Mini capítulo 3: Jack y Naib
Créditos de la imagen: @chokko_2076
¡Hola!...
Sé que me tomé demasiado tiempo, pero sentía que ya no quería seguir escribiendo y no me quise forzar, por lo cual me di un descanso, pero ya creo que estoy más tranquila y regresé.
Sin más que decir, les dejo con el mini-capítulo, lamento si hay muchas faltas de ortografía.
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*Están los sobrevivientes y cazadores de la temporada 1 y 2*
{Línea del tiempo desconocida}
-Mansión-
Era una mañana tranquila en la mansión Oletus donde cada día se realizaban juegos de vida o muerte en las que participaban los sobrevivientes que vivían allí, también los cazadores vivían en una mansión que estaba al lado ya que eran los que fijaban el destino de cada sobreviviente...
- ¡Oye Martha! ¿Qué te dijo el chico rudo? – Preguntó Margaretha a la chica que siempre iba vestida con un uniforme militar, la cual estaba acostada en el sillón de su cuarto comiendo helado de chocolate, - No me quiso ni ver hoy – Dijo algo melancólica y frustrada.
Margaretha se sentó a su lado y suspiró, - Ay querida... primeramente, deja de comer eso que te hará subir de peso, segunda cosa, ¿Cómo se te ocurre confesarte en medio de una partida? - Dijo la bailarina acomodándose el pelo y dando una mirada de pistola a aquella chica.
- Y antes que me respondas, tercera cosa, ¡¿Por qué te confesaste justo cuando estaba Jack mirándolos?! – La chica de pelo corto esta vez se quedó en silencio con los brazos cruzados esperando una respuesta.
-No le vi ningún problema en confesárselo en la partida... aparte pensaba que él respondería en el momento ya que... – Martha dejó de comer helado y continuó hablando.
- Te voy a explicar cómo estuvo todo... pero por favor, no te metas con mi helado- Dijo Martha escondiéndolo, - Si si, lo que digas, pero más te vale que esa cosa no caiga en mi ropa- Decía Margaretha volteando sus ojos.
-Bien... - Martha se acomodó bien en el sillón y empezó a contar todo lo que había pasado con anterioridad.
{2 días antes de la confesión}
*Martha*
Era un día agotador y había recibido varias heridas, - Tss... no sé porque me tocó ser rescatista ... - Se decía a sí misma estando en el comedor sentada en la gran mesa sin nadie a su alrededor, - Solo quiero ser libre... - Se decía mientras se acurrucaba en sus brazos.
- ¿Mar? ¿Qué haces aquí? ¿Acaso viniste igual por los panqueques que hizo Emma? – Martha se enderezó y miró hacia la dirección donde se escuchaba la voz.
- E-Ehm... ¿Si? – Dijo tímidamente al notar que se trataba de Naib, lo supuso desde el momento en el que escuchó ese sobrenombre.
- Uhh entonces sígueme, debemos ser los primeros antes que todos, pero ten cuidado, si nos ve William nos delatará- Decía Naib de manera divertida, parecía no ser la primera vez en la que se escabullía a la cocina para comer antes que todos.
- ¡Está bien! ¡Te sigo! – Dijo con ánimo levantándose de donde estaba sentada. Naib solo se llevó un dedo a los labios insinuándole que guardara silencio, pero se rio un poco por la actitud de su amiga.
Lograron escabullirse por la cocina tomando 4 panqueques de vainilla, fresa, chocolate y arándonos, justo cuando William iba entrando a la cocina, aquellos dos se había ido al jardín para comérselos.
- Jajaja estuvo cerca, ¿no crees? – Dijo Naib comiéndose el panqueque de chocolate, - Si... - Dijo Martha aun sin comer su panqueque de vainilla, - ¿Qué sucede? ¿Se te quitó el apetito? – Preguntó Naib mirando el panqueque.
-Creo que si... - Dijo algo carisbaja, - Oye oye ¿Todo bien? Te veo desanimada – Dijo Naib acercándose a su rostro, - ¡Vamos! Puedes contarle cualquier cosa a tu fiel amigo, no se lo contaré a nadie – Dijo Naib guiñándole el ojo y sonriendo.
Martha enrojecida bajó la mirada y le empezó a hablar, - Siento que no soy una buena rescatista, aparte ya me cansé de hacer siempre lo mismo, quiero salir de aquí – Decía mientras apachurraba su panqueque.
-Uhm, es normal pensar eso... igual cuando llegué aquí quería irme de inmediato, pero ahora creo que puedo esperar, ya que tengo amigos aquí y antes no los tenía – Decía Naib mientras comía su otro panqueque que era de fresas.
-Es fácil para ti decirlo, eres muy bueno rescatando- Dijo Martha melancólicamente.
- Hey, gracias, pero no siempre es así... a veces cometo errores. Y tú, aunque los cometas sigues intentándolo y si la partida termine en empate, lo ves como una victoria y avance- Sonrió Naib para luego mirar a su amiga.
-Así que... ¡Come el panqueque! Esta delicioso – Dijo Naib intentado levantarle el ánimo, lo cual funcionó, - Tienes razón, muchas gracias Naib- Dijo Martha sintiendo como su corazón latía rápidamente, se sentía cómodo.
- No hay de que... ¿puedo hacerte una pregunta? – Dijo Naib, - ¿Eh? Claro, dime lo que quieras- Dijo Martha muy atenta.
