Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Especial Navidad (+18)

Bienvenidos todos a este especial de navidad, aunque es primera vez que hago esto, no será con la misma temática navideña, sino más bien un acoplamiento a la historia.

En fin solo quiero decir tres cosas:

1.- Este capitulo tendrá contenido +16, si eres menor o mayor, esta bajo tu responsabilidad.

2.- Como sabrán yo voy integrando imágenes a las historias, yo tratare de censurar lo mas posible las imágenes que encuentre, pero por favor si tienes algún problema con ello, házmelo saber, no quiero denuncias.

3.- Este corto estará conformado por una de las parejas secundarias de esta historia.

En fin, gracias por leer esto, ahora sin mas continuemos.

************************************

El karma es una perra.

Tenía suficientes pruebas para no tener ninguna duda.

Maldita sea la hora en que acepto ese estúpido trato.

Al principio solo era un simple favor, pero ahora se veia completamente comprometido con un pequeño demonio que estaba sobrexigiendo su pago.

- ¡No! ¡Definitivamente no te lo dare!

- ¡Oh vamos!, ¡No puedes negarte!

- ¡Definitivamente si puedo!

- No, por supuesto que no.

La mirada que tenia Lied era una muy peligrosa, sus ojos dorados brillaban fuera de si. ¡El maldito había sucumbido a su celo!.

El conocía el concepto por su hermano. Una fuerte cantidad de estrés podía provocar un ciclo de maldad bastante potente. Pero si mezclamos un par de hormonas lujuriosas, ¡Vuala!, obtienes a un adolescente hormonal restregándose sobre tu entrepierna.

-M-Mira, se que te dije que te devolvería el favor, ¡Pero no puedes querer "esto" a cambio!

- Jazz, ¡Solo cállate!

- ¡¿P-Pero por que yo?!, puedes pedirle a cualquiera que te ayu-

- ¡¿Estas de broma?!, no puedo hacerle esto a una chica, mucho menos a otro demonio, no soy idiota.

- ¿Eh?

- Entonces, te seguirás resistiendo o me entregaras tu pene por las buenas.

Ahora si estaba sudando, fácilmente podría considerarse intento de violación por parte del pequeño demonio. Pero ese maldito aroma era sumamente agradable a su parecer, lo estaba embriagando por completo.

Podría considerar el hecho de abusar salvaje mente ese pequeño y respingon trasero que estaba sobre su creciente erección. Si no estuvieran aun en la escuela.

- Escucha, pequeño alborotador - se inclino hacia adelante, a sujetando las caderas del contrario hacia abajo, restregándole su "pequeño" problema causado por las fervientes feromonas que este soltaba - No tengo la menor intención de follar en un espacio publico, así que decide, ¿tu casa o la mía?, por que ni de chiste follare en un salón de clases, y mucho menos cuando claramente nos pueden encontrar.

- Grrrr....

- Tu decides.

- Grrrr, eres un maldito cobarde, no te traje a este salón por los "gratos" recuerdos. Mi casa esta fuera de discusión, ahí esta mi hermana. Si yo estoy así, imagínate como estará ella con solo verte.

- ¿Eso fue un cumplido?

- ¡Cállate!

El rostro de Lied estaba completamente rojo hasta las orejas, incluso la punta de su cola estaba roja.

Eh, que curioso es ver a un demonio sonrojado.

- Entonces olvídate de que podamos follar, mi casa es una zona de guerra, y créeme cuando te digo que no me gusta compartir.

- Es acaso ¿Un alago?

- Estúpido.

- Pues me vale, yo me lo cobraré. No me importa lo que digas.

- ¡¿Que?! ¡No¡ ¡Espera!

El maldito había ocupado su don familiar, tanto mi visión como mi movilidad habían sido reducidas.

- Debiste aceptar Jazzy.

Pude sentir como se levantaba para volver a sentarse sobre mi, a sujetando mis manos con su larga cola. No creía que podía darle otro uso que no fuera apoyarse.

Su cola además de ser larga, era bastante fuerte. Podía sentir como se ajustaba perfectamente a sus muñecas, evitando cualquier movimiento brusco por parte de él.

Entre tanto forcejeo algo estaba jalando su pantalón, si, era aquel demonio de ojos brillantes.

