expresiones que el pelirrojo tenía dibujadas en la cara eran suficientes para subirle el azúcar a cualquiera.
Rin estaba consciente de sus acciones, demasiado tal vez. Todos le decían que era un romántico y no podía más que darles la razón (aunque no se los dijera), le gustaban los detalles y soñar con tiernos besos frente al mar. Pero al momento de actuar todo se le enredaba y terminaba pareciendo más una competencia que un coqueteo. Le había costado un esfuerzo descomunal hacer lo que hacía en ese momento y no pensó que saldría tan bien, ese porcentaje perfecto de cliché con sus propios sentimientos latiendo con desenfreno.
Haru saboreaba, no podía masticar mucho porque la gelatina se deshacía rápidamente en su boca, pero fingir que la saboreaba más de lo que debía era su forma de alargar el momento, antes de que esa hora astral se terminara tan rápido como empezó.
- Oye, déjame una parte ¿Quieres?
Haru estaba a punto de acabarse la gelatina entera de su ¿amigo?,¿rival?, ¿comensal compañero?, ¿Que se supone que debía pensar cuando era precisamente Rin quien hacía ese tipo de acciones?
Rin es todo un romántico...y eso me confunde.
- Tu fuiste el que me estaba alimentando
- Pero tú no parecías quejarte- se defendió- es más, parecías pedirme más
Ahora que las palabras resonaban en su mente se oían aún más vergonzosas.
- Tsk, mejor acabate la tuya- dijo Rin levantándose del asiento- Voy a pagar
- Pero...
- Terminarla, yo invito.
Sí, definitivamente esa actitud confundía a Haru
* No se porque, pero pensé en Ciel :v
[De Kuroshitsuji]
Este capítulo está basado en hechos reales... Xd
Nah, lo único real que tiene es lo de la brillantina en unas gelatinas de cereza y mora azul 😆
Eso fue raro, pero igual sabían bien
(☞^o^) ☞
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