Entonces le preguntó mientras cojo jamón de la nevera y pan:
- ¿Y ese plástico del brazo?
- Ah, veras, de eso te iba ha hablar, no se lo que es exactamente. Me ha salido así de repente, como una cicatriz. Es como una calavera en la parte de arriba y de resto una serpiente enredada entre sí.- me responde.
- No sé cómo puedo ser tu amiga, siendo tú una mortífera, ¡aléjate de mi! - no se lo decía de verdad, claro que no en realidad me preocupa un poco. Ella me mira con cara seria. - Vale, vale ya entiendo, ¿tienes idea de que puede ser ?
- Pues no, pero mi padre me dijo que me pusiera esto para tapármelo. - No entiendo por qué.
- ¿Es eso lo que te pasa? - ahora caliento el pan y me pongo leche en un vaso.
- No, que va. El gran problema es que... No puedo viajar a Hawai este año contigo. - según lo dice me quedo petrificada.
Lo había olvidado, el viaje a Hawai que teníamos planeado para este verano no va ha poder ser, me tengo que ir a Francia y ella no puede ir.
- ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? - sigo haciéndome el desayuno, saco el pan de la tostadora.
- No he aprobado ninguna de las asignaturas y mis padres me han castigado sin vacaciones y encerrada en mi cuarto.
- Pero ellos pierden dinero.- según digo me llevo el primer bocado de mi desayuno a la boca.
- Si pero seguro que prefieren que apruebe a que tenga que repetir curso.
- Parece lógico. De todas maneras yo tampoco puedo ir. Mi madre esta ingresada en el hospital y mi padre no se sabe cuándo volverá. Me mandan a Francia con mi tía y mi prima Andrea. De todas manera íbamos a viajar a Francia en dos semanas.- Empiezo ha beber de la leche.
- Entonces no podemos hacer nuestro viaje anual. Que pena.