6/julio/1964.

La noche de la premiere de la primera película de The Beatles: A Hard Day's Night había llegado.

Los chicos y su manager fueron de los primeros en llegar todos en un mismo auto, todos vestidos de gala y emocionados.

Apenas ellos salieron del auto la multitud se volvió loca, la calle estaba cerrada pues había miles de fans y prensa.

La ansiedad golpeó mi estómago cuando mi auto se paró frente al London Pavilion, apenas bajé del auto las cámaras estuvieron sobre mí, flashes y más flashes. Los gritos incrementaron aún más, ni siquiera podía escuchar mis propios pensamientos.

Era obvio que nadie esperaba que estuviera ahí porque apenas hacía unos días había aparecido en un show nocturno de California y había negado mi asistencia a la premier.

Sonreí genuinamente y saludé a los fans que gritaban, y en el segundo que mi mirada se posó en los chicos ellos me sonrieron como si a la reina estuvieran viendo.

—¡(T/N)! —el primero en acercarse a saludar fue George, quien traía el brazo de Pattie entrelazado con el suyo.

Le sonreí a Pattie, me parecían una pareja realmente hermosa.

—Hola —les saludé a ambos—. Me alegra que vengan de pareja —dije a Pattie.

Ella miró a George con brillo en sus ojos y soltó una risita sincera.

Paul caminó directamente hacia mí, su expresión me pareció tan... distinta, indescifrable.

—Veniste...

Yo asentí, nerviosa, en mi mente había imaginado tantas maneras en las que podría ser nuestro reencuentro pero definitivamente no así de seco.

—Hola, (TN), qué bueno que veniste.

La sonrisa se me borró apenas escuché su voz, ¿Qué estaba haciendo ahí? ¿Quién la había invitado? Mi mirada se posó en el brazo de Paul, el cual estaba entrelazado con el de ella: Jane Asher. 

—¡(TN)! Qué bueno que hayas venido —saludó amable Maureen que estaba llegando con Ringo.

Contuve mis ganas de llorar y tragué el nudo que se había formado en mi garganta pues los flashes estaban expectantes sobre nosotros.

—¡(TN)!

John se acercó eufórico y no se contuvo en abrazarme, estaba sonriendo como nunca, podría haber jurado que sus ojos estaban brillando.

—Dios mío, qué bueno que estás aquí, estás bellísima.

Tomó mi brazo y lo entrelazó con el de él, guiándome dentro del teatro. Al parecer Cynthia no había sido invitada a la premiere.

La noche fue una pesadilla para mí, tuve que fingir una sonrisa, estrechar tantas manos y fingir que estaba muy feliz de estar ahí.

Cuando la película fue proyectada me senté en medio de John y Paul, mi corazón latía desbocado y me sentía enferma, tuve que salir de la sala casi corriendo a vomitar al baño.

Al estar sentada en el piso y frente a la taza del baño, me solté a llorar, ya no me importaba arruinar mi maquillaje. Pattie entró al baño, acercándose a mí y sosteniendo mi cabello.

—(TN)...

—¿Qué hace ella aquí? ¿Tú lo sabías?

—¡No, no! Fue una sorpresa para todos verla aquí.

Me ayudó a levantarme, a arreglar mi cabello y sobretodo mi maquillaje.

—Le voy a llamar a Stuart para que venga por mí, no quiero estar aquí.

Ella me miró con tanta pena y lastima que me sentí peor.

—(TN), quédate, no le demuestres lo mucho que esto te está doliendo.

—No sabes todo lo que tuve que hacer para estar aquí... y todo para que la haya invitado a ella —reí sin ganas—. Lo peor es que seguro se la está cogiendo.

Pattie abrió los ojos sorprendida por mi vocabulario pero no me juzgó.

—Si eso es verdad, él no vale tus lágrimas.

Después de más palabras de motivación regresamos a la sala y traté de disfrutar la película, al final era una de mis favoritas.

No podía evitar reír en cada escena graciosa, el baile de Ringo, el abuelo de Paul, incluso en la escena de McLennon no pude evitar mirar a Paul y John para soltar una carcajada, las canciones y todo. 

Tal vez algunos me miraron sorprendidos al mostrarme tan emocionada pues no era una película tan buena pero realmente amaba a The Beatles, fueron lo más importante de mi vida en el pasado... ¿o mejor dicho, en el futuro?

—¿Te está gustando la película?—susurró John.

—Siempre me encantó, quién diría que puedes actuar. 

—Nadie.

Ambos reímos, recargué mi cabeza en su hombro y sonreí, John siempre me subía el ánimo. Cuando acabó todos en la sala aplaudieron, los chicos estaban realmente felices, estaban en la cima. 

Después de salir de la sala hubo una pequeña reunión con algunos de los más importantes asistentes, entre ellos estuvieron la princesa Margaret y Lord Snowdon.

—Vaya, vaya, sí veniste hasta Londres.

Estaba bebiendo agua cuando escuché su voz y casi me ahogo.

—¡Mick! —sonreí enormemente— ¿Qué hacen aquí?

Pregunté viendo a los demás Stones detrás de él, Mick se acercó a besar mi mejilla como saludo, algo que ya era normal entre nosotros pues nos habíamos vuelto muy buenos amigos.

—¿Por qué no? Al parecer es el evento del año, ¿ya viste que hasta la princesa vino?

—Vaya, vaya, a quien tenemos aquí —John se acercó fingiendo superioridad pero Mick solo le respondió con una sonrisa amigable.

—Lennon, podría decir que esta vez sí te bañaste.

Ambos se sonrieron, intercambiaron palabras hasta que Brian Epstein se acercó a nosotros para indicarnos que la fiesta seguiría en el Dorchester Hotel.

—¿Vienes con nosotros? —preguntó Pattie— George ya tiene auto.

—Oh, no, llegaré con Jagger y Richards, no te preocupes.

Ambas nos despedimos y yo salí del teatro riendo junto a Mick de alguna estupidez que había dicho Keith.

PAUL'S POV

—No quiero dramas, McCartney, te lo advierto, ella es muy importante ahora y si se arma un escándalo podría terminar muy mal.

—Pensé que no vendría, Brian, ella lo dijo en ese programa hace unos días.

Epstein lucía realmente molesto, no quería dramas por amores, no en esa premiere tan importante y no con tres de las personas más famosas de ese momento.

—No te quiero ver sosteniendo la mano de Jane y quiero que alguien tome una foto tuya con (TN), no necesitamos rumores de alguna infidelidad ahora —sentenció y se largó.

—¿Todo bien, Paulie?

Jane se acercó a mí, de inmediato acomodó mi moño y yo la aparté incómodo.

—Lamento toda esta situación, Jane, no sabía que (TN) vendría.

—¿Pero por qué te lamentas? Ya no son pareja al final de cuentas.

Fruncí el ceño y detuve sus manos cuando volvió a tratar de tocar mi moño.

—¿Por qué dices eso?

—Paul, ella estaba muy sonriente con Mick Jagger hace rato, incluso se fueron juntos hacia el hotel.

La seriedad me inundó, apresuré a Epstein para irnos a la fiesta y comprobar con mis propios ojos lo que estaba pasando entre Jagger y (TN).

Cuando llegamos ellos todavía no lo hacían, estaba desesperado, ella no aparecía y Jane no dejaba de hablarme de lo que quería que hiciéramos después de que la fiesta terminara.

—¿Sabes donde está (TN)? —pregunté un poco molesto a George y Pattie.

—Viene con Jagger, se ofreció a traerla.

En ese momento la risa tan peculiar de (TN) llamó nuestra atención, ya no sólo estaba usando su vestido sino también el saco de Mick. Estaba seguro que el rojo del coraje iba subiendo por mis mejillas.

Ella ni siquiera me miró, fueron directamente a la multitud donde amigos y conocidos les incluyeron de inmediato a la plática.

—No empieces con tus celos, McCartney —la voz de John me regresó a la tierra—. ¿Qué esperas que haga ella después de qué viajó tantas horas para llegar aquí y encontrarte con otra? Y no sólo eso, con la mujer con la que ya la engañaste.