- ¿Qué hay en la foto que siempre llevas en tu bolsillo? – Dijo Naib algo tímido, - Si no me lo quieres decir no hay problema jajaja- Decía estirándose.
Martha la sacó y sonrió al verla, - Oh, esta... era mi futuro esposo... Henry- Dijo mientras se la mostraba al mercenario, - ¡¿Esposo?! ¡Woow! – Decía Naib demasiado sorprendido.
- ¿Qué pasó con él? – Preguntó, - ...Nada... - Dijo Martha sin intención de seguir hablando, - Waaaa que bien...- Comentó Naib, - ¿Cómo que bien? – Dijo Martha confundida.
-Pues para serte sincero jamás me he enamorado... y creo que es bonito cuando entregas tu corazón a alguien que lo cuidará bien- Decía Naib rascándose la nuca, - Pero bueno... pocos tienen acceso a ello... un asesino como yo no lo creo- Rio un poquito después de decir eso.
- ¡Tú también puedes Naib! – Exclamó Martha, - T-Tú... ¡Serías una buena pareja! - Naib la escuchaba confundido y sonrió, - No, no quiero que alguien me ofrezca su corazón, porque... siempre me ha encantado meterme en peligro y no quiero preocupar a esa persona- Dijo Naib para luego comer el ultimo panqueque que había traído, el de fresas.
-Bueno, mientras tenga amigos, siento que estoy bien así... ya que me hacen olvidar mi oscuro pasado – Dijo Naib para luego mirar que había otro panqueque a su lado, - Sigo pensando que es una tontería lo que dices, pero no te haré cambiar de opinión por ahora, así que puedes cómetelo – Dijo Martha algo tímida.
- ¡Gracias Mar! – Exclamó Naib comiendo con gusto el panqueque ofrecido.
Pasaron el rato platicando de las posibles tácticas que podrían probar en el partido que tendrían al día siguiente.
-Naib ¿Cuál es el cazador que más se te hace difícil de enfrentar? – Le preguntó su amiga, - Ninguno, todos son demasiado fáciles, más el abuelo de las fotos, lo hago enojar con facilidad jajajaja –Rio Naib para luego detenerse.
- ¿Naib? – Martha ladeo su cabeza, - Solo que hay uno que siento que es muy... enfadoso- Frunció el ceño Subedar, - El destripador...- Refunfuñó.
- ¿Por qué él? Cada vez que puede, se vuelve amigable y nos dice a halagos a mis compañeras y a mí- Dijo Martha.
- ¡Exacto! Hace lo mismo con los hombres- Dijo Naib enojado, - ¿Hombres? No creo, cuando hay un compañero en mi equipo y es amigable le habla normal o aveces lo ignora – Informó Martha.
- ¡¿QUE?! ¡¿Entonces esa cara de rábano solo me hace eso?! – Exclamó Naib demasiado enojado, - Pues... ¿sí? Aunque no te creo- Dijo Martha.
- ¡Créeme! Cuando juego con él y no es amigable siempre se anda burlando de mí y aparte me intenta cazar en toda la partida... aunque es fácil de hacerlo, ¡Es un fastidio! ¡Y cuando me agarra me carga al estilo nupcial! – Decía Naib pataleando.
- ¿Eh? - Martha lo miraba confundida.
- ¡Aparte me trata como si fuera un niño a veces! ¡Solo por mi estatura! ¡¿QUIEN SE CREE PARA ACTUAR COMO UNA MADRE?! – Gritaba Naib mientras golpeaba un árbol que había al lado.
Martha lo miró en estado de shock y fue entonces cuando Naib se tranquilizó, - Perdón Mar... me dejé llevar... Es que él es tan... - Se mordió el labio con rabia e intentó respirar profundamente para tranquilizarse.
Después de eso, se echó a reír, - Aaaaaah... sabes, ya que te dije todo lo que pienso me siento más aliviado – Dijo Naib sobándose sus nudillos, - Gracias por escucharme- Sonrió.
-No hay de que... para eso estoy yo- Dijo Martha tranquilamente, - ¡Si! Agradezco que seas mi mejor amiga- Al escuchar eso la coordinadora sintió como algo se rompía.
-Iré a mi habitación para dormir un bueeen rato ¿Qué harás tú? – Preguntó Naib, - Jajaja, yo esperaré que sea la hora de la cena para comer un panqueque... - Dijo Martha rascándose la nuca.
- ¡¿EH?! Si lo quería me hubieras dicho, puedo ir a por él si quieres- Dijo Naib de manera traviesa, - No tengo hambre en este momento, pero gracias Naib- Dijo Martha, - Ohh okey, pues ¡Nos vemos mañana Mar! – Gritaba Naib mientras se alejaba a toda velocidad a su cuarto.
-Adiós... - Martha cuando notó que Naib ya no estaba cerca suspiró, - Jooooo no debí decirle sobre Henry – Se decía enojada mientras se sobaba la sien, - Ahora será más difícil de salir de la amistad... - Volvía a suspirar caminando hacia su cuarto para esperar que sea la hora de la cena.
-Lado de los cazadores-
-JAJAJAJA Sigue sigue, ¡es divertido escucharlo! - Se reía el payaso mientras que Hastur seguía hablando algo confundido, - Pues, ya te dije, durante todas las partidas en las que estuvo ese mercenario, Jack perdió- Terminó de decirlo y se volvió a carcajear el payaso.
