Jungkook observaba atentamente al chico, él sabía que el chico tenía una relación inestable con su madre, ya habían pasado cuatro meses desde que se le acercó al parque contándole de su día. 

Jungkook escuchaba atentamente pero también veía con otros ojitos al chico, aceptaba que el veinteañero se había vuelto su amigo y aunque recibía mimos quería más. 

Pero sentía que Jimin necesitaba del apoyo de su madre, y a pesar que él estaría con el chico pero entendía eso. 

Una vez Jimin dejó el parque, camino hacia el hospital donde laboraba su madre, y vio a su madre tomando un café con una amiga. 

ㅡ Ya no se que más hacer Jimin no me quiere, él quiere irse, creo que debería dejarlo ir. 

ㅡ Darle su espacio está bien, en algún momento Jimin entenderá que tu quisiste formar parte de su vida, tu madre no te permitió volver. 

Observó como su madre se llevaba las manos a su rostro y lloró, Jungkook sintió pena por ella. 

. . .

Jungkook tenía una idea para unir a Jimin con su madre, le pidió la Luna un favor, solo esa noche, necesitaba volver a ser humano aunque sea una vez por Jimin.

Jungkook se metió a la casa de Jimin, le daría un pequeño susto, tomó el peluche favorito de Jimin y dejó una nota.

“No volverás a ver el peluche de nuevo con vida, hasta que te arregles con tu madre”.

Jimin al verlo, se asustó, simplemente había visto que alguien entró y si era algún ser malvado que quisiera hacerle algo, sintió miedo y leía más la nota.

Sería tonto pero en verdad se asustó.

Salió sin ningún abrigo, no tenía a donde ir, Jungkook llamó a la madre de Jimin para decirle las siguientes palabras “Jimin te necesita en el parque”.

El gato Jungkook sonrió por su travesura pero algo bueno saldría.