¡¿Como demonios había aceptado ese trato en primer lugar?!

Así... ¡Gracias a su bendito profesor!

Había sido manipulado para trabajar de manera gratuita, gracias a las artimañas de ese detestable demonio apostador.

Pero el debía ser más listo, a toda costa.

~~~~~~~~Flash Back~~~~~~~~~

- No te ayudaré a engañar a tu profesor. Eso es hacer trampa.

- Oh por favor, solo te pido un favor.

- No. Ni hablar, me puedo meter en problemas. Además no creo que me dejen ingresar, es decir, es un bar. Aun no se como los dejaron a ustedes dos en primer lugar.

-Por favor, sabemos que lo puedes hacer. Te vimos en el festival.

- Por favor Lied. Haremos tu tarea una semana.

-Dos semanas, y me deberás un favor extra.

- ¿Un favor? ¿No crees que es mucho?

- ¿Quieren salir de esa deuda o no?

- Si por favor.

- Entonces es un trato.

- Es un trato.

Sabían que era un riesgo. Pero el que no arriesga no gana.

Al llegar la noche, el trio de demonios se sentían nerviosos, estaban preparándose mentalmente para ejecutar su plan. Necesitaban mantener la calma.

Trataban de mantener las apariencias en aquel bar, y sobre todo la calma a la espera de su vict- de su profesor.

Lied había llegado temprano con una ropa normal, una simple chaqueta de color azul, una polera de color negro, al igual que sus jeans; y sus inconfundibles cascos alrededor de su cuello.

No mentiría. Jazz se veía exquisito con ese uniforme.

Era un simple traje de camarero, pero al solo verlo sentía su boca seca.

- ¿Te encuentras bien?.

- Te.... te ves bien.

Un simple sonrojo cubrió ambos rostros. No era el momento ni el lugar de admirar el uniforme en su compañero... Mucho menos para comenzar a sentir en su vientre un pequeño calor.

- Muy bien, todo lo que tienes que hacer es cegarlo por un segundo, ¿Entiendes?.

- Si.

- Muy bien estaré en la barra.

- ¡O-oye! ¿Tendrás algo que pueda beber?

- ¿Traes dinero?

- ¿Debía?

- Entonces no.

- No te preocupes, este corre por mi parte.

- Tu si sabes complacer al cliente Allocer. No como Jazzy, el es un egoísta.

-El fruto siempre será dulce cuando se aprecia.

Los había dejado confundidos, que había querido decir.

Las horas pasaban y Lied ya se quería ir de aquel bar. Comenzaba a sospechar que el bendito demonio apostador no iba a ir ese día.

Ya casi había culminado el turno de ambos cuando una es tridente (pero muy familiar) risa había inundado aquel bar.

Ya estaba allí.

Lied siguiendo el plan se colocó en un costado de barra, evitando así que le viera.

Era increíblemente alto, un poco más alto que Sabnock, ¡y el si era alto!. Su piel era rojiza, y sus ojos... Sus malditos ojos eran cuencas de burla, se notaba desde su posición que su tardanza había sido apropósito.

- Bien bien bien, pues comencemos.

Jazz se estaba preparando mentalmente para poder robarle su moneda, esperaba que su plan funcionace.

Allocer se acercó al momento del lanzamiento tratando de distraerlo para así Lied quitarle su visión. Fallo.

- ¿Quieren volver a internarlo?

-Tks... Maldición....

- Les daré 2 oportunidades más.

- Asombroso.

- Si pueden lograr que su amigo me cege por completo, consideraré dejar a uno de ustedes libre de este bar, y no tendrá que volver. A menos que desee un trago fufufu.

El maldito lo sabia... Sabía lo que estaban planeando y aún así dejo que lo intentarán....

-Vamos pequeño, presentate, descuida no muerdo. Mucho.

Un escalofríos le recorrió su espina, haciendo le temblar.

El no tenía por que conocer a Lied.

- Si no consigo cegarte, ¿Que es lo que ganas tu?

-Muy buena pregunta - coloco la moneda en sus labios mientras pensaba con los ojos cerrados - Ya se, deberás acompañarme cada noche hasta que ellos paguen su deuda.

- ¿Deuda?

Lied miro disimuladamente hacia el par de demonios que estaban en la barra. ¿En qué tipo de estupidez lo habían metido?

- El.... El nos vendió...

Una sonora carcajada relajo el ambiente.

Lied se había comenzado a retorcer encima de la barra evitando que aquel demonio viera su rostro. Era demasiado cómico.

Su compañero había sido estafado. Y de paso vendido.

- ¿Ya terminaste? - gruño con molestia-

- Es... Es que es muy hilarante jajaja

- uff, si ríes así significa que estas dentro.

- Bien, es una apuesta, pero si yo gano, no solo le darás libertad a uno, reducirás la "deuda" a la mitad del otro.

- Solo si me cegas por completo.

- Es un trato entonces.

