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Reencuentro

¡Hola a Todos! sé que es la primera vez que los saludos van al principio pero bueno jeje, una disculpa por eso. Gracias a todos ustedes por acompañarme hasta este punto. Los quiero un montón chicos y chicas.

Dejen su estrellita y su comentario, en verdad me agrada saber que les gusta la historia, además que me gustaría saber cómo mejorar mi escritura o el curso que les gustaría tomara la historia: ¿un final feliz o un final triste?, ¿o hago ambos?

Sin nada más que decir, se despide su amigo y escritor Wondingfear. 

P.D.: igual si quieren podemos mensajear de vez en cuando,nunca es malo conocer gente nueva ;) 

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Han pasado un par de horas desde que Enterprise dejó la oficina de Tirpitz sin saber el futuro peligro que dejaba tras de si; dicho tiempo lo utilizó para pasear por toda la base, saludando a viejas conocidas como Kobayashi, Yuhata, Nimi o Shinano incluso... bueno,  a la última la encontró durmiendo por lo que acabó por dejarle una nota en que decía que esperaba verla pronto.

La gran mayoría de personas a quienes saludó estaban estupefactas: estaban viendo un muerto en vida, a un fantasma del pasado;aunque el asombro poco les duró y respondieron los saludos de forma alegre e incluso jovial en algunos casos.

Durante el trayecto, ocasionalmente preguntaba por Bismarck y su paradero, aunque no dijeron mucho más que la dirección de la casa en que vivía la mujer peli rubia y su hija, cosa que nuestro protagonsta agradeció de corazón, aunque seguía con la intriga de qué tanto habría cambiado su esposa y crecido su hija respectivamente.

En su camino se encontró con aquella quien le veía como hijo, y él hasta cierto punto como madre: Friederich der Grosse (lo escribí bien... ¿verdad?), ambos se saludaron con un abrazo y charlaron de forma jovial algunos minutos, antes que la mujer le ofreciera llevarlo a uno de los lugares que su esposa e hija frercuentaban mientras en su rostro se podía observar una sonrisa sospechosa... demasiado sospechosa para gusto del peliblanco: conocía a la mujer y sabía que cuando tenía esa sonrisa en el rostro era porque algo se traía entre manos, la cosa era descubrir si era algo bueno o malo, esparaba que fuera lo primero.

Enterprise preguntó el por qué le ayudaba casi como si nunca hubiese dejado el plano existencial por seis años. A palabras de la mujer: "porque ¿qué madre no ayudaría a sus pequeños hijos? fufufu, en especial a dos que tienen problemas". Nuestro protagonista no le dió mayores vueltas al asunto y decidió seguirle el paso a Friederich, puesto que sabía que no podría sacarle mayor información: La mujer de cabello negro era un enigma cuando quería serlo sin duda alguna.

Durante la caminata, el recientemente resucitado kansen, le contó lo que había visto, y francamente Friederich estuvo decepcionada, ella pensó que el más allá sería un lugar más emocionante; también le contó sobre su encuntro con el que alguna vez fuera su capitán y la mujer prestó especial atención a los detalles, puesto que años atrás habían comenzado investigaciones queriendo comprobar la naturaleza de los cubos mentales y los aparejos que los acompañaban

La teoría indicaba que en los cubos mentales se guardaba parte de las almas de todos aquellos que alguna vez estuvieron a bordo de las diferentes naves, dándoles la capacidad de entender los sentimientos, así como manifestar sus aparejos de forma casi instintiva, puesto que era casi como si entrasen en modo de batalla en su tamaño real junto a toda su tripulación. Aunque esta teoría fuese cierta, no acababa de quedar muy claro cómo era que los buques de investigación prioritaria como ella o Anchorage lo hacían si para empezar jamás existieron en el "mundo real".

Tras la explicación de lo vivido por el peli blanco y el sacrificio de su antiguo capitán, la peli negra se quedó reflexionando un momento: si Enterprise pudo conectar con un el alma de su capitán, eso quería decir que era probable que ellas igual pudiesen hacer lo mismo para conseguir un poco de ayuda o consejos cuando fuese necesario,puesto que a pesar de todo,aún eran relativamente jóvenes e inexpertas en el arte de la guerra, por lo que algo de ayuda no les vendría mal de vez en cuando

Nota de autor: todas las kansen llevan poco más de siete años inmiscuidas en lo que viene a ser conflictos armados, y Enterprise nunca se vió inmerso en una guerra propiamente dicha sino hasta que llegó a la dimensión en que residía actualmente... 

