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Ansiedad

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es lo que sentimos cuando estamos preocupados, tensos o asustados, especialmente por cosas que pueden ocurrir en el futuro. Puede hacer que la persona sude, sus músculos se tensen y su ritmo cardiaco se acelere.

Pero no hay que confundir las inquietudes o hábitos como señales de ansiedad.

La ansiedad no es un momento específico, sino un conjunto de síntomas que tienen algo en común: ¡Te desestabilizan!

Lo que NO es ansiedad puede ser:

- Preocuparse por una situación en particular, como, por ejemplo, tener inquietud sobre la salud de un familiar que acaba de tener un accidente.

-Tener impaciencia en situaciones que pueden ponerte en un ambiente comprometedor. Como, por ejemplo, vas tarde a tus clases, y por más que te apresures sabes que no llegaras a tiempo. Pero eso no significa que tengas ansiedad.

- Mantener hábitos considerados "ansiosos" por la sociedad, como morderse las uñas, mover reiteradamente la pierna o caminar de un lado a otro (no es ansiedad).

Lo que puede producir la ansiedad es:

- Una reacción corporal que surge del estado de alarma cuando el organismo se siente en peligro. La particularidad de la ansiedad frente a otras preocupaciones, es que, en este estado, ¡la mente no distingue sobre una alarma real y una ficticia!

Eso le había ocurrido después de no saber de su señor al cabo de casi un mes. ¡Estaba a la defensiva todo el tiempo!

Su profesor Robín lo había excusado por las faltas reiterativas, diciendo que el Director lo habría retirado por una emergencia familiar. Eso también lo había aclarado a las faltas de su profesor Kalego.

¡Ni siquiera sabía que tenía más familiares a parte del Director!

- La ansiedad puede generar escenarios, imágenes o estados hipotéticos que juegan tus pensamientos, creando situaciones en tu cabeza muy aterradoras, al punto de descontrolarte física y mentalmente.

¿Y si se había arrepentido de lo que había sucedido hace unas semanas?

¿Y si todo lo que vivieron fue solo un juego para su señor?

¿Y si se había arrepentido de lo que había sucedido hace unas semanas?

¿Y si todo lo que vivieron fue solo un juego para su señor?

¿Y si...no lo había hecho bien...?

¡¿Y si lo odiaba?!

Su mente comenzaba a divagar de manera constante. Habían días en los que solo se detenía a las afueras de su casa, sin fuerzas de continuar.

Quería ingresar a la residencia de su señor, aunque fuera a la fuerza. Tenía que saber que él estaba bien, que nada de lo que estaba imaginado era real.

Su señor...su igual...su amigo...

¿Qué más podía ser?

Pues fácil.

¡Lo que él quisiera!

Solo quería permanecer a su lado, se lo quería decir en su cara.

Opera ya lo había visto hacia mucho, pero solo lo detenía cuando quería colarse por las rejas hacia el interior de la mansión.

Sentía su cuerpo moverse, pero él no lo hacía, miro sus manos. Estaba Temblando. Era como si estuviera en abstinencia.

Había comenzado a salivar un poco más de lo normal, pero eso lo atribuía al consumo diario de líquido que ingería. Pero su cuerpo lo traicionaba, ya no podía continuar de pie. Su respiración se volvía escasa, aunque respiraba con mucha más rapidez.

- Lo que también se conoce como hiperventilación, es una de las alarmas físicas más recurrentes que ocurre en episodios ansiosos. Se puede la falta de aire y comienzas a respirar más profundo para buscar normalizar la situación. Sin embargo, lo que se crea es una lucha entre la mente y el cuerpo, por lo que no hay coordinación en el ritmo de la respiración y entra en juego la ansiedad.

Al cumplirse el mes su cuerpo le había pagado su factura, su mente y su cuerpo habían colapsado, ¡No sabían lo que le ocurría!

Se sentía cansado, agotado. Física y mentalmente. Sus ataques de ira iban y venían, al igual que sus ganas de vomitar.

Estar tanto tiempo separado de Iruma, le había comenzado a ser peligroso, y no solo para él.

Prácticamente la mitad de la clase anormal habían entrado en su ciclo de maldad ante tal ansiedad.

Y los más de temer eran los de su "circulo de amistad".

Lied, Jazz y Purson habían sido catalogados como problemáticos al usar sus dones para desestrezarse, lo cual se complicó cuando se habían metido con el Profesor Robín.

Clara se había vuelto la profesora personal de Sabnock. Podían cuestionar sus métodos, pero no sus resultados.