~~~~~~~~~ Fin Flash Back ~~~~~~~

Lied no solo le había cegado. Había utilizado en gran potencia su don, creando así un percepción diferente a sus ojos.

Había utilizado todo a su favor. Incluyendo un pañuelo que, aun no sabe cómo, mantenía el aroma de su compañera. Y decía que él era el tramposo.

Había Logrado que Allocer dejara de trabajar en aquel lugar, mientras que su deuda había sido reducida. El idiota le había quitado el sentido del gusto, del olfato y de la visión, 3 sentidos que le permitieron ganar en la última instancia.

Y ahora, después de tantos pesares estaba siendo masturbado por el demonio que lo salvo de un trabajo infernal.

Lied no dejaba de mirarle, demostrando cuanto se estaba conteniendo. Mordia su labio conteniendo las ganas de ir más rápido, de dejarlo hecho un desastre, de imponer su su dominio sobre el. Pero debía esperar, lo mejor siempre se guardaba para el final.

Nada se escuchaba en aquel salón, aquel por el cual los habían destinado al inicio de su primer año. Solo sus respiraciones pesadas, pronto se escucharon tres sonidos: un cinturón desabrochandose y dos cremalleras bajando. Jazz no podía ver, pero sabía que la mano del rubio estaba tocando por encima de su bóxer, acariciando su palpitante y semi erecto miembro.

Jazz sintió como el pequeño rubio estaba liberando feromonas, sabía que no eran como los demás demonios en celo; pues estos usualmente tenían un aroma acido a su parecer; eran fuertes, casi asfixiantes para su ser, lo estaba enloqueciendo, casi como si se estuviera ahogando en aquel aroma.

- A-Ah...mi-mierda, Lied - Jazz suspiraba de manera entrecortada, apretando las mangas de su uniforme debajo de él.

Lied lo escuchaba de manera atenta, le encantaba la forma en como hacia suspirar a su compañero, deleitándose como se estremecía debajo suyo, como pequeñas gotas de sudor bajaban por su rostro. Por su frente descendían gruesas gotas de sudor, sus ojos, aun ennegrecidos, se encontraban entreabiertos, tratando de fijar su vista en lo que no se le permitía ver. Sus labios se encontraban muy húmedos por el exceso de saliva que caía de su comisura. Estaba hecho un auténtico y delicioso desastre. Y siendo él el causante, y eso le encantaba.

Había tomado con hambre aquel palpitante miembro en sus manos, acariciando desde la base hasta la punta. Era grande y grueso, sus manos apenas podían cerrarse alrededor de este. No conforme con eso dio una larga lamida por toda la extensión, provocando un poco que de líquido pre seminal saliera de la punta.

Acuno en el interior de su boca lo que más pudo, succionando de manera intercalada, haciendo que la expresión de Jazz se apretase, soltando una maldición al aire, una bastante fuerte.

Dio largas lamidas por toda la extensión, desde su base hasta la punta, absorbiendo con devoción, dándole pequeños besos calientes en diferentes áreas de la pelvis.

Pronto sintió como Jazz jugaba con su cadera elevándola cada que se introducía su miembro y lo acariciaba con en el interior de su mejilla.

- Deja de jugar, trágatela toda - Demando con cierta burla en su voz, llevando sus manos hacia su cola acariciándola con vehemencia. Lied tan solo sonrió, como si pudiese verlo, llevo solo una pequeña parte de su pene al interior de su boca, haciéndole sisear con lujuria - Vamos, sé que puedes meterla más profundo...

