Estaba sentada en la cama cuando volvieron a tocar la puerta, en cuanto la abrí y vi a Paul lo dejé pasar de inmediato.

—(TN) ¿Ya viste la revista?

—Justo la estaba revisando.

Ambos nos acostamos en la cama para seguir leyéndola.

—¿Puedes creerlo? Aquí están afirmando que somos novios.

—Bueno... Igual no están equivocados.

Yo lo miré confundida —¿Esto no es malo para ti? Brian ni siquiera sabe que participaste en la sesión de fotos.

—Hey, hey, tranquila —beso mi cabello—, hace rato hablé con él y le expliqué todo.

—¿Se enojó?

—Tiene que aceptarlo, no pienso ocultar nuestra relación o algo por el estilo.

Yo suspiré y lo abracé para después besarlo.

—De verdad pensé que todo se haría un problema más grande.

—Igual quiere hablar con nosotros mañana, supongo que quiere poner reglas —rodó los ojos en señal de fastidio—, aunque estaré de acuerdo en ocultar que vives con nosotros.

—También estaba pensando lo mismo, de por sí que el acoso de las fans es horrible ahora que sepan de la relación será peor.

—Aunque tal vez nos ayude con la popularidad, sobretodo con tu nueva película en camino.

Yo asentí—Espero tengas razón.

Dejé la revista a un lado y abracé a McCartney recargando mi cabeza en su pecho, él empezó a dar cariñitos... Pronto me quedé dormida junto a él.

«días después»

Por fin había hecho espacio en mi agenda y les había pedido boletos a los chicos para ir a verlos tocar en vivo.

El rumor del noviazgo con Paul fue desmentido por Brian y aclaró que sólo éramos amigos de la infancia, la verdad es que sí me sentí un poco triste por tener que llevar la relación en secreto pero sabía que era lo mejor.

Asistí al concierto como una fan más, pero lo que no esperaba era encontrarme con Stuart y Astrid ahí.

—No puedo creerlo, mira que adulta te ves —fue lo primero que dijo Stuart, yo le regalé una sonrisa y negué.

—Tomaré eso como un insulto —me acerqué a Astrid y besé su mejilla—. Hola, Astrid, ¿Cómo han estado?

—Realmente bien —abrazó a Stuart por la cintura—, hemos abierto una galería de arte en Hamburgo.

—Pues muchas felicidades, ojalá pueda ir a visitarla pronto.

Platicamos un poco más, les conté sobre la película que empezaría a grabar y les recomendé algunos lugares en Londres para que visitaran.

Me daba gusto ver a Stuart sano y salvo, me encantaba hablar con él porque por lo regular era bastante callado pero también era gracioso.

Cuando inició el concierto los gritos de las fans fueron increíblemente fuertes, pronto el lugar cerrado empezó a oler a orines y sudor, ya lo esperaba pero vivirlo era una cosa distinta. Por otra parte, yo también me permití cantar y emocionarme, al final también era fan de The Beatles.

Al finalizar llevé a Stuart y Astrid a la casa, los chicos llegarían ahí después del concierto eventualmente.

—¿Estás viviendo aquí con ellos?

—Yup, tengo mi propio cuarto en la casa Beatle —les ofrecí aperitivos y les mostré la casa.

En un momento del tour Stuart y yo nos quedamos solos porque Astrid fue al tocador.

—¿Te imaginas si me hubiera quedado en la banda?

Yo levanté una ceja y suspiré—Hubiera sido increíble.

—Seguramente seguiríamos juntos.

Reí y negué—Definitivamente no, funcionamos mejor como amigos.

—John me dijo que estás con Paul ahora, al fin se te hizo.

—Así es, soy muy feliz honestamente.

—¿A pesar de las infidelidades?

Rodé los ojos —Paul me es fiel, las cosas han cambiado.

—Está bien que lo aceptes sin más, pero no te mientas al respecto.

Un nudo se creó en mi garganta y agradecí ver a Astrid acercarse a nosotros.

—Pueden esperar a los chicos en la sala, la cocinera les hará lo que pidan, disculpen.

Fui a mi habitación y me senté en la cama a reflexionar, mis ojos se cristalizaron un poco y traté de tragar el nudo en mi garganta.