No iba a entrar en una discusión con John en ese momento, no después de que él ya me hubuera advertido sobre cagarla otra vez. Ignoré a Jane en la medida de lo posible y cuando vi que Jagger se apartó un segundo de (TN) aproveché para acercarme.

—(TN)... ¿Podemos hablar?

Ella me miró con una seriedad aterradora pero aceptó, nos escabullimos hacia un cuarto de limpieza y ahí nos encerramos.

—¿Qué quieres hablar?

—Lo lamento, de verdad, pensé que no vendrías... lo dijiste en ese programa.

—Querías que fuera sorpresa, además ese no es el punto, el problema no es que hubieras invitado a alguien sino que la invitaste a ella.

—Tú sabes que ella no significa nada.

—E igual está aquí, de tantas mujeres que pudiste haber invitado, la trajiste a ella —mordió su labio y vi su mano aferrarse al saco prestado que estaba usando—. Te estás acostando con ella de nuevo, ¿no es así?

El silencio reinó, me tardé en negarlo y ella me empujó, sus ojos se cristalizaron.

—¡N-no, no está pasando nada entre ella y yo!

Detuve sus manos cuando quiso empujarme de nuevo, poniendo un poco de resistencia y la obligué a mirarme.

—(TN), te lo prometo, no ha pasado nada... fue muy estúpido de mi parte invitarla, no sé porqué lo hice.

—No te preocupes, yo te explico por qué lo hiciste: para lastimarme —sentenció con veneno en su voz—. Así no hubiera venido hubiera visto fotos de la premiere, ¿y qué esperabas que pasara cuando las viera? Qué me doliera no haber venido.

El estómago se me revolvió, ni siquiera mi plan había llegado tan lejos pero tenía razón, lo había hecho para hacerla sentir mal.

—No es justificación pero lo hice cuando vi que confirmaste en ese programa que no vendrías, me dolió. 

Ella rió con ironía—Si tanto no aguantabas saber si vendría o no pudiste llamarme, McCartney.

—¿Llamarte? ¡Cuántas veces llamé y nunca contestaste! Siempre estás fuera, siempre ocupada.

—Oh —volvió a tomar postura y se alejó de mí—, así que esto es en realidad sobre mi trabajo.

—Esto es sobre nuestra relación y el que tu trabajo al parecer no es compatible con lo nuestro —musité exasperado.

El silencio reinó entre nosotros, ella limpió una lágrima silenciosa que caía sobre su mejilla.

—Estuve sentada en un avión por más de 12 horas, sin mencionar lo mucho que me costó conseguir esta semana libre para poder venir a verte... sólo para que esto termine así.

Un dolor en mi pecho empezó a crecer, se sentía como una despedida, como si el rompimiento fuera inminente y no pudiera hacer nada para detenerlo.

—No quiero que esto termine así, (TN), por favor...

—Esto terminó en el momento en que la invitaste a ella, Paul —limpió las rebeldes lágrimas que estaban cayendo por sus mejillas y su voz estaba quebrada—. No voy a arruinar tu fiesta, me voy.

Se giró para abrir la puerta y el miedo me invadió, ¿realmente estaba dejando ir al amor de mi vida? Impedí que abriera la puerta empujándola con mi mano para después tomarla a ella por las mejillas y estampar mis labios contra los de ella, sus labios estaban húmedos y en un momento no supe si eran lágrimas de ella o mías las que corrían entre nosotros.

Terminamos el beso y me negué a verla a los ojos, nos abrazamos con fuerza, y aunque pensé que todo esto impediría que se fuera, sólo lo hizo sentir como si fuera una verdadera despedida.

—No... no quiero esto —habló ella casi en susurro—. Hablemos mañana, necesito espacio.

Yo acepté, sin rechistar, antes de abrir la puerta nos miramos una vez más, y después se marchó.

Me quedé en aquel cuarto unos minutos en lo que recuperaba la postura para después salir, (TN) ya no estaba y tampoco Mick, ni siquiera me molestó que se hubiera ofrecido a llevarla, sino me alivió saber que tenía un amigo en quien confiar.

Un capítulo más...

Ali McCartney.