Pasé la noche del 25 en casa de mi amiga Yelena, le conté todo lo que había pasado y me ofreció vivir con ella pues tenía una habitación vacía. Yo acepté de inmediato.

En la mañana del 26 regresé a la casa Beatle para recoger mis cosas, ya tenía prácticamente todo guardado. Al entrar me encontré con George viendo televisión.

—¡(TN)! ¿Cómo estás?

De inmediato se acercó a mí y me quitó el abrigo.

—Estoy... Mejor —sonreí débilmente—. ¿Hay moros en la costa?

—Sí, todos están pero me parece que Paul está dormido.

—Perfecto, ¿Me ayudas a bajar mis maletas? —pregunté mientras subía las escaleras.

—¿Qué? Espera —me detuvo tomando mi mano—, ¿Te vas a ir?

—Creo que es obvio, ¿No? De verdad no quiero ver a Paul.

—P-pero también eres nuestra amiga.

—No voy a dejar de verlos a ustedes, te lo prometo, sólo que de verdad necesito alejarme un tiempo de este ambiente... Quiero sanar.

Él no mencionó nada más y me ayudó a ir bajando mis maletas, guardé la ropa de cama al final y suspiré al ver la habitación vacía, claramente me dieron ganas de llorar, y lo hubiera hecho pero Brian irrumpió en la habitación. 

—Buenos días, señorita (T/A) —me sorprendió verlo en la casa— ¿Cómo se siente?

—Me siento mejor.

—Me alegra —acomodó su traje y carraspeó antes de volver a hablar—. Necesito hablar con ustedes.

—¿Ahora?

—Sí, ahora.

Me guió a la sala de estar, entré y lo vi.
Estaba sentado en mi sofá favorito, tenía un cigarrillo en su mano y exhalaba el humo de una calada ya antes daba.

Estaba perfectamente arreglado, parecía que no hubiera pasado nada. Quería ir y besarlo. Pero no. Eso sería perder mi dignidad.

Tomé asiento a un costado de Paul, claramente separados. Él trató de tocar mi mano, pero la aparte sin rodeos.

—Quiero hablar con ustedes, sobre lo que pasó.

—No hay mucho que explicar, Paul me fue infiel con Jane Asher... Y quién sabe con quién más. 

Paul le dio una última calada a su cigarrillo demostrando miseria.

—Soy un idiota.

—Dinos algo que no sea sorpresa —resoplé.

—Perdón, (T/N), te juro que no quise hacerlo, yo te amo.

—Si me amaras no me hubieras engañado, así de sencillo.

Brian estaba exasperado.

—No pueden terminar su relación.

Volteé a verlo incrédula y después lo miré en burla.

—Lo siento, Brian, pero lo haré.

—Miren, no pueden terminar así como así, son una pareja pública ahora.

Señaló la mesa donde estaba la revista Vogue Francia con una foto de ambos en la portada con un título que decía: "Nueva pareja del momento: (TN) y Paul McCartney".

—Mire, señor Epstein, con todo respeto soy libre de hacer cualquier cosa con mi vida, no estoy siquiera obligada por contrato.

—Sí, eres libre de hacer cualquier cosa, pero eres una actriz y modelo que apenas se está haciendo camino ¿realmente quieres acabar con Paul?

—¿Desde cuándo te preocupas por mí? Si Paul termina conmigo no pasaría nada con The Beatles.

—No entiendes el mundo artístico, no deben terminar.

—¿Y qué propones? —preguntó Paul.

—Sigan como pareja a la vista de todos.

—No, no, no. ¿Qué pasaría si en algún momento conozco a alguien más?

—¿Qué? —Paul me miró— No te puedes enamorar de otro...

Rodeé los ojos al escucharlo.

—Ya, basta, deben llegar a un acuerdo.

—No quiero estar en una relación por contrato —sentencié.

—Entonces termina la relación y manda al carajo tu carrera.

Me quedé en silencio y miré por última vez a Paul. Estaba nervioso, mordía su labio inferior y movía sus dedos. ¿Realmente salir con un Beatle ayudaría a mi carrera? Había llegado a dónde estaba con mucho esfuerzo pero me daba miedo perderlo todo.

—Tú ganas Brian —accedí— ¿Qué tenemos que hacer?.

—Simple: todo el mundo debe seguir creyendo que son pareja, deben demostrar el mismo encanto de enamoramiento, muestras de afecto, etc.

—De acuerdo, pero mi mudanza sigue en pie, no voy a seguir viviendo aquí.

—Está bien —musitó Brian antes de que Paul pudiera decir algo—. Hoy es nuestra fiesta de navidad, asistirán personas importantes así que... Prepárense.