-JAJAJAJA Lo bueno de tener un dios entre nosotros es que puede ver lo más cómico del mundo JAJAJA- Seguía carcajeándose mientras que Hastur solo suspiraba.
- ¡CALLATE PAYASO BARATO! – Exclamaba Jack apenas llegando de su partida, - JOJO, es gracioso saber que cada vez que está ese mercenario te acobardas- Se tapaba la boca intentado contener su risa.
- El risas tiene razón- Decía Joseph apenas entrando a la sala, - ¿Eh? Ni tienes derecho de decir nada, ya que cada vez que te toca contra él te enojas demasiado que pierdes- Dijo Jack de manera burlesca, - ¡Oye! ¡eso no siempre pasa! – Exclamó Joseph.
-Como sea, mejor me voy, ya que si sigo aquí los mataré- Dijo Jack metiendo sus manos en sus bolsillos, - No puedes, es una regla- Dijo Hastur, - Era un chiste- Dijo Jack de manera sarcástica y se fue de allí.
- ¡SUERTE CONTRA EL ESCURRIDIZO! – Grito el payaso volviéndose a reír locamente.
- ¿Si lo abriera se seguiría riendo? – Se preguntó Jack sombríamente, - "¿Por qué no los matas ahora? Será divertido" – Decía una voz que llevaba dentro de su cabeza, - Tranquilo, algún día lo haré- Sonrió maliciosamente y entró a su habitación.
Estando allí, fue a su taburete para seguir pintando el lienzo que estaba haciendo, era un hermoso campo donde se podía ver a una liebre corriendo libremente.
-... Igual no entiendo porque soy así con él, será... ¿lástima? – Se preguntó.
Supo sobre el pasado del mercenario horas después de que había llegado a la mansión. Al principio pensó que iba a ser alguien grande y musculoso, y con una cara de pocos amigos y una mirada asesina.
Pero cuando lo vio en su primera partida contra él, era todo lo contrario, aunque claro, se veía que tenía una actitud fuerte y dura, le causó gracia, ¿Cómo alguien tan pequeño como él pudo ser un militar y luego un mercenario?...
Le causó intriga, y poco a poco fue siendo demasiado atrevido con aquel sobreviviente, a tal punto que cuando le tocaba contra él, prefería perder con tal de perseguirlo en toda la partida, ¿Por qué? Por lástima, ¿no?
-... ¿Por qué esta liebre es tan parecida a él?... – Se preguntó mientras observaba con detenimiento su lienzo, - Uhm... No, le falta que tenga arrugada la nariz y el ceño fruncido – Se rio para luego notar que lo que había dicho le causó algo por dentro.
-Ese mercenario... a veces me da miedo – Siguió pintando aun extrañado y algo asustado por los pensamientos que estaba teniendo de él en esos momentos.
{Día siguiente, 1 día para la confesión}
*Martha*
- ¡¿Al fin se lo dirás?! – Exclamó Margaretha sorprendida, - Si... siento que, si no lo hago ahora, más adelante será más difícil decírselo – Decía Martha con determinación.
- ¡Bien! Me alegra que al fin tengas el valor – Animaba Margaretha a su compañera, - Aunque... ¿Dónde lo harás y cuándo? – Preguntó con curiosidad, - Creo que... mañana, pero no sé dónde – Se ruborizó Martha de solo pensarlo.
- Jajaja se te ocurrirá algo, pero más te vale que no sea en un lugar asqueroso y ridículo – Decía mientras cruzaba sus brazos.
-Claro... gracias por apoyarme- Sonrió Martha, - No hay de que querida, si quieres que te maquille mañana no dudes en pedírmelo, ya que, sin ofender, tu cara está hecha un desastre- Decía la bailarina examinando a la coordinadora.
-Creo que lo necesitaré... quiero que me vea diferente – Sonrió tímidamente.
Aquellas dos pasaban su rato platicando mientras que la persona de la cual tenían como centro de la conversación estaba en una partida escapando del destripador.
- ¡Ya déjame en paz! ¡No estoy de humor para enfrentar a idiotas! – Gritaba Naib mientras esquivaba los golpes de aire del destripador, - Awww que pena, para mí esto es divertido perseguir a liebrecillas – Decía sonriendo detrás de su máscara.
Durante toda la partida, como siempre, el mercenario fue perseguido por el destripador quien no tenía problema en perder la partida.
Ya cuando lo pudo atrapar, lo cargó al estilo nupcial por el mapa, - ¡Suéltame! ¡Perdiste! ¡Ahora déjame ir! – Decía Naib intentándose soltar de su agarre, - Sé que perdí, pero al menos estoy contigo~ - Dijo coquetamente Jack mientras se burlaba del mercenario quien estaba demasiado enojado.
-Si serás... ¡¿POR QUÉ SOLO ERES CONMIGO UN FASTIDIO?! – Gritaba pataleando, - ¿Por qué eres tierno? ¿Y siento lástima? – Dijo Jack burlescamente viendo como aquel mercenario temblaba de rabia, - ¡** ** * ** * *! – Explotó y gritó todo tipo de insultos a aquel hombre alto que lo ignoraba felizmente.
