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(10) El Equipaje Necesario

-¿Es en serio, Haru?

Se sospechaba algo así después de haber visto esa inseguridad en sus ojos cuando fue momento de abordar el avión y se hizo la revisión de equipaje.
Pero no esperaba tal cosa en ese momento.

Se encontraban en el aeropuerto central de Sidney, no llevaban ni dos pasos andados desde que los habían devuelto el equipaje, cuando de improvisto el bolso de Haruka había empezado a gotear...

-¿¡10 botellas de agua?! - Rin terminó su conteo al ver que el pelinegro se detuvo en su tarea de sacar todas sus pertenencias del bolso

-Eran necesarias--contestó Haru con simpleza mientras revisaba que tanto se habían mojado sus cosas

La obsesión de Haruka por el agua siempre fue de ese tipo de cosas que nunca dejan de sorprenderte por muy acostumbrado que estés y a Rin en particular esa hidrofilia  le causaba una mezcla de sentimientos contradictorios, casi siempre en metamorfosis.
Le parecía que Haru no sería Haru sin su amor al agua y en muchas ocasiones se aseguró (y se seguía asegurando) que esa era una parte más que amaba, una parte de su personalidad que lo hacía más bello...

Pero había ocasiones en donde no lograba entender esa fijación con tal líquido, y le molestaba que cancelara planes solo por pasar más tiempo en la bañera. De todas las cosas de las que Rin se imaginó estar celoso, jamás se le cruzó por la cabeza que estaría sintiendo celos del agua.

Si, justo en ese momento esa espinita celosa empezaba a molestarle, creándole un tic en la ceja que se podía pasar desapercibida como indignación, pero bueno, no podía mostrarse enojado por semejante tontería, era infantil a más no poder, solo debía contar hasta 10 y seguir con su vida como si nada.

- Mira, sobrevivieron dos- dijo el ojiazul con la mirada brillante y dos botellas completamente llenas en ambas manos

- ¡¿Y te preocupas por eso?!- exclamó dándose una palmada en la frente

-Ya te dije- reitero el pelinegro- era necesario.

Y vaya que lo era, el agua era lo único que podía mantener a Haru con los pies en la tierra y controlar sus "síntomas de enamorado", o dicho de manera simple, mantener a raya sus pendejadas* con hidratación constante, ese era el plan original...

Pero como siempre sucedía con los planes de Haruka Nanase, cualquier cosa daba un giro de 360 grados y las cosas no salían como el deseaba, ahora mismo de hecho, las cosas se habían salido un poco de control al perder su líquido vital en tan solo unos cuantos minutos.

Si el viaje iniciaba así...

¿Cómo iba a terminar?

Pensar en todo esto, le hacía creer que el meterse en el viaje de Rin no había sido tan buena idea como había pensado, o bueno, sí, pero la cosa iba a estar más complicada de lo que pensó.

El viento extranjero lo mareaba, era obvio que ya no estaban en Japón, el ambiente,la gente, el paisaje, todo era distinto, para Haru se sentía como el ser trasladado a otro universo, y extrañamente eso le dejaba cierto sentimiento de libertad, una oportunidad de sentir esa cálidez en su corazón sin ponerse a pensar en otra cosa que no fuera estar pendiente de Rin.

Guau, Haru, ese último pensamiento fue casi psicópata, haz subido de nivel en "El Juego del Imbecil Enamorado"- pensó con desdén mientras veía a Rin revisar los últimos documentos para su estadía

- Y...¿Ahora que hacemos?- le pregunto Rin con tono nervioso, apenas salir del aeropuerto

-No sé, se supone que eres tú el que viene de modelo escultural- respondió Haru, ladeando la cabeza, avergonzado de sus propias palabras- ¿No tienes que ir con tu entrenador o algo así?

¡Cierto!, más cierto que la homosexualidad de Sousuke.
A Rin casi se le había olvidado el porque estaba ahí, y del porque se había negado a qué Haru lo acompañará en primera instancia.

Viniste de exhibicionista, no de vacaciones- pensó cubriéndose el rostro con su mano en un acto que reflejaba su vergüenza.

Aunque, había algo que no le cuadraba y en lo que no había reparado hasta ahora, Mihkail, no le había vuelto a llamar no enviar mensaje, lo que era extraño porque el sujeto se emocionaba en demasía si había músculos de por medio.
Revisó su celular un par de veces, quizá le había llamado, pero por mantener el móvil en "Modo Avión" la llamada no había entrado. No había rasto de nada, ni un mensaje ni nada.

Un rayo de esperanza empezó a dibujarse en su panorama.
¿Era su imaginación o los pájaros cantaban más dulcemente y todo a su alrededor florecía?...

'Bep Bep'

Ese glorioso momento solo duró unos cinco segundos, antes de que el sonido de notificación sonara y Haru le dirigiera una mirada de "¿No vas a contestar?". Sí, todo estaba yendo demasiado bien para ser verdad.

Mihkail💪
¡Rin-kun!
¿Ya llegaste?

(o sea Rin :v)
Apenas, acabo de salir del aeropuerto

Mihkail 💪
Debes estar cansado


¿Era está una especie de oportunidad divina de escape?


Un poco...

Mihkail 💪
Descansa por ahora, vienes a verme mañana a las 8:00 ni un minuto más ni un minuto menos, ¡esos músculos no se forman solos!


Okey, gracias.

Mihkail 💪
¡Nos vemos mañana!

Un suspiro de gran alivio se le escapó de los labios al Matsuoka, a la vez que una pequeña sonrisa mal disimulada se le formaba  cuando descubrió a Haru asomándose con la intención de ver los mensajes entre el y su entrenador, de seguro había visto toda la conversación.

- Entonces estás libre hoy- habló Haruka apartándose de golpe, y usando el tono más indiferente que su capacidad teatral le permitía

A Rin se sintió acalorado ante las palabras del pelinegro, demasiada novela romántica ya le estaba afectando la cabeza,pues esas palabras le habían sonado a la típica introducción de alguien que busca invitarte a una cita.

- Si, supongo- alcanzó a balbucear volteando la vista, casi imitando la acción que Haru había hecho minutos antes

Un silencio se instaló entre ambos, que escuchaban como sus voces internas deliraba entre su supuesta amistad-rivalidad y los sentimientos que añoraban desbordar en el otro.

- Okey, tengo hambre- soltó de repente el pelirrojo, casi arrastrando a Haru hacía una calle principal.

Haruka, inconscientemente apretó la botella de agua que seguía en su mano, si el agua le daba fuerza podría afrontar la situación y librarla con éxito.

Definitivamente el agua era el equipaje necesario...











*Se me salió lo mexicana :v ¡Ajua! ¡Mi México lindo y querido!

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