Era una pequeña sádica, ¡Había comenzado con un entrenamiento riguroso desde el comienzo!

Había hecho que Sabnock ocupara todo su poder mágico en creaciones grandes, gigantes. Para luego obligarlo a crear cosas pequeñas fuera de su zona de confort, es decir, ningún arma, solo objetos.

Uno creería que sería fácil, pero para un imbécil que la subestimo, no se la dejaría fácil. Ella solo le enseñaría la mejor manera de ocupar su don de creación de armamento, haciéndole crear lo que sea que no fueran armas.

Algunos se preocupaban por su riguroso entrenamiento, pero estaban siendo supervisados por dos profesores. Uno maniático por el juego y otra muy llorona. Ambos atentos a las enseñanzas del pequeño demonio, si bien era pequeña, sabía muy bien que era lo que tenía que mejorar. Ya nada físico, solo mental y mágico. Los había sorprendido en gran medida.

Esto a Sabnock lo había desgastado de manera que su poder mágico casi se agotaba en un día, ¡Ella no le permitía descansar! Había muchas cosas que pasaban entre ellos dos, pero eso lo dejaremos para otra ocasión.

Agares, Gaap, Allocer y Caim trataban como podían de mantenerse al margen de la situación, puesto que no mantenían una relación tan estrecha con Iruma. Pero el nerviosismo en su cuerpo se les podía notar a simple distancia.

- En cuadros ansiosos el cerebro trabaja al menos 3 veces más rápido. El cuerpo entra en un estado de nerviosismo, lo que provoca que el corazón bombee mayor sangre y que los pulmones requieran de mayor oxigenación. Estos síntomas requieren de un gasto energético. De este modo, es natural sentir cansancio.

Elizabetta y Kerori habían tenido algunos problemas con sus dones. Elizabetta había sido influenciada con las emociones tan fuertes de su grupo de amigos, que había tenido crisis de pánico.

Había comenzado con pequeñas comezones en sus brazos, luego en sus piernas. Esa semana había usado una falda mucho más larga que apaciguaba la comezón. Sus largas uñas habían sido cortadas para evitar que se provocara más daño. Su cabello antes finamente atado en una coleta era aflojado cada tanto al sentir desesperación y mover con furia sus dedos en su cuero cabelludo.

Parecía otra persona. Curiosamente Lied no parecía interesarle en lo más mínimo como se sentía, es más, era como si tratase de alejarse de ella.

- Estos cuadros ansiosos también pueden combinarse con depresión, lo que es otro desencadenante de sentirse muy débil o sin ganas de hacer nada en el día.

- Un síntoma común es el insomnio, ya que, al no haber relajación, tampoco se produce una sensación de sueño.

Con Kerori había sido un caso completamente diferente. Había cancelado por lo menos 3 conciertos, había estado muy cabizbaja desde la segunda semana en la que Iruma se había ausentado.

Su semblante había pasado de uno serio a uno apático, no quería hacer absolutamente nada. Ella se movía solo de manera automática, sus ojos apenas se veían por las grandes marcas negras alrededor de ellos.

Ella también estaba en su ciclo de maldad, solo que su cuerpo no podía deshacer su tensión.

- La inquietud producida por la ansiedad, también se relaciona con los estímulos de angustia, ocasionando que el cuerpo se desconecte de forma parcial o totalmente. Al sentir que no se puede lidiar con el peligro, los mareos y desmayos pueden ocurrir.

Asmodeus y Clara habían sido afectados por sus propios cuerpos, habían tenido activos mas de 2 semanas su ciclo de maldad, y para alguien que nunca lo había tenido como Clara había sido peligroso, para Sabnock.

Por otra parte Asmodeus Se había quedado en cama, sentía un dolor horrible e todo su cuerpo, su temperatura comenzaba a fallar, sentía su piel helada pero estaba hirviendo en temperatura. El temblor de su cuerpo comenzaba preocupar a los demás. Su madre había tratado de hablar con el Director, pero solo obtenía negativas de su parte.

Era el peor dolor que había sentido en su vida, sentía que se iba a morir.

Si solo pudiera despedirse de su señor...

- Asmodeus..

¿A caso se estaba volviendo loco?

-Asmodeus...A-Alice...

Su fiebre le estaba haciendo alucinar, podria jurar que escuchaba a su señor muy cerca de el.

Abrio con mucho pesar sus ojos. Nada. No habia nadie.

- Je je, que idiota, por supuesto que el no vendra....