La caminata siguió un par de minutos más, contando algunas anécdotas o vivencias personales de la mujer mientras pasaba el tiempo... al final, ninguno de los dos se dió cuenta cuando el "sol" había comenzado a ponerse, dando una espectacular vista a los edificios y a la base en sí misma al ser golpeada por la luz

-Luce hermosa... ¿no es así Enterprise?-mantenía una sonrisa en su rostro

-Sí, luce hermosa... agradezco poder tener una tercera oportunidad de vida, de lo contrario no podría ver estas puestas-soltaba una risilla mientras lo decía en un tono jovial y calmado- ojalá esta vista pudiese durar para siempre-al final su tono de voz se volvió más apagado-odio la guerra

-Mi niño, suenas como zeppelin...-guarda silencio un momento antes de continuar- ya todas en la base sabemos lo que se avecina y estamos preparadas para ello.-sujeta del hombro al peli blanco-Si antes luchamos por ti, ¿qué te hace creer que no lo haremos ahora?

-Yo ya no soy su líder... abdiqué hace seis años y lo sabes

-Lo sé, pero para nosotras tú siempre serás nuestro líder, incluso sobre de Tirpitz-suelta el hombro del mencionado y suelta un suspiro-Lograste lo que nadie más pudo: te ganaste el respeto y aprecio de todas las chicas que alguna vez conformamos al Eje Carmesí... no miento al decirte que todas nosotras seríamos capaces de seguirte hasta el fin del universo y de regreso si así lo ordenases.

-Lo aprecio en verdad, gracias por tener esa fe en mi.

-No es nada mi pequeño, pero ahora hay otra cosa que has de hacer-señala con su dedo hacia una dirección en específico-camina en esa dirección, alguien te espera ahí, apúrate, porque tienes que llegar antes de las 7 de la tarde

-¿Sombras de la Federación?-cuestionaba interrogante, más porque sabía la estructura de la base en su totalidad

-Sí, ya es tiempo que soluciones aquello que te aqueja-cambia su mirada a una más seria pero comprensiva ante el desconciertodel peli blanco- después de todo, no planeas dejar esperando a tu hija y esposa sin más, ¿cierto?

-en ese momento se asentó una expresión compleja en su rostro-...yo... yo ni siquiera sé que decir en cuanto las vea... hay tantas cosas que quiero saber, pero igual tengo miedo... ¿qué dirá mi hija...? ¿qué dirá mi esposa...? sé que Bis ya sabe que estoy con vida, y que estoy en esta base... no sé si decidió olvidarme o está furiosa conmigo por haberla dejado atrás en lo que para ustedes fueron seis años... pero para mí pareciese que fue sólo hace un par de días...-se señala a si mismo-¡Mírame! ¡No he camiado en prácticamente nada excepto en mi cabello!

-Cálmate... ella no te olvidó... cuando llegues al parque, verás a lo que me refiero y el por qué ella va con su hija a diario a ese lugar-toma entre sus manos la mano de Enterprise buscando reconfortarle-ambas tenían la esperanza de que algún día volvieras, no las hagas sufrir más-levanta la mano del peli blanco para hacerle ver un pequeño anillo colocado en su dedo anular-recuerda el por qué le diste el anillo aquella vez-suelta la mano de nuestro protagonista-ve ahora

-...gracias... madre...-echa a correr a toda prisa en dirección al lugar indicado

-Aún le falta mucho por aprender fufufu-comienza a retirarse del lugar-aunque fue agradable que me llamara madre.

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Enterprise corría lo más rápido que sus piernas le permitían hacerlo, sabía que se encontraba algo lejos del parque, además en esa zona no había teletransportadores que fuera posible utilizar: tenía que llegar a pie; y si bien es cierto podía manifestar su aparejo, no lo pensó en ese momento

Cinco minutos más tarde, Ender se hallaba entrando al Parque de Sombras de la Federación. Aquel lugar era un monumento a todas aquellas que murieron en la Gran Guerra Sirena tratando de defender el que alguna vez fue su planeta.

