MIA

Normal (Feid)

Sábado, 20:38 p.m.

Es sábado.

La famosa fiesta.

Nata termina de arreglarme el maquillaje y sonríe.

–Ferran babeará como un tonto.

Ambas reímos.

–No me apetece hablar de Ferran. Ayer encima le habló mal de Alex de mamá.

–Pero si Alex es un sol. Estará celoso.

–¿Pero no está con Anna?

–Pero si han roto un montón de veces. Además, esta super colado por ti.

Le miro.

–¿Ferran por mí? – digo, extraña –. Si claro, y yo soy millonaria.

–Que sí. Y lo sabes. Y tú también babeas por él.

–No. Ferran es, Ferran. No.

–No me mientas.

–A ver, es guapo, listo, se preocupa...

–Tía te gusta y punto. Os habéis comido la boca varias veces. No intentes autoconvencerte.

–Vale. Me gusta Ferran. ¿Contenta?

Ella esboza una enorme sonrisa.

–Mucho. ¿Nos vamos?

...

Llegamos y está a reventar de gente.

–Madre mia cuanta gente – murmura Nata.

–¿Vamos a por Alex? – pregunto.

Ella asiente y entramos a la casa.

Vamos a la cocina, donde no hay mucha gente.

–¿Chicas? – pregunta alguien justo detrás nuestro.

–¡Alex! – dice Nata, dándole dos besos.

Imito la acción cuando él se acerca a mí.

–¿Vamos a los sofás?

Asentimos y le seguimos.

–Él es Mario – señala a un chico moreno –. Y él Izan – señala a un chico con el pelo rapado.

–Encantado – dice Mario.

–Eres Mia, ¿no? – pregunta Izan –. La amiga de Ferran.

Amiga. Como duele eso.

–Em sí.

–Somos sus amigos.

Vaya. El mundo es un pañuelo.

–Oh. Encantada.

Hablamos un rato. Se conocen del futbol por lo que me cuentan. Hablamos y hablamos entre todos, me caen muy bien la verdad. Son muy educados y me he dado cuenta de que apenas beben una o dos cervezas.

–¿Quieres algo más de beber? – pregunta Izan.

–¿Vale, vamos? – pregunto.

Él asiente y nos levantamos y ponemos rumbo a la cocina.

–Ferran no ha venido, ¿no?

–Creo que no – respondo –. No sé.

–¿Vives con él y no sabes si viene? – pregunta Izan –. Por cierto, ¿CocaCola? – pregunta abriendo la nevera.

–Vale. Y no hablo mucho con él. Desde que esta con Anna es raro.

–Dejalos. Esos van y vienen.

Rio.

El me da la lata y la abro.

–¿Mia?

Mierda.

Me giro y veo a Ferran.

–Hola.

–Pensé que no venías. ¿Qué haces con Izan? – pregunta.

–Hemos venido a por unos refrescos tío, tranqui – dice Izan.

Ferran asiente, y le dedica una mala mirada a Izan.

–Voy con Nata, os dejo solos.

Ambos asienten y yo me voy hacia la zona de sofás donde Mario y Alex charlan junto con Héctor.

–Pero si es mi cuñada favorita – dice Héctor.

Niego con la cabeza mientras los demás chicos le miran extrañado.

–Una broma nuestra – dice él al ver las caras de sus amigos.

Me siento junto a ellos y charlamos hasta que una chica que no conozco se acerca bastante rápido.

–Héctor ven a separar a Ferran.

El mencionado se levanta al segundo.

–¿Qué pasa?

–Se esta peleando con Izan, no acabará bien.

Héctor y los chicos van corriendo a la cocina, y la chica les sigue. Nata y yo, por instinto, les seguimos.