FERRAN

Cuando volvemos a casa, veo que mi hermana está esperándonos en el porche.

–Fer, ¿puedo hablar contigo un segundo? – dice, y asiento.

–¿Nos vemos luego? – pregunto a Mia.

Ella asiente y yo le dejo un pico en sus labios, haciendo que se sonroje.

Entramos a la casa y ella sube a su habitación.

–Ferran, tenemos que hablar – dice mi padre.

Voy con ellos al salón y veo que mi madre ya está ahí sentada.

–El Valencia te quiere el día 3.

¿Cómo?

–¿Qué?

–Saldrás a debutar con el primer equipo el día 3. Hemos hablado con el colegio, como harías bachillerato dicen que no pasaría nada si lo dejases para jugar con el Valencia.

Sigo sin asimilarlo.

–¿Qué dices? ¿Les decimos que sí? – pregunta mi madre, esbozando una gran sonrisa.

Es mi sueño. Y no puedo dejarlo escapar.

MIA

Ferran no viene a mi habitación.

Ni cuando le he oído subir las escaleras ni en toda la noche, la última en Oliva.

Decido picar a su puerta.

–Ferran – murmuro.

No abre. Vuelvo a picar. Pero es en vano. No puedo abrir porque está el pestillo puesto.

¿Qué le habrá dicho su hermana?

Vuelvo a mi habitación, pensando que puede haberle pasado a Ferran.

...

A la mañana siguiente, no pude ni despedirme de Ferran.

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¿Qué habrá decidido Ferran? 

Espero que os haya gustado el capítulo, por cierto, he publicado ya Recuerdos de Anoche, la historia de Pablo Torre.