El parque era enorme, tenía cientos de árboles y un gran lago. En él se podían apreciar decenas de barras color azul neón que sobresalían del agua, simbolizando a cada persona que falleció en la Guerra.

Comenzó a acercarse al agua, y en cuanto estuvo cerca, se generaron hexágonos de energía a modo de plataformas para caminar en medio de aquel monumento, conforme caminaba entre las barras, estas proyecataban un holograma de la persona a la que rendía tributo, y detrás de ellas la imagen del buque que alguna vez fueron. Él conocía algunos nombres... Amagi, las hermanas Takao, Mikasa, Hiei, Blücher, Seydlitz, Scharnhorst, York...

Él se encontraba cerca del centro del lago, hasta que apareció una imagen que lo dejó en shock y momentos después sintiéndose como la mayor basura del mundo: Prinz Eugen, caída junto a Bismarck en el estrercho de Dinamarca. Gran hermana y amiga.

Se acercó y tocó el holograma, obteniendo un resumen de lo que pasó: ambas fueron hundidas por la Emperatriz III, Eugen y Bismarck pelearon hasta que llegaron tres flotas enteras del Eje, ante lo cual, la Emperatriz se retiró sin motivo aparente. 

Enterprise sabía cuán poderosa era: si era capaz de mantener a Vengeance y un ejército de miles de naves interestelares bajo control era un indicio de ello

A la llegada de los refuerzos, ambas chicas manifestaban daños críticos en sus aparejos y en cualquier momento se hundirían... Bismarck fue la primera en caer en las profundidades del océano, y mientras perdía la conciencia, vió una persona: era Eugen que sin importar el hecho que había sellado su destino, sujetó a la peli rubia de la mano, mientras le decía "...fufufu deberías encontrar un novio... te amo, y esta vez lo digo en serio... encuentra la felicidad Bismarck, la mereces más que nadie" antes de abrazarla y brillar como una estrella y adentrarse en su cubo mental, el cual se dividió en miles de fragmentos que se arremolinaron en torno a su amiga, acoplándose a su blindaje, sellando el casco y expulsando el agua del interior del buque, haciéndola emerger del océano como última acción antes de su muerte, salvándole la vida a la peli rubia.

Ahora entendía el por qué el temor de la mujer que amaba ante la posibilidad que él muriese o se alejara de ella... no pudo sentirse más culpable en ese momento: había destrozado emocionalmente a su pareja al hacer lo que hizo. Era lo que debía hacerse, pero no podía evitar sentirse como una mierda en esos momentos.

Consternado y aturdido, optó por dar un paso atrás y seguir caminando: tenía que hacerlo... no tenía mente para algo más en esos momentos

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Cuando llegó al centro del lago, una cubierta de hexágonos color azul neón se formó, dejando ver una barra solitaria y apartada del resto en un círculo casi perfecto de cinco metros de diámetro. Se accercó, y cuando llegó al frente, una imagen suya fue proyectada junto a su nave. En la inscripción decía lo siguiente:

"Por Enterprise, que su sacrificio no sea en vano."

Comenzó a acercar su mano, quería saber cuál fue la historia que contaron, pero antes de hacerlo, una voz sonó a sus espaldas, una voz tan conocida, que no pudo evitar soltar un par de lágrimas... 

-E-Enterprise-sonaba un voz a punto de quebrarse-¿E-eres tú...? Dime por favor que no es un sueño

Al escuchar esas palabras, el peli blanco dió media vuelta lentamente, mientras miraba a la mujer que ama. Él sólo pudo pensar en una cosa en cuanto la vió: Dios, es tan hermosa como el día en que marché

-...Así es Bis...-muestra una gran sonrisa-finalmente estoy de vuelta

-¡Ender!-Bismarck corrió a los brazos del peli blanco mientras derramaba lágrimas y una sonrisa estaba en su rostro, cuando llegó con él, lo abrazó con toda la fuerza que podía-¡idiota idiota idiota! ¿¡por qué lo hiciste!?

Nuestro protagonista, sólo respondió abrazándola como si su vida dependiera de ello mientras sollozaba en el hombro de su amada

-P-perdóname...no fue mi intención... quería que pudieran vivir a salvo, en paz... jamás quise dejarte sola

-nunca...¡NUNCA VUELVAS A DEJARME!-ella se separó un poco del abrazo para inmediatamente darle una bofetada con toda su fuerza, para justo después tirar de su uniforme y plantarle un beso con todo el cariño y amor que sentía por el peli blanco-júralo-lo decía en un sollozo, tan bajo como para pasar por un susurro

-Lo juro Bismarck, nunca más te volveré a dejar-en ese momento, él vuelve a besarla mientras "la Luna" se muestra en el "horizonte"

-Eso espero-en el rostro de la mujer se podía apreciar una brillante sonrisa mientras un par de lágrimas traicioneras aún caían de sus mejillas, para instantes después, volver a abrazarse con todo el cariño y alegría de verse otra vez.

El tiempo pasó sin cuidado para ellos, bien podrían haber sido unos minutos o media hora,la verdad no les importaba. Ambos aún mantenían aquel abrazo, mientras disfrutaban de la calidez que tanto extrañaron.

Cuando se separaron, no habían dicho palabra alguna, hasta que Bismarck habló al cabo de unos pocos segundos

-Ven... vamos a casa-lo decía con voz delicada mientras una sonrisa adornaba su rostro

-Sí... a casa-sonríe igualmente

ambos comenzaron a salir del monumento, mientras las placas desaparecían a ritmo lento conforme se alejaban y aparecían nuevas enfrernte de ellos.

Bismarck quería ir por su hija, quería que conociera a su padre y viceversa, sería un eufemismo decir que no estaba emocionada y alegre como pocas veces lo había estado en su vida. 

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Annie nunca había acompañado a su madre a la zona del parque donde se hallaba el monumento, puesto que existía una barrera que impedía que ningun niño entrase a la misma, ya que de hacerlo podrían activar una neuro-danza que podría dejarles un trauma severo, porque cada barra tenía la grabación de muerte de aquella persona a quien rendía homenaje de una manera muy realista, por lo que Annie jamás vió la apariencia de Enterprise: su madre no tenía fotos que mostraran al peli blanco y lo que decía sobre su apariencia normalmente era poco claro. Imaginen su descontento y furia al ver a su madre caminando hacia ella sujetando el brazo de un hombre peli blanco que jamás había visto mientras ambos mantenían una sonrisa en sus rostros y hablaban como si se conocieran de toda la vida.

-¡Annie! ven un momento ¿sí? quiero presentarte a alguien-lo decía muy feliz 

-Mamá, ¿quién es él?-lo decía entrer molesta y curiosa a la vez

-Anda Ender, preséntate.-lo decía con una sonrisa

-H-hola pequeña...-estaba hecho un manojo de nervios- soy el esposo de tu madre

-Mamá- la pequeña miraba a la mencionada con enojo y unas pequeñas lágrimas saliendo de sus ojos azul cerúleo- ¡engañaste a papá! 

-Hija, eso no es...-es interrumpida

-¡sí lo hiciste! ¡dijiste que lo amabas y ahora estás con él!-señala a Enterprise-

-Annie, por favor, escúchanos-decía el peli blanco-no es lo que crees que parece

-¿¡entonces qué es!?

-¡Es tu padre!

-¡No! ¡él se fue cuando yo nací!

-Nunca quise irme...-decía en voz baja, pero lo suficientemente alto para que la pequeña escuchara-Tuve que hacerlo... no podía dejarlas sin más, no a merced de él... no sabiendo que podía protegerlas.

-E-explícate-decía la pequeña dudosa y con algo de esperanza en su corazón ante la idea de tener a su padre en frente de ella-¿q-quién eres?

