Me congelé, miraba a George, uno de mis mejores amigos frente a mí recién bañado y cubierto sólo con una toalla.

Grité como loca y me tapé con la sábana. ¡¿Qué había hecho?!

—No, no, (T/N), no es lo que piensas —se apresuró a decir.

Se acercó a la cama y trató de quitarme la sábana pero yo la jalé de nueva cuenta.

—¡Vete!

—Por favor, sólo dejame decirte que...

—¡Largo! —dije con un nudo en mi garganta— ¡Necesito estar sola!

Le ordené antes de esconderme bajo las sábanas, escuché cómo recogía algunas de sus pertenencias y cerraba la puerta.

Me levanté rápidamente, observé la habitación, había varias botellas de alcohol regadas y colillas de cigarrillos.
La cama estaba hecha un desastre, todo lo estaba.

No podía pensar, tenía una horrible migraña y me dolía el cuerpo como si me hubiesen dado una golpiza, un mal sabor de boca y mi cabello estaba todo desarreglado.

Entré al baño, mi respiración estaba acelerada, todo me daba vueltas, me miré al espejo, en mi rostro resaltaban unas ojeras horribles, mis labios lucían hinchados y tenía una cara de cansancio que me sorprendía.

Me eché a llorar. No podía creer lo que había hecho, me había metido con George, el amigo de John y Paul, si de por sí ya tenía muchos problemas con John y Paul, le tenía que sumar lo de George.

Mi mente daba muchas vueltas. Opté por preparar la tina y tomar un buen baño; me quité la poca ropa que usaba, la misma que me sentenciaba como lo que siempre temí: una groupie.

El contacto del agua tibia y mi cuerpo de inmediato se relajó. Tocaron la puerta y yo no respondí; las lágrimas pronto recorrieron mis cachetes, no recordaba nada de la noche anterior, los recuerdos llegaban hasta el beso que tuve con Paul.

Paul...

—¡(T/N)! ¡Por favor, abre! ¡Déjame explicarte...! —insistió por mucho tiempo.

Sabía que era George, pero no respondí, si lo hubiera hecho todo empeoraría. Al cabo de unos minutos salí de la bañera, decidida a lo que iba a hacer.

Me enrollé en una toalla y abrí la puerta, me asomé, no había rastro de nadie. Tomé mi ropa y me arreglé, me maquillé un poco y salí de aquel hotel.

Aún sentía un nudo en la garganta, creo que realmente no asimilaba que me hubiera metido con George, uno de mis mejores amigos.

Caminé por Central Park por varios minutos hasta que decidí sentarme en una de las bancas y soltarme a llorar, sólo necesitaba desahogarme.

Nunca lo había hecho de esa manera, no lo hice cuando viajé en el tiempo y supe que nunca más vería a mis padres, a mi hermano, a mis amigos y mi vida, no lo hice cuando Paul me engañó. No lloré lo suficiente, me creí fuerte cuando en realidad por dentro estaba agonizando.

Había sido infiel. Me había convertido en lo que juré nunca ser; para empezar no estuvo bien involucrarme con John, y ahora, estaba ligada con tres personas a la vez.

Estuve bastante tiempo vagando por ahí mientras igual hacía ciertas compras, me detuve frente al hotel, no me atrevía a entrar. Aún había chicas afuera del hotel, yo estaba camuflajeada con ellas.

Sabía que debían de estar buscándome, esa tarde ellos partían a Florida, en tren, para continuar la gira. Pero realmente no podía entrar, me sentía avergonzada.

¿Qué le diría a Paul si lo veía? ¿y a John? ¿Y si ya lo sabían?

Las chicas empezaron a gritar más alto, levanté la mirada y ahí estaban, en el balcón despidiéndose con la mano, seguro ya era hora de que se fueran.

GEORGE'S POV

—¡Es hora de irnos! —gritó Brian.

—Pero aún no llega —reclamó John preocupado y mirando su reloj.

—No podemos irnos sin despedirnos, Brian —Paul estaba increíblemente serio—, ella vino con nosotros.

—Es tarde, chicos, la hemos estado esperando tres horas, ella sabe sus horarios de memoria.

—Deberíamos llamar a la policía, le pudo haber pasado algo — sugirió Ringo.

—Yo pasé por su habitación en la mañana, y estaba dormida en su cama —declaró uno de los asistentes de Brian.

Mi consciencia no me dejaba tranquilo, no podía decirle a los chicos:

"De hecho, ella estaba bien, hasta que despertó, se vio desnuda en su cama y luego me encontró a mí en su habitación cubriéndome sólo con una toalla recién salido de bañar y entró en pánico."

Estaba seguro que si lo decía John y Paul me matarían a golpes.

—¿George? —preguntó Paul, el color abandonó mi cara— ¿La viste?

—No.

La situación empezaba a ponerse difícil, Brian preguntó a los policías del piso: nadie la había visto salir. Empezaron a bajar nuestro equipaje, las cosas ya estaban listas.

—Por favor, aguardemos unos minutos, ella vendrá...

Pasaron 10 minutos, luego 20 y hasta 30. Ringo trataba de tranquilizar a Paul, quien ya estaba poniéndose rojo de la angustia. John había desaparecido junto con Brian; era realmente tarde.

Empezamos a salir de la habitación, la puerta del elevador se abrió y nosotros entramos.

—¿Seguro que no la viste, George? —me preguntó de nueva cuenta McCartney— Has estado muy callado... ¿La viste?

—Lo siento, Paul, pero no.

[...]

Algunas chicas nos fueron a despedir a la estación de trenes, no sentía emoción ni felicidad por haber triunfado en EEUU. Todos tratamos de ocultar nuestra preocupación tras una simple sonrisa.

Entramos a un apartado y nos sentamos todos en silencio, hasta que el tren empezó a avanzar, nos despedíamos de las fans sacudiendo la mano.

Y en cámara lenta pasó, (TN) estaba parada junto a las fans despidiéndose de nosotros. John y Paul se levantaron hasta de sus asientos para verla bien pero al avanzar la perdimos de vista.

—¡Perfecto! Está bien, no hay de qué preocuparse —dijo Brian abriendo un periódico.

—¿Se habrá olvidado?

—Tal vez se le hizo tarde.

—No, algo no está bien, le llamaré en cuanto lleguemos.

(TN)'s POV

Después de cambiar mis pertenencias de hotel, pues el elenco de mi película estaría en otro hotel, tomé toda la tarde para descansar y relajarme. Esa misma noche llegaron Sarah y Katie así que realmente no estuve sola y mis pensamientos no consumieron mi alma.

Al siguiente día empezamos con el trabajo y la rutina, teníamos varias entrevistas, sesiones de fotos e incluso una aparición en uno de los shows nocturnos de televisión más popular.

Tuvimos la fortuna de poder visitar varios lugares icónicos de New York, toda la experiencia era tan distinta a como lo era cuando se trataba de los chicos... ellos no podían ni abandonar su habitación sin estar en peligro.

Christopher llegó cuatro días después, justo a tiempo para la promoción de la película próxima a estrenarse pues en Estados Unidos todavía no lo hacía, la premier oficial era en Los Ángeles hasta la siguiente semana.

Dos días duró la promoción de la película, esas noches fueron muy solitarias pues no quise salir a festejar con todo el elenco ya que quería evitar cualquier contacto con Christopher fuera de lo profesional.

Había estado evitando también las llamadas de Paul, no tenía cara para poder hablar con él, el hecho de no poder recordar lo que había pasado con George me quitaba el sueño... me sentía como la peor persona del mundo.

Un pequeño regalo porque ya casi llego a los 500 seguidores.
Muchas gracias.
❤

Ali McCartney.