Lied gimió alrededor de aquel miembro, aumentando la profundidad con la que lo succionaba. Las caricias hacia su cola, con las cuales Jazz castigaba a Lied, provocaban que debilitara la atención de esta. No lo soltaba para nada, pero ya no estaba tan rígida como antes.

El sonido húmedo de la boca de Lied en su miembro hacia que su límite estuviese muy cerca.

Lied sumergió el miembro del mayor, hasta donde más pudo y, con una de sus manos, abarco lo que no alcanzaba a entrar, masajeando con esmero y buscando hacer que Jazz acabara pronto en su boca.

Su celo no le hacía pensar con mucha claridad, pero se moría por probar ese sabor amargo en su boca, viajando por su garganta e inundando sus papilas con aquella espesa esencia. Sentía que su cabeza le iba a estallar, quería sentir esa descarga derramarse en su lengua y lo quería ya.

Había aumentado la succión al momento en que sintió unas fuertes manos a sujetar su cadera apretándola ante cada succión. La sensación de ahogo y mareo al no poder respirar correctamente por las furiosas auto embestidas hacia Jazz a su garganta lo hacían sentir sucio, no podía imaginarse que su inhibición fue quitada por su celo.

Intento llevar una de sus manos a su propia erección, con el fin de sentir un poco de alivio, sin embargo, Jazz al notar aquella mano gruño con ligera molestia.

- no, no, no, ¿Crees que por empezar algo puedes terminar primero? Yo no lo creo. - Acerco sus labios hacia la punta de la cola y la comenzó a estimular, generando así varios suspiros del más bajo- Me estuviste provocando como no tienes idea.

Lied dio un gemido lastimero en cuanto Jazz le dio una nalgada que resonó en todo el salón, aquello le hizo querer hacerle terminar con mayor determinación.

Sintió un jalón un poco brusco por parte del mayor. Le había dejado su trasero a merced de un demonio que lo quería devorar.

Lied le había soltado ambas manos para aferrarse a la cabeza del mayor. Mientras este le había arrancado toda vestimenta, de la cintura para abajo, para hundir su boca en aquella pequeña entrada rosada que le pedía a gritos que maltratara.

Era un perfecto 69.

Ambos estaban conteniéndose, evitando cerrar los ojos por el placer. Ambos estaban retando al otro a terminar primero, no querían dar su brazo a torcer.

Lied en algún momento le devolvió la vista Jazz, quien ni tarde ni perezoso había comenzado a tantear aquella entrada con su lengua mientras con su diestra masturbaba al pequeño rubio que estaba sobre sí.

Podía sentir como aquella lengua le rodeaba la punta de su miembro y sus pequeños labios se cerraban en su longitud, la saliva acumulada se caía por la comisura de Lied y terminaba en su pelvis.

- ¡Mierda Jazz! - aulló con placer Lied, pues el mayor no solo le estaba preparando con su lengua, había comenzado a integrar dos dedos a ese lugar.

Intentaba seguir con la felación que anteriormente estaba llevando a cabo, lamiendo y succionando todo lo que pudiese abarcar con su boca, embistiendo su propia garganta mientras le arañaba a Jazz por encima de la ropa debido al constante estimulo.

- ¡Jazzy...m-mi...mierda me voy venir!- era un intento de súplica, le estaba clavando sus uñas de manera desesperada en los muslos-

- T-Todavía no, resiste un poco más, no eras tú quien e-estaba tan necesitado de esto.

- N-No... No es verdad - mintió tratando de tomar un poco más de aire, su voz se perdía por momentos, debido a que debía de respirar por la boca para no ahogarse.

- Mentiroso - gruño Jazz volviéndole a dar varias nalgadas mientras aun mantenía sus dedos dentro de este, sintiendo los pequeños temblores de su cuerpo.

Ninguno de los dos se había percatado que sus inhibiciones habían sido completamente dominadas por las feromonas del pequeño rubio.

El mayor dio un gemido ahogado por una mordida en su pelvis. Lied al percatarse de lo que ha provocado a sujeto de nueva cuenta las manos del mayor para posicionarse sobre la entrepierna de este.