Cansado de gritas y de esforzarse por soltarse, se dejó llevar, - Como sea... ya quiero volver a mi habitación para maldecirte todas las veces que sean necesarias para tenerte lejos... - Decía en voz baja, - Awww no sabía que seguías pensando en mi fuera del juego – Rio Jack mientras que Naib solo se mordía el labio con rabia.
- ¿Por qué yo?... Nada de tus bromas asquerosas- Dijo Naib frunciendo el ceño.
- ... Mira, allí está escotilla – Cambió de tema Jack caminando hacia ella, - Fue divertido jugar contra ti, liebrecilla~ - Decía Jack bajándolo con cuidado, - Tsss... piérdete- Dijo Naib, - Si es contigo, con gusto~ - Se burló Jack.
Naib no quiso estar más tiempo allí y saltó a la escotilla.
- "¿Porque no le pudiste responder?" – Su voz interior le habló, - No sé... - Caminó hacia la salida para ir a la mansión y evitar seguir pensando en el mercenario, lo cual era... imposible a estos pasos.
{Noche}
*Naib*
El mercenario se encontraba usando su almohada con saco de boxeo, - ¡Ese desgraciado! – Gritaba lanzando su almohada hacia arriba y agarrándola, repitió eso otras veces hasta ver si se podía relajar.
- ¡Waaaa lo odio! – Se tiró a su cama algo menos enojado, - ¡Lo odio porque ...! - Se quedó callado; apenas se iba dando cuenta, era uno de los únicos cazadores que era dulce con él.
- ¡¿QUIÉN SE CREE QUE ES PARA TRATARME AMABLEMENTE?!- Grito tomando su almohada para volverla a golpear, - Baboso... - Sus insultos se iban alivianando hasta que dejó de hablar ya que estaba somnoliento.
-Prometo que se va a arrepentir... - Decía cerrando los ojos, - Se a poner hasta de rodillas... - Se iba quedando dormido dejando la almohada tirada en el piso.
Esa noche fue muy rara para aquellos dos, demasiado.
{Día siguiente, día de la confesión}
*Martha*
Estaba sentada bien derecha mientras que Margaretha la iba maquillando, - Uhm aun no me convence, pondré algo más de rubor- Dijo sacando su brocha gruesa.
Martha tosió ya que algo del polvo se le metió por la nariz, - Ay vamos, fue poquito- Dijo la bailarina mirándose hacia el espejo que tenía en su mano.
- Disculpa, nunca he hecho esto... - Dijo Martha nerviosamente, - Si se te ocurra dar un paso atrás, ¡Ve a por él nena! – Gritó para luego volverse a ver en el espejo.
- Ash, no comeré nada dulce, parece que me saldrá un barro, puag- Dijo mientras guardaba su maquillaje.
Martha se miró al espejo y se sintió linda, se acomodó bien su coleta que estaba bien peinada como siempre, - "Bien... lo haré" – Pensó con determinación.
Pasando la hora del desayuno, vio que no estaba Naib presente, - "¿Dónde estará?" – Se preguntó algo preocupada e inquieta, mientras más antes mejor, ¿no?
{5 horas después}
Estando frente a la puerta del mercenario, tocó, - ¿Naib estás allí? – Preguntó y volvió a tocar, - "¿Algo andará mal?"- Se preguntó volviendo a tocar.
Pasaron 2 minutos y abrió la puerta Naib, estaba hecho un desastre, al parecer no pudo dormir toda la noche y sus ojos apenas si se ponía abrir un poco, - ¿Mar? ¿Pasa algo? – Preguntó.
La coordinadora al verlo así se preocupó, - ¡Naib! ¿Qué ocurre? ¿Estás enfermo? – Preguntaba mientras entraba a su cuarto para mirarlo. Estaba demasiado desordenado y al parecer le había sacado el algodón a su almohada.
- ¿Mala noche? – Preguntó mientras ayudaba a ordenar, -Algo así- Dijo Naib con pena, - Por favor, no ordenes, que vergüenza- Dijo Naib tapándose el rostro con su brazo y haciéndose hacia atrás.
-No te preocupes, está bien, no te juzgaré – Decía Martha rejuntando el algodón en una bolsa que había encontrado, - Je... gracias amiga- Dijo Naib sonriéndole. Ella paró e intentó cambiar el tema.
- ¿Tienes partidas hoy? – Preguntó, - Creo que no, estoy libre- Dijo Naib limpiándose los ojos para mirar mejor, - ¡Perfecto! – Exclamo con alegría, - Wow, no sabía que te emocionaba cuando no tengo partidas- Dijo Naib riendo un poco.
-S-Siempre lo hago... me gusta platicar contigo- Dijo Martha apenada, - Igual yo, contigo puedo hablar con confianza- Dijo Naib. Martha sentía que cada vez se hacía más difícil decírselo.
Pero no se iría de allí sin decírselo a Naib... - Oye... quiero decirte algo – Dijo Martha acercándose un poco a él, - ¿Uhm? Dime, soy todo oídos- Dijo Naib sentándose en su cama.
-Yo... no, tú... E-Eh... ¡TÚ! - Su lengua se trababa mientras se le iban enrojeciendo las mejillas, - ¿Yo? – Se señaló Naib de manera divertida, - Si, tú...- Paró por un segundo y respiró profundamente.