Asentí y salí de la sala, regresé a la que era mi habitación y solté un gran grito de frustración. 

(...)

Recogí a Melissa en la estación de trenes ya que la había invitado a la cena por navidad, habría muchos invitados y quería estar con alguien familiar. Después de recogerla la llevé a mi nuevo hogar.

—Cuéntame, ¿qué tal tu relación con Paul?

Consideré no decirle la verdad, pero ella era mi mejor amiga y no podía mentirle.

—Del asco.

—¿En serio? —se sentó en mi cama— ¿Qué pasó?.

Me acerqué más a ella.

—Me engañó con Jane Asher, ahora fingimos estar juntos pues me enteré después de que la relación fuera anunciada oficialmente.

Mi amiga se quedó en silencio mientras veía la revista que le había pasado con el anuncio de nuestra relación.

—¿Y cómo te sientes? No puedo creer que la pareja que derramaba miel ahora esté... Separada.

—Bueno, a penas me enteré, así que creo que todavía no lo proceso bien... No entiendo por qué Paul me engañó, siento como si fuera una pesadilla y pronto fuera a despertar de ella.

—¿Y por qué simplemente no terminan su relación?

—Brian dice que no sería bueno para nuestra carrera, sólo esperaré a tener más éxito para poder por mí sola.

—Bueno, las mujeres siempre necesitamos de un hombre al final del día.

Me puse a pensar en el maldito machismo y denigración de la mujer en la década de los 60s. Creían que una mujer no podía sola.

—No, Mel, las mujeres sí podemos solas, no necesitamos de un hombre para poder triunfar .

—¡Pero qué cosas dices! Las mujeres sí necesitamos de un hombre.

—Mel, tú puedes trabajar y mantenerte sola, no digo que no te cases, también es lindo estar en una relación... pero tú también puedes ganar dinero trabajando en algo que te guste y no solo cuidar a los niños.

—Estás muy adelantada —rió—. Bueno, creo que deberíamos ir arreglándonos.

La hora de actuar había iniciado. Mel y yo habíamos llegado a la casa Beatle cerca de las 21:30 hrs y fue hasta las 22:00 hrs que empezaron a llegar los invitados. El objetivo de la fiesta era celebrar las fiestas junto a todos los inversionistas y socios interesados de alguna manera en los Beatles.

Estuve apartada de Paul lo más que pude hasta que Brian me dijo que estuviera junto al bajista. Todo empezaba a fluir normal, justo como antes.

—¿Estás disfrutando la fiesta? —me preguntó mi "novio" mientras acomodaba mi brazo sobre el suyo.

—Créeme que no.

Empezamos a hablar con uno de lo peces gordos, al parecer uno de los dueños de la disquera dónde estaban los chicos pero la conversación se vio interrumpida por una neblina roja.

—¡Hola! —saludó Asher con su carismática sonrisa y hermosos ojos azules— ¡Feliz Navidad! ¿Cómo están?

El hecho de que actuara como si nada hubiera pasado me hizo hervir la sangre, Paul la estaba saludando de beso cuando me solté de su agarre.

—Disculpen, con permiso.

Salí corriendo al patio trasero, con lágrimas en mis ojos y la respiración agitada, Paul no tardó en llegar conmigo y abrazarme por atrás.

—¡Eres un idiota! —le grité mientras me separaba.

Por un momento no me importó si alguien nos veía o escuchaba.

—Debemos hablar para poder superarlo —musitó en total serenidad Paul—. Aún te amo, (T/N), por favor, te lo suplico... perdóname.

—¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso no soy suficiente para ti?

—No, no, no —dió un paso hacia mí pero yo retrocedí—. Eres lo más hermoso que he contemplado... Ahora me doy cuenta que he perdido lo que más amo.

—¿Cómo puedes decir que me amas después de haberte acostado con otra?

—Yo... Bebí demasiado en una fiesta, ella estaba ahí y... No sé, te extrañaba demasiado... Y de un momento a otro pasó.

Limpié mis lagrimas y suspiré —No puedo perdonarte, Paul, es algo muy difícil para mí.

—Por favor, no sabes cuánto me arrepiento.

—No puedo hacer simplemente como si nada hubiera pasado ¿sabes? No quiero odiarla y menos a ti pero lo hago.

—¿Es que acaso no me amas?.

—No Paul, ya no —mentí—. Esto será mera actuación en lo que gano más fama por mí misma.

Limpié mis lágrimas y volví a entrar a la casa para fingir que nada había pasado.

No lo puedo creer chicas,
¡Ya son 10k visitas!

Muchas gracias por sus visitas.

Ali McCartney.