Gota por gota,
Destilando llanto carmesí...
Mi alma rota,
Sigue añorando aquel frenesí...

Cuesta volver a creer,
Tan fácil que es desconfiar.
Casi inposible es volver,
Querer dar la sonrisa sin atrás mirar.

Me pierdo fácilmente en la almohada,
Con ese perfume embriagador del recuerdo.
Me desvelo hasta ver llegar a la alborada,
Dándole vueltas a aquel vinilo que tengo guardado.

¡Lárgate de aquí!
Le digo con desprecio a ese yo fragmentado.
¡Tienes que aprender a partir de aquí!
Responde el muy sinico agrandado.

¡Maldito sabiondo!
¡Deja de atormentarme!
!Ya sé que tienes razón y por mis actos respondo!
¡Ya deja de mortificarme!