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Capítulo VIII

MIA

Veneno (Delaossa, KIDDO, J.Moods)

Me despierto sobre las nueve de la mañana. Mi hermano duerme a mi lado, como si de un bebé se tratase. Me asomo a la ventana, todavía algo dormida. Está lloviendo a más no poder, y seguramente siga así todo el día.

FERRAN

Me despierto.

¿En lo primero en lo que pienso?

En como fue besar a Mia. En como ella pareció arrepentirse. Seguramente lo haga, yo a ella no le gusto, nunca le he gustado. Es más, creo que le caigo un poco mal y todo. Intento ser amable y eso, bueno a veces soy un tocapelotas y un capullo con todas las letras, pero al menos lo intento.

Haré como si no hubiera pasado nada. Es lo correcto, ¿no? No es correspondido, así que debería olvidarme de ella.

Pero ella no te ha dicho que siente por ti

Mi consciencia es contradictoria, pero no, a Mia no le gusto.

Eso me lo repito varias veces.

MIA

Voy al baño. Me doy una ducha larga, escuchando música de una playlist aleatoria. La mayoría son canciones en inglés, pero de vez en cuando va sonando alguna en español. Tras salir de la ducha, envuelvo mi cuerpo con una toalla, y voy a secarme un poco el pelo. Comienzo a secarme el pelo cuando Ferran entra al baño. Yo estoy mirando hacia el espejo, por lo que cuando el mira hacia el mismo nuestras miradas se cruzan. El tarda unos segundos en reaccionar.

-En media hora tenemos que estar abajo - dice, algo incomodo por la situación, pero a la vez su tono es algo frío. No entiendo el motivo.

Le miro extraña.

-El bar - me recuerda, y yo asiento.

-¿Hay que llevar algún uniforme o algo? - pregunto.

-Luego hablas con mi padre - dice seco y dando un portazo cuando sale.

¿Y a este que le pasa?

Ayer nos besamos, sí, a mí me gustó, pero...

¿Y si él se arrepiente?

No puede arrepentirse. Él fue quien me besó.

¿Y si ha cambiado de opinión y ahora se arrepiente, por mucho que él fuese quien empezó?

Ni siquiera yo me entiendo, pero comienzo a sobre pensar toda la situación de nuevo, tal y como hice con mi hermano anoche cuando vino a mi cuarto.

FERRAN

Me había estado repitiendo a mi mismo una y otra vez que debía olvidarme de ella, hasta que la he visto en el baño, con tan solo una toalla cubriendo su cuerpo.

Definitivamente, esta chica me vuelve loco. En todos los sentidos posibles de la palabra.

Pero, de nuevo, vuelvo a pensar en que pasaría si todo esto saliese mal.

MIA

Tras secarme un poco el pelo, hacerme una coleta y vestirme salgo del baño.

Bajo rápido las escaleras y veo como Ferran me espera abajo.

-Vamos que llegamos tarde - dice frío.

-¿Quién nos lleva? - pregunto, al ver que no hay ningún adulto con nosotros.

-Yo - dice, seco.

-Y cómo vas a llevarnos - digo, abriendo la puerta de casa -. ¿Con polvos Flu?

Soy fan de Harry Potter, ¿vale?

-No tenemos chimenea, muggle. Vamos en mi moto.

-¿Desde cuando tienes moto? - pregunto, algo insegura.

-Quince. Tranquila, no le pasará nada a la princesita Miami - ironiza.

FERRAN

Le doy un casco a Mia y ella se lo pone. Recorro su cuerpo con la mirada, es inevitable no hacerlo. Va con unos tejanos azul claro largos, y una sudadera negra con capucha, que claramente no es suya.

-¿De quien es esa sudadera? - pregunto.

-Max.

Menos mal.

Dicho eso, me subo a la moto.

-¿Alguna vez te has subido a alguna? - pregunto. Ella niega -. Puedes agarrarte al asiento o a mí. No te va a pasar nada, tranquila - digo bastante tranquilo, a diferencia de ella. Intentaré ir despacio, y más si no para de llover como está lloviendo.

MIA

Ferran va a una velocidad adecuada. Menos mal. Llegamos al bar y Jorge me da un polo con el logo del restaurante. Me cambio en el baño, y Jorge me explica como funciona la cafetera, la caja y alguna cosa más. Atiendo a todo, nerviosa por si lo hago mal.

___

-Café solo y otro con leche para la trece - dice Ferran. Asiento y preparo ambos cafés.

A los minutos, se los dejo en una bandeja.

-Fer - digo, y el viene, coge lo que me ha pedido y se va.

Terminamos a las cuatro y media, tras que la hora de las comidas se acaben. Casi me da un algo, lo reconozco. He pasado de leer todos los días a servir bebidas, poner cervezas y cobrar a toda la gente que ha venido. Ha estado bastante concurrido para ser entre semana y con un día nublado, así que no quiero imaginarme un fin de semana y con buen tiempo.

-Papá me voy - dice Ferran terminando de limpiar una mesa.

-Lleva a Mia a casa anda - pide el mayor -. Luego te vas con Héctor, con Anna o con quien quieras.

¿Anna?

¿Quién coño es Anna?

Automáticamente suena ese nombre, Ferran me mira.

-Papá... no empieces - dice Ferran, algo enfadado.

-¿Qué? - dice, acercándose a su hijo y con una sonrisa -. Cuida a esa chica, de verdad.

