A la mañana siguiente Jimin se despertó y recordó al gatito por lo que, lo primero que hizo fue buscarlo, pero se asustó al no encontrarlo. 

Se levantó de la cama apresuradamente y se cambió lo más rápido y salió de su habitación, justo buscando por la sala encontró a su madre con el gato en su brazos acariciando. 

Jimin se detuvo en seco esperando que lo regañaran. 

ㅡ Jiminie no me habías mencionado del gatito. 

ㅡ Yo… 

Su madre lo acarició y le dio comida, ella quería no tenía goma para llamarle la atención. 

ㅡ No puedes quedárteloㅡ mencionó suave sin intenciones de regañar. 

ㅡ Está heridoㅡ contesto serio mientras lo veía ㅡ es mi amigo. 

ㅡ El edificio no permite mascotas cariñoㅡ ella se acercó a él, pero Jimin se apartó. 

ㅡ No dejaré que lo vean. 

ㅡ Quizás pueda hablar en la administración hasta que se recupere, luego lo tendrás que dejar. 

ㅡ Voy a cuidarloㅡ mencionó para tomarlo en brazos y llevarlo a su habitación. Su madre suspiró derrotada, ella quería arreglar las cosas con su hijo. 

Le avisó que iría a trabajar y Jimin solo contestó como un "que te vaya bien'".

El gatito observó a Jimin fijamente ㅡ dirás que no quiero a mi mamá pero no es así, solo no es tan fácil. 

.  .  .

El gatito no era travieso pero disgustaba ser tratado como una mascota, él no tenía esa misión, no quería la mascota del chico.

Tres días habían transcurrido, había notado más o menos como era la situación del chico, imaginaba un poco porque la diosa de la Luna le había propuesto borrar sus pecados por ayudar al chico.

Pero aún no entendía porque ese chico en específico.

Lo veía fijamente desde la ventana junto al reflejo de la Luna, había tenido sus tratos amables hacia él, quizás pasaría una noche más con el chico. Salió y buscó la cama con Jimin.

…

Jimin sabía que no debería colocarle un nombre y menos comprar una medallita al gato que no era suyo.

Pero ahí estaba regresando de sus clases con una medallita en sus manos y al entrar a casa, solo había un silencio.

Sintió como su corazón se rompió.