-Enterprise miró a su esposa en busca de aprobación ante la bomba que iba a soltar, a lo cual la mencionada asintió mientras sonreía con calma -Yo soy...-la pequeña le miraba con ojos expectantes- U.S.S ENTERPRISE NCC-1701 (lo dijo con voz normal) nave estelar clase Constitución de la Federación Unida de Planetas

La pequeña ahora le miraba con ojos brillantes: su ídolo estaba frernte a ella, además, Bismarck nunca le había dicho el nombre real de su padre- Antiguo líder del Eje Carmesí- en ese momento empezó a encajar algunas piezas: su madre le contó que antes de ser la Federación, eran el Eje Carmesí y que su padre era alguien importante de dicha facción, además de liderarles en una guerra, y según sus libros, la única nave que hizo eso, era una clase Constitución...-y... también soy tu padre-

Ante la bomba, la pequeña estaba pensando a toda marcha: si lo que él decía era cierto, entonces era su papá, pero seguía manteniendo cierto recelo ante las palabras. Tenía esperanza que en verdad fuera quen decía ser: quería que fuera quien decía ser

-P-pruébalo-la niña bajó su cabeza mientras lágrimas salían de sus ojos- prueba que en verdad eres mi papá

-Hija, ya es algo tarde en estos momentos, debes descansar-Decía Bismarck- tu padre tuvo un día largo, debe estar cansado

-Pero...-la pequeña protestó

-Pero nada mi niña, ¿vamos a casa sí?

-Bis, aún no es tan tarde, son las 2000 horas- tiempo militar- podríamos ir a los astilleros y luego regresar

-¿y quién preparará la cena?

-Le dije a tu hermana que esta noche iría a cenar con ella a las 2200 como agradecimiento por haberme dejado dormir en su casa-lo decía ante la mirada inquisitiva de su esposa- no creo que le moleste si vamos los tres, además podría sacar algunos alimentos y llevarlos a la cena en caso de que falte comida

-...-lo miraba seriamente-Está bien-cambia su expresión a una sonrisa traviesa y se movía hasta pegarse de manera muy sugerente al peli blanco-pero hoy duermes conmigo

-se pone azul-no eso, no eso otra vez...-recuerdos de vietnam de cómo fue dominado por la peli rubia y casi muere por snú snú, además, descrubió que asu esposa le encantaba el BDSM-¿algo ligero tal vez?-la niña estaba confundida: no entendía un carajo de lo que estaban diciendo su padre y madre

-¡no!-Enterprise da un respingo-ya estuve esperando casi siente años, es hora de que te hagas responsable

-suspira resignado ante lo que sabía que iba a pasar-...sólo no me mates...

-fufufu, no prometo nada 

-En qué me metí-mira a su hija-Annie... vas a tener un hermano o hermana muy pronto...-vuelve a agachar la cabeza resignado ante su inevitable (pero placentero) destino mientras una nubecita se asentaba arriba de su cabeza

-¡Sí!-decía Annie felizmente ante la idea de tener un hermanito o hermanita con quién jugar-¡vamos vamos vamos! ¡si no tía Tirpitz se enojará si no llegamos!

Ante lo dicho por la pequeña, ambos adultos se miraron entre sí y soltaron una leve risita ante el comportamiento de su hija, pero rápidamente y sin demora se tomaron de las manos mientras comenzaban la caminata al círculo de teletransporte más cercano mientras su hija estaba saltando felizmente frernte al par.

Cuando llegaron a las salas de abordaje, la niña se vió asombrada al ver la nave de su papá y no tardó nada en pedir que abordasen

Era fácil decir que era más impresionante verla de frente que en algunas imágenes tomadas hace ya tantos años.

Enterprise conectó la pasarela al cuello de su nave, caminando rápidamente al interior

-Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que estuve aquí...-dijo Bismarck mientras abrazaba a Enterprise por la espalda-gracias...

-No hay nada que agradecer Biscuit-dijo esperando su reacción

-¡Que no me llames así!-lo decía muy molesta 

-¡jajaja! Atrápame si puedes, ah espera, la última vez no pudiste

-¡Te voy a matar!

-¡Oye oye oye! ¡acabo de volver!

En ese momento la peli rubia se abalanzó sobre Enterprise y ambos cayeron rodando al piso mientras estallaban en carcajadas y la pequeña Annie los miraba confundidos.

-ya poniéndose de pie y ayudando a Enterprise-Vamos al puente

-Sí ma'am

-¿qué es el puente mamá?