¿Pero quién es?

-Llevaré a Mia a casa - dice Ferran -. Coge tus cosas que nos vamos ya - ordena el valenciano. Me limito a asentir y a coger mi ropa, por que me da mucha pereza cambiarme aquí.

FERRAN

Intento no matar a mi padre cuando menciona a Anna. Anna es...una amiga. Nos liamos en la playa hace unas semanas. Pero ya está. Pero claro, esto es Oliva, aquí todo el mundo se acaba enterando de todo. Y bueno, se ve que mi padre lo sabe.

Aparco la moto en casa. Mia ha estado muy callada.

-Anna no es nada para mi - digo, mientras cojo los dos cascos y los dejo encima de la moto. La he aparcado en la parte cubierta por si vuelve a llover.

-No tienes que darme explicaciones de tu vida, Torres.

¿Ahora soy Torres? ¿Ni Ferran ni Ferrari? Detesto que la gente me llame Ferrari, pero si lo hacia ella tenía su gracia, no sé.

-¿Te arrepientes? - pregunto.

Ella me mira.

-Fue un error. Ya está. No le des más vueltas - dice, sin mirarme.

-Si crees eso de verdad, mirame y dímelo a la cara. No me apartes la mirada como si tuvieses dos años - digo, acercándome a ella. Ella da un paso hacia atrás.

-Mia... Mirame.

Ella no dice nada. Solo se gira, en dirección a la puerta de casa.

-Fue un error. No pienses en ello. Porque ahí no pasó nada. Yo he quedado con Alex esta tarde, y tú, vete con Anna - dice, eso último más insegura de decirlo.

MIA

Miento en cuanto me pregunta por el beso. Miento cuando digo que no significó nada, que fue un error. Sé que no lo fue, pero no quiero enfrentarme a ello. Porque Ferran es Ferran, y yo, bueno soy yo. Un "gusanito de biblioteca" como dicen en los libros. Y Ferran es todo lo contrario.

Subo a mi cuarto. Abro el ordenador. Pongo Veneno, del cantante Delaossa, a todo volumen. Y voy canturreando mientras ordeno mi cuarto, algo que nunca hago.

"Tú eras tóxica como veneno
Pero me falta el aire desde que no estás
Quizás no me trajeses nada bueno
Pero al menos no nos la pasábamos mal"

FERRAN

Oigo como suena Veneno desde el cuarto de Mia.

"Cuando sentía que te perdía, iba yo detrás
Cuando veías que yo no estaba, te acercabas más

Y aunque quiera yo, no puedo vivir sin tu veneno
Me está matando, pero no puedo vivir sin tu veneno
Y aunque quiera yo, no puedo vivir sin tu veneno"

Mia es mi veneno.

Y, como dice la canción, y aunque quiera yo, no puedo vivir sin tu veneno.

Pero, para mí, sería, y aunque quiera yo, no puedo vivir sin Mia.

Pican a la puerta. Es Héctor. Le he mandado un mensaje para que viniese hace un rato.

-¿Qué pasa tío?

-Anoche besé a Mia.

Su cara es digna de un cuadro.

-¿Qué? ¿En serio? ¿Y qué tal? - pregunta, tumbándose en mi cama.

-Bien.

-Ya te has dado cuenta de que babeas por ella? Bueno, darte cuenta no, reconocerlo.

Asiento. El aplaude. Le zampo una colleja.

-Ya tocaba tío. Al menos reconocerlo. Que lo sabía hasta el presidente este chisme - bromea.

-Ella dice que fue un error.

-¿Enserio? - pregunta, y me limito a asentir.

-Encima en el bar mi padre ha mencionado a Anna.

El se lleva las manos a la cabeza.

-¿Espera, cuando ha dicho que había sido un error, antes o después de lo de Anna? - pregunta.

-Después.

-A lo mejor ha pensado en cosas que no son.

-Le he dicho que Anna no es nada. Porque no lo es.

-Fer, siempre tengo la solución a todos tus problemas, pero con gusanito... joder que difícil es. Podrías, no sé, hablar con ella ahora.

-Ha quedado con el tontito - digo, usando el apodo que le tenemos al tío que se lio con Mia. Alex, creo que se llama. Tampoco me importa, a decir verdad.

-Habla con ella antes. ¿A qué hora han quedado? - pregunta.

-Ni idea.

-Ves ahora.

Asiento. Y salgo de la habitación. Una vez salgo, veo que Mia sale de su cuarto con un vestido blanco ceñido, corto y de tirantes.

-Mia - digo, haciendo que me mire.

Sin decir nada, me acerco a ella.

-¿Has quedado ahora con Alex?

Ella se limita a asentir.

-Iba a irme ahora.

-Tengo que hablar contigo - digo, tomando su mano.

-¡Mia Alex está aquí! - grita su madre abajo.

-¡Voy! - grita. Me mira -. ¿Es muy importante? - pregunta.

-No. No, da igual. Vete. Pasátelo bien - digo, aunque no sea verdad.

Sin decir nada, ella se marcha, dejándome ahí plantado.

___

Holaa

Primero, espero que os haya gustado el capítulo :)

Segundo. Lo he dicho también por Antes de Ti, pero informo por aquí también. La semana que viene no estaré muy activa publicando, me voy de vacaciones y quiero desconectar un poco, aunque os iré subiendo lo que ya tengo hecho :)

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