-Naib Subedar... ¡Tú...! - Fueron interrumpidos por William quien entraba como si nada, - ¡Viejo! ¡Tomarás mi lugar en un partido! – Decía para luego toparse con la mirada de muerte que le estaba dando Martha.
-Oh, buenos días Martha, te ves diferente hoy – Dijo William despreocupadamente, Naib la volteó a ver y la examinó de cerca, - Oye es cierto, ¡Estas diferente hoy! – Le sonrió.
-G-Gracias...- Dijo Martha tímidamente, - No hay problema- Respondió William saliendo de la habitación, cuantas ganas tenía de correr hacia él para ahorcarlo.
Naib se tuvo que cambiar para ir a ver en que partida lo necesitaban, por lo tanto, Martha salió del cuarto y estando afuera, se pegaba la frente en la pared una y otra vez.
-Auch ¿no te duele? – Abría la puerta Naib mirándola con extrañeza, - N-NO jajajaja – Se rio nerviosamente, - Solo jajaja es un entrenamiento que he estado haciendo desde... ¡Hoy! – Se ponía en posición de firmes mientras hablaba.
-Ohhh dime que resultados te dan para ver si lo puedo probar- Dijo Naib caminando hacia la sala de partidas, Martha lo siguió.
Estando allí se dio cuenta que estaría con su amiga en la partida, - ¡Yay! ¡Estaremos juntos! Hace mucho que no lo estamos- Dijo Naib alegremente, - ¡SIIII! – Exclamó la coordinadora igual con demasiada alegría.
Pero en el momento que leyó cual sería el cazador que enfrentarían, se quedó en shock, - Él... - Se mordió el labio, - Vamos Mar... hay traseros que patear- Dijo mientras giraba su hombro.
Martha no entendió el comportamiento de Naib, pero con gusto fue detrás de él.
-Partida-
Los que estaban en la partida eran Naib, Martha, Vera y Freddy. El mapa era Leo's Memory.
Naib empezaba a decodificar, pero con demasiada cautela, ya cuando empezó a sentir como su corazón latía y brillaba supo que tenía que irse de allí. Antes de que lo hiciera, lo detuvo alguien.
-Oh no mi querido mercenario~ hoy quiero que decodifique, no siento justo que gane la partida sin decodificar nada- Dijo Jack acercándose a este que estaba parado y mirándolo directamente.
-Aparte, a ti te encanta decodifica~ - Se burló mientras reía un poco, Naib lo intentó ignorar e hizo como si él no estuviera allí.
Pasaron como 6 minutos de puro decodificar y casi la terminaba, quería terminarla cuanto antes, odiaba el ruido que hacía la máquina decodificadora.
Ya cuando faltaba poco para terminarla, Jack se acercó y la hizo retroceder, - Jajajaja, ¿Qué pasa? Aun te falta para terminarla, apresúrate~ - Dijo burlescamente.
Naib volvió a decodificar, pero esta vez más rápido que antes. Volvieron a pasar 6 minutos y la tenía casi lista, pero claro... alguien se lo impidió, -Ups~- Jack decía mientras la retrocedía.
A este paso, las manos de Naib estaba sangrando un poco por el frio y la nieve que estaba cayendo en la máquina, - Y-Ya deja de molestarme- Temblaba Naib volviendo a decodificar.
-Pero es divertido, hasta tú lo estás disfrutan... - Se detuvo al notar que el mercenario estaba temblando, - N-No lo es- Naib se aguantaba para no llorar frente a aquella persona, si podía aguantar una tortura ¿Por qué sentía que no podía seguir aguantando más?
Jack retrocedió, - Más te vale terminar esa máquina o te voy a sentar- Dijo con la mirada sombría y se fue de allí para ir a molestar a otro sobreviviente. Naib cuando notó que no estaba se tranquilizó, - Bien... si puedo, si... puedo- Sus labios temblaban mientras hablaba por el frío.
Justo antes de empezar a decodificar sintió un abrigo en sus hombros, - Por si la ocupas... - Dijo Jack esta vez dejándolo nuevamente solo y si dirigirle la mirada.
Naib quiso quitársela, pero... era cálida, la sentía reconfortante para poder seguir decodificando.
Pasaron los 6 minutos y esta vez si la logró terminar... - ¡Al fin! – Festejó. Luego recordó que aún tenía el suéter de aquel cazador... - No creo que me la diera para siempre – Se dijo mientras iba a buscarlo.
Lo encontró lanzando bola de nieve con sus demás compañeros, - ¡Naib! – Martha corrió hacia él, - Hasta que apareces, ¿Dónde estabas? – Preguntó algo preocupada, - Decodificando... pero ya la terminé- Le sonrió a su amiga.
Martha antes de seguirle hablando vio el abrigo que estaba en su brazo, - ¿Por qué llevas eso? – Preguntó, Naib se escamó, - E-Eh pues... me lo prestaron, nada más eso- Dijo mientras cruzaba sus brazos.
-Naib... ¿puedes seguirme? – Le preguntó Martha, - Claro, puedo hacerlo- Respondió. En ese momento la coordinadora tomó su mano lo cual lo sorprendió demasiado y lo guio hacia el lugar donde quería llevarlo.
Jack a lo lejos los vio, pero trato de ignorarlos, - "¿No te importa que esos dos se vayan solos? Se ven muy unidos"- Su voz interna habló, - No es mi proble...- Dejó de hablar y volvió a mirar por esa dirección.
*Martha y Naib*
Estaban en el segundo piso de la fábrica, - ¿Por qué me trajiste aquí Mar? - Preguntó confundido Naib, - Naib... ocupo decirte algo- Volvió a decir Martha, - ¿Lo de la mañana? Está bien, dímelo – Dijo Naib recargándose en el muro.
- ... Naib, quiero que sepas que desde que llegue has sido una persona demasiado amable conmigo, claro al principio eras demasiado serio y cerrado, pero gracias por abrirte conmigo – Dijo Martha mirándolo directamente a los ojos, - No hay de que, ya me abro más cuando se trata de un amigo o amiga- Sonrió Naib.
Martha lo cayó rápidamente, - Sabes... siento que ser tu amiga no es solo lo que quiero ser para ti- Se iba acercando a Naib quien la miraba demasiado confundido.
- Quiero ser algo más... alguien de la cual puedas abrirte aún más y... a la cual pueda entrar mi corazón... - Seguía hablando Martha mientras que Naib temblaba, - M-Mar ¿Qué estás diciendo? – le temblaban los labios, - N-Naib Subedar te estoy diciendo que... - Antes de que pudiera terminar Jack apareció para interrumpirlos.
-Oye chaparro ¿podrías devolverme mi abrigo? – Dijo Jack sonriéndole y mirándolos, - Tsss no me sirve tu basura, ya te la voy a... - Antes de que terminara de hablar Martha lo jaló.
-Me gustas...- Dijo en voz baja. Jack y Naib agrandaron sus ojos, - ¿C-Cómo?... – Preguntó Naib para asegurarse, - ¡Me gustas demasiado! ¡Naib Subedar! – Dijo Martha en voz alta para que pudiera escuchar con claridad.
Cuando Naib volteó a mirar hacia donde estaba Jack, no estaba, - M-Mar... - Naib bajó la mirada, no sabía que decir... ella era como la hermana que nunca tuvo...
- Mar yo... - Naib salió corriendo de allí y dejó el abrigo allí mismo... - ¿Me rechazó? – Se preguntó Martha levantando el abrigo y viendo como Naib se iba alejando.
*Naib*
Estaba en el sótano hecho bolita, - "¿S-Siempre le gusté? Pero pensaba que solo éramos amigos y ya... "– Pensaba algo triste, - "Le dije hace unos días que no quiero eso con nadie... y aunque sea mi amiga, no puedo... "- Pensaba demasiado estresado.
Dio una pequeña sonrisa, - "Pero... fue demasiado valiente, le admiro ese lado suyo" – pensaba para intentarse tranquilizar.
-Al fin te encuentro... vamos, la puerta está abierta, te dejaron atrás- Dijo Jack sombríamente, - ... No quiero- Contestó Naib acurrucándose más en sus piernas.
-No me dejas otra opción- Dijo Naib agarrando su pierna y arrastrándolo, - Auch auch ¡Oye! ¡Está bien! ¡Pero suéltame! – Decía Naib tratando de zafarse, Jack lo soltó con brusquedad y esperó a que se levantara.
- ¡¿Qué te pasa?! Entiendo que sea un sobreviviente y me tengas que maltratar, ¡pero no te pases conmigo! – Gritó Naib demasiado enojado, - ¿Quién te crees que eres para decirme como tratarte?... Nadie- Dijo Jack con una voz más grave que la que tenía habitualmente.
- ¡¿EH?! ¡Yo siempre te digo eso y tú me ignoras y continúas tratándome de manera rara! – Respingó Naib, - ¡Pues no te preocupes, ya no volverás a tener ese trato!... – Jack se acercó a su rostro.
- ¿Quieres que te diga eso?... ¿Tanto me odias?... – Dijo Jack de manera seria lo cual sorprendió a Naib, - Yo... solo quiero saber porque me tratas así- Dijo Naib apartando la mirada.
- Nada más porque me gusta jugar contigo, es todo, no me importas tanto como piensas... - Jack lo decía con dureza haciendo que el mercenario lo siguiera viendo de manera sorprendida y con algo de tristeza.
-Con que es eso... Bueno, ya me lo esperaba, tú solo eres un cazador que le gusta jugar con la vida de los demás... pero que cruel que también con los sentimientos – Naib lo apuntó, - ¡Más te vale no jugar con los sentimientos de alguno de mis compañeros! ¡O no te lo perdonaré jamás! – Dijo frunciendo el ceño.
-Como sea, ya vete...– Dijo Jack dándole la espalda, - ¡¿A QUE VIENE ESA ACTITUD?! – Naib lo pateó, - ¡Auch! ¡Te dije que te vayas! – Dijo, - ¡Pero...! - Naib paró de hablar ya que fue interrumpido.
- ¡Pero nada! ¡Ya te dije que solo jugaba contigo! ¿Y todavía quieres que actúe contigo como antes? Ja- Esta vez Jack lo jaló hasta la puerta y lo lanzó a la nieve.
-No sé qué te hizo pensar que eras especial para mi... pero será mejor que te quites esa idea de la cabeza, asqueroso demonio- Jack esta vez desaparecía en su niebla alejándose del mercenario que estaba en shock tirado en el piso.
Desde ese día, Naib Subedar se sintió ¿vacío?... y solo porque ese hombre alto le dijo que no valía nada para él... ¿Por qué?
No supo cómo responderle a su amiga Martha, no quería tenerla esperando, cada vez que se encontraban, apartaba la vista ya que sentía pena de no saber que responderle.
*Martha*
Ya después de contarle todo a Margaretha, se enojó, - Aun así ¡Fuiste demasiado rápido y no debiste hacerlo menos cuando estaba Jack cerca! – Dijo, - Pero ¿qué tiene de malo que estuviera allí? – Preguntó Martha confundida.
- ¿Qué no sabes? Esos dos dicen que son muy cercanos- Dijo Margaretha aun con el ceño fruncido, - ¿Cercanos? – No entendió Martha, - Ash, que eran más que cazador y sobreviviente- Intentó explicar.
-N-No puede ser posible, Naib cada vez que habla de él lo hace con odio... - Martha intentó defender a Naib con eso.
- Ajá, entonces ¿Por qué cuando te confesaste me dijiste que volteo a mirar hacia donde estaba Jack? – Margaretha con tan solo decir eso, puso hacer razonar a la coordinadora.
-No puede ser... fui demasiado ingenua- Dijo Martha cubriéndose el rostro con las manos, - Ni se cómo no lo notaste, el Naib es demasiado obvio- Dijo la bailarina suspirando.
Martha solo se abrazó a si mismo intentando no llorar, - Ay nena... Ya no te aguantes y llora, solo te puedo ofrecer mis brazos- Dijo Margaretha extendiendo sus brazos.
Martha la abrazó y lloró amargamente, Margaretha solo le dio palmaditas en la espalda para que se fuera tranquilizando.
{1 semana después}
En toda esa semana, cada vez que le tocaba con el destripador, este le ignoraba o cuando iba a rescatar lo derribaba antes de llegar... pero no lo sentaba, lo dejaba en el piso desangrándose.
Naib no sabía por qué, pero... estaba prefiriendo al Jack de antes... este no le gustaba para nada...
En cuanto a Martha, aun no le había dicho nada, pero ella igual lo empezó a ignorar... se estaba sintiendo otra vez solo, como antes...
- "Primero fue mi amigo de la guerra... y ahora estoy perdiendo a más personas..."- Pensaba decaído mientras estaba acostado en su cama, - "Duele admitirlo... pero creo que no odiaba a Jack... si no a mi "- Se puso triste e intentó dormir.
{Día siguiente}
Naib se levantó y se preparó ya que iba a tener un día demasiado ajetreado, se probó un traje nuevo que le había llegado, se llamaba "Spring Hands".
Se miró en su espejo que estaba algo roto para ver como lucía, - ... Quiero mi capucha- Decía mientras se acomodaba los pelos que se le salían a los lados de su gorra.
Ya después de arreglarse un poco más, tomó sus coderas que parecían resortes, - ... No entiendo que le pasa por la cabeza al dueño de la mansión al hacer los trajes- Dijo suspirando y poniéndoselas.
Salió del cuarto ya listo para hacer sus partidas ese día, mientras caminaba se topó con Martha, demasiada casualidad.
Él ya no quería ignorarla, debía darle su respuesta, así que antes de que le hablara ella empezó, - Naib, ¿Qué sucede? Es que noto que ya no me has hablado durante la semana pasada – Dijo Martha preocupada.
Naib agrandó sus ojos y rápido habló, - Y-Yo pensaba que no querías hablarme... por eso preferí darte tu espacio- Dijo Naib rápidamente, - Jajaja no hay problema Naib, somos amigos, no tienes que tener miedo para volver a hablarme- Dijo Martha tranquilamente.
Naib en ese momento la abrazo, demasiado fuerte, tanto que la estaba asfixiando. Naib se detuvo y no dejaba de sonreír, - Gracias... Enserio, muchas gracias... no quería perder tu amistad Martha- Dijo Naib rascándose la nuca.
-Oye, tú me dices Mar- Dijo Martha mientras tenía una mano en la cadera, - Y... entiendo que quieras ser solo mi amigo, lo aceptaré porque te quiero Naib – Sonrió Martha amablemente.
-Aunque... espero que seas feliz con él- Mientras lo decía Naib la miraba confundida, - ¿Quién? – Preguntó.
-Pues Jack, quien más – Rio un poco, - ¡¿QUÉ?! ¡Ese...! – Dejó de hablar y bajó la mirada, - Él ya ni me habla, y no sé porque- Dijo algo serio.
- Pues inténtalo, de seguro él quiere hablarte, ¡No te quedes callado! – Dijo su amiga dándole golpecillos en la espalda.
-Si tú lo dices... pero él de seguro ni quiere habl...- Martha lo interrumpió, - Haber, tu pensabas que yo no quería hablarte, pero en realidad si, entonces, Jack tal vez igual quiere, pero es orgulloso – Dijo Martha haciendo que Naib reflexionara.
-Tienes razón- Sonrió Naib, -Lo haré – Dijo tronándose el cuello, - Jeje, entonces estabas también triste porque él ya no te hablaba- Dijo Martha haciendo que Naib rápido se pusiera a la defensiva.
- ¡Mucho hablar y poca acción! ¡Ve! ¡Tú primera partida es con Jack! – Decía Martha mientras lo empujaba, - Okey okey, pero no pienses otras cosas, aparte, ¡no lo grites! - Dijo mientras corría a la sala de partidas.
