Celo parte 3 (final)
Bienvenidos todos a un nuevo capitulo, como ya sabrán esta esta ultima parte, espero les guste
1.- Vuelvo a mencionar, este capitulo tendrá contenido +18, si eres menor o mayor de edad, esta bajo tu responsabilidad.
2.- Como sabrán yo he ido integrando imágenes a esta historia, yo tratare de censurar lo mas posible las imágenes que encuentre, pero por favor si tienes algún problema con ello, házmelo saber, no quiero denuncias.
En fin, gracias por leer esto, ahora sin mas continuemos.
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Al estar en una posición tan cerrada, había terminado por acabar sobre sí mismo, había sentido una corriente eléctrica que le recorría por completo, su respiración era agitada, había volteado su mirada con tal de no ver a la cara al demonio frente a el, ¡Estaba avergonzado!
-Espero que esté preparado Iruma-sama, esto recién está comenzando.
Iruma se sentía agotado, ese era, ! Y por mucho!, el mejor orgasmo que ha tenido en sus cortos 15 años.
No podía siquiera ver el rostro del demonio frente a el.
Por otro lado, Alice estaba extasiado, le miraba en todo momento con una sonrisa en sus labios; le encantaba ver cada faceta de su señor, especialmente cuando hacia algo tan adorable como tratar de ocultar su rostro en sus brazos.
Iruma se veía exquisito. Eso era un hecho.
El era caballeroso, pero no paciente.
Aprovechando el reciente orgasmo ingreso un tercer dígito en su interior, moviéndolos en una sola dirección, una dirección que estremecía por completo a Iruma. Su Iruma.
- ¿To-Todavia quieres continuar?
Pese a la vergüenza en su rostro, Iruma hizo contacto visual por un segundo, solo ese segundo basto para conocer su respuesta, sus ojos estaban dilatados, llenos de lagrimas de placer, su deseo por continuar estaba más allá de sus cabales.
Con el poco de valor que le quedaba en ese momento tomo el miembro del demonio y lo dirigió a su entrada.
Mordió su labio inferior sin querer mencionar ninguna palabra.
-Por favor....
Solo esas dos palabras bastaron, esas simples palabras deshicieron su inhibición.
- Que buen chico
Tomo su miembro alineándolo y poco a poco fue abriéndose camino en el interior de Iruma. Sintió que por un momento le faltaba el aire, era una cavidad muy estrecha.
Había entrado con mucho cuidado, escuchando las pequeñas quejas y suspiros por parte de su señor, y cuando estuvo a la mitad se detuvo.
- Iruma-sama...si tu me pides que me detenga yo...-estaba suplicando por la racionalidad de su señor-
Pero Iruma lo había interrumpido uniendo sus piernas detrás de su espalda baja, haciendo que entrase casi todo de golpe. Gimiendo con mucha fuerza al hacerlo.
-No...no lo hagas...-decreto con una voz demasiado ronca-...por favor...
Su rostro estaba sonrojado, el éxtasis de la habitación comenzaba a hacer estragos en sus mentes.
Tomo con velocidad sus piernas y comenzó a embestir con fuerza el cuerpo de su señor. Quien se deshacía en un mar de gemidos, cuando sentía que el miembro de aquel demonio sobre él hacia y deshacía su pequeño trasero.
Su miembro salia y volvía a entrar con rudeza, podía sentir el palpitar de ambos corazones cabalgando a la par.
Mierda, se sentía tan bien.
Y no era para menos, Iruma se encontraba arañando y mordiendo los hombros de Asmodeus, tratando de acallar su voz lo mas posible, pero con cada embestida se sentía en el infierno, en el buen sentido.
Sentía su piel arder, sus labios quemar, como si todo en el se estuviese derritiendo. Aquello se sentía mucho mejor de lo que se había imaginado, muchísimo mejor. El mismo trataba con sus piernas acercarse mas a la base de la unión, queriendo poder sentirle mucho mas profundo.
Sintió como una de las arremedidas de Asmodeus le daba de lleno, dejándolo sin voz por unos segundos, no sabia que había sido eso, pero se notaba que el demonio no se iba a detener a descubrirlo.
Alice había comenzado con embestidas suaves, con un movimiento de cadera constante, un preámbulo muy diferente a la situación actual. Fueron un par de segundos en lo que se necesito para perder su conciencia, y clavar por completo su pene en el interior de Iruma.
Su conciencia estaba absolutamente perdida, solo su estado de maldad en conjunto con su celo lo mantenían despierto. Su lujuria era una mezcla interesante.
Al tener una línea de sangre poderosa no solo poseía un gran poder mágico, también podía ser capaz de manipular la Lujuria a su antojo, podía manipular su propia lujuria y/o la de otras criaturas, ya sea aumentando o disminuyéndola, este don lo había adquirido por su madre, quien le estaba ayudando a canalizarlo...pero nunca lo había puesto aprueba con pastillas de inducción de ciclo de maldad.
Y no solo eso lo alteraba, sus llamas eran de un color rojo vivo, un fuego parecido a las fauces del inframundo. Pero ahora la habitación estaba comenzando a ser rodeada por unas llamas de color púrpura.
No había manera de detenerlo, y tampoco quería hacerlo. Los movimientos pelvicos habían escalado de cero a cien en un solo segundo, eran choques demasiado profundos que le hicieron gritar a todo pulmón, había agradecido que la madre de Alice no estuviese en la mansión.
El sonido de sus pieles chocar una y otra vez, los gritos de su señor gimiendo en su oído, las uñas de ambos clavándose en la piel contraria, y lo increíble que se sentía a su alrededor, hacia que aquel demonio de la lujuria se encendiera aun mas. Era como un sueño. Un sueño demasiado caliente.
-Ah, ahh...¡A-Alice! Ahh... Mgh, aghh ¡Alice!
En cada acercamiento al cuerpo de su señor le mordía, le saboreaba y le marcaba; quería decirle a todos que era suyo, de el y de nadie mas. Era la primera vez que se sentía así, como si una descarga eléctrica le recorriera por completo. Sentía como las uñas de su señor se enterraban en su piel, tratando de aferrarse a algo mientras su cuerpo subía y bajaba con cada embestida, arañando su torzo, sus brazos, su espalda, incluso sus piernas, dejando lineas rojas en todo su cuerpo, como si de un dibujo se tratase.
Un cuerpo lleno de mordidas y marcas de besos.
Y otro cuerpo cubierto de mordidas y arañazos.
Era una obra demasiado erótica. Una obra que no compartiría con nadie.
Iruma sentía como unas cadenas cubiertas de fuego lo aprisionaban, llevándolo a su limite, Alice llevaba golpeando su interior con mucha fuerza y consistencia, hasta que comenzó a ver el techo de la habitación con muchos puntos brillantes.
- ¡As-Asmodeus! ¡Ahh!...n-no te muevas...A-adentro...¡s-se siente extraño!
Pero Asmodeus ya no lo escuchaba. Había encontrado el punto exacto en donde su señor estaba viendo estrellas, literalmente. Todas sus embestidas estaban siendo dirigidas a ese solo lugar; cada golpe le hacia temblar, con cada embestida hacia ese punto hacia que su señor delirase, haciéndole gritar su nombre con mucha mas fuerza.
El placer que aquel demonio le otorgaba era indescriptible, no podía pensar en otra cosa que no fuera...que un demonio se lo estaba devorando, desde adentro hacia afuera.
-¡A-Alice! y-ya no... p-puedo..- hablar se le estaba haciendo una tarea complicada, y aun mas al sentir como Asmodeus le golpeaba ese punto en su interior con mayor velocidad y fuerza. Se limitaba a abrazar al demonio por el cuello, tratando de aferrarse a algo, para evitar que su cabeza golpeara el respaldo de la cama- ¡Ahh, ahh!, ¡Me voy a-a venir! ¡Ahh!
Asmodeus no necesito mas detalles, lo silencio con un beso, apresando su cabeza entre sus manos, evitando que así se diera de lleno contra el respaldo de la cama.
Iruma había llegado al orgasmo, lo había sentido. Sus paredes se habían cerrado a su alrededor, casi asfixiandolo. Un liquido caliente había terminado en su torzo y en la base de la entrepierna de su señor.
Levanto su cabeza para observarlo, encontrándose con una expresión demasiado caliente. Iruma mantenía sus mejillas sonrojadas y empapadas en lagrimas, su boca yacía abierta tratando de encontrar un poco de aire, sus labios estaban rojos por el exceso de uso y cubiertos por su saliva.
El tan solo sonrió.
Todavía le quedaban un par de horas a su celo, y no desaprovecharía esta oportunidad. Iban dos a uno, como su igual debía de ir a la par. Salio del cuerpo de Iruma, alejándolo del respaldo, y lo coloco en una posición en donde podía observar todo.
Sus rodillas estaban ligeramente separadas, apenas sostenía su peso. Apenas había logrado anticipar la posición en la que estaba cuando sintió de nueva cuenta el gran intruso que había estado hacia poco dentro suyo. Estaba en una posición bastante expuesta, por suerte su camisa no se la había quitado, no quería dar explicaciones de "sus alas" otra vez.
La velocidad contra la que arremedia Asmodeus a su pobre trasero era ruda y brusca... que por alguna razón le estaba comenzado a gustar. Tal vez había sido por lo sensible que estaba su cuerpo, o por el nuevo compás de golpes en su interior, pero sentía su cuerpo caliente....mucho mas caliente.
Asmodeus se había inclinado sobre la espalda de Iruma, sentía su miembro apunto de explotar por la estrechez a su alrededor. Acerco su rostro a su nuca, dejando un rastro de marcas de besos y mordidas, mientras descendía sus manos por el contorno del cuerpo contrario. Acaricio con una de sus manos el pecho de su señor con mucha posesión, mientras que con la otra sostenía su cadera con firmeza.
- Voy a eyacular - podía escuchar como su respiración se encontraba agitada- tómalo apropiadamente.
- Es-Espera A-Alice...yo-ha, ha... Hyaa!
No hubo necesidad de nada mas, ambos habían culminado juntos.
Sintió el pequeño cuerpo debajo suyo estremecerse, era la tercera vez que eyaculaba, su cuerpo estaba agotado, era de esperarse, su cuerpo albergaba mayor resistencia al haber consumido esa bendita píldora. Debía de dejarlo descansar. Era lo que su parte racional de indicaba. Mientras que su lado mas alterado quería volverlo a tener a su alrededor, su estrechez era exquisita, quería mas, mucho mas de Iruma.
Mientras que Iruma estaba ido, sentía en lo mas profundo de su interior un calor inhumano, sentía que estaba ardiendo, no era normal lo que estaba sintiendo.
Y mucho menos lo que tenia pensado hacer.
Sentía su cuerpo mas ligero, como si fuese una pluma, su mente estaba nublada. Se quedo tumbado en la cama, no podía moverse, no tenia la suficiente energía.
Si necesitas una batería extra, solo debes pedirla. Pero te advierto, yo no seré cómplice de lo que ocurra después.
Ciertamente el pequeño demonio del anillo no quería ser cómplice de lo que estuviesen haciendo, pero eso no significara que no ayudaría a Iruma. Le ayudo dos veces, por que no una tercera vez.
El calor en su cuerpo comenzaba a ser exageradamente sofocante, apenas si podía respirar, que era lo que le había hecho.
Mientras Asmodeus estaba sumido en sus pensamientos cuando sintió una pequeña mano sobre su pierna, en dirección hacia su entrepierna; temió lo peor , creyó estar volviéndose loco. ¡Iruma había entrado en su ciclo de maldad!
- Mi turno.
Iruma le había empujado hacia atrás, quedando levemente sentado. En definitiva ambos acababan de perder la cabeza.
Levanto su rostro con sus manos, deteniéndose en los preciosos ojos azules de su señor, quien en ese momento tenia un leve color fucsia en su iris.
- No muerdas.
- No te lo prometo.
Iruma había tomado la nuca de Asmodeus para besarlo, no era un beso como los otros. No. Este no poseía cariño, ni mucho menos respeto mutuo. Era un beso desenfrenado, hurgaban con sus lenguas toda su cavidad bucal, la saliva de ambos escurría por sus comisuras, sus colmillos rozaban los labios del contrario con la intensidad de romperlos. No se estaban controlando, y no lo querían hacer, sus cuerpos les exigían mas, mucho mas contacto, mucha mas fricción, mucho mas de todo.
Asmodeus sintió como su labio era mordido, y no de manera suave, un hilo de su propia sangre había comenzado a bajar desde su boca hasta su cuello. Iruma solo sonrió.
Comenzó a descender su lengua por el trayecto por el cual la sangre había fluido. Mala idea.
Deslizo su lengua por su cuello, hasta su clavícula, dando pequeños mordiscos a su alrededor, desde ahí bajo por su pecho hasta la base de su estomago, dando besos fortuitos alrededor de su ombligo. Continuo besando y mordiendo hasta llevar a su pelvis, en donde había una pequeña mata de cabello de color rosa, que estaba cubierta por un liquido semi transparente.
Sonriendo igual que un gato saco su lengua para comenzar a lamer el contorno de la base, teniendo cuidado de atorarse con ningún cabello.
Iruma no dejaba de mirarle, estaba seguro que en cualquier momento lo mordería. Mientras que con su boca lamia el contorno de su miembro, una pequeña mano se deslizaba por su muslo izquierdo hasta su base.
Asmodeus respingo al sentir como Iruma, su señor, su alma gemela, su igual, le estaba masturbando. ¡Era una locura!.
Comenzaba con un vaivén lento y un toque suave, como si lo hiciera con miedo. Al llegar a la punta se detenía para masajear el glande con su pulgar, para luego bajar basta la base, presionar un poco y soltar.
Se sentía maravillado por las sensaciones que estaba experimentando. Se sobresalto un poco al sentir como la lengua de su señor estaba paseando por toda la extensión de su pene.
Mientras Iruma estaba concentrado en su "trabajo", sonriendo de vez en cuando. Le gustaba ver así a Alice. Tan sumiso, pero a la vez tan indomable. Quería verle mas así.
Sumergió el glande en su boca, saboreando de lleno un sabor salado, no mentiría, casi le había costado ingresarlo de no ser que se mantenía húmeda la punta. Introdujo poco a poco parte del miembro del demonio en su boca mordiendo ligeramente antes de empezar un vaivén suave y torturoso para el demonio bajo suyo, desde la punta hasta la mitad del miembro.
Perdido en las sensaciones que le causaba la boca de su señor dirigió una de sus manos al rostro del contrario, quitándole el cabello de la mitad de su rostro. Quería verle cada expresión, pero le causo risa ver como Iruma no lo soltaba, como si estuviese comiendo un platillo de la cafetería.
Por suerte Iruma estaba lo suficientemente concentrado para no notar la discreta risa del demonio al que le estaba haciendo un oral. Estaba completamente perdido en su trabajo de lamer y morder.
Cuando aumento el vaivén de su cabeza, sintió como el demonio le tomaba su nuca para aumentar la velocidad de las auto embestidas hacia su cavidad, dejándolo casi sin aire.
El picoso aroma le estaba inundando por completo sus fosas nasales, y el salado sabor del miembro Asmodeus era hipnótico. Con su lengua trataba de seguir el ritmo de las embestidas hacia su cavidad que aquel demonio le estaba insinuando. Aquel miembro le estaba golpeando hasta el fondo de su garganta. Asmodeus no pudo aguantar mas, quito su miembro de la boca de Iruma y termino acabando en su rostro.
La habitación se inundo entre jadeos y pequeñas tos por parte de los presentes, cuando una ligera risa desemboco al demonio.
-Ahora vamos a la par, ¿No?.
Como respuesta solo obtuvo una sincera y estridente risa por parte del demonio.
En las siguientes horas, pese al cansancio de ambos, habían sucumbido a 5 posiciones más, era increíble lo que sus cuerpos podían hacer. Nunca habría creído que su señor fuese tan flexible, lo descubrió al apoyarlo en la pared con una pierna en el suelo y la otra sobre su hombro; o también cuando le mantenía sobre el saltando sobre su miembro con las piernas completamente abiertas, mientras el le sujetaba de las caderas para hundirlo en su virilidad. Ambos estaban exhaustos.
Habían terminado sobre la alfombra de la habitación, cuando Alice le había alzado de las piernas en el aire para adentrarse mucho mas profundo culminando en su interior. Se había segado al placer, tanto que no se dio cuenta que libero magia del anillo en forma de alas, igual como lo había hecho con su maestro y familiar.
Asmodeus lo llevo hacia la cama y lo cubrió con sus sabanas. Debian descansar, habían estado mas de 10 horas encerrados en su alcoba, sin alimentos ni líquidos, debían de descansar, si o si. Y ambos estaban de acuerdo.
Iruma había despertado a las horas después por un grito, un grito demasiado familiar.
Trato de moverse pero su cuerpo no le respondía, tenia su cuerpo completamente adormecido. Giro su vista hacia el origen del grito y visualizo a un demonio de cabello rosa llorando a su lado.
- ¡Iruma-sama! ¡Esta vivo!
- Bu-Buenos días Azz-kun - su voz se escuchaba ronca-
- ¡Esta vivo!
Quería acercase y abrazarle, pero temió por el pequeño cuerpo que poco a poco se incorporaba.
-L-lo siento Iruma-sama...por mi culpa usted, usted tuvo que-
-Azz-kun, esto fue decisión de ambos, ¿no?
-S-si...eso, eso creo...
-Solo quisiera...poder recordar que paso después.
- ¿ A q-que se refiere? ¿No re-recuerda?
- No desde la mitad
- ¿No recuerda entrar en su ciclo de maldad?
- ¿Que yo que?
- ¡Iruma-sama le ruego me perdone por faltar le al respecto mientras estaba fuera de si!
Le abrazo con todo y mantas, no podía soportar tener en su mente la viva imagen de su señor desnudo frente suyo.
- Azz-kun, no me has faltado el respeto en ningún momento, es parte de mi.
- Iruma-sama....me permitiría estar a su lado.
- Por siempre.
Solo eso quería, quería estar a su lado, en las buenas y en las malas.
-Azz-kun, debo informarle al abuelo que estuve aquí, por cierto, ¿Cuanto tiempo pasó?
- Casi 20 horas, ¿Por que?
Iruma se quedó en blanco. Casi 20 horas fuera de su hogar, sin haberle dicho nada a su abuelo o a Opera.
Lo iban a matar. Estaba seguro de ello.
Busco su teléfono y cuando lo encontró no pudo creerlo.
Más de 300 llamadas 150 mensajes de voz de parte de su abuelo.
115 llamadas y 30 mensajes de voz por parte de Opera.
250 mensajes de voz por parte de Clara.
3 llamadas perdidas por parte de su profesor Kalego.
89 llamadas y 70 mensajes de voz de la presidenta.
Y la lista seguía. En definitiva le iban a matar.
- Azz-kun...estamos muertos....
Le mostró su teléfono al demonio quien confirmó sus sospechas.
- Más que muertos Iruma-sama.
Ahora debían hablar con todos para informarles sobre los recientes acontecimientos....pero con menos detalles.
Asmodeus se comprometió a hacer cenizas a Valac por la pastilla de inducción de ciclo, y a su vez agradecerle.
En ese orden.
Mientras Iruma escuchaba uno por uno los mensajes de voz de todos los demonios que se habían tratado de comunicar con el.
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Muchas gracias por haber leído hasta aquí, se que la espera fue mucha, pero debo admitirlo nunca me había congelado tanto escribiendo.
Trate de mantener el ritmo con el cual me programe al escribir, pero lo perdí por completo.
Ya que últimamente he estado ocupada con mi trabajo, y con cierto asuntillo.
Hace unos meses me diagnosticaron algo que me cambió la vida, completamente.
Y en estos momentos lo estoy luchando con mi pareja.
Ya que ambos.....
¡¡¡¡VAMOS A SER PAPAS!!!!
Estoy muy feliz y ansiosa, tengo en estos momentos 5 meses, todavía no esta confirmado que es lo que será, pero todos dicen que será niña.
Yo solo quiero que nazca sano y fuerte.
No importa si es niño o niña, le amaré con todo mi corazón ❤️ .
Bueno eso es todo.
Nos vemos en un próximo capítulo, todavía no daré por terminado este libro, aún le falta la parte más importante.
Espero les haya gustado.
Nos vemos pronto.
👌👌👌
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