Le retiro con prisa su pantalón, dejándolo con su bóxer a medio quitar.

- ¡Espera un momento Lied! ¡¿No pensaras llevar esto más lejos?!

- ¡Cállate! Yo... Yo quiero esto ahora. Quiero tu pene en este momento.

- ¡¡No, espera!! ¡¡Esto es irracional!!

Tomo el miembro del contrario, lo alineo y poco a poco fue abriendo paso en su interior. Mentiría si dijera que no le había dolido. Aquello era una tortura, una tortura deliciosa. Podía escuchar como Jazz ahogaba sus gemidos en su garganta, apretando sus dientes, cerrando sus ojos con fuerza... Ojalá pudiese verle....

Aquello estaba tan profundo, sentía como una corriente eléctrica recorrerle en todo su cuerpo.

Fue abriendose hasta la mitad del miembro del mayor, debía tomar un respiro, pero antes de siquiera continuar, el demonio en su interior le hizo que bajara sus caderas con fuerza, permitiéndole qué su colá le soltaste.

Jazz se introdujo de manera profunda dentro de Lied, quitándole momentáneamente el aire guardado. Provocando que este terminara con tan solo una estocada.

- ¡Tú! ¿¡Como te atreves a hacer algo tan descarado?! ¿¡Como te atreves a hacerme pasar por algo tan erotico!?

Lied se había quedado mudo, Jazz estaba abusando de su pobre trasero, ¿No se suponía que era el quien estaba en celo?

Sentía que en cualquier momento lo iba a romper. Jazz se estaba moviendo de manera salvaje, casi de manera posesiva.

Estaba por terminar por segunda vez, cuando sintió un vacío en su interior. Había estado completamente dentro suyo haciendole perder la cabeza en cada embestida, que se sintió dejado en cuanto se retiró.

Lied lo fulmino con su mirada, quería hacerle entender que el no estaba jugando, tuvo que tomarlo con su colá desde el cuello para acercarlo a su rostro, sintiendo su respiración muy cerca de sus labios.

- Haz eso de nuevo y me aseguraré que jamas tengas descendientes.

Qué tipo más dominante, pensó con lujuria el mayor. Eso solo aumentó su calor e hizo que su pené vibrar a en su interior.

No lo dudo más, se aferro mejor a la cadera del rubio y comenzó a darle embestidas de manera rápidas y profundas; el choque de pieles resonaba de manera escandalosa en aquel salón, el sonido de sus chaquetas al movimiento de cada penetracion solo incrementaba su placer. El guardarse algún gemido o gruñido, maldiciones o rasguños estaba completamente prohibido en ese punto.

Lied estaba extasiado cada vez que Jazz llegaba lo más profundo de su ser, y no solo eso, le estaba dando justo en ese punto donde estaba comenzando a ver puntos brillantes. Sus pensamientos están difusos, estaban perdidos por tanto placer, y no fue hasta que sintió una mano cálida alrededor de su miembro qué lo hizo vibrar completamente.

- Pa-para...

- ¿Qué? - se hizo el desentendido sin dejar de empujar-

- Qué te detengas...

- Oh no lo creo cariño - se detuvo en seco para tomar las piernas de Lied y elevar lo apoyándolo sobre si - Yo todavía no he terminado ni una sola vez.

- N-No... Espera.. ¡Oh mierda!

Recibió de manera profesional aquel miembro mientras se contraria, el olor de sus feromonas estaba inundado todo el salon

- ¡¡M-Me voy venir!! ¡¡Jazz!!

- ¡Mierda!

La voz de Lied había salido de forma adorable, mientras seguía dando embestidas en ese punto y lo acariciaba de manera constante, la lucha de feromonas por dominar aquel salón era implacable, sin embargo, ambos estaban al borde del orgasmo.

- Se siente tan bien....! Dentro de mi..!

-... Hah... Demonios, eres realmente lascivo.

El aumento en la precisión en las embestidas de Jazz hacia ese punto hacía que su cabeza delirase. Se encontraba a si mismo con la cabeza apoyada en el otro del contrario mientras sus manos trataban de aferrarse a todo lo que pudiese a sujetar, sus uñas se estaban clavando en aquellos brazos, sintiendo como aquellas estocadas desenfrenadas lo destruían por dentro de una manera exquisita.