-Un lugar especial... ahí fue donde tu padre se enteró que ibas a ser parte de nuestra familia fufufu

-Recuerdo que ese día quedé petrificado al menos una hora y después comencé a celebrar porque me  dieron la mejor noticia de mi vida jeje

-¿De verdad?-preguntaba la niña

-Sí...-lo decía nostálgico y con una sonrisa plasmada en su rostro-pero basta de recordar por ahora, tenemos que ir al puente, después de todo, tenemos varias cosas que hacer y después correr como alma que lleva el diablo para llegar a tiempo con Tirpitz.

-Está bien/¡Está bien!-ambas dijeron a la vez.

Cuando llegaron al puente de mando, el par de adultos no pudo evitar mirar todo con nostalgia en sus rostros: todas las aventuras que habían tenido aquí: su primera cita, el día en que declararon sus sentimientos, el lugar donde fue confesado el que serían padres... el lugar donde se sentían seguros.

-¿Lista... Bismarck?

-Como nunca antes

Annie se veía sorprendida por lo que veía y parecía que estaba en una tienda de dulces.

Bismarck la llamó, y la sentó en la silla que alguna vez perteneció a Pavel Chekov, mientras que ella tomó lugar en el que estuvo Hikaru Sulu y Enterprise, tomó asiento en la silla de James Tiberius Kirk.

-Todos los sistemas en línea... Soltando amarras-en el exterior de la nave, se podía observar cómo los puentes de embarque se retraían para dejar libre una vez más a la nave capital-puerta del hangar 4 abierta... 

-¿Cómo tienes control sobre la base Ender?

-Bueno, digamos que la base está enlazada a mi pensamiento, de modo que puedo controlar algunos sistemas de la misma

-Suficientemente bueno para mí- respondía Bismarck 

-¿Listas para partir?

Ambas respondieron con un rotundo sí a la pregunta del peli blanco, ante lo cual el mencionado activó los motores de impulso y comenzó a avanzar por el túnel del hangar y salir de Yorktown, hasta que de un momento a otro, un saludo entrante se colocó en la pantalla del puente de mando:Z23

-¿¡qué estás haciendo!? ¡no puedes salir de Yorktown a tu placer! 

-Claro que puedo hacerlo Nimi, recuerda el acuerdo que establecí con Bismarck hace ya más de siete años-sonríe levemente

-¿de poder hacer lo que quisieras siempre y cuando fuese lo correcto a tu parecer?

-Así es

-El trato era con ella, no conmigo.-la chica lucía confundida, mientras tanto Bismarck y Annie se mantenían en silencio

-Ahí es donde te equivocas: yo hice el acuerdo con la líder del Eje Carmesí y este sería válido hasta que acabase la guerra

-Esa guerra terminó cuando abandonamos el planeta y lo sabes

-Error... sólo postergamos lo inevitable... mañana te daré los detalles, por ahora déjame disfrutar una hora con mi familia.

-Si te detectan... ¡además no puedes sacar a personal militar sin más!

-Tranquila, los escudos de Yorktown, aunque inactivos, son capaces de desviar ondas de radar en una dirección distinta,

-Mi hija no tiene nada que ver en esto, y mi esposa dejó la milicia hace años.

-...sólo... ten cuidado...

-Siempre. Enterprise fuera-fin de la transmisión

Cuando terminó la comunicación, la niña pensó que estaban haciendo algo malo, por lo que trató de convencer al dúo de dar media vuelta y regresar por donde habían venido, pero rápidamente la convencieron de que nada malo pasaría. 

Al final resulta que Enterprise estaba tan loco como para acabar rompiendo los limitantes de Bismarck y sacar su nave al espacio igual, pasearon por la nebulosa y dieron un par de vueltas a la base. 

La niña estaba sin aliento: ¡su madre era el terror de los mares y su padre la Luz del Alba!. 

Cuando regresaron, nadie dijo nada afortunadamente, entraron a la base y se dirigieron a la sala de teletransporte en la nave de Enterprise, listos para ir con Tirpitz (o lo más cercano posible).

Había sido un buen reencuentro y un paseo familiar de lo mejor.

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Fin del capítulo 30.

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