Coloco ambas manos en su rostro queriendo cubrir sus lagrimas. Estaba solo, siempre lo estaria. Por que penso que seria diferente.

- Asmodeus....¡Alice!

Ahora en definitiva lo habia escuchado.

Miro por su ventana con mucha dificultad, teniendo aun un poco de esperanza.

- ¡Alice! ¡Abre tu maldita ventana!

¡Por Satanas! ¡Si era su señor!

Trato como pudo dirigirse a su ventana, despues de trastabillar en el proceso, pudo llegar y observar con adoracion a su señor.

Su señor estaba volando...

¡Oh joder! ¡Su señor estaba ocupando sus alas!

¿Será un buen momento para desmayarse?

No, no lo era.

Su señor prácticamente lo comenzó a apuntar con una de sus flechas negras.

- Abre. La. Maldita. Ventana.

- S-Si...

Apenas abrió la ventana su señor se había avalanzado sobre el en un ferviente abrazo.

- ¡Idiota! ¡No puedes enfermarte así!

- I-Iruma-sama... ¿De verdad es usted?

- Por supuesto que si, no sabes las cosas por las que he tenido que pasar... No sabes cuanto he esperado por regresar con todos ustedes.

- ¿Regresar? ¿ Volverá con nosotros?

- Con todos ustedes.

- Iruma-sama.... Infs.... Pensé que no lo vería nunca más.

- Aquí estoy

- Si..

La separación de ambos rostros era algo inminente, era algo agobiante el estar tan separados.

Asmodeus visualizo claramente como su señor paso de su ciclo de la maldad a estar normal frente a él, con ese hermoso sonrojo sobre sus mejillas.

La separación fue cortada por un ansioso Iruma, quien estaba esperando cerrar ese espacio con sus propios labios.

Había transcurrido un poco más de un en el cual había entrenado, y mucho. Merecía una recompensa, una merecida recompensa.

El sería egoísta, como cualquier demonio en ese infierno.

El quería a Asmodeus para el y nadie se lo quitaría. Mucho menos esas absurdas reglas.

Asmodeus ni tarde ni perezoso acerco a Iruma más a si mismo, lo extrañaba, su cuerpo lo extrañaba, y si tenía suerte, su celo no se interpondra en medio de ambos.

- Te quiero.

Esas simples palabras hicieron que el demonio Asmodeus quebrara en llanto, un llanto que sin lugar a dudas fue escuchado por toda la mansión.

La primera en entrar fue su madre seguido de su fiel sirviente.

Iruma no sabía que hacer, como explicaría el porque Alice estaba llorando.

- Oh vaya, así que al final te has escapado.

Ella solo miraba la situación con una sonrisa cómica, su hijo si que era problemático.

- Es-esto... Y-yo no...

- Tan solo no hagan nada de lo que yo no haría, Iruma-kun.

-  ¡Si!

- Por favor cuidalo, es mi tesoro.

¿Acaso le había dado su bendición?

- S-si, lo cuidare con mi vi-

- No tu vida, tu corazón. Esa es mi condición.


- Lo cuidare con todo mi amor.

- Más te vale, fufufu qué curiosos son los humanos.

¿Qué había dicho?

Miro detenidamente a Alice, el se había quedado dormido sobre su hombro de tanto llorar.

- ¿U-Usted.... Como?

- Conozco muy bien el olor y sabor de los humanos.

-¡¿Sabor?!

- No por lo que crees, pero esta conversación la debemos tener en otro momento, por mientras deja que Alice permanezca un poco más cerca tuyo, lo necesita.

Cerro la puerta detrás de si, celebrando desde el fondo de su ser.

Alice merecía ser feliz, y quien mejor sino una criatura que no tiene fondo.

- Fufufu, espero que Sullivan-san no esté enojado.

-----******-----*****------

-Iruma-kun~~~

Un demonio ya mayor se encontraba llorando sobre la cama de su nieto con una carta en su mano derecha.

- Iruma-kun~~~ ¡¿este niño me sacara canas?!

- Ya las tienes.

- ¡Opera! ¡¿De que lado estas?!

-mhp

- ¡No me ignores!

-----******-----*****------

- Bueno, eso lo verá en cuanto regrese, fufufu.

En aquella habitación a oscuras se encontraba un demonio llorando mientras dormía, pero no era un llanto de dolor, era un llanto de alegría.

Tanto tiempo  esperando y por fin tenía lo que más necesitaba. A su señor junto a él.








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Espero les guste, nos leemos pronto.

👌👌👌

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