Mientras caminábamos este Infierno se siente tan distinto al que relatan donde todos los pecadores se encuentran en océanos de lava siendo castigados por los demonios, todo es un desierto anaranjado, inherte y desolado.

-¿Dónde están todos?

-En el centro, la ciudad de Satanás es la única en la que no se encuentran esas fiestas, ahí al parecer solo llegan aquellos que buscan favores de Satanás. 

-¿Cómo sabes todo eso?

-Todo se sabrá a su momento, lo encontrarán en el Codex Gigas o algún otro libro de piedra que guardan como reliquia.

-¿Por qué no me dices ahora?

-Es una sorpresa, pero no es para ti, espero y lo entiendas.

-Hmm… Esta bien, supongo que habré de quedarme un rato más para saber como un Angel sabe tanto del infierno.

-Bueno, en el Edén nada se oculta, pero tampoco es que algún Angel quiera venir por aqui, nos causa repudio y bastantes dolores de cabeza, además ya los viste, todo es un derroche de energía eterno para así alimentar a los príncipes del infierno y al rey obviamente.

-OK… y ¿las personas?

-jajajaja ¿por qué habrían personas aquí?

-Dicen que depende tu vida iras al cielo o al infierno dadas tus acciones.

-Pues quien sea que lo diga no sabe nada, El infierno va la gente que se porta mal.-Dijo con un tono bastante burlesco.-Porque le gusta hacerlo, aquí es bienvenido todo aquel que le dé culto a cualquier demonio, a cambio seguirá haciendo lo que le plazca.

-Y ¿quienes van al cielo?

-Todos aquellos quienes alcanzan la plenitud, quienes quieren apreciar las cosas que pasan, quienes contemplan la gran belleza de la existencia.

-Y ¿si no quiero ninguna de las dos?

-Esa… No tengo respuesta para esa pregunta… pero podríamos buscar una nueva existencia… o en dado caso, crearla.-Dijo mientras me tomó de la mano y frente de nosotros creo un pequeño gato de arena negra.-Ya estamos cerca.

Dejo caer aquella escultura al suelo, la cual se desmoronó en un instante, en ese momento me percate que aquella capa de arena correspondía a ceniza, al subir por este pequeño monte el ángel empezaba a reptar y a lo lejos, pero muy lejos se distinguía una casa, este lugar parecía ser un cráter, como si un meteoro hubiese caído aquí.

-¿Nos vamos a acercar?.-pregunte bastante impaciente.

-Cierto, olvidé que no puedes ver bien de aquí ¿hay algo que te ayude a ver mejor?

-Amm, si pero yo creí que…- Interrumpido por el ángel mientras tomaba mi mano, me pidió concentrarme en aquello que nos dejaría ver más lejos, a lo que recordé como eran unos vinoculares, mientras el ángel con un gesto de su otra mano los creaba, me los dio pero se veía igual.

-Oye, se ve igual.-Dije intrigada.

-¿A que te refieres con que se ve igual?

-No lo se, simplemente no cambio nada, en teoría los cristales deberían ayudarme a ver mejor.

-Los cris… oh… permiteme un momento.

-¿Por qué no funcionan?- Pregunté muy intrigada, mientras el ángel quitaba los cristales y parecía hacerlos más sofisticados.

-Para la creación no basta con recordar algo, se tiene que tener en cuenta cada una de las partes que la conforma, crear algo no solo es plasmarlo y listo, pero tampoco es algo tan fácil, yo puedo crear cosas claro, pero a veces más que crear es transmutar, el cristal altera la luz que le atraviesa, así que supongo que con la suficiente densidad, forma correcta y enfoque del segundo cristal.-Decía mientras lo volvía a armar.-Esto debería estar listo.-El ángel vio a través de los binoculares, se los quito un rato y mientras volvía a ver dijo.- Vaya que ahora están cerca.

-Amm oye yo también quiero ver.- Decia algo impaciente, así él se quito los binoculares pero se volvió a colocar un lente con su ojo derecho, por lo que algo rara me coloque justo como me correspondía, ahora todo se veía más claro.