MIA

Agosto (Bad Bunny)

1 de agosto. Cada vez quedan menos días de verano. Por lo que mamá dijo en la cena de anoche, el día 26 nos iremos ya, al igual que los Torres.

–¿Qué vamos a hacer en catorce días? – pregunta Natalia.

Ellos se van el día 15, debido a que sus padres se incorporan a trabajar y no pueden quedarse aquí ellos solos, porque bueno, la liarían mucho juntos.

–Las fiestas del pueblo empiezan mañana.

–Esta noche –corrige mi amiga mientras se toma su helado.

Hemos venido al paseo marítimo a por un helado y ahora estamos sentadas en la playa.

–No tengo muchas ganas eh – confieso.

–Pero las cosas entre tu y Ferran están bien, ¿no? – pregunta.

Ha pasado una semana desde que le limpié la herida a Ferran. Él, por lo que Héctor me dijo, fue a disculparse con Izan y ahora bueno, no se llevan de fábula, pero se soportan.

–Si bueno, apenas hemos hablado porque ni he salido de mi cuarto.

Me enfadé con mi madre. Varias veces. Nos gritamos y bueno, me he pasado en mi cuarto bastante tiempo.

–Ya bueno, pero en las fiestas puede pasar algo, ¿no? – pregunta, picara.

–¿Algo?

–A ver, estará la casa sola porque Jorge, Raquel y tu madre estarán en el bar.

El bar. Seguimos yendo Ferran y yo, pero Jorge cada vez nos da cada vez menos horas porque dice que quiere que disfrutemos del verano y másahlra que será las fiestas. En parte mejor, pero como ahora mi madre y Raquel bajan a ayudarle, apenas hacemos nada cuando vamos.

–Ya...

–Y Mauro también estará ahí con ellos. Max y Arantxa estarán de fiesta y vosotros tendréis casa sola.

Rio.

–No pasará nada entre nosotros Nata.

–Y tu que sabes. La vida da muchas vueltas, Mia.

Seguimos charlando hasta que alguien me tapa la cara con sus manos. Es Ferran.

–¿Quién soy? – susurra en mi oído.

–No sé eh. ¿Harry Styles? – ironizo.

Él me abraza por detrás y se sienta. Héctor se sienta al lado de su hermana.

–Bueno chicas, ¿Qué chismorreabais? – pregunta mi amigo.

–Sobre las fiestas del pueblo. Empiezan esta noche.

Ferran apoya su cabeza en mi hombro.

–¿Querrás ir? – pregunta.

–Hoy no me apetece. Mañana mejor.

–¿Quieres que me quede contigo? – pregunta.

–No tengo dos años.

Él ríe. Los hermanos charlan sobre no sé que serie nueva que quieren ver.

–Pero si quieres ir me da igual Ferrari.

–Quiero quedarme contigo en casa. Si me dejas, claro.

Besa mi cuello con delicadeza. Baja a mi hombro y parece que tiene intención de seguir bajando.

–Ferri – murmuro.

–¿Qué? – pregunta inocente.

Deja de besarme y nos unimos a la conversación de nuestros amigos.

...

–Entonces te quedas Mia? – pregunta Jorge.

Estamos cenando antes de que todos bajen a la fiesta.

–Si. Me duele un poco la cabeza y me quiero quedar en casa. Puedo, ¿no?

–Claro hija – dice mi madre –. Si ves que va a peor el dolor hay medicamentos en la cocina.

Asiento.

Todos se van, incluido Ferran.

–¿Te marchas? – pregunto desde la puerta principal, mientras los demás se suben a los coches.

–Luego subo, que si me quedo aquí contigo a mi padre le da algo.

Rio.

–Y a mi hermano.

...

Veo Friends mientras me como una tarrina de helado de chocolate.

Parece que estás deprimida.

Ya ves.

Pican a la puerta y voy a abrir.

Ferran.

–Hola – dice. Me rodea la cintura con sus brazos y deja un beso en mis labios.

–Hola. ¿Pasas?

Él asiente.

–Vamos al sofá anda – dice, cogiéndome en brazos.

FERRAN

Tengo a Mia encima de mí, mientras vemos Friends tranquilamente. Bueno, tranquilamente después de habernos enrollado un buen rato cuando hemos llegado al sofá. Justo cuando poso mi mano en su culo, pican a la puerta.

Joder macho.

–Ya voy yo.

Voy a abrir y veo a Héctor.

–¿Qué coño haces aquí? – pregunto, enfadado.

–¿Tienes las llaves de repuesto de mi casa? ¿Qué haces sin camiseta? – pregunta, pícaro.

–¿Qué más te da? Si las tengo, ahora te las bajo.

–Gracias tío.

Subo a mi habitación malhumorado y cojo las llaves de mi amigo de la mesita de noche.

Bajo y se las doy.

–¿Te las has dejado otra vez?

–Si. He salido con las prisas y me había dejado el móvil. Te hubiese avisado. Pero bueno, me voy. Disfruta de la gran noche – dice pícaro.

–No va a haber gran noche – digo.

–¿Y porque no? Si cada vez que la miras lo haces como si quisieses empotrártela macho.

Le doy una colleja.

–Vete a la mierda tío.

–Bueno, disfruta de tu noche. ¿Tienes condones? No quiero un bebé ahora la verdad.

–Púdrete.

–¿Tienes o no? – pregunta de nuevo.

Sin duda me he hecho amigo del tío más tocapelotas del mundo.

–Que sí coño.

–Bueno me voy. Dale saludos a Mia de mi parte antes de follartela, ¿vale?

Cierro la puerta no sin antes llamarle gilipollas.

–¿Quién era? – pregunta Mia una vez vuelvo al salón.

–Héctor.

–Oh. ¿Qué quería?

–Sus llaves de casa.

–¿Se las ha vuelto a dejar dentro?

–Si. Para variar.

Ella ríe.

Me siento en el sofá y vuelvo a reanudar la serie.

–¿Qué pasa? Te noto tenso Ferri – dice Mia, acercándose.

Se sienta a mi lado de nuevo, ya que me había sentado más lejos.

–Héctor, que es gilipollas.

–Déjale. Sabes como es. Te quiere en el fondo.

Ella me abraza y me acaricia la parte del torso que no está vendada.

–¿Para cuando voy a poder quitarme esto? – pregunto señalando el vendaje.

–¿Te lo has ido cambiado y eso?

Asiento.

–¿Y cómo va?

–Bien.

–Pues no sé, haz lo que creas.

Me separo de ella y me levanto.

–¿Me lo quitas porfa? – pido.

MIA

Asiento y me levanto. Le quito la venda a Ferri con delicadeza.

–Deberías ponerte un poco de agua – recomiendo al moreno.

El asiente y se va al baño. Decido seguirle.

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Hasta aquí el capítulo de hoy! Espero que os haya gustado💖
Por cierto, ayer subí el capítulo final de Tu y Yo 💕