-Partido-
Ya cuando entró a su partida, estaba con Fiona, Kevin y Helena. El mapa era Sacred Heart Hospital.
- "Bien, cuando venga rápido le hablaré, porque de seguro me encontrará primero, como siempre" - Pensaba Naib mientras se ponía a decodificar en su máquina. Andaba en el centro del mapa, justo en el segundo piso del hospital.
Como predijo, pasaron 3 minutos y apareció aquel hombre alto, pero se veía diferente... Su máscara era más diferente a las anteriores.
Jack fingió no verlo y se pasó de largo, pero Naib lo detuvo, - ¡Cara de rábano! – Le grito e hizo que se detuviera, pero no volteó, - ¿Qué pasa? ¿Acaso crees que no puedes seguir mi paso? – Se burló Naib.
Jack lo miró de reojo por encima de su hombro y quiso seguir su camino, pero entonces Naib usó una codera para ponerse enfrente de él.
- ¡YA no me ignores! – Gritó esta vez haciendo que Jack lo mirara a los ojos, - Que quieres... - Dijo Jack con una voz gruesa, - A mi háblame normal, no me intimidas- Sonrió.
Jack se enojó, - ¿Por qué debería hacerte caso? – Comentó, - Porque... somos ¿amigos? – Dijo Naib algo tímido, pero sin retirar lo que dijo.
- ¿Amigos? Ja, tu hasta dijiste que me odiabas y me querías lejos de ti, aparte de seguro me anduviste maldiciendo, ya que me siento estresado- Dijo Jack con una voz dura.
Naib bajó la mirada, - Se lo que dije, pero... ¡¿Que tiene si me arrepiento?! – Sonrió con confianza, - Aunque digas eso, solo estaría jugando conti... - Naib lo interrumpió.
- ¿Eso tú crees? - Dijo Naib poniéndose de puntilla para intentar alcanzarlo y decírselo a la cara, pero no lo logró obviamente. Jack no evito reírse por el acto, esto tranquilizó a Subedar.
- Bien... tu ganas, pequeña liebre... - Dijo Jack tranquilizándose, - Antes era demonio y ahora liebre, que cambio drástico, aunque soy los dos para ti – Decía Naib mientras le mostraba su lengua de manera divertida.
Jack lo abrazó en ese momento, haciendo que el mercenario se pusiera nervioso, - ¿A-A qué viene eso? – Decía Naib sin saber qué hacer, - Nada, solo extrañaba abrazarte... - Sonrió.
Antes de seguir, Jack se puso de rodillas para estar un poco a su altura, - Igual yo me quiero disculpar... No debí haberte dejado de hablar, y no sé porque lo hice- Dijo Jack nerviosamente.
-Está bien... pero tuviste muchas razones por las que me debías haber dejado de hablar, como que siempre te andaba insultando y despreciando... - Dijo mientras apartaba la mirada, - Jeje~ para serte sincero, ese es tu atractivo – Sonrió Jack coquetamente.
-No empecemos con coqueterías- Dijo Naib suspirando, - Pero es la verdad... - Dijo Jack seriamente, - Pues... Eres raro entonces- Dijo Naib intentado cubrir su rostro con la gorra.
- ¿Raro? Pues claro, pero solo contigo- Seguía diciendo Jack de manera seria haciendo que cada vez Naib quisiera esconderse, - Y-Ya... entiendo p-pero para- Su voz sonaba temblorosa.
Jack le descubrió el rostro y le sonrió, - Me encantaría volver a ser tu amigo, Naib Subedar, alias bajito furioso- Rio al terminar de decirlo, - ¡¿EH?! – Naib le torció un poco la mano, - Entiendo entiendo, auch auch – Naib le soltó la mano y pudo sobársela.
La partida fue como antes... perdió el destripador, pero Naib esta vez se quedó con él porque quería...
De allí iniciarían una linda amistad que a unos meses después podría dar el siguiente paso...
{Tiempo presente}
*Jack*
Era de noche y apenas iban a pasar al segundo día del viaje de graduación. Todos estaban durmiendo menos alguien que estaba mirando hacia la ventana de su habitación.
-Jajaja... que divertido era en ese entonces- Sonrió para sí mismo, - Lo malo es que nunca volveré contigo... ya que no eres el mismo gruñetas que quise- Cerró su cortina y fue a acostarse.
-O tal vez... pero, esta vez no me pondré celoso como la última vez – Se dijo nerviosamente, - Ya que tu mereces ser feliz, mi pequeño diablillo, aunque no sea conmigo – Dijo Jack melancólicamente yéndose a dormir.
Extrañaba al Naib del cual había tardado para enamorarlo y permitirle tomar su corazón para cuidarlo y también dar el suyo...
Era doloroso, pero ya no había vuelta atrás, la razón por la que quiso ir a la nueva vida de los sobrevivientes fue... porque no sería lo mismo sin Naib en la mansión, verlo era doloroso pero tranquilo a vez...
¿Qué procederá?
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Bien, este es el fin del mini capítulo, el siguiente será de Esopo, aunque no sé cuándo lo terminaré de escribir.
Pero bueno, cuídense, y gracias por su gran paciencia.
P.D. ¿Compraron la skin de Emil? ¡A mí me encanto! uwu aunque ahora estoy ahorrando para su accesorio TnT
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