Es un alivio terminar otra vez la jornada,
Poder servir una vez más un plato de frijoles.
Saborear el esfuerzo que se va como si nada.
Desapareciendo de mis bolsillos como agua escapando por los tragantes.

Que privilegio tengo de trabajar de sol a sol,
No todos pueden decir lo mismo.
Horas más y horas menos, es el mismo son.
Me da igual, siempre me pagan el mínimo.

Agradezco ver llegar el día de la paga,
Pues sé que se paga y se compra lo necesario.
Pero temo de algún asalto relámpago,
Corro riesgo en quedar sin dinero en el escenario.

A veces con pan duro, otras veces con banquete,
A pesar de las limitantes siempre salimos adelante.
Aunque hayan desigualdades debo ser fuerte,
La paga de mi sacrificio es ver a mi familia sonriente...