-Me dijo que tú no tienes destino, sin más me fui del Eden y llegué a la conclusión que eso es lo que te ha arrastrado a una existencia breve y de finales trágicos. Tienes 15 años en la creación, aún eres una niña, solo quiero que sepas que no tener destino no significa que siempre será así, si no tienes destino tú puedes crearte uno, solo tienes que continuar.

-Pero... ¿Para qué continuar?.

-Niña, soy la muerte, no solo como la transición que hay entre vidas, soy la aceptación de la nada, al final soy nada, al dejar el Edén deje mi vida de ángel para dedicarme a ayudar a los demás, también es otro tipo de muerte simbólica, el solo a tu deber ya que deber y destino son distintos, estar muerto significa dejar, abandonar, huir. No solo dejas una vida terrenal, te despides parcialmente de ella solo quedan recuerdos y aprendizajes que con cada vida te hacen más sabio.

-Solo me dices que debo seguir.

-En cualquier nivel, mientras haya vida hay esperanza, cumplirás tu destino que puede ser incierto o ahora contigo crearás lo que que quieras crear, hay cosas que te gustan, ¿cierto?.

-¿enserio seguir?, ¿Que traerá mi nueva vida?, ¿Qué si nunca conozco la plenitud?, estoy completamente sola, no hay nadie que se haya quedado en ninguna de mis vidas, bueno solo mi hija y la arrastre a mis deseos de morir, ¿Qué son los hijos en la vida terrenal?.

-Los hijos son compañeros, su principal deber es enseñar a ser maestros a sus padres, después de esos pueden ser amigos o mucho más, al final ese es el propósito de un hijo, después llegamos al propósito de un alumno que es ser mejor maestro, no todos los maestros son buenos y lo sabes.

-Entonces, ¿Que le pasó a mi hija?.

-Reencarno en un hombre común de los años 20's, nació, creció, trabajó, tuvo hijos y murió. No una vida plena, solo monótona, y ahora reencarnará en una mujer.

-Vaya, entonces ¿Las vidas en la tierra no importan?.

-Importa lo mucho que quieres que importe.

-¿Me estás diciendo que olvide mis vidas pasadas?.

-No puedo obligarte a nada que no quieras, sin embargo, de olvidar tus vidas pasadas no es lo mejor, dejarías de ser tú. 

-Y ¿Quién soy yo?.

-Y si cambiamos la pregunta a ¿Quién quieres ser?.

-No lo entiendes.

-Acompañame.

XIv

Azrael tomó mi mano y me llevó a lo que parecía ser un cementerio de pocas lápidas.

-¿Dónde estamos?.

-En el cementerio del Edén, esta, la primera tumba, es la tumba de quien alguna vez fue mi amigo, Wings Dei Nigrus, mejor conocido como Lazareto, murió poco antes de que su hijo naciera, después de esto, Dios creó el universo, como una forma de luto, un recuerdo para la creación, algo tan eterno como nosotros. Y ese es el significado de la vida, tu vida debe ser algo importante para que tu muerte deje huella, al final las bellas creaciones dejan su huella en este universo, como una obra de arte, una cura, una guía o simplemente un buen recuerdo y eso prevalece en la eternidad del universo.

Azrael tomó mi hombro y volvimos al limbo.

-Tal parece que la vida aquí es tan breve y sin sustancia que nisiquiera tiene sentido.- Dije algo disgustada.

-La vida tiene el sentido que le des.

-Pero hablas de que hay que ser importantes, ¿Qué hay de mi si decido no continuar? No seré arte, no dejaré huella, no habré hecho nada, nisiquiera seria un recuerdo, no tiene sentido mi existencia en este universo.- Le reprochaba mientras me sentaba en el piso y miraba hacia este. Azrael simplemente se quedó callado, mientras asentaba con la cabeza y me dijo:

-Si crees que ya no tiene sentido continuar, puedo hacer que dejes de sufrir.