Paul estaba siendo un hermoso novio, no me había dado indicios de engañarme, todo su tiempo libre lo pasaba conmigo y sé que no debía desconfiar pero no podía evitarlo.

Me acosté en la cama y me desperté al escuchar unos golpes en la puerta, me levanté y abrí.

—(TN) ¿Todo bien?

—Oh, Paul. Hola, sí, todo bien.

Entró y cerró la puerta detrás de sí.

—¿Por qué has estado llorando?

Traté de limpiar mis ojos y negué, aunque mi labio inferior tembló un poco.

—¿Pasó algo en el concierto? ¿Te hicieron algo las fans?

—No, no... —lo miré a los ojos— ¿Me has engañado Paul?

—¿Qué? ¿A qué viene todo esto? Paso todo mi tiempo libre contigo, por dios, vivimos en la misma casa.

—Lo sé, es sólo que...

—Stuart te dijo algo ¿No es así? —yo asentí— Ese cabrón, siempre metiéndose donde nadie lo llama.

—Lo lamento, sé que no debería desconfiar pero sé que tienes un pasado y eres famoso y tienes un montón de personas detrás de ti.

—(TN), te quiero muchísimo y amo que seas mi novia, te prometí respetarte y eso sigue en pie, no hay nadie más y no lo habrá.

Se acercó a abrazarme y besar mi frente, me dio más besitos y me ayudó a arreglar mi maquillaje mientras me decía lo mucho que le gustaba.

—Me encantó verlos en concierto —dije mirando sus ojos avellanas—, amo la manera en que se adueñan del escenario.

—Lo hice mejor solo porque estabas ahí —tomó mi mano y dejó un beso en ella—, te quiero mucho (TN).

—Yo también te quiero, Paul —me acerqué más a él y besé sus labios—, espero poder ir a más conciertos suyos.

Después de unos minutos bajamos a la sala donde estaban todos, estuvimos conviviendo toda la tarde. Yo traté de evitar a Stuart, sabía que nunca se llevó con Paul, pero no entendía su afán de hacerlo quedar mal conmigo.

—¿Cuántos días se quedarán? —preguntó John a Stuart y Astrid.

—Sólo tres días, no queremos descuidar la galería.

—Ah, entonces podrían quedarse aquí —agregó George.

Paul se giró a susurrar que compartiríamos habitación, a lo cual no le puse ningún pero.

—Claro, perfecto para nosotros.

En lo que Stu y Astrid fueron por sus maletas al hotel donde pensaban quedarse, yo arreglé la habitación y moví mis cosas personales a la de Paul.

—¿Ya estás más tranquila? —preguntó Paul abrazándome por detrás.

—Sí —me giré para quedar frente a él y le di un beso.

—Tenemos una gira por Inglaterra y España dentro de dos semanas, ¿Crees que puedas venir con nosotros?

Hice una mueca y negué—Lo veo imposible, las grabaciones inician en una semana.

—Te voy a extrañar mucho, será un mes largo.

—Estoy segura que lo disfrutarás mucho, ustedes son una banda increíble —besé sus labios y di terminada la conversación.

Después de cenar y despedirnos de todos, regresamos a la alcoba de McCartney.

Apenas cerré la puerta él empezó a besarme con ímpetu, yo acaricié sus mejillas y me separé un poco agitada por la situación.

—¿A qué viene todo esto?

—A nada, sólo quiero estar contigo —me besó la cara y yo sonreí.

A pesar de amar esta década por la música y la pseudo libertad odiaba lo tabú que aún era el sexo, ahora que Paul era mi novio oficialmente podíamos hacer lo que quisiéramos pero aún no estaba lista.

—¿Quieres seguir? —preguntó mirándome.

—Sí quiero seguir, pero no estoy lista para que haya penetración.

—¿Qué te parece si utilizo mis dedos?

Yo mordí mi labio y asentí, lo observé cerrar la puerta con pestillo y después ambos fuimos a lavar nuestras manos.

Paul me tomó de las caderas en cuanto estuvimos al pie de la cama y me acostó ahora a mí contra la cama con la mirada hacia arriba, él se subió a la cama sin dejar de mirarme y yo me sentí más que excitada.

—¿Puedo? —preguntó señalando mi pantalón.

—Sí.

Con suma delicadeza bajó mi pantalón y mis panties, empezó a dejar besos desde mi pierna izquierda hasta mi estómago, yo cerré los ojos para disfrutar.

—¿Puedo besarte?

Yo asentí y tomé su rostro entre mis manos, empezamos a besarnos mientras él acariciaba mi vientre, mis muslos y empezaba a acercarse a mi vulva.

Yo gemí en sus labios, tomé su mano y la guíe hasta mi femineidad, él empezó a tantear el lugar con delicadeza.

—Arriba... En el clítoris —dije agitada.

Él me miró confundido, yo abrí más mis piernas y le enseñé la pequeña protuberancia que sobresalía de mi vulva.

—Es ese, el que nos lleva al cielo a las mujeres, sé amable por favor.

Él asintió y empezó a masturbarme con ritmo mientras me besaba los labios, el cuello y mis pechos.

—¿Puedo tocarte también? —pregunté con la voz entrecortada por la excitación.

—Sí, por favor (TN).

Con mis manos rápidamente le bajé el pantalón y los calzoncillos, acaricié sus pompis primero, después su cintura, su estómago y después empecé a acariciar su pelvis.

Nos miramos a los ojos, ambos estábamos sonrojados por la excitación y nuestra respiración estaba acelerada, aproveché ese momento para empezar a masturbarlo.

Acaricié sus testículos primero y después la base de su falo, él cerró los ojos cuando empecé a mover la mano de arriba a abajo. Paul en ningún momento dejó de masturbarme, incluso aumentó la velocidad y yo le seguí el ritmo.

Apreté el agarré en su miembro hasta llegar al glande y él empezó a acariciar toda mi vulva para regresar reiteradamente al clítoris y aumentar los movimientos, yo estaba bastante mojada y sentía que pronto alcanzaría el orgasmo.

Con mi mano libre agarré su cuello y lo besé con intensidad, él estaba cerca también, lo sabía por sus gemidos y los movimientos de su cadera.

A pesar de lo complicado que era concentrarse en el propio orgasmo y en el ajeno ambos lo alcanzamos casi al mismo tiempo. Paul terminó en mis manos y sentí mis piernas temblar y los dedos de mis pies tensarse, junto a la explosión dentro de mí de mero placer.

—Oh, Paul... —gemí antes de perder el aliento.

Él se tiró a un lado mío y cerramos los ojos para recuperarnos. A pesar de no haber sido mi primer acercamiento sexual, había sido fenomenal y lo atribuía a que esta vez había sentimientos de por medio.

—Estuvo increíble —habló Paul con la voz ronca y me dio una sonrisa irresistible.

—Estoy de acuerdo, eres bueno con los dedos.

Él se acercó a besar mi nariz y después tomó papel higiénico para limpiar el semen que había quedado en mi abdomen y en mi dedos.

Después de ponernos la pijama, nos quedamos hablando un poco más de tiempo hasta quedarnos dormidos.

NARRA PAUL

El día siguiente no pude ver a (TN) en la mañana porque partió al trabajo antes de que yo despertara, igual sabía que en la noche podríamos hablar.

—Hey, luces más relajado —dijo John al sentarse junto a mí en el desayuno.

—Tuve una excelente noche si me preguntas.

Él me miró en silencio por unos segundos y después me dio una mirada llena de picardía.

—No es lo que estás pensando pero estuvo cerca —no pude evitar mostrar una sonrisa.

—Stuart me dijo que (TN) es buena en la cama, al parecer nada cohibida.

Yo fruncí el ceño en señal de molestía.

—¿Por qué crees que estaría cómodo escuchando eso? Es (TN) de la que estás hablando, Lennon.

—No me vengas con que te pones celoso de Stuart.

—No me interesa saber con quién se ha acostado (TN) antes de mí, pero me molesta que hables así de ella, pareciera que tienes segundas intenciones cuando se supone que son "primos", además que ella es ahora mi novia.

—Sólo estamos teniendo una charla matutina normal, no tienes por qué molestarte.

—No importa, ya has arruinado mi desayuno —bebí lo último de la taza de café y encendí un cigarrillo.

Ya sé que iba a publicar los viernes pero saldré el fin de semana (mexicanos entenderán)

Ali McCartney.