El sentir aquello le nublo totalmente, sin llegar a sentir unos dientes que habían profanado su cuello.

- ¡Mierda Lied!

- ¡Jazzy!

Se sentía desbordado y caliente. Jazz había terminado en su interior, mientras que el había culminado en dirección de una banca.

Ambos gimieron tanto como sus gargantas les podían permitir. Respiraciones y exhalaciones profundas y pesadas eran emitidas para manejar su control. La fuerza iba desapareciendo del cuerpo de Lied, quedando en una posición bastante accesible, mostrando como poco a poco la corrida de Jazz iba bajando por su trasero.

- Eso... Eso fue muy intenso - aun no había apartado la mirada en Lied-

- ¡Kyaah! Mierda... ¡Te viniste demasiado, estúpido!

-Carajo mis rodillas... Mis... Mis rodillas sedieron...-

Aquel respingon trasero estaba completamente empapado de el... Quería más... Mucho más...

Je... Quien diría que su celo habría sido inducido por las feromonas de un rubio amante de los videos juegos.

Alzo una de sus manos hasta la base de la colá del menor, apretando y acariciando aquello que hace unos minutos lo estaba apretando con exquisitos.

-¿Qu-Que estas haciendo?

Pese a que ya habían terminado, sus cuerpos les reclamaban una segunda, tercera hasta cuarta ronda. Sus celos si que eran peligrosos. Sus feromonas se estaban uniendo en un vals dentro de aquel viejo salón de clases.

- No se tu, pero yo aun no estoy satisfecho.

- ¿Qué? ¡¡Es-Espera!!

Se posiciono sobre el pequeño demonio rubio ;a quien le habían brillando los ojos al ver la nueva erección de Jazz; alineandose con cuidado para comenzar a deslizarse al interior de este, sintiendo como este le apretaba de manera gustosa como respuesta.

- No... No te vengas solo por que lo haya puesto...

- Pe... Perdón...

Sus cuerpos les pedían más, y ellos obedecian.

Sus cuerpos les pedían marcas, y ellos acataban.

La única línea que no estaban dispuestos a pasar eran sus labios. Los labios de Lied le tentaban con gran entusiasmo, como si fuese el mayor tesoro que tenía que robar. Pero algo no le dejaba... Lied no se lo permitía..

Lo había dejado montarlo como quisiese, lo había dejado que lo mordiese, que lo marcase, que no borrará ninguna huella. Pero nunca sus labios. Le dejaba en sus mejillas, su frente, su cuello y su espalda.

Más sus labios.... eran como un fruto prohibido... Un fruto qué ninguno de los dos se atrevía a probar...

Ya habían pasado un par de horas en las cuales ambos se habían marcado con rasguños, mordidas, marcas de besos y marcas de sus propias manos. Estaban culminando la ¿Sexta? ¿Octava? ¿Novena?, ya ni ellos sabían cuanto llevaban así, lo que si sabían era que sus cuerpos no se querían separar.

Lied se encontraban tan abierto como una mariposa, mientras Jazz se empujaba con ferocidad en su interior.

Lied cerró sus brazos alrededor del cuello del contrario, olfateando con gula el aroma corporal de este. Lo volvía loco. Se estaba aferrando como si Jazz en algún momento se fuera de aquel lugar y lo dejara solo. Necesitaba de él.... Necesitaba tenerle dentro de si...

Solo... Solo un poco...

Beso su mejilla, muy cerca de su comisura derecha.

Jazz detuvo sus movimientos para mirarlo con una mezcla de sentimientos. Estaba confundido, curioso y... Por que no, caliente. Y bastante.

-Mierda... No te hagas más grande...

-Lied.... ¿Me dejarías dominarte?

- fufufu.... Destrozame

Un beso. Un simple beso fue lo que desencadenó un mar de feromonas.


Lo que no saben... Es que con ese beso habrían despertado sus cuerpo con mayor necesidad.









**********************

Holaa espero que les guste este especial.

Me tomo un poco más de una semana poder terminarlo.

Espero les guste y que tengan una linda navidad.

Nos leemos pronto.

👌👌👌

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro