Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo VII

Dedicado a tugalletamariafav💕

DESDE LOS 16 (Alejo Marín, Raúl Nadal)

Es mi cumple.

18 de julio.

Hago dieciséis.

En qué momento hago dieciséis, pienso nada más despertarme.

Me levanto de la cama y voy al baño a lavarme la cara y a peinarme un poco. Ni siquiera me molesto en vestirme, tengo hambre y no voy a perder el tiempo en vestirme bien ahora. Son las diez de la mañana, y es raro que no oiga ruido abajo, ya que siempre están Ferran, Héctor y Mauro peleando de buena mañana.

–Sorpresa – gritan todos los que están en la cocina una vez entro.

Veo que están los Torres al completo, mi madre y Mauro, Héctor, claramente él no podía faltar, como no iba a estar el okupa número uno de la casa, Natalia y...

Mi hermano Max.

Voy hacia él y le abrazo el primero.

–Hola renacuaja – dice, acariciandome el pelo.

–Idiota – murmuro.

Saludo a todos los demás y me siento en la mesa, orden de mi madre.

A los pocos segundos, veo como traen un pastel a la mesa. Es una tarta de queso – mi favorita – con mermelada, que por el color intuyo que será de arándanos.

Cantan el cumpleaños feliz y yo no puedo sentir más vergüenza, ser el centro de atención no es que me encante. Siempre paso desapercibida, excepto el día de mi cumple o cuando viene mi abuela materna a casa.

Soplo las velas y comemos pastel todos como desayuno. Cruzo varias miradas con Ferran. Me mira, pero no logro comprender que quiere.

Tras el desayuno subo con Nata a mi habitación a vestirme.

–¿Has visto cómo te miraba Ferran? – pregunta Nata emocionada cerrando la puerta de mi cuarto.

–Nos hemos mirado, pero ya.

–Esta noche hay una fiesta en casa de Alberto, el primo de Tania.

Asiento.

–¿Quieres ir? – pregunto.

–¿Tú?

–Por mi si. Es mi cumple, algo tengo que hacer.

Ambas reímos.

–Tengo una cosa – dice, mientras yo me voy cambiando.

–Te dije que no quería nada el otro día.

–Pero eres mi amiga, de las pocas que tengo aquí. Quería tener un detallito.

Me da una cajita, parece algo de joyería.

–Voy a matarte – murmuro.

Al abrir, veo la parte blanca del yin yan. Le falta la negra, que la saca Nata de su camiseta. Había estado escondiendolo.

–Me encanta – digo, abrazandola.

Tras vestirme, voy con una falda larga negra, la cual tiene una apertura en la pierna izquierda. Lo acompaño con un top blanco de banda, con unos finos tirantes. Bajamos al salón de nuevo, donde están todos esperandonos.

–Regalos – dice mi madre.

–¿Es que nadie entiende que no quiero nada?

–Cállate y abre el mío – dice mi hermano mayor, dándome una bolsa.

–Como sé que te va el rollito cayetano, te he comprado algo adecuado.

–Idiota – murmuro.

–No digas tacos – dice Ferran, ganándose una mala mirada por mi parte.

–Vete a la mierda.

Abro la bolsa, y veo una caja de zapatos.

–Toda cayetana necesita unas convers renacuaja – dice, con una sonrisa.

–Voy a matarte, que lo sepas.

Sigo abriendo los regalos de mi madre, que es un bolso blanco pequeño que quería hace un tiempo, y el regalo de Jorge y Raquel, que son unas entradas para ir a un festival en Valencia capital la semana que viene. Y el regalo de Arantxa, que es una polaroid.

–Muchas gracias a todos.

–Esperate que falta el nuestro – dice Héctor, señalandose a él y a Ferran.

–¿Os habéis gastado dinero en mi? – pregunto, sorprendida.

–Tampoco te lo flipes eh – dice el chulo de Ferran.

Me dan una bolsa y me quedo flipando.

Es una colección de libros clásicos, Orgullo y Prejuicio, Emma, Sentido y sensibilidad, Muejrcits entre otros. Son ocho en total.

Miro a Ferran, el cual me evita la mirada a toda costa.

–Muchas gracias chicos. No me lo esperaba.

Abrazo a Héctor, pero Ferran se marcha antes de que pueda acercarme a él.

–¿Sabes que le pasa? – susurro a Héctor, el niega.

–Lleva todo el día así, no es por ti créeme – dice, a modo de calma.

Asiento.

FERRAN

Entramos a casa de Alberto. Hace una fiesta y hemos pensado que no sería mala idea hacer acto de presencia. No soy muy amigo de Alberto, Héctor le conoce más, pero algo hemos hablado y siempre solemos coincidir en planes con gente.

–¿Tu hermana venía? – pregunto a mi amigo.

–Venía con Mia.

Mia? En una fiesta? El gusanito de biblioteca en una fiesta?

–Imposible que Mia vaya a venir.

El me mira, y luego mira hacia delante.

–¿Tan seguro estás? – pregunta.

Señala a enfrente, donde hay una sala, esta bailando con Nata.

Y un chico. Y están bastante pegaditos.

Y así se pasa la próxima hora y media, bailando y hablando con ese chico. No sé quien es, Héctor dice que le suena de haberlo visto con su hermana alguna vez.

Al cabi de un rato, tras conseguir un poco de información, me entero de que el chico es el hermano menor de Alberto, el organizador de ls fiesta. Tiene la misma edad que Mia por lo que sé.

Voy al jardín con los chicos. Noo me apetece ver como Mia liga con el tontito.

MIA

Bailo con Natalia y Alex, el chico que he conocido en la fiesta.

Es bastante guapo, moreno de pelo y piel, ojos caramelo y una sonrisa que eclipsa, la verdad.

–¿Vamos a por algo de beber? – pregunta Alex.

Ambos vamos a la cocina. Cogemos unas Cocacolas y estamos rato en la cocina charlando.

–Quieres que vayamos a la terraza? – pregunto. El asiente. Coge mi mano y vamos a la terraza. Una vez salimos, veo como hay un sofá y varios sillones.

La música suena incluso fuera de la casa.

–¿No bebes? – pregunto.

–No me apetece beber hoy. Me apetece estar contigo – confiesa, con una sonrisa.

Sonrío también.

Seguimos hablando durante un buen rato, sobre chorradas que se nos van ocurriendo.

Cruzo mirada con Ferran. Me mira serio, y toma un trago de su botellín de cerveza.

FERRAN

Veo a Mia salir con ese chico a la terraza.

Estan en el sofá, bastante pegaditos.

MIA

–Espero no cagarla haciendo esto – dice Alex, y dicho eso, me besa.

Seguimos besandonos un rato. El se acerca más a mi y yo a él. Posa una de sus manos en mi cadera, y va bajando hasta mi culo. Pongo mis manos en su cuello.

Justo cuando voy a ponerme encima suyo, noto como me jalan del brazo, apartandome de Alex.

–Eh – me quejo.

–Nos vamos de aquí ya – dice Ferran, serio.

–Te irás tu, yo me quedo aquí.

El solo me tira del brazo y me aleja de Alex, llevándome hacia adentro de la casa a la fuerza.

–Ferran sueltame – no me hace ni caso –. Ferrari que me sueltes – digo cabreada.

Salimos de la casa. Estoy demasiado cabreada con él ahora mismo.

–¿Pero tú de que vas? – le grito a Ferran. Él sigue tomando mi brazo con fuerza.

–¿De qué vas tu Mia? – dice, enfadado –. No conoces a ese tío de nada.

–¿Y tú que sabes? – espeto, soltandome de su agarre y de él. La gente que estaba fuera nos miraba al principio, pero ahora ya pasan de nosotros. Y mejor.

–Te conozco. Y ni siquiera sé que haces aquí. A ese tío le has conocido hoy. Nadie besa a gente que acaba de conocer – dice cabreado.

–A ti que te importa – grito –. Yo hago lo que quiero.

–Me preocupo por ti sabes – dice cabreado.

FERRAN

–¿Ahora quieres preocuparte por mi?

Tras eso comienza a parlotear sobre que no me preocupo bla bla bla.

–Cállate – susurro. Ella no me escucha, porque sigue con su monólogo.

A la mierda todo.

Me acerco, tomo su mentón y planto un beso en sus labios. Ella corresponde, pero a los segundos se da cuenta de lo que pasa y se separa.

La he cagado.

No decimos nada. Solo nos miramos.

Justo cuando Mia va a hablar, supongo que para mandarme a la mierda, Héctor y Natalia llegan.

–Ey, nos vamos? – pregunta mi amigo.

Pedimos un taxi y volvemos en silencio a casa.

Ni siquiera soy capaz de mirarle a los ojos. Noto que ella me mira varias veces, pero no puedo mirarla. Acabo de joder la mínima relación que teníamos.

MIA

Miro a Ferran un par de veces durante el viaje de vuelta. Héctor y Nata irán a su casa a dormir.

Una vez llegamos a casa, Ferran paga el taxi y yo solo voy hacia nuestra casa. Sin decir nada subo a mi cuarto.

Cierro la puerta y no puedo evitar ponerme a llorar. Me tumbo en la cama y abrazo a uno de los cojines.

Pican a la puerta. Supongo que será Ferran, por lo que paso de abrir.

Abren la puerta. Estoy de espaldas a la puerta, por lo que no veo quien es.

–Ferran lárgate – digo con la voz rota.

–¿Ahora soy Ferran? – dice Max. Oigo como cierra la puerta y se tumba en la cama.

–¿Qué ha pasado con Ferran, Cuca?

–No me llames Cuca ahora – digo con voz temblorosa. Me giro y veo como va con una camiseta de fútbol del Valencia y unos pantalones negros.

El asiente y me abraza.

–¿Qué ha pasado? – pregunta de nuevo.

–He besado a Ferran – confieso. Con mi hermano tengo demasiada confianza desde siempre, aunque últimamente no nos hayamos visto tanto. Es dos años y medio mayor que yo, tiene casi la misma edad que Arantxa.

–¿Y? – dice, confundido.

–Me